Editorial \ Reflexiones en frontera

Catecismo 4: Conocer a Dios no es un ejercicio de la razón sino un deseo del corazón de cada persona, afirma el Papa

RV | 20/10/2017 | REFLEXIONES EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz


 

 

“Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo” (Jn 17,3). Con la expresión de Juan en la oración sacerdotal de Jesús referida por el Evangelio, en el 25 aniversario de la promulgación del Catecismo de la Iglesia Católica, Francisco dijo: “Tocamos el culmen de la misión de Jesús. Como se sabe, conocer a Dios no consiste en primer lugar en un ejercicio teórico de la razón humana sino en un deseo inextinguible inscrito en el corazón de cada persona. Es un conocimiento que procede del amor, porque hemos encontrado al Hijo de Dios en nuestro camino (cf. Carta enc. Lumen fidei, 28)”.

Si hablamos entonces del Catecismo de la Iglesia Católica que nos dejó san Juan Pablo II, se trata según el Papa Francisco de “un conocimiento que procede del amor”. “Antes de afrontar su pasión y su muerte –explicó Francisco-, Jesús se dirige al Padre manifestando su obediencia mediante el cumplimiento de la misión que se le había confiado. Sus palabras son un himno al amor, y contienen también la súplica para que los discípulos sean custodiados y protegidos (cf. Jn 17,12-15). Jesús reza por los que más adelante creerán en él gracias a la predicación de sus discípulos…(cf. Jn 17,20-23). Con la expresión: «Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo» (Jn 17,3).”