Servicio diario - 08 de junio de 2016


 

El Papa: ‘Jesús se manifiesta como esposo del Pueblo de Dios’
Posted by Rocío Lancho García on 8 June, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- Un grupo de niños ha tenido la suerte esta mañana de acompañar al santo padre Francisco en el papamóvil durante todo el recorrido por la plaza de San Pedro, antes de comenzar la audiencia general de este miércoles. Los pequeños han saludado junto con el papa Francisco a los miles de fieles allí reunidos. Venidos de todos los rincones del mundo, los peregrinos han recibido la llegada del Pontífice con entusiasmo y alegría, agitando sus banderas y carteles con mensajes de cariño y cercanía.
Antes de comenzar la catequesis, el Papa ha saludado a un grupo de parejas que celebra el 50 aniversario de matrimonio: “Eso sí es el vino bueno de la familia”, ha asegurado Francisco. Del mismo modo ha dicho que “el vuestro es un testimonio que los recién casados, a quienes saludaré después y los jóvenes tienen que aprender. Un bonito testimonio, gracias”.
Esta semana, el Santo Padre ha reflexionado sobre las bodas de Caná. En el resumen hecho en español ha recordado que en este primer milagro, “Jesús comienza sus signos, revelando el amor del Padre y la profundidad de su relación con los hombres”. Así, ha indicado que “se manifiesta como esposo del Pueblo de Dios, y nos une a él con una nueva alianza de amor, que nosotros, su familia, tenemos que custodiar y extender a todos”.
El Pontífice ha proseguido indicando que “en este contexto de la alianza, es importante la observación que María hace a Jesús de que falta vino, este es un elemento típico del banquete mesiánico y simboliza la abundancia del banquete y la alegría de la fiesta”. De este –modo ha añadido– Jesús, al convertir el agua de las purificaciones rituales en vino nuevo, realiza un gesto elocuente: transforma la ley de Moisés en Evangelio portador de alegría.
Por otra parte, el Santo Padre ha señalado que María dijo: “Hagan todo lo que él les diga”. Estas palabras “confían una nueva misión a la Iglesia, y configuran el programa de vida del cristiano que se concreta en servir al Señor, escuchando su Palabra y poniéndola en práctica, acercándose siempre a tomar de esta fuente el vino bueno, que nunca deja de brotar del costado traspasado de Cristo”.
A continuación, ha saludado a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España y Latinoamérica. Así, ha deseado que “recibiendo del corazón de Jesús la gracia que nos salva, hagamos de nuestra vida cristiana una continua respuesta de amor a Dios, nutriéndonos de su palabra de vida y compartiendo con todos el vino nuevo de la alianza”.
El Santo Padre ha dirigido hoy en la audiencia un saludo especial a la Acción Católica Italiana que hoy lanza la experiencia de oración “Un minuto por la paz”, que culmina con la celebración eucarística en la Basílica del Santo Espíritu en Sassia.
Para finalizar, ha exhortado a los jóvenes, los enfermos y los recién casados a “rezar con particular intensidad a los Sagrados Corazones de Jesús y María para que nos enseñen a amar con plena devoción a Dios y el prójimo”.
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El Papa instituye una mesa de trabajo sobre nulidad matrimonial
Posted by Redaccion on 8 June, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha instituido una mesa de trabajo –coordinada por ls secretaría general de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI)– para la definición de las principales cuestiones interpretativas y de aplicación de intereses comunes, relativas a la reforma del proceso matrimonial introducida por el Motu Proprio Mitis Iudex Dominus Iesus.
El Santo Padre expresa gratitud al “Prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, al Decano del Tribunal de la Rota Romana y al Presidente del Pontificio Consejo para los textos legislativos” por la “contribución que ofrecerán, con la habitual fraternidad y competencia, a la Secretaría General de la CEI, para que la misma, valiéndose de su apoyo en las formas que considerará mejores, pueda desarrollar de la mejor forma el propio servicio de coordinación”. Para el desarrollo de tal servicio, asegura su “atención fraterna”.
