Servicio diario - 25 de octubre de 2017


Audiencia general: “No existe ninguna persona a la que Dios niegue su gracia”
Rosa Die Alcolea

Texto completo – Audiencia general, 25 de octubre de 2017
Redacción

Iraq, Jordania y Tierra Santa: Saludo del Papa Francisco
Rosa Die Alcolea

Jóvenes: El Rosario, “oportunidad para penetrar en el misterio de Cristo”
Rosa Die Alcolea

El Papa bendice a una misionera de 97 años
Marina Droujinina

Tokio: El Papa nombra arzobispo a Mons. Tarcisius Isao Kikuchi
Redacción

Familia: Entrega de los VII Premios Revista ‘Misión’ en Madrid
Rosa Die Alcolea

“Equidad de género”, por Mons Felipe Arizmendi
Felipe Arizmendi Esquivel

Beata Celine Chludzińska Borzęcka, 26 de octubre
Isabel Orellana Vilches


 

 

25/10/2017-09:32
Rosa Die Alcolea

Audiencia general: "No existe ninguna persona a la que Dios niegue su gracia"

(ZENIT — 25 Oct. 2017).- El papa Francisco ha dicho que no existe ninguna persona, por muy mala que haya sido en su vida, a la que "Dios le niegue su gracia si se arrepiente".

Esta mañana, 25 de octubre de 2017, miles de peregrinos han esperado la llegada del Papa en la plaza de San Pedro, que bajo un sol radiante pasaba con el papa móvil saludando a los visitantes provenientes de diferentes países.
El Papa ha asegurado que "No existe ninguna persona, por muy mala que haya sido en su vida, a la que Dios le niegue su gracia si se arrepiente" y ha declarado que ante Dios nos encontramos todos con las manos vacías, pero "esperando en su misericordia".

A lo largo de este año litúrgico, el Santo Padre ha dedicado sus catequesis de la Audiencia general a meditar sobre la esperanza cristiana y la de hoy ha sido la en torno a este tema, que ha profundizado sobre "el paraíso como meta de nuestra esperanza".

El Papa ha explicado que la palabra «paraíso» es una de las últimas palabras pronunciadas por Jesús en la cruz y está dirigida al buen ladrón. "Ante su muerte inminente le hace una petición humilde a Jesús: «Acuérdate de mí cuando entres en tu Reino»". No tiene obras buenas para ofrecerle pero se confía a él —ha apuntado el Papa—. Esa palabra de "humilde arrepentimiento" ha sido suficiente para tocar el corazón de Jesús.

Asimismo, el Obispo de Roma ha señalado que el buen ladrón nos recuerda "nuestra verdadera condición ante Dios: que somos sus hijos y que él viene a nuestro encuentro, teniendo compasión de nosotros".

Francisco ha terminado su catequesis en lengua española saludando a los peregrinos de esta lengua, en particular a los venidos de España y Latinoamérica y les ha animado a "poner siempre la confianza en el Señor, pidiendo que en el último momento de nuestra vida también se acuerde de nosotros y abra para nosotros las puertas del Paraíso".

 

 

25/10/2017-11:08
Redacción

Texto completo — Audiencia general, 25 de octubre de 2017

(ZENIT — 25 Oct. 2017).- "El Paraíso es el abrazo con Dios, Amor infinito, y entramos gracias a Jesús, que murió en la cruz por nosotros", ha afirmado el papa Francisco.

El Papa ha ofrecido esta mañana, en la Audiencia general, celebrada en la plaza de San Pedro ante miles de peregrinos, la última catequesis sobre la esperanza cristiana, y lo ha hecho hablando del "Paraíso" como "meta de nuestra esperanza".

"El que ha conocido a Jesús ya no teme nada" —ha declarado Francisco— y ha hablado de Dios como Padre: "Somos hijos suyos, que siente compasión por nosotros, que está desarmado cada vez que le manifestamos la nostalgia de su amor"

El Papa ha señalado que cada vez que un hombre, haciendo el último examen de conciencia de su vida, descubre que las faltas superan ampliamente las buenas obras, "no debe desanimarse, sino confiar en la misericordia de Dios.

¡Y esto nos da esperanza, esto nos abre el corazón!".

 

Catequesis del Santo Padre

Queridos hermanos y hermanas: ¡buenos días!

Esta es la última catequesis sobre el tema de la esperanza cristiana, que nos ha acompañado desde el comienzo de este año litúrgico. Y terminaré hablando del paraíso, como meta de nuestra esperanza.

