CARTA DEL OBISPO

“EL TEMPLO MEMORIA VIVA DE LA OBRA DE DIOS”

Jornada Pro-Templos, 2017

 

 

SANTANDER | 19.08.2017


 

Cuando hablamos del templo podemos referirnos en primer lugar al «templo cósmico»: los cielos y todas las criaturas celestes y terrestres cantan la gloria de Dios, dice el salmista. Se trata de una revelación universal silenciosa, pero eficaz, destinada a todos. Podemos referirnos también al templo de Jerusalén, donde se conservaba el Arca de la alianza, lugar santo y memoria permanente del Dios que ha sellado una alianza con el pueblo judío y permanece fiel. El templo es la casa visible del Eterno (cf. Sal 11,4), donde se hace presente a través de la nube (cf. 1 R 8,10.13) Y colmada de su «gloria» (cf. 1 R 8,11). Por último, está el templo nuevo y definitivo, constituido por el Hijo de Dios hecho hombre y que transforma a los que creen en él en el templo de piedras vivas, que es la Iglesia peregrina en el tiempo: «Acercándoos a él, piedra viva, desechada por los hombres, pero elegida, preciosa ante Dios, también vosotros, cual piedras vivas, entrad en la construcción de un edificio espiritual, para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, aceptos a Dios por mediación de Jesucristo» (1 P 2,4-5). Así, la Iglesia se presenta sobre todo como el «templo santo, representado en los templos de piedra» (7).

El templo es, por consiguiente, memoria viva del origen divino del pueblo elegido y amado por Dios. Es un recuerdo permanente de que no se nace como pueblo de Dios de la carne y de la sangre (cf. Jn 1,13), sino que la vida de fe brota de la iniciativa admirable de Dios, que entró en la historia para unirnos a él y cambiar nuestro corazón y nuestra vida.

Me consta el esfuerzo que están realizando las parroquias para mantener sus templos y ermitas verdaderamente dignos. Son muchos los sacerdotes que, junto con sus fieles, trabajan con verdadero interés y eficacia en este campo. Desde aquí quiero darles las gracias y animarles a que sigan adelante en tan noble tarea. Pero para poner a punto los 1.200 templos, capillas y ermitas que tenemos en nuestra diócesis, necesitamos cuantiosos recursos económicos y por ello os invitamos a colaborar. El Sr. Ecónomo diocesano os envía propaganda y materiales para realizar bien esta Jornada pro Templos en nuestra diócesis.

Os agradezco de antemano vuestra colaboración para que nuestros templos, capillas y ermitas sigan siendo memoria viva de la presencia y de la acción de Dios en medio de nosotros.

Con mi afecto, gratitud y bendición

 

+Manuel Sánchez Monge,
Obispo de Santander

 

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