La carta del Papa recuerda el “momento fecundo de comunión espiritual y de fraterno diálogo” vivido el pasado mayo con la Asamblea General de la CEI, durante la cual — a propósito del Motu Proprio– los obispos han tomado nota de las diferentes elecciones hasta aquí maduradas, que son realizadas tanto mediante nuevas estructuras judiciales diocesanas e interdiocesanas, como, donde esto no sea posible o conveniente, mediante la valorización de las estructuras existentes. Los mismos “han compartido orientaciones relativas al régimen administrativo, organizativo y económico de los tribunales eclesiásticos en materia matrimonial”.
La mesa de trabajo se ha instituido para animar y precisamente, definir las principales cuestiones interpretativas y de aplicación de interés común.



Un minuto por la paz este miércoles con el papa Francisco
Posted by Redaccion on 8 June, 2016



(ZENIT – Roma).- En el segundo aniversario del encuentro de oración celebrado por el papa Francisco en el Vaticano, junto al presidente israelí, Simon Peres, y al presidente palestino, Mahmud Abbas, para invocar el don de la paz, el Foro Internacional de Acción Católica, la Umofc, y la Acción Católica de varios países, proponen nuevamente la iniciativa “Un minuto por la paz”.
Aceptando la invitación permanente del papa Francisco de no cansarse jamás de rezar y obrar por la paz, las organizaciones promotoras invitan a los propios miembros y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, de cualquier credo o religión, a detenerse durante un minuto, a las 13 horas del 8 de junio –en el trabajo, en la calle, en casa– para rezar por la paz.
Lo indicaron los organizadores en un comunicado enviado a nuestra redacción en el que precisan que “las primeras en rezar por la paz serán las Islas Tonga: cuando las mujeres de la Umofc (Unión de las organizaciones femeninas catolicas) se detendrán en actitud de recogimiento a las 13 horas, el 8 de junio, en la capital Nuku’alofa, en Italia se habrá iniciado recién el nuevo día”.
En Roma, la cita es en la audiencia general en plaza San Pedro con un grupo de jóvenes que representan simbólicamente a todos los promotores y luego, a las 13 horas, en la iglesia del Santo Espíritu en Sassia está organizado el momento de oración presidido por monseñor Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización y coordinador del Jubileo de la Misericordia.
En Belén, la Acción Católica local invita a rezar en la Gruta de la Navidad; en Medellín (Colombia), los jóvenes y los adultos, y también los más pequeños, se han organizado preparando banderas de colores; en Buyumbura, la capital de Burundi y en los últimos meses teatro de reiteradas violencias, ha concluido recientemente un encuentro de responsables y asistentes de los Movimientos de Acción Católica que se unirán a la oración del 8 de junio y llegarán a la población a través de la radio.
La apelación por la paz está disponible este año en más de 30 idiomas: además de italiano, inglés, francés y español, está también en árabe, hebreo, griego y birmano; en la lengua de los indios guaraníes de América latina y en la lengua hausa que se habla en Mali, la lengua ewé de Togo y el kikuyu del norte de Kenia, gracias a la colaboración de numerosos responsables de varios países.
“Este año, en particular –indican los organizadores– nuestro pensamiento se orienta hacia los refugiados y a los que piden asilo, a los refugiados que huyen desesperados de las guerras para llamar a las puertas cuando no mueren atravesando el mar. Los acompañamos con nuestra oración para decirles que no están solos y para confirmar nuestro compromiso con la hospitalidad y la solidaridad”.
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El C9 agradece y alienta la reforma del sistema comunicativo de la Santa Sede
Posted by Rocío Lancho García on 8 June, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El Consejo de cardenales, también conocido como el C9, se ha reunido nuevamente esta semana en el Vaticano para seguir trabajando en la tarea encomendada por el Santo Padre: la reforma de la Curia romana. En la reunión de tres días, la 15º desde que fue creado el Consejo, ha estado presente también el papa Francisco. Aunque, como es habitual, se ha ausentado la mañana del miércoles para realizar la audiencia general.