"Paraíso" es una de las últimas palabras pronunciadas por Jesús en la cruz y está dirigida al buen ladrón. Observemos un momento esa escena. En la cruz, Jesús no está solo. Junto a él, a la derecha y a la izquierda, hay dos delincuentes. Tal vez, pasando ante aquellas tres cruces izadas en el Gólgota, alguien lanzó un suspiro de alivio, pensando que finalmente se hacía justicia condenando a muerte a gente así.

Al lado de Jesús también hay un reo confeso: uno que reconoce que ha merecido ese terrible suplicio. Lo llamamos el "buen ladrón", que, al contrario del otro, dice: Nosotros recibimos lo que hemos merecido por nuestros hechos (cf. Lc 23,41).

En el Calvario, en ese viernes trágico y santo, Jesús llega al extremo de su encarnación, de su solidaridad con nosotros, pecadores. Allí se cumple lo que el profeta Isaías había dicho del Siervo doliente: "Fue contado entre los malhechores" (53:12; Lc 22:37).

Es allí, en el Calvario, donde Jesús tiene la última cita con un pecador, para abrirle, también a él, las puertas de su Reino. Esto es interesante: es la única vez que la palabra "paraíso" aparece en los evangelios. Jesús se lo promete un "pobre diablo" que en el madero de la cruz tuvo el valor de hacerle la más humilde de las peticiones: "Acuérdate de mí cuando entres en tu reino" (Lc 23,42). No tenía buenas obras que ofrecerle, no tenía nada, pero confíaba en Jesús, al que reconoce como inocente, bueno, tan diferente de él (v. 41). Fue suficiente esa palabra de humilde arrepentimiento para tocar el corazón de Jesús.

El buen ladrón nos recuerda nuestra verdadera condición ante Dios: Que somos hijos suyos, que siente compasión por nosotros, que está desarmado cada vez que le manifestamos la nostalgia de su amor. En las habitaciones de tantos hospitales o en las celdas de las prisiones este milagro se repite infinidad de veces: no hay nadie, por muy mal que haya vivido, al que solo le quede la desesperación y le esté prohibida la gracia. Ante Dios todos nos presentamos con las manos vacías, un poco como el publicano de la parábola que se había puesto a rezar al fondo del templo (Lc 18:13). Y cada vez que un hombre, haciendo el último examen de conciencia de su vida, descubre que las faltas superan ampliamente las buenas obras, no debe desanimarse, sino confiar en la misericordia de Dios. ¡Y esto nos da esperanza, esto nos abre el corazón!.

Dios es Padre, y espera hasta el final nuestro regreso. Y al hijo pródigo que vuelve y comienza a confesar sus faltas, el padre le tapa la boca con un abrazo (véase Lc 15:20). ¡Este es Dios: nos ama así!.

El paraíso no es un lugar fabuloso, ni tampoco un jardín encantado. El Paraíso es el abrazo con Dios, Amor infinito, y entramos gracias a Jesús, que murió en la cruz por nosotros. Donde está Jesús, hay misericordia y felicidad; sin Él hay frío y tinieblas. En la hora de la muerte, el cristiano repite a Jesús: "Acuérdate de mí". E incluso si no hubiera nadie que se acordase de nosotros, Jesús está allí, a nuestro lado. Quieres llevarnos al lugar más hermoso que existe. Quiere llevarnos allí con lo poco o lo tanto bueno que ha habido en nuestras vidas, para que no se pierda nada de lo que ya había redimido. Y a la casa del Padre llevará también todo lo que en nosotros todavía necesita redimirse: las faltas y los errores de una vida entera. Esta es la meta de nuestra existencia: que todo se cumpla y sea transformado en amor.

Si creemos esto, la muerte deja de darnos miedo, y también podemos esperar en dejar este mundo con serenidad, con tanta confianza. El que ha conocido a Jesús ya no teme nada. Y también nosotros podremos repetir las palabras del anciano Simeón, bendecido por el encuentro con Cristo, después de una vida consumida en espera: "Deja ahora ,oh Señor, que tu siervo vaya en paz, conforme a tu palabra, porque mis ojos han visto tu salvación "(Lc 2,29-30).

Y en ese instante, por fin, ya no necesitaremos nada, no veremos borroso. No lloraremos más innecesariamente porque todo ha pasado; incluso las profecías, incluso el conocimiento. Pero el amor no, el amor permanece. Porque "la caridad no acaba nunca" (véase 1 Cor 13: 8).

