Red Iberoamericana de

Estudio de las Sectas

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Nº 507

20 de jul. 2017

 

BOLETÍN MONOGRÁFICO: TESTIGOS DE JEHOVÁ

 

1. Rusia: el Tribunal Supremo confirma la prohibición de los testigos de Jehová.

2. Condenan al Gobierno catalán por no operar sin transfusión a una testigo de Jehová.

3. México: la madre de una niña de 5 años con leucemia rechaza la transfusión de sangre.

4. Los testigos de Jehová mexicanos defienden su postura ante la transfusión de sangre.

5. Sacerdote católico distingue el martirio de la postura jehovista ante la transfusión sanguínea.

6. Malawi: regresan al colegio los testigos de Jehová expulsados por no cantar el himno nacional.

7. Los testigos de Jehová construyen un nuevo Salón del Reino en Granada.

8. Fue testigo de Jehová, después mormona... y volvió a la Iglesia Católica por un curso.

9. La Unión Europea defiende la libertad religiosa de los testigos de Jehová en Rusia.

 

 

1. Rusia: el Tribunal Supremo confirma la prohibición de los testigos de Jehová.

FUENTE: Varios medios

 

 

El Tribunal Supremo de Rusia ha confirmado el pasado 17 de julio la prohibición de los testigos de Jehová, en contra de la apelación que había presentado la organización, que en el país es considerada una secta extremista. “La Corte Suprema rusa ha decidido rechazar el recurso de la organización contra su prohibición”, dictaminó la decisión del alto tribunal citada por la agencia pública RIA-Novosti.

Según informa el diario español El País, a finales de abril los testigos de Jehová habían sido vetados en Rusia por el Tribunal Supremo, tras una demanda del Ministerio de Justicia que había observado en este movimiento milenarista “signos de actividad extremista”. Esta decisión judicial abrió la vía a la liquidación de 395 comunidades locales de testigos de Jehová en el territorio ruso, donde la organización asegura contar con unos 175.000 miembros, y la confiscación de sus bienes.

“Aunque nos esperábamos una decisión negativa, todo esto ha sido muy decepcionante”. Con estas palabras ha reaccionado el portavoz internacional de los testigos de Jehová, David A. Semonian, a través de un comunicado enviado a France Presse. “Sólo podemos esperar que prevalezca una valoración justa de los hechos y que nuestro derecho de practicar en Rusia sea legalmente restablecido”, ha añadido Semonian. El portavoz del grupo en Rusia, Yaroslav Sivulsky, ha dicho que “la libertad religiosa en Rusia ha terminado”.

Apelarán a instancias europeas

“Esto no es todavía el final”, ha asegurado por su parte el abogado de los testigos de Jehová, Viktor Jenkov, citado por la agencia Interfax. “Vamos a apelar esta decisión ante el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos”, ha subrayado. Los testigos de Jehová, una organización fundada en 1873 en Estados Unidos por Charles T. Russell, se declaran cristianos. Pero a los ojos de la poderosa Iglesia ortodoxa rusa se trata de una secta peligrosa, en particular debido a la prohibición de las transfusiones de sangre seguida por sus miembros.

Rusia ya había ordenado la disolución de una rama de los testigos de Jehová en 2004. Esta decisión fue considerada “injustificada” por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que condenó al país a pagar 70.000 euros en concepto de daños e intereses en 2010 en relación con este caso. Durante el régimen de Stalin, fueron prohibidos, y miles de sus miembros, deportados a Siberia.

Totalitarismo… y la cuestión de la sangre

Tal como recuerda RT, los testigos de Jehová se han visto en el epicentro de escándalos en reiteradas ocasiones, sobre todo debido a su negativa a las transfusiones de sangre incluso en situaciones en las que estaba en peligro la vida de quien la requería. Hace algunos años en San Petersburgo un bebé murió después de que su madre prohibiera a los médicos que le hicieran una transfusión de sangre alegando sus creencias religiosas.

Antiguos testigos de Jehová que han logrado salir de la organización admiten que en su seno rigen reglas muy estrictas y no dudan en calificarla de secta totalitaria. Sin embargo, los testigos de Jehová trataron de impugnar la prohibición de sus actividades en Rusia al presentar un recurso en contra. Durante el primer juicio se supo que el Ministerio, en particular, culpó a los testigos de Jehová del rechazo de aceptar transfusiones de sangre por parte de sus fieles. El Ministerio de Justicia asegura que las actividades de esta organización amenazan los derechos e intereses de la sociedad y la seguridad pública.

En el proceso varios ex adeptos de esta congregación confesaron que los testigos de Jehová controlan de manera estricta a los miembros de su comunidad. Además, la situación de las mujeres dentro de las comunidades de la secta contradice la norma legal de igualdad de género. Los abogados de los testigos de Jehová, por su parte, refutaron todas las declaraciones del Ministerio de Justicia e indican que se rigen en sus actividades estrictamente por la Biblia.

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2. Condenan al Gobierno catalán por no operar sin transfusión a una testigo de Jehová.