El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, padre Federico Lombardi ha recordado hoy a los periodistas que el trabajo del C9 no se limita a la reforma de la Curia y que este organismo no tiene una “fecha de caducidad”. La reforma de la Curia –ha precisado– es realmente un objeto y un objeto muy grande de las consultas de este Consejo. Pero no es lo único. El Papa puede y propone al C9 también otros temas. Así, ha explicado el portavoz vaticano, desde las primeras reuniones el Papa habló sobre el Sínodo con el C9. Y no se puede hablar de una “caducidad” de este Consejo.
En concretos, en estos tres días de trabajo gran parte del tiempo –ha indicado el director de la oficina de prensa del Vaticano– se han dedicado una vez más a ulteriores consideraciones sobre los distintos dicasterios del Curia, ya objeto de reflexión en las reuniones precedentes, en vista de la nueva Constitución apostólica. Y ha asegurado “que la reforma no va con las dificultades de quien camina en subida, pero con la facilidad de quien va en bajada”.
En particular, estos días han abordado la Congregación para los Obispos, la Secretaría de Estado, la Congregación para la Educación Católica, para las Iglesias Orientales, para el Clero, Pontificios Consejos de la Cultura, por la Promoción de la Unidad de los Cristianos y para el Diálogo Interreligioso. Así como se ha abordado el tema del nuevo dicasterio sobre “Caridad, Justicia y Paz”, el cual aún no se ha determinado si será constituido como Congregación o como Consejo, o quizás será constituido alguna figura jurídica nueva. Todas las conclusiones han sido entregadas al Papa para una profundización y las consultas que retenga oportunas.
Asimismo ha explicado que algunos criterios presentes en estas reflexiones han sido por ejemplo, “simplificación”, “armonización de las tareas de los distintos organismos” o “posibles formas de descentralización en relación con las Conferencias episcopales”.
En estos tres días también ha habido tiempo para presentar actualizaciones de su trabajo por parte del coordinador del Consejo de Economía, el cardenal Marx, y el prefecto de la Secretaría para la Economía, el cardenal Pell.
Del mismo modo lo ha realizado el prefecto de la Secretaría para la Comunicación, monseñor Dario E. Viganò, sobre la reforma del sistema comunicativo de la Santa Sede y la reestructuración tanto de la organización del trabajo, como de los procesos de producción e integración, en particular de Radio Vaticana y del Centro Televisivo Vaticano durante este año. El Consejo –ha asegurado el portavoz vaticano– ha expresado gratitud y ha alentado en el proceder del camino emprendido.
También el cardenal O’Malley ha informado sobre la actividad de la Comisión para la tutela de los menores y ha reflexionado en particular sobre el nuevo Motu Proprio del Papa publicado el pasado 4 de junio.
Las próximas reuniones del Consejo están previstas para el 12, 13 y 14 de septiembre y 12, 13 y 14 de diciembre.


Texto completo de la catequesis del Papa en la audiencia del miércoles 8 de junio de 2016
Posted by Redaccion on 8 June, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha explicado en la audiencia de hoy miércoles realizada en la Plaza de San Pedro, el pasaje de las bodas de Caná, donde Jesús cumple su primer “signo prodigioso”. Jesús se manifiesta como el esposo del Pueblo de Dios. Y este amor, es como la historia de dos enamorados. Dios y el hombres se encuentran, se buscan, se encuentra, se celebran y se aman: precisamente como el amado y la amada en el Cantar de los Cantares. Todo lo demás viene como consecuencia de esta relación.
Publicamos a continuación el texto completo de la catequesis
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Antes de comenzar la catequesis quisiera saludar a un grupo de parejas que celebran el 50º aniversario de matrimonio. Eso sí que es el vino bueno de la familia. El vuestro es un testimonio que tiene que aprender los recién casados y los jóvenes a quienes saludaré después. Un bonito testimonio, gracias por vuestro testimonio.