 

Saludos en las diversas lenguas

Saludos en francés

Me alegra dar la bienvenida a los peregrinos francófonos de Suiza, Bélgica y Francia, en particular, a los peregrinos de Coutances, Bayeux-Lisieux y Saint-Flour, acompañados por sus obispos, así como a la capellanía tamil de Francia. Estimados amigos, os invito a depositar toda vuestra confianza en la misericordia y en la ternura que Dios tiene para cada uno de vosotros. Él nunca abandona a sus hijos. ¡Dios os bendiga!

 

Saludos en inglés

Saludo a los peregrinos de lengua inglesa presentes en la audiencia de hoy, en particular a los de Inglaterra, Noruega, India, Malasia, China, Indonesia, Japón, Filipinas, Canadá y Estados Unidos de América. Dirijo un saludo especial a los sacerdotes ortodoxos de la Metropolia de Nea lonia de la Iglesia ortodoxa griega, encabezados por Su Eminencia el Metropolitano Gabriel. Sobre todos vosotros y sobre vuestras familias, invoco el gozo y la paz de nuestro Señor Jesucristo.

 

Saludos en alemán

Una cordial bienvenida a los peregrinos de lengua alemana, especialmente a los estudiantes de la Liebfrauen-Schule en Nottuln, así como a los de María-Ward-Schule en Bamberg, venidos a Roma con motivo del 300 aniversario de su instituto y acompañados por Mons. Ludwig Schick. Jesús, nuestro hermano y maestro, nos anima a salir de nuestras casas para hacer el bien, y él logra lo que nosotros no podemos hacer. El Señor os bendiga así como a vuestra familias.

 

Saludos en español

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los venidos de España y Latinoamérica. Los animo a poner siempre la confianza en el Señor, pidiendo que en el último momento de nuestra vida también se acuerde de nosotros y abra para nosotros las puertas del paraíso.

Que Dios los bendiga.

 

Saludos en portugués

Dirijo un cordial saludo a los peregrinos de lengua portuguesa, especialmente a los varios grupos de Brasil, y en particular a los fieles de la archidiócesis de Natal con su pastor y a los de la arquidiócesis de Londrina, invitando a todos a permanecer fieles a Cristo Jesús como los Dirijo un saludo especial a todos los peregrinos de la lengua portuguesa, en particular a los fieles de Roraima, acompañados por su pastor y a los diferentes grupos de Brasil.

Queridos amigos, la fe en la vida eterna nos empuja a no tener miedo de los retos de esta vida presente, fortalecidos por la esperanza de la victoria de Cristo sobre la muerte. ¡Dios os bendiga!

 

Saludos en árabe

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua árabe, especialmente a los procedentes de Iraq, Jordania y Tierra Santa. El Paraíso es la meta y el objetivo de nuestra existencia. Es el don que Dios nos ofrece, no por nuestros méritos, sino por la inmensidad de su misericordia y de su amor infinito; es el abrazo del Padre que nos espera para concedernos su perdón y restaurar nuestra dignidad que hemos perdido por nuestros pecados y porque nos hemos alejado de Él. ¡El Señor os bendiga y os proteja siempre del maligno!

 

Saludos en polaco

Doy una cordial bienvenida a los peregrinos polacos. Queridos hermanos y hermanas, concluyendo hoy nuestras reflexiones sobre la esperanza cristiana, dirijamos la mirada al cielo, donde — con los brazos abiertos — nos espera nuestro Padre Celestial. Nos presentará Jesús misericordioso que, desde la cruz, continúa prometiendo el paraíso a cada pecador arrepentido. A Él le pedimos con esperanza: "Jesús, acuérdate de nosotros ...".

¡Os bendigo de todo corazón así como a vuestros seres queridos!

 

Saludos en italiano

¡Una cordial bienvenida a los peregrinos de habla italiana!

Me complace saludar a las Siervas de María Ministras de los Enfermos y a los Padres Eudistas. La peregrinación a las tumbas de los Apóstoles sea una oportunidad para crecer en el amor de Dios y que vuestras comunidades se conviertan en un lugar donde se experimenta la comunión y el servicio.

Saludo a las asociaciones y a los grupos parroquiales, especialmente a los fieles de Santa Lucía y San Apolinar en Frisia y del Sagrado Corazón de Jesús en San Ferdinando di Puglia, a los voluntarios del hospital de Caserta y al Movimiento del Mensaje de Fátima.