FUENTE: El Periódico – Efe

 

 

Victoria P. B. es testigo de Jehová. Sus doctrinas y normas no le permiten recibir una transfusión de sangre. En octubre de 2010 se le diagnosticó una enfermedad cardiaca. No le quedaba otro remedio que someterse a una operación para cambiar la válvula aórtica que tenía dañada. Intentó que la sanidad pública le interviniera mediante la técnica de “cirugía sin sangre” (sin transfusión), pero, después de esperar cinco meses a que le respondieran, se puso en manos de la clínica privada Teknon.

Según informa J.G. Albalat en El Periódico, el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) ha condenado ahora al Servei Català de la Salut a indemnizarle con 22.847 euros por el “anormal” funcionamiento de la Administración sanitaria, al considerar que la Generalitat debió contestar a su petición y haberse esforzado en buscar una solución. Los magistrados de sala contencioso-administrativa han admitido el recurso de la mujer, representada por el abogado Iván Jiménez Aybar, y han acordado revocar la sentencia exculpatoria que había dictado un juez en julio de 2016.

Un daño moral “antijurídico”

El alto tribunal catalán ha dado la razón a Victoria P. B. porque el Servei Catalá de la Salut “frustró la confianza legítima” que tenía la paciente para ser atendida en un hospital de la red pública, como ella solicitó, y que, finalmente, “se vio obligada a acudir a un centro privado y sufragar los gastos de intervención una vez constató el agravamiento” de su estado de salud. La sentencia destaca que, al tener que abonar los gastos de la intervención en la clínica privada, el “funcionamiento anormal” de la Administración sanitaria causó a la mujer “un daño antijurídico” porque superó los baremos de “calidad objetivamente exigible” en función de los “actuales estándares sociales”.

Subraya que la “pérdida de oportunidad” de que la paciente fuera operada con un tratamiento alternativo al habitual en la sanidad pública no es un daño “material”, sino la “incertidumbre” en torno a lo que podía haber sucedido si se hubiera actuado de otra manera. Por ello, se asemeja al “daño moral” y procede la indemnización. La sentencia puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo.

Detalles de la intervención

A Victoria P. B. se le diagnosticó la dolencia cardiaca en el Hospital Comarcal del Alt Penedés en octubre de 2010. Ante la posibilidad de que necesitara una operación, se le envió al especialista en el Hospital de Bellvitge, donde se le confirmó que debía pasar por el quirófano. La mujer consintió a la intervención quirúrgica, aunque puso una limitación: que se efectuara pero sin transfusión de sangre.

El facultativo que la atendió el 22 de noviembre de 2010 le manifestó que él estaba dispuesto a hacerlo en el mismo centro, pero que el resto del equipo médico se negaría a ello. Por ello, le aconsejó que solicitara la derivación a otro hospital de Barcelona donde sí se pudiera realizar. Al día siguiente, la enferma formuló su solicitud. Mientras esperaba respuesta, la mujer empeoró y el 20 de febrero de 2011 volvió a ser ingresada de nuevo en el Hospital Comarcal del Alt Penedés. Su familia volvió a insistir en la petición y, ante la falta de respuesta, recurrió al Sindic de Greuges (defensor autonómico del pueblo).

Al final, el 16 de marzo de 2011, la paciente fue intervenida en la clínica privada Teknon. La sentencia destaca que cuando en Bellvitge se le comunicó que podía ser derivada a otro centro público, a la mujer se le “generaron unas expectativas legítimas de que su petición sería objeto de examen en un plazo razonable e incluso podía ser atendida”, cuando no fue así. Esa confianza “se vio frustrada” al no recibir respuesta por parte de la Administración.

Principio de igualdad

La resolución índice, además, que “ha quedado acreditado” que antes otra paciente había sido intervenida con “cirugía sin sangre” en un hospital público y que distintos centros sanitarios de la capital catalana tienen protocolos de actuación en esos casos. El tribunal argumenta que la Administración tampoco “exploró” la posibilidad de que dicha cirugía fuera realizada fuera de Catalunya, “siendo relevante que el sistema nacional de salud se asienta sobre el principio de igualdad”.

La sentencia recoge también el escrito remitido por el Síndic de Greuges al hijo de la mujer en que le explicaba que había recibido otras quejas por la misma situación, por lo que había recomendado a la Administración sanitaria que ofreciese a los ciudadanos alternativas al tratamiento con transfusión sanguínea o la derivación a centros hospitalarios donde pudieran ser intervenidos mediante esta técnica.

El Síndic, según el tribunal, reiteró en varias ocasiones información sobre la petición de Victoria P. B. El Servei Català de la Salut no le informó hasta abril de 2012 (después de la operación) de que no disponía de ningún centro sanitario especializado al que pudiera derivar a la paciente. La respuesta llegó tarde.

En declaraciones a Efe, Iván Jiménez, el abogado de la paciente, que es también profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona especialista en derechos humanos y libertad religiosa, ha apelado a la “responsabilidad” del Servei Català de la Salut para que éste no recurra la sentencia ante el Tribunal Supremo. “Lo único que conseguirían es alargar el padecimiento moral de mi cliente, una anciana de 84 años de edad”, añade el letrado.