Después de haber comentado algunas parábolas de la misericordia, hoy nos detenemos en el primer milagro de Jesús, que el evangelista Juan llama ‘signos’, porque Jesús no los hizo para suscitar maravilla, sino para revelar el amor del Padre. El primero de estos signos prodigiosos es contado precisamente por Juan (2, 1-11) y se cumple en Caná de Galilea. Se trata de una especie de “puerta de ingreso”, en la que están talladas palabras y expresiones que iluminan todo el misterio de Cristo y abren el corazón de los discípulos a la fe. Veamos algunas.
En la introducción encontramos la expresión “Jesús con sus discípulos” (v. 2). Aquellos a los que Jesús ha llamado a seguirlo, les ha unido a sí en una comunidad y ahora como una única familia, están todos invitados a la boda.
Comenzando su ministerio público en las bodas de Caná, Jesús se manifiesta como el esposo del Pueblo de Dios, anunciado por los profetas y nos revela la profundidad de las relaciones que nos une a Él: es una nueva Alianza de amor.
¿Qué hay en el fundamento de nuestra fe? Un acto de misericordia con la que Jesús nos ha unido a Él. Y la vida cristiana es la respuesta y este amor es como la historia de dos enamorados. Dios y el hombres se encuentran, se buscan, se encuentran, se celebran y se aman: precisamente como el amado y la amada en el Cantar de los Cantares. Todo lo demás viene como consecuencia de esta relación. La Iglesia es la familia de Jesús en la que se vierte su amor; es este el amor que la Iglesia cuida y quiere dar a todos.
En el contexto de la Alianza se comprende también la observación de la Virgen: “No tienen vino” (v. 3). ¿Cómo es posible celebrar las bodas y hacer fiesta si falta lo que los profetas indicaban como un elemento típico del banquete mesiánico? (cfr Am 9,13-14; Gl 2,24; Is 25,6). El agua es necesaria para vivir, pero el vino expresa la abundancia del banquete y la alegría de la fiesta.
¡Una fiesta de boda donde falta el vino hace sentir vergüenza a los recién casados, imaginen terminar la fiesta de la boda bebiendo té! Sería una vergüenza. El vino es necesario para la fiesta. Transformando en vino el agua de la ánforas utilizadas “para la purificación ritual de los judíos” (v. 6), Jesús cumple un signo elocuente: transforma la Ley de Moisés en Evangelio, portador de alegría. Como dice en otra parte el mismo Juan: “porque la Ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo” (1,17).
Las palabras que María dirige a los sirvientes coronan el cuadro esponsal de Caná: “Haced lo que él os diga” (v. 5). Es curioso, son sus últimas palabras transmitidas por los Evangelios: son su herencia entregada a todos nosotros. También hoy la Virgen nos dice, ‘haced lo que Jesús os diga’.
¡Esta es la herencia que nos ha dejado y es bonito! Se trata de una expresión que reclama la fórmula de fe utilizada por el pueblo de Israel al Sinaí en respuesta a las promesas de la alianza: “Lo que el Señor ha dicho, lo haremos” (Es 19,8). Y en efecto en Caná los sirvientes obedecen. “Jesús dijo a los sirvientes: ‘Llenen de agua estas tinajas’. Y las llenaron hasta el borde. Saquen ahora, agregó Jesús y lleven al encargado del banquete. Así lo hicieron” (vv. 7-8).
En esta boda, realmente viene estipulada una Nueva Alianza y a los sirvientes del Señor, es decir a toda la Iglesia, se le confía una nueva misión: “¡Haced lo que él os diga!”. Servir al Señor significa escuchar y poner en práctica su Palabra. Es la recomendación sencilla pero esencial de la Madre de Jesús y es el programa de vida del cristiano.
Para cada uno de nosotros, recibir de la ánfora equivale a encomendarse a la Palabra de Dios para experimentar su eficacia en la vida. Entonces, junto al jefe del banquete que ha probado el agua que se convierte en vino, también nosotros podemos exclamar: “Tú, en cambio, has guardado el buen vino hasta este momento” (v. 10). Sí, el Señor continúa reservando el vino bueno para nuestra salvación, así como continúa brotando del costando traspasado del Señor.
La conclusión del pasaje suena como una sentencia:“Este fue el primero de los signos de Jesús y lo hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en él” (v. 11). Las bodas de Caná son mucho más que la