Finalmente, me gustaría extender mi saludo a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. Al final de octubre, me gustaría recomendar la oración del Santo Rosario. Esta oración mariana sea para vosotros, queridos jóvenes, una oportunidad para penetrar más profundamente el misterio de Cristo que actúa en vuestra vida; queridos enfermos, amad el Rosario, para que dé consuelo y sentido a vuestros sufrimientos. Que se convierta para vosotros, queridos recién casados en , una ocasión privilegiada para experimentar esa intimidad espiritual con Dios que construye una nueva familia.

 

 

25/10/2017-11:21
Rosa Die Alcolea

Iraq, Jordania y Tierra Santa: Saludo del Papa Francisco

(ZENIT — 25 Oct. 2017).- "El Paraíso es la meta y el objetivo de nuestra existencia", ha dicho el Papa Francisco a las personas de lengua árabe esta mañana, en la audiencia general celebrada en la plaza de San Pedro.

El Papa ha saludado "cordialmente" a los peregrinos de lengua árabe, especialmente a los procedentes de Iraq, Jordania y Tierra Santa.

Francisco les ha dicho que el Paraíso es "el don que Dios nos ofrece, no por nuestros méritos, sino por la inmensidad de su misericordia y de su amor infinito"; es el "abrazo del Padre que nos espera" para concedernos su perdón y restaurar nuestra dignidad que hemos perdido por nuestros pecados y porque nos hemos alejado de Él.

Al terminar, el Papa les ha bendecido: "¡El Señor os bendiga y os proteja siempre del maligno!"

 

 

25/10/2017-11:29
Rosa Die Alcolea

Jóvenes: El Rosario, "oportunidad para penetrar en el misterio de Cristo"

(ZENIT — 25 Oct. 2017).- Los jóvenes han sido invitados por el papa Francisco a rezar el Santo Rosario como "una oportunidad para penetrar más profundamente el misterio de Cristo" que actúa en vuestra vida.

Mensaje del papa Francisco a los jóvenes, enfermos y recién casados en la Audiencia general celebrada esta mañana, 25 de octubre de 2017, en la plaza de San Pedro del Vaticano.

"Al final de octubre, me gustaría recomendar la oración del Santo Rosario", les ha dicho con motivo de la intención misionera de la oración en octubre.

"Esta oración mariana sea para vosotros, queridos jóvenes, una oportunidad para penetrar más profundamente el misterio de Cristo que actúa en vuestra vida; queridos enfermos, amad el Rosario, para que dé consuelo y sentido a vuestros sufrimientos.

Que se convierta para vosotros, queridos recién casados en, una ocasión privilegiada para experimentar esa intimidad espiritual con Dios que construye una nueva familia", ha indicado Francisco.

 

 

25/10/2017-16:36
Marina Droujinina

El Papa bendice a una misionera de 97 años

(ZENIT — 25 Oct. 2017). "Mi única fortaleza está en el Señor", dice la Hermana Giannantonia Comencini, 97, misionera en Eritrea, África, durante setenta años. Ella se encontró con el Papa Francisco en la mañana del 24 de octubre de 2017, en la Casa Santa Marta y recibió su bendición, dice la edición italiana de L'Osservatore Romano del 25 de octubre de 2017.

Después de esta reunión en el Vaticano, debería irse a Asmara, la capital de Eritrea, para continuar sus servicios a los enfermos y los jóvenes.

"Le di un beso en la mano" —afirmó la religiosa después de conocer al Papa— y le dijo: 'Bendígame y pida por mí al Señor, a quien amo locamente'.

Originaria de Costermano, un pequeño pueblo cerca del Lago de Garda, en Italia, la hermana Giannantonia es maestra, catequista y "manitas" en la Catedral de Asmara, situada en el país africano de Eritrea.

Las hermanas que la acompañaron narraron: "Por la mañana, se levanta a las 4:30 horas, prepara la iglesia, luego va a llevar la comunión a los enfermos. Todos los domingos, toma el autobús y va a visitar a los pacientes del hospital geriátrico. Allí, —agrega la hermana Giannantonia— "hay católicos, musulmanes, coptos, ortodoxos: estoy para todos".

Ella comenzó su misión de caridad después de haberse curado de tifus hace 70 años. Fue en ese momento cuando sintió la presencia de Cristo: "Sentí que, aunque era muy miserable, Él me amaba mucho. Y también quería amarlo".

