ENTREVISTAS

Francisco Lorenzo: “Nunca vamos a encontrar instituciones y políticos con más ética de la que tenga la ciudadanía”

15 noviembre, 2016


 

Francisco Lorenzo, coordinador del Equipo de Estudios de Cáritas, fue el encargado de impartir el pasado 4 de noviembre la segunda conferencia del XII ciclo del Aula Fe-Cultura en la diócesis de Mérida-Badajoz.

¿Repensar el modelo se refiere a matizar el modelo de desarrollo que tenemos actualmente en los países occidentales y que están generando mucha pobreza?

Sí. Lo que ha ocurrido en los últimos años en nuestro país es achacable a la crisis. Si miramos cómo estábamos antes, aparente bajo indicadores macroeconómicos excepcionales, vemos las debilidades que ya había, es decir, incluso cuando las cosas iban aparentemente muy bien, estábamos acumulando una serie de debilidades en términos económicos, sociales y éticos que han hecho que la crisis estuviera asegurada.

Por lo tanto, el problema no es la crisis coyuntural, sino es un problema que tiene que ver con lo estructural. Por eso hablamos de repensar el modelo. ¿Qué modelo sería? El que ponga a la persona, su dignidad y el bien común en el centro, porque la opción de poner la economía en el centro da los resultados que ya hemos visto.

¿Estaríamos hablando de una tercera vía de desarrollo económico?

Tiene que ver con una vía que priorice qué es lo fundamental y qué es lo accesorio y cómo, si hacemos de lo accesorio las lógicas exclusivamente económicas, si nos quedamos solo con que valemos lo que somos capaces de producir para intercambiar, estamos haciendo una apuesta que deja fuera a los más vulnerables. Es una vía claramente rompedora, que tiene que ver con la musculatura ética y democrática que queremos desarrollar en nuestra sociedad.

Decía que la crisis no llega solo del agotamiento de un modelo económico.

Si observamos datos del 2007 (en el que la economía española estaba por encima de la media europea…) aparentemente todo estaba funcionando. Pero si nos fijamos en otros datos, cuando todo iba aparentemente muy bien, veíamos que el 50% de la población estaba afectada por indicadores de privación material, que el 44% de la población había experimentado episodios puntuales de pobreza relativa… Es decir, se estaban acumulando una serie de riesgos. Estábamos dando un paseo por una capa de hielo que parecía muy dura, pero que era mucho más fina de lo que pensá- bamos. El problema es que este modelo genera capas finas que al primer golpe de crisis, se vienen abajo. En ese sentido, las consecuencias han sido y están siendo muy duras para muchas familias.

En ese repensar en el modelo hay mucho abono en la Doctrina Social de la Iglesia.

Sí. Aspectos como la dignidad de la persona, el bien común, el destino universal de los bienes o el don de la gratuidad son valores universales que tienen que ver con el Evangelio y el mirar a los otros, no como competidores o seres con los que podemos intercambiar, sino como hermanos que tienen una dignidad.

El diagnóstico está claro: nos encontramos con un modelo que, si no está agotado, está en crisis. La segunda parte es la adopción de ese modelo que se propone de la gratuidad, de la dignidad de la persona.

Esa es la parte complicada. Ha habido dos argumentos estrella: “la crisis se debe a que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades” y “la crisis se debe a los banqueros y los políticos”. Las dos tienen algo de verdad, pero también echan balones fuera: la culpa es de los otros.

Es necesario hacer autorreflexión y autocrítica: ¿en qué medida somos partícipes de ese modelo? ¿En qué medida, si tuviéramos una casa, intentaríamos especular al máximo para sacarle al vecino ‘hasta las tripas’? ¿En qué medida ha habido políticos que han tomado decisiones durísimas para muchas personas?

En ese sentido, cabe una reflexión: nunca vamos a encontrar instituciones y políticos con más ética de la que tenga la ciudadanía. Por lo tanto, un buen camino sería fortalecer la ética de cada uno, en la que tomemos las decisiones cotidianas desde unos valores.

Es importante ver los distintos niveles de responsabilidad que cada uno ha tenido. No dejemos de hacer una última reflexión: y yo, ¿qué? Este sería un buen comienzo para fortalecer la ética social.

Aula Fe-Cultura

La última ponencia de este XII ciclo de conferencias del Aula Fe-Cultura correrá a cargo de Luis Antonio Preciado Sáez de Ocáriz, Director del Secretariado Social Diocesano de Vitoria, que hablará de “La espiritualidad de la gratuidad: entre el don recibido y el compromiso cristiano”. A continuación, el Arzobispo de Mérida-Badajoz Mons. Celso Morga clausurará este ciclo. La conferencia tendrá lugar en el salón de actos del Colegio Oficial de Farmacéuticos, en Badajoz, el 18 de noviembre a las 20: horas.

(Juan José Montes – Archidiócesis de Mérida-Badajoz)