Otros casos de testigos de Jehová y transfusiones

En octubre de 2008, una jueza de Ferrol autorizó a los médicos de un hospital público de la ciudad a realizar una transfusión de sangre a un paciente que se oponía a este tratamiento por ser testigo de Jehová. Y es que si no realizaban esta operación, el enfermo podía fallecer. Ante la urgencia de la situación, la magistrada autorizó telefónicamente a que los facultativos hiciesen lo que consideraran necesario para salvar la vida del hombre. Después, dictó un auto confirmando dicha decisión. Otros jueces han resuelto de la misma manera peticiones similares.

Otro caso más: el Tribunal Constitucional anuló en julio de 2002 la condena por un delito de homicidio contra unos padres testigos de Jehová que se negaron a que los médicos hicieran una transfusión de sangre a su hijo, que resultó herido tras caerse de una bicicleta y, al final, falleció. El alto tribunal sostuvo en la sentencia que la actuación de los progenitores se hallaba “amparada por el derecho a la libertad religiosa”, que fue vulnerado por la sentencia que les condenó. Los hechos se produjeron en septiembre de 1994 es la población oscense de Ballobar.

Por último, El Periódico recuerda que el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya eximió en 1998 a la Administración de pagar la factura médica de un matrimonio que profesaba esa misma creencia y que acudió a una clínica privada porque el hospital público Arnau de Vilanova de Lleida no les ofreció un tratamiento alternativo a una transfusión de sangre. El paciente era un hijo prematuro de la pareja. Años antes, en Sevilla, un juez retiró la patria potestad a unos padres por vetar una transfusión.

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3. México: la madre de una niña de 5 años con leucemia rechaza la transfusión de sangre.

FUENTE: Televisa – El Universal

 

 

El juez Mauricio Fernández de la Mora, titular del Juzgado Octavo de Distrito en Chihuahua (México), concedió amparo a una mujer de la etnia Rarámuri, que pertenece a los testigos de Jehová, para evitar que se transfunda sangre a su hija de 5 años de edad, afectada por leucemia. Según leemos en la información publicada por Televisa, el amparo condiciona la transfusión a que antes se hayan agotado otros medios o tratamientos alternativos, como los que propusieran oncólogos del Centro de Cancerología de Chihuahua.

En la sentencia se revisó el derecho fundamental de libertad de creencia y religión, así como los derechos a una segunda opinión, consentimiento informado y toma de decisiones respecto a tratamientos médicos. Sin embargo, debido a la falta de madurez de la niña para comprender el alcance del acto médico sobre su salud, se privilegió el derecho a la vida; por lo que, en caso de ser necesario, se autorizó a los médicos a realizar los tratamientos necesarios para proteger la vida de la menor, incluyendo la transfusión sanguínea.

También se determinó como discriminatoria e ilegal la tutela que asumió la Subprocuraduría del Menor, debido a la falta de consentimiento por parte de la quejosa (la madre de la menor) para autorizar la transfusión de sangre a su hija. El Consejo de la Judicatura Federal informa en un comunicado de que, para evitar que se repitan actuaciones arbitrarias, discriminatorias y denigrantes hacia padres de familia, se dio vista a los tres poderes del Estado de Chihuahua para que realicen reformas correspondientes y creen un protocolo para doctores en caso de que no exista consentimiento de los padres para administrar tratamientos a menores.

En lugar de acudir a la Subprocuraduría del Menor tendrían que presentarse ante un juez de lo familiar para argumentar el caso, y que sea ese juzgador quien analice las circunstancias, escuche a las partes y resuelva lo correspondiente.

Los testigos de Jehová y las transfusiones

Tal como recuerda Astrid Rivera en el diario mexicano El Universal, los testigos de Jehová no aceptan transfusiones de sangre por razones religiosas, debido a que dicen obedecer el mandato bíblico de abstenerse de la sangre por respeto a Dios. En el sitio web oficial de los testigos de Jehová se señala que los miembros de la secta se abstienen de las transfusiones sanguíneas porque tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento así lo indicarían.

“Para Dios, la sangre representa la vida, así que los Testigos obedecemos el mandato bíblico de abstenernos de la sangre por respeto a Dios, quien nos dio la vida”, señala dicho portal. Los pasajes bíblicos en los que se establece la prohibición de la sangre según los testigos de Jehová son Gn 9,4; Lv 17,14 y Hch 15,20. En cuanto al primer texto, la secta señala que después del Diluvio, Dios permitió a Noé y a su familia consumir carne animal, pero con una salvedad: “sólo carne con su alma —su sangre— no deben comer. Y como todos descendemos de Noé, nosotros también tenemos el deber de cumplir ese mandato”.

Sobre el versículo del libro del Levítico, que traducen así: “No deben comer la sangre de ninguna clase de carne, porque el alma de toda clase de carne es su sangre. Cualquiera que la coma será cortado”, los testigos afirman que “para Dios, la sangre representa el alma —o la vida—, algo que le pertenece a él. Aunque esta ley fue dada exclusivamente a la nación de Israel, nos muestra lo importante que es para Dios este asunto”.

Y en cuanto al último texto, del Nuevo Testamento, la literatura oficial señala que “Dios ha ordenado a los cristianos ‘que se abstengan […] de la sangre’, el mismo mandato que le dio a Noé. Y la historia revela que los primeros cristianos rechazaban el consumo de sangre y que ni siquiera la usaban con fines curativos”.

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4. Los testigos de Jehová mexicanos defienden su postura ante la transfusión de sangre.

FUENTE: Presencia

 

 

Por respeto a las normas establecidas en la biblia, los testigos de Jehová no aceptan las transfusiones de sangre, ya que de acuerdo con ellos, la sangre representa algo sagrado para Dios, sin embargo, a nadie obligan rechazarla, “todo queda en decisión de la persona, en el caso de los menores de edad es el padre quien decide si aceptar o no, dicho procedimiento médico”, explicó Abiud Galdámez Rodríguez, anciano de los testigos de Jehová. Lo ha publicado el medio mexicano Presencia en un artículo firmado por Alberto Cardona a raíz del caso presentado en la noticia anterior.

Galdámez Rodríguez dijo que ellos respetan la opinión de las personas y valoran mucho el trabajo que hacen los médicos, sólo que para los testigos de Jehová, el respeto a la sangre se rige por normas, esperanza y principios basados en la biblia. “Es tener precaución, cuidado, la biblia maneja las normas que Dios estableció y entre algunas está la ley de la sangre; el hombre la puede cambiar, pero lo que viene de Dios no lo cambia ningún gobierno terrenal”, explicó.

Añadió que quien quiere obedecer y agradar a Dios, trata de no transgredir, “nuestra religión no obliga, cuando alguien entiende que Jehová es el dador de la vida y percibe que no se pueden cambiar esas normas que Dios estableció, con plena facultad puede tomar una decisión al comprender que de hacerlo estaría desobedeciendo una norma elaborada por Dios”. Dijo que no es temor porque Dios vaya a castigar, si no que se basa en el amor de no hacerlo sentir mal, y es una decisión personal cuando alguien comprende y acepta no realizarse una transfusión de sangre.

Explicó que en el caso de un menor de edad, hay quienes entienden y por tal razón saben tomar decisiones y muchas veces ellos no porque sus padres los obliguen sino porque ya maduraron espiritual y valoran su relación con Dios, toman su propia decisión. Agregó que si se trata de un bebé, que no pueda valerse por sí solo, la ley terrenal otorga a los padres como responsables de hacer valer y que se respeten los derechos del niño ya que como no puede decidir por él mismo, el adulto representa su tutor.

“Existen leyes que el ser humano ha establecido donde le da el derecho a los padres decidir hasta cierta edad sobre el menor, ya ante el gobierno hay un contrato con la organización de los testigos de Jehová, donde tienen el conocimiento de respetar la decisión de uno en un hospital”, expuso. Dijo que para los testigos de Jehová, la sangre es la vida del ser humano; “la transfusión a veces es necesaria, pero cuando se opera a las personas y necesitan de ésta, algunos han exigido sus derechos y piden que no se le transfiera sangre; para nosotros la sangre es la vida”.

La percepción que las personas tienen de los testigos de Jehová es que dejan morir a los familiares; sin embargo, asegura que cuando se presenta una situación, buscan todas las alternativas médicas, exceptuando las transfusiones de sangre, con el fin de curarse, ya que consideran la vida como un regalo de Dios. Agregó que hay testigos de Jehová que no aceptan una transfusión no por el hecho de que sea obligación, sino porque así lo quieren; “no es que nos neguemos a ser realistas, sino a fundamentos con base; pero en el caso de los niños, si se fuera acude ante un juez este ya tiene conocimiento del derecho que tiene el niño, y de quién es el responsable hasta cierta edad, el juez tiene que decidir”.

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5. Sacerdote católico distingue el martirio de la postura jehovista ante la transfusión sanguínea.

FUENTE: El Diario de Chihuahua

 

 

Cuando una persona que forma parte de los testigos de Jehová enferma o tiene que ser intervenida quirúrgicamente, se consulta a médicos y cirujanos con experiencia en el uso de técnicas sin sangre, según señalaron miembros de dicha comunidad religiosa al ser cuestionados respecto al tema. Aseguraron que hay muchos adelantos en este campo y se utilizan en una gran cantidad de países para tratar a quien lo requiere. Lo cuentan Salud Ochoa y Manuel Quezada en El Diario de Chihuahua, que también ha abordado este tema con respecto al caso mexicano antes expuesto.

Esgrimen razones bíblicas y médicas

“Hoy día cualquiera puede optar por tratamientos que no conlleven los riesgos relacionados con las transfusiones, como enfermedades transmitidas por la sangre, reacciones del sistema inmunitario y errores humanos”. Además, indicaron que en Chihuahua existe un “comité de enlace de sangre” conformado por diversos profesionistas, que acude cotidianamente a los hospitales para apoyar a los pacientes de dicha comunidad religiosa. Asimismo, aseguraron que no se trata de que se practique la curación por fe ya que actualmente es posible realizar intervenciones quirúrgicas sin la necesidad del tejido sanguíneo.

“Algunos señalan que es costoso pero los beneficios económicos de los tratamientos sin sangre justifican su costo, mientras que la acusación de que muchos testigos, incluidos niños, mueren cada año por no aceptar una transfusión de sangre, carece de fundamento. Hoy los cirujanos suelen realizar intervenciones complejas -como operaciones ortopédicas o de corazón y trasplantes de órganos- sin transfusiones. Los pacientes que no aceptan transfusiones se recuperan igual o mejor que quienes sí las aceptan, aun en el caso de los niños. De todos modos, nadie puede asegurar que un paciente morirá si no recibe sangre ni que sobrevivirá si la recibe”.

Pero, ¿Por qué no aceptan transfusiones de sangre los testigos de Jehová? “Esto obedece a razones religiosas, más que médicas. Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento nos mandan abstenernos de la sangre. Para Dios la sangre representa la vida así que obedecemos el mandato bíblico de abstenernos de la sangre por respeto a Dios, quien nos dio la vida”.

De acuerdo con lo publicado en la página oficial de los testigos de Jehová, “hubo un tiempo en que los profesionales de la salud pensaban que la medicina sin sangre –conjunto de estrategias para evitar las transfusiones- era muy arriesgada y hasta tildaban de suicidas a los pacientes que la solicitaban. Pero ese punto de vista ha cambiado en los últimos años. Miles de médicos de todo el mundo están utilizando técnicas de ahorro de sangre para efectuar operaciones complejas sin transfusiones. Dichas alternativas se encuentran disponibles hasta en países de escasos recursos, y muchas personas que no son Testigos las solicitan”.

Una crítica católica

El primer don que regala Dios a los hombres es la vida y no se debe arriesgar por una determinada interpretación de la fe, con una concepción demasiado cerrada, señaló ayer el sacerdote Gustavo Sánchez Prieto, portavoz de la Arquidiócesis de Chihuahua. Lo anterior lo dijo al comentar el caso de la mujer rarámuri de los testigos de Jehová, que se niega a que su hija enferma de leucemia reciba una transfusión de sangre.

El sacerdote dijo que se debe respetar la libertad del culto y hasta alabar la fidelidad de la gente a su religión, pero también reconocer la obligación que tiene el Estado y la misma comunidad de defender la vida de la menor. La vida es lo primero de todos los dones y para poder recibir todos los demás, recalcó. Planteó que la misma vida del hombre es de Dios.

Observó que no es lo mismo que a una persona le quite la vida por volcarse en defensa de la fe, en un martirio, a renunciar la vida por una determinada interpretación. No obstante, el sacerdote dijo que indudablemente que se debe ser respetuoso de la libertad que tiene cada persona en conciencia de vivir de acuerdo a su religión. Pero este derecho se alterna junto a otros, como el de respeto a la vida.

Distinguió que en el caso del martirio, no se puede hablar de un suicidio voluntario, sino una realidad impuesta por la voluntad de otros y a la fidelidad de la propia conciencia de la gente. El sacerdote dijo que en una situación de éstas, se debe animar a la gente a que sea fiel a su propia conciencia y educarla también en el respeto a la vida.

Subrayó que una cosa es ser fiel a la propia conciencia, respetando el don precioso de la vida y otra es atentar a ésta por una determinada interpretación de la fe. Finalmente recalcó que no es lo mismo que le quite a uno la vida por motivos de fe, a renunciar a ella por una determinada interpretación, con una concepción demasiado cerrada.

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6. Malawi: regresan al colegio los testigos de Jehová expulsados por no cantar el himno nacional.

FUENTE: Pueblo y Sociedad Noticias

 

 

Dos jóvenes testigos de Jehová de Malawi, Aaron Mankhamba, de 18 años, y Hastings Mtambalika, de 15 años, pudieron volver a la escuela después de ser expulsados porque se negaron a cantar el himno nacional durante una asamblea escolar. Los dos alumnos tenían prohibido asistir a las clases en la escuela primaria de Khombe desde el 13 de febrero de 2017. Lo cuenta Pueblo y Sociedad Noticias.

Después de que sus padres y los representantes de la sucursal local de los testigos de Jehová realizaran un llamamiento a las autoridades escolares, ellos pudieron volver a asistir a las clases. Durante las conversaciones que tuvieron los representantes de la filial con las autoridades escolares, enviaron dos cartas del gobierno de Malawi.

En realidad, una de las cartas data de 1997 y fue escrita entonces para los testigos de Jehová en Malawi y permitía formalmente rehusar a cantar el himno nacional. En la otra carta, de 2017, se insta a los educadores a respetar el derecho a la libertad de religión de los alumnos. Hastings explica que pudieron volver a la escuela en un momento importante del año escolar, ya que estaba llegando la hora de hacer los exámenes nacionales: “estábamos muy preocupados de que no íbamos a poder hacer los exámenes nacionales. Estos exámenes tienen lugar sólo una vez al año”.

En el caso de que ellos no pasaran los exámenes nacionales, los dos jóvenes tendrían que repetir el curso. Augustine Semo, un portavoz de los testigos de Jehová en Malawi, dijo: “los alumnos estaban felices de que la conciencia de ellos fuera respetada. Nosotros agradecemos a la administración educativa por defender la libertad de religión y por permitir que los alumnos volvieran a la escuela”.

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7. Los testigos de Jehová construyen un nuevo Salón del Reino en Granada.

FUENTE: Ideal

 

 

Los testigos de Jehová de Granada (España) tienen desde hace unas semanas un nuevo hogar en la capital. El nuevo salón de esta organización religiosa, recientemente construido, se ubica en la avenida de Juan Pablo II y dará servicio religioso a la población de la zona Norte y Maracena. La edificación de esta nueva instalación se ha producido en unos terrenos próximos al parque de Bomberos que este grupo adquirió después de sondear distintos espacios con el Ayuntamiento de Granada, según explica Rafael Baena, encargado de la obra. Lo cuenta el diario Ideal.

La construcción se ha llevado a cabo gracias a las donaciones de los fieles y provocará el cierre de dos salones más pequeños ubicados en Maracena y en la zona Norte de la capital, que serán reubicados en la nueva instalación. La parcela en la que se ubica esta edificación ha sido adquirida en propiedad por parte de los testigos de Jehová de Granada al Consistorio municipal.

«Antes de ejecutar una construcción de esta envergadura se hace un estudio para no malgastar las donaciones de nuestros compañeros. Estuvimos analizando la zona para saber que podría ser útil, se hizo un sondeo detallado, del transporte público, del privado y luego se decidió llevar a cabo la construcción», expone Baena. Entre los integrantes de esta organización religiosa existe satisfacción por cómo ha quedado la edificación y el emplazamiento en el que se encuentra, con un continuo trasiego de vehículos y una parada del metro a escasos metros de la puerta de entrada.

El interior del nuevo salón de la avenida Juan Pablo II se divide en una zona amplia y grande, en la que se realizarán la mayor parte de las reuniones de esta organización religiosa. «Allí haremos las reuniones públicas de libre acceso a las que puede acudir cualquier ciudadano y en las que se expondrá cómo aplicar los buenos consejos que hay en la Biblia para ser mejores personas», detalla Rafael Baena, que añade que el resto de salones con los que cuenta este edificio se utilizarán para encuentros más reducidos, que serán los menos habituales.

La construcción ha sido completada por testigos de Jehová con conocimientos en este campo. «Somos autoconstructores, pero sólo hacemos edificios para nuestro propio uso», recuerda Baena, quien detalla que el trabajo se reparte entre «compañeros de la zona o de otros puntos de España o del mundo, que como miembros de nuestra religión ofrecen voluntariamente sus conocimientos. Nadie cobra por esta tarea».

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8. Fue testigo de Jehová, después mormona... y volvió a la Iglesia Católica por un curso.

FUENTE: Religión en Libertad

 

 

Laura Soto Salazar, administrativa de 41 años en San José de Costa Rica, ha vivido un itinerario espiritual peculiar. Nació en una familia de testigos de Jehová. Cuando la expulsaron, se sintió acogida por los mormones. Más adelante, harta de que no respondiesen a sus dudas intelectuales, intentó vivir con Dios “a su manera”, sin religiones. Pero un anuncio en Facebook le llamó la atención: “¿Es la Iglesia Católica la Gran Ramera del Apocalipsis?”. Era un curso católico. Se apuntó... y quedó más que sorprendida. Por primera vez podía vivir la fe, con la Biblia, en un entorno de comunidad no sectario y de doctrina razonable. Esta es su historia, que ha hecho llegar a Religion en Libertad.

Una familia de los testigos de Jehová

“Nací en un hogar de testigos de Jehová”, escribe Laura. “Mis abuelos paternos y maternos lo eran y, como ellos dicen, yo nací 'en la verdad'. Era la mayor de tres hermanas y mis padres tenían altas expectativas para mí. Como es costumbre en un hogar de testigos de Jehová, desde muy niña me hacían aprender textos bíblicos que después debía usar para hablar a amigos y vecinos de 'la verdad'. Recuerdo lo orgullosa que se sentía mi abuela de escucharme decir de memoria los nombres de los 66 libros que tiene la Biblia”, recuerda Laura... que en esa época no sabía que en las Biblias protestantes, y las de los testigos de Jehová, faltan los 7 libros deuterocanónicos (Tobit, Judit, Sabiduría, Eclesiástico o Sirácida, Baruc y los dos libros de Macabeos).

“A la edad de 12 años yo era capaz de contestar las preguntas de mis compañeros de escuela: ¿por qué los testigos no celebran los cumpleaños?, ¿por qué no celebran la Navidad?”. Siendo ella la mayor, sin embargo, sus hermanas menores ya habían dado el paso de recibir el bautismo de los testigos, que para ellos tiene un valor de arrepentimiento y dedicación a Dios, que se hace cuando ya se conoce algo de la Biblia. Ninguna iglesia cristiana (católica, protestante ni ortodoxa) acepta la validez de este bautismo, porque los Testigos no creen en la Trinidad.

Bautizarse implicaba un estudio intenso. “A mí se me hacía bastante pesado las dos horas en reuniones un día entre semana, más una hora de un estudio del libro en una de las casas vecinas, más otras dos horas en la reunión del fin de semana, que podría ser sábado o domingo... además de las horas en la predicación, que como publicadora no bautizada debía reportar”.

“Sin embargo, después de tener a mi primera hija, después de mi primer divorcio, decidí estudiar y bautizarme. Así, pensé, mis padres, mis hermanas, la familia entera estaría por fin orgullosa de mí y no se fijarían tanto en que fracasé con la elección de un esposo. Sin embargo, después de bautizada mis responsabilidades se aumentaron. Se esperaba que yo misma condujera algún estudio bíblico”. Para entonces ya podía impartir la clásica doctrina de los testigos contra el uso de imágenes religiosas, contra las “religiones falsas”, en defensa de la palabra “Jehová” como nombre de Dios, hablando de los cálculos sobre el fin de los tiempos, etc...

Expulsada de los testigos

“Cinco años después, conocí al padre de mi segunda hija. Quedé embarazada sin estar casada. A los 5 meses de embarazo me convocaron los ancianos de la congregación. Me senté en un salón con 5 hombres frente a mí. Me juzgaron. Me preguntaron cosas no para buscar mi arrepentimiento, sino más bien para alimentar las mentes de ellos con detalles íntimos del momento de la concepción”, asegura Laura. “Al negarme a contestar con detalles y al rechazar la oferta de abandonar por completo al padre de mi segunda hija, el resultado fue expulsarme. Yo no había demostrado estar arrepentida”.

Una de las acusaciones habituales que se hacen a los testigos es su rotundidad a la hora de cortar los lazos humanos y familiares con los parientes expulsados o castigados. “Perdí todo. Perdí a mi familia, todos ellos me dejaron de hablar. Como vivía con mis padres, me hablaban sólo lo imprescindible. Mis amigos, que me habían visto crecer, cruzaban al otro lado de la calle para no saludarme”.

Diez años de soledad... y la oferta de los mormones

Durante diez años, fuera de los testigos, Laura intentó buscar una comunidad en la que poder relacionarse con Dios. Fueron diez años de soledad y tristeza. “Intenté buscar a Dios en una iglesia evangélica a la que me invitaron, pero no me fue muy bien con los espectáculos que veía, de 'milagros' a diestra y siniestra, con un Dios que proclamaba prosperidad en mi vida si yo daba el diezmo. Aún peor me iba con las personas que se dedicaban a 'hablar en lenguas', aunque no pudieran comunicar su mensaje a nadie más, como sí pasó en Pentecostés”.

Pasados esos diez años volvió a los testigos, “lo único que de verdad conocía”. Le daban ayuda, pero era una ayuda condicionada. “De inmediato llegó su presión para que yo predicara y convirtiera a muchos vecinos. Y por mi vida en esos 10 años me seguían juzgando”. “De casualidad empecé a hablar con unos mormones. Ellos, con la misma Biblia, me señalaban que los testigos de Jehová estaban equivocados, mientras que ellos sí tenían la verdad. El amor que reflejaban entre ellos, la unidad de sus familias... eso era algo que siempre había deseado. Sin pensarlo mucho puse mi renuncia a los testigos de Jehová y me bauticé con los mormones. Ellos no son tan estrictos para bautizar personas: con que se tenga un conocimiento básico y el deseo de hacerlo es suficiente”, señala. Las iglesias cristianas (católicos, ortodoxos o protestantes) tampoco reconocen validez alguna al bautismo mormón.

Los mormones siempre piden al neófito que lea el Libro de Mormón, que para ellos complementa a la Biblia y tiene prioridad sobre ella, y que pregunte a Dios, en oración, si es verdad lo que se cuenta en él. Cualquier sensación en oración se interpretará como una “confirmación” de Dios. “Recuerdo cuando me presentaron el Libro de Mormón y me dijeron: 'debes leerlo y preguntarle a Dios en oración si este libro es verdadero, Él te contestará'. Así lo hice. La felicidad y la paz que sentía eran mi 'confirmación' de que era un libro inspirado por Dios. No pensé entonces que mi corazón estaba tan sediento de amor, que lo que ellos me mostraban era lo que yo anhelaba”.

Ni testigos ni mormones

“Mi familia de nuevo me dejó de hablar. Yo había hecho lo imperdonable: había renunciado a ser testigo de Jehová, ¡me había convertido en una apóstata! Fui realmente repudiada por todos. Y aún es así, hasta el día de hoy”. A Laura le gustaba leer el Libro de Mormón, lo leía rápido y lo estudiaba. “En seis meses yo sabía ya lo mismo o más que personas que habían estado en ello más de cinco años. Y, sin embargo, empecé a encontrar muchas incongruencias en los escritos e historias del Libro de Mormón. El libro llegó a parecerme un cuento de ficción”.

Además, a medida que en Laura se despertaban preguntas y extrañezas, a medida que estudiaba más y más, se daba cuenta de que los mormones no eran capaces de responder sus dudas ni objeciones. “Nunca me fueron contestadas, por lo tanto, dejé de reunirme con ellos”. Tomó una opción individualista. “Ya mi fe había decaído, no quería ninguna religión. Me parecía que todas las religiones interpretaban la Biblia como mejor les convenía para apoyar su doctrina. Dios y yo tendríamos en adelante sólo una relación personal. Yo le hablaría a Él y Él a mí. Nadie más se metería, nadie me juzgaría. Todos estaban en el error. Esa ‘verdad’ de la que tanto me hablaban desde que nací, en realidad, no existía”.

Un día a Laura le llamó la atención un anuncio que alguien colocó en sus contactos de Facebook. El anuncio decía: “¿Somos los católicos idólatras? ¿Adoramos a María? ¿Es la Iglesia Católica la Gran Ramera del Apocalipsis? Sepa la verdad en nuestro curso”. Laura lo tenía claro. Las respuestas eran: sí son idólatras, sí adoran a María, sí es la Gran Ramera. “Esas eran las preguntas que yo usaba en mi predicación cuando era testigo de Jehová. Sabía de memoria esos temas”. Pero, claro, ahora ya no se fiaba mucho de lo que le habían enseñado. “Me pareció lógico preguntar a un católico para ver qué es lo que cree un católico. Así que llamé al teléfono de contacto”.

- ¿Aló?

- Hola, buenas… Yo estoy interesada en asistir al curso. Pero debo decirle que no soy católica y, bueno, tampoco pretendo serlo. ¿Puedo acudir?

- Sí, claro. Debes traer un cuaderno, un lápiz y una Biblia.

El primer día, el ponente empezó el curso así: “Hermanos y hermanas, si hay en este lugar alguien que no sea católico y no desea serlo, este es el momento de irse… ¡porque le garantizo que si termina el curso se hace católico!”. Para Laura, que había estudiado la Biblia tantos años, le parecía un desafío, casi insultante.

“Yo, ahí sentada, con los ojos bien abiertos, no podía creer lo que escuchaba. Me dije: ‘¿Y este quién se cree? ¡Si yo sé más que cualquiera de los que está aquí sentado! Me voy a quedar y le voy a demostrar con su propia Biblia lo equivocado que está”, decidió. El curso era un curso de apologética católica, y estaba diseñado para responder a los interrogantes más frecuentes en personas de otros ambientes cristianos.

Primer tema: Antigua y Nueva Alianza. “Me pareció interesante”, dice Laura. Segundo Tema: Sola Biblia, Sola Escritura… la doctrina que Lutero implantó, pero que no aparece en la Biblia. “Este tema me golpeó bajo: me hizo dudar de lo que yo creía”, recuerda Laura. Tercer Tema: El canon bíblico. ¿Quién decide cuáles son los libros de la Biblia? ¿Con qué autoridad? ¿Por qué la Biblia católica tiene 7 libros más que las protestantes? “Aquí ya tuve que ir a comprar una biblia católica”, dice Laura.

Cuarto Tema: sobre las doctrinas protestantes de “Sola Fe” y “Una vez salvo, siempre salvo”. Laura llegaba a casa, revisaba todo lo que se había comentado en clase, y sentía que todo lo que le mostraban en el curso tenía sentido. Quinto Tema: La Iglesia de Pentecostés. “Era una Iglesia que no se parecía nada a las sectas en las que yo había estado”. Sexto Tema: La Iglesia de Jesucristo, ¿cuántas Iglesias fundo Jesus? Aquí Laura aceptó, sin duda, que la Iglesia que Cristo fundó fue la católica… y que ella llevaba equivocada toda la vida en este tema.

Séptimo Tema: San Pedro, primer Papa. “En este tema lloré como nunca lo había hecho. Yo, sí, yo, había sido una de las que había perseguido a la verdadera Iglesia de Jesucristo. Sentí un arrepentimiento tan profundo… Era un amor por la Iglesia Católica que no pude aguantar más. Solicite que se me diera la catequesis necesaria para bautizarme y recibir mis sacramentos”.

Su iniciación cristiana

En 2015 fue bautizada como católica. Pertenece a la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús en Hatillo, aunque ella sirve a la Iglesia en el Ministerio de Apologética Católico Soy, nacido en la Parroquia del Perpetuo Socorro. “En resumen, lo que digo a los católicos es: ‘instrúyanse en la fe, un católico instruido no será confundido’. La verdad sí existe y la ha tenido siempre la Iglesia Católica”.

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9. La Unión Europea defiende la libertad religiosa de los testigos de Jehová en Rusia.

FUENTE: Sputnik News

 

 

La Unión Europea llamó a Rusia a garantizar la libertad de reunión a los testigos de Jehová, prohibidos en el país en abril pasado. "Los testigos de Jehová, como todos los grupos religiosos, deben ejercer libremente su derecho a la libertad de reunión, garantizada por la Constitución de Rusia y las normas internacionales de derechos humanos", declaró la UE en un comunicado, del que se hace eco Sputnik News. El 17 de julio, la Corte Suprema de Rusia confirmó la prohibición de los testigos de Jehová por ser considerada una organización extremista, tal como se informa en la primera noticia de este boletín InfoRIES.

El 20 de abril, el juez del Tribunal Supremo Yuri Ivanenko declaró extremista a la organización principal de los Testigos de Jehová en Rusia y ordenó liquidarla. Además, el Tribunal resolvió confiscar a favor del Estado los bienes de la organización religiosa prohibida. De esta manera, la Corte Suprema satisfizo la demanda administrativa presentada por el Ministerio de Justicia de Rusia.

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La RIES es una red de expertos y estudiosos católicos sobre el fenómeno sectario y la nueva religiosidad, presentes en España y Latinoamérica, y abarcando las zonas lusoparlantes. Pretende ofrecer, también con este boletín informativo, un servicio a la Iglesia y a toda la sociedad. La RIES no se responsabiliza de las noticias procedentes de otras fuentes, que se citan en el momento debido. La RIES autoriza la reproducción de este material, citando su procedencia.