De vuelta en Asmara, la hermana Giannantonia comenzará las actividades en preparación para la Navidad, en las que estarán involucrados alrededor de 60 niños. Ella misma concibió lo que ella describe como una "narración religiosa" en la que, además de los personajes clásicos de cada cuna, intervienen otros protagonistas, como Adán y Eva.

 

 

25/10/2017-16:11
Redacción

Tokio: El Papa nombra arzobispo a Mons. Tarcisius Isao Kikuchi

(ZENIT —25 Oct. 2017).- El Papa ha nombrado arzobispo de Tokio, capital de Japón, a Mons. Tarcisius 'sao Kikuchi, sacerdote de la sociedad del Verbo Divino, hasta ahora obispo de la diócesis de Niigata, del mismo país.

Comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, emitido esta mañana, 25 de octubre de 2017.

El Santo Padre ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la archidiócesis de Tokio, en Japón, presentada por Mons. Peter Takeo Okada, a sus 75 años.

Asimismo, el Papa Francisco ha nombrado obispo de la diócesis de Propriá (Brasil) al sacerdote Vítor Agnaldo de Menezes, del clero de la diócesis brasileña de Jequié, hasta ahora párroco de "Nossa Senhora das Grapas" en Maracás.

El Santo Padre ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis de Propriá (Brasil) presentada por Mons. Mario Rino Sivieri, a causa de sus 75 años de edad.

 

Padre Vítor Agnaldo de Menezes

El sacerdote Vítor Agnaldo de Menezes nació el 16 de junio de 1968, en Curagá, diócesis de Juazeiro, en el estado de Bahia. Efectuó los estudios de Filosofía en el Instituto Sapientiae de Anápolis y los de Teología en la Universidad Católica de Salvador. Siguió posteriormente un curso de Espiritualidad sacerdotal y misionera en Roma.

Fue ordenado sacerdote el 18 de abril de 1998 e incardinado en la diócesis de Jequié, en la que desempeñó los siguientes cargos: párroco de "Sáo Roque" en Lafaiete Coutinho, de "Nossa Senhora Aparecida" en Jequié y de la catedral de "Santo António"; Rector del Seminario Mayor; Asesor diocesano para la dimensión misionera;

Representante del Clero; Miembro del Consejo Presbiteral y del Colegio de Consultores; Coordinador diocesano de Pastoral.

Además ha sido Coordinador de la Infancia Misionera del Regional Nordeste 3 de la CNBB. Desde 2005 a 2009 ha sido Secretario nacional de la Obra Misionera Pontificia con sede en Brasília, donde ha coalborado también en la pastoral de la catedral metropolitana.

Actualmente es párroco de "Nossa Senhora das Grapas" en Maracás.

 

 

25/10/2017-18:06
Rosa Die Alcolea

Familia: Entrega de los VII Premios Revista `Misión' en Madrid

(ZENIT — 25 Oct. 2017).- `ABC Familia', la empresa 'llunion', el obispo de Getafe; la Fundación `Jérame Lejeune', y la familia bloguera Cabrera Gutiérrez, conocida como la `Familia Pompas' son los premiados por la Revista 'Misión' este año.

Hoy, 25 de octubre de 2017, se celebra en Madrid la entrega de los VII Premios Revista `Misión' a la Familia, en la Universidad Francisco de Vitoria, en Madrid.

El objetivo de los Premios 'Misión' es reivindicar a la familia como motor de políticas empresariales, económicas, sociales y culturales; y reconocer el testimonio de quienes, con su vida, muestran que la familia es un valor digno de custodiar, promover y proteger.

`Misión' es la revista gratuita más leída por las familias católicas de España. Tiene un formato familiar, moderno, y presenta temas de interés desde un prisma católico. Para suscribirse gratis solo es necesario llamar al teléfono gratuito 900-31-34-34, o entrar en www.revistamision.com.

 

Premios 'Misión' a la Familia 2017

Los galardonados por categorías son:

Premio Comunicación: ABC Familia, por ser uno de los más completos espacios dedicados a la difusión de contenidos familiares que pueden encontrarse en los medios generalistas de España. La sección ABC Familia, impulsada por el director del diario ABC, Bieito Rubido, y coordinada por la periodista Laura Peraita, normaliza la presencia de contenidos familiares en la prensa española gracias a una bien elaborada combinación de piezas formativas e informativas sobre asuntos de actualidad relacionados con la familia.

Premio Persona: Monseñor Joaquín María López de Andújar, obispo de Getafe, por su compromiso público con la promoción y defensa de la familia, y su inagotable acompañamiento pastoral a las familias de su diócesis. Durante sus 13 años como obispo de Getafe, la diócesis se ha convertido en un referente de la pastoral familiar en España, con un énfasis especial en la formación de seglares, el acompañamiento a familias en situación irregular, y la atención a mujeres embarazadas. Asimismo, monseñor López de Andújar ha defendido a la familia con claridad y valor, frente a ataques como las leyes basadas en la ideología de género.

Premio Empresa: Ilunion, por promover la inserción en el mundo laboral de personas con discapacidad, abriéndoles el horizonte de prosperidad e integración que merecen. De este modo, colabora de forma directa e indirecta con la estabilidad de las familias en cuyo seno hay personas con discapacidad. El 40 por ciento de los 33.000 trabajadores que Ilunion tiene distribuidos en un amplio tejido empresarial son personas con algún tipo de discapacidad.

Premio Institución: Fundación Jéróme Lejeune, por defender el derecho a la vida y la dignidad de todo ser humano, a través de la investigación, la formación y la divulgación científica. En España, la Fundación ha creado la Cátedra de Bioética "Jéróme Lejeune", con la Dra. Mónica López Barahona como titular, y ofrece el Máster Internacional en Bioética para formar a profesionales que aporten criterios científicos a la defensa de la dignidad humana desde la concepción hasta su muerte natural. Desde 2015, la Fundación ha invertido en España cerca de dos millones de euros.

Premio Familia: Familia Cabrera Gutiérrez, conocida como "Familia Pompas", por su testimonio público de alegría, entrega y apertura a la vida. El matrimonio formado por Pachu Gutiérrez y Rubén Cabrera, junto a sus cinco hijos, tienen miles de seguidores en las redes sociales a través de su blog y su perfil "Momentos Pompas", desde donde comparten planes familiares y su día a día, siempre con una visión divertida, serena, optimista, realista y llena de fe.

 

 

25/10/2017-10:44
Felipe Arizmendi Esquivel

"Equidad de género", por Mons Felipe Arizmendi

EQUIDAD DE GÉNERO

+ Felipe Arizmendi Esquivel
Obispo de San Cristóbal de Las Casas

 

VER

Dedicamos a este tema el curso anual que tenemos en la diócesis para la formación permanente de religiosas, sacerdotes y laicas comprometidas a tiempo completo en la pastoral. No fue sobre ideología de género, como si hubiera tantos géneros cuantas tendencias sexuales, sino sobre la relación, el trato, la comunicación, la interacción entre varones y mujeres, para que en la vida y en la pastoral cada quien ocupe su lugar conforme al plan de Dios.

Recordamos que a ambos géneros Dios nos hizo a su imagen y semejanza, con la misma dignidad; no idénticos, sino diferenciados, y no sólo biológicamente, sino en todos los demás aspectos de la persona. Es hermoso y fecundo contar, en la diócesis, con equipos pastorales integrados por ellas y ellos, pues ni los presbíteros podemos aportar lo que es muy femenino y que enriquece mucho a la Iglesia, ni las mujeres han de prescindir de la jerarquía eclesial, sólo por ser varones. Nos complementamos y nos necesitamos. Persisten, sin embargo, desconfianzas y rechazos que no corresponden al estilo de Jesús, y nuestro curso nos ayudó a avanzar en esta interrelación madura y fecunda.
En la sociedad, aún hay subculturas que no dan a la mujer la dignidad que le corresponde. Hay también mujeres que intentan perder su femineidad y equipararse en todo a los varones, como si con ello valieran más. En algunos pueblos originarios, permanece el criterio de que las mujeres no pueden tener los mismos derechos que los varones para poseer tierras. No les permiten casarse con personas de otras culturas. No les dan iguales oportunidades para estudiar. Son discriminadas a la hora de repartir herencias. No las toman en cuenta para vender una gallina o un cerdo, siendo que ellas son las que cuidan los animales de casa. Persiste la violencia intrafamiliar. Antes, el varón escogía a la mujer que quería como esposa, sin ser novios, ni conocerse siquiera, y los papás hacían los tratos matrimoniales sin consultar a la mujer. Esto ha cambiado mucho, porque ahora las adolescentes y jóvenes salen a estudiar y a trabajar, exponiéndose a múltiples peligros. Se han liberado de unas esclavitudes familiares, pero pueden caer en otras esclavitudes morales y sociales.

 

PENSAR

El Papa Francisco nos dijo, en Bogotá, a los obispos miembros del CELAM:

"La esperanza en América Latina tiene un rostro femenino. No es necesario que me alargue para hablar del rol de la mujer en nuestro continente y en nuestra Iglesia. De sus labios hemos aprendido la fe; casi con la leche de sus senos hemos adquirido los rasgos de nuestra alma mestiza y la inmunidad frente a cualquier desesperación. Pienso en las madres indígenas o morenas, pienso en las mujeres de la ciudad con su triple turno de trabajo, pienso en las abuelas catequistas, pienso en las consagradas y en las tan discretas artesanas del bien. Sin las mujeres la Iglesia del continente perdería la fuerza de renacer continuamente. Son las mujeres que, con meticulosa paciencia, encienden y reencienden la llama de la fe. Es un serio deber comprender, respetar, valorizar, promover la fuerza eclesial y social de cuanto realizan. Acompañaron a Jesús misionero; no se retiraron del pie de la cruz; en soledad esperaron que la noche de la muerte devolviese al Señor de la vida; inundaron el mundo con su presencia resucitada. Si queremos una nueva y vivaz etapa de la fe en este continente, no la obtendremos sin las mujeres. Por favor, no pueden ser reducidas a siervas de nuestro recalcitrante clericalismo; ellas son, en cambio, protagonistas en la Iglesia latinoamericana; en su salir con Jesús; en su perseverar, aun en el sufrimiento de su Pueblo; en su aferrarse a la esperanza que vence a la muerte; en su alegre modo de anunciar al mundo que Cristo está vivo, y ha resucitado.

La esperanza en América Latina pasa a través del corazón, la mente y los brazos de los laicos. Quisiera reiterar: Es un imperativo superar el clericalismo que infantiliza a los fieles laicos y empobrece la identidad de los ministros ordenados" (7-IX-2017).

 

ACTUAR

Hemos de superar los residuos de machismo que nos quedan, así como los feminismos extremistas, y no excluirnos ni rechazarnos entre nosotros mismos por luchas mundanas de poder. Apreciemos el aporte específico de hombres y mujeres, sin perder nuestra identidad, para que seamos la sociedad y la Iglesia que Dios quiere.

 

 

25/10/2017-07:15
Isabel Orellana Vilches

Beata Celine Chludzińska Borzęcka, 26 de octubre

«Polaca. Fundadora, junto a su hija, de las Hermanas de la Resurrección; es el primer caso que se da en la Iglesia. Perdió varios hijos y esposo, viendo en ello la mano de Dios que le permitió ser religiosa, como siempre anheló».

La vida de esta beata es una historia de fidelidad en la espera. Nunca dudó de que la voluntad divina guiaba sus pasos, aunque durante un tiempo otras personas la condujeron por una vía distinta a la añorada, que era la consagración religiosa. Al final, se cumplió su honda impresión, y aunque había dado un gran rodeo, llegó al destino soñado.

Nació el 29 de octubre de 1833 en Antowil, antigua ciudad polaca, que pertenece en la actualidad a Bielorrusia, en el seno de una acomodada familia. Era la pequeña de dos hermanos. Con una infancia feliz, que calificó como «años de oro», rodeada de afecto y sintiéndose llamada a ofrendarse por completo a Dios, a los 21 años contrajo matrimonio con Józef Borz?ck en la catedral de Vilna. No le fue posible oponerse a la voluntad de sus padres y del prelado, o no lo vio conveniente. Consideraron que lo mejor que podía hacer era desposarse, y a ellos sometió su criterio, que siempre se movió con la certeza de que Dios estaba en medio de lo que iba aconteciéndole.

Se afincó en Obremszczyzna, pero no se olvidó de su vocación. Sus quehaceres cotidianos no la apartaban de la oración. Su ascesis estaba impregnada también con el sacrificio. Además, fue golpeada por el dolor en lo que más afecta a una madre: sus hijos. El primero de ellos, Casimiro, nacido en 1855, murió ese mismo año. Tras un periodo de gozo por la llegada al mundo de su hija Celine en 1858, nuevamente en 1861 pasó por el duro trance de tener que enterrar a otra hija, María, que no sobrevivió. Finalmente, en 1863 nació Hedwig, que iba a recorrer junto a ella el sendero religioso al que siempre aspiró. Ese año Celine se involucró en la lucha para rescatar a los
prisioneros que iban a ser ejecutados en medio de los conflictos bélicos desatados en una dividida Polonia. Las autoridades rusas la detuvieron y dio con sus huesos en la cárcel, llevando con ella a la pequeña recién nacida.

En 1869 otro zarpazo recayó sobre la familia. Llevaba dieciséis años casada cuando Józef sufrió un derrame cerebral y quedó paralítico. Buscando para él los mejores especialistas, todos partieron a Viena, confiando en su recuperación. Celine le proporcionó atenciones y ternura a raudales, pero en 1874, hallándose en su domicilio de Obremszczyzna, murió. Tomó a sus hijas Celine y Hedwig, y viajó a Roma al año siguiente segura de que estos dolorosos acontecimientos obedecían a un plan divino. Aún recorrió Polonia, Viena y Roma junto a ellas, atendiendo a su educación, pero siempre en un estado de búsqueda, a la espera de entender la previsión de Dios sobre su vida. En 1879 la joven Celine contrajo matrimonio con un muchacho polaco, y la beata coincidió con el cofundador y superior general de la Congregación de la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, el siervo de Dios padre Piotr Semenenko, que aspiraba a poner en marcha la rama femenina. En esa época, 1881, ella y Hedwig se disponían a fundar un convento de inspiración carmelita.

Pero las conversaciones con Semenenko les hicieron cambiar de plan. En 1882 madre e hija comenzaron a ser parte de su sueño, preparándose junto a otras cinco aspirantes para acometer la vida religiosa.

En 1884 se asentaron en una casa que tres años más tarde dio lugar a una escuela para niñas sin recursos. Se daba la circunstancia de que en el edificio vivía la familia della Chiesa, hallándose entonces en el domicilio, monseñor Giacomo della Chiesa, que sería pontífice Benedicto XV. Y mientras el padre Semenenko auxiliaba a Celine y a su hija alentándolas en la misión, algo que hizo hasta su muerte en 1886, ellas también contaban con la admiración del que llegaría a ser Vicario de Cristo en la tierra, que fue su capellán y catequista. A estas intrépidas mujeres les enardecía saber que había infinidad de personas a quienes la esperanza parecía darles la espalda, que nunca habían tenido la gracia de que alguien les transmitiera la fe, que les hablara del Dios vivo. La beata conocía muy bien el drama humano plagado de sufrimiento y de injusticias a mansalva. Estaba convencida de que debían «llevar la moral y el renacimiento religioso a la sociedad». La fundación, que por primera vez en la historia de la Iglesia acometían una madre y una hija al unísono, surgía de la confianza en Dios; sabían que Él las acompañaría. Contaron con la ayuda del cardenal Parocchi, entonces vicario de Roma.

El 6 de enero de 1891 ambas emitieron los votos perpetuos, y otras tres religiosas tomaban el hábito; esa fecha la consideraron como el día en el que surgía la Congregación de las resurreccionistas, con el objetivo de proporcionar educación a las niñas pobres, que se hizo extensivo después al cuidado de los enfermos. Hedwig fue su primera superiora general. Fueron abriendo casas rápidamente en países del Este. En Polonia tuvieron que extremar la prudencia. Aún quedaban restos de la ocupación rusa, y trabajaron clandestinamente, estableciendo la fundación en Czestochowa, cerca de Jasna Góra, y en Varsovia. Fueron momentos de grandes recuerdos para Celine que había vivido de lleno el inicio de la invasión. Luego dieron el salto a América, sellándola con la apertura de una casa y una escuela en Chicago en 1900. En 1905 la fundación recibió el decretum laudis.

Hedwig, que tiene abierta causa de beatificación, murió repentinamente en Kety, Polonia, el 27 septiembre de 1906; tenía 43 años. Celine no solo volvió a sufrir la pérdida de otro de sus hijos, sino la de su fiel compañera y hermana en religión. Fue un durísimo golpe. En 1911 el primer capítulo general de la Orden la eligió superiora general, misión que asumió hasta el final de sus días. Entregó su alma a Dios el 26 de octubre de 1913 en Malopolskie, Cracovia, cuando iba de camino a Varsovia en visita apostólica; estaba a punto de cumplir 80 años. Fue beatificada el 27 de octubre de 2007 por el cardenal Saraiva que actuó como Delegado de Benedicto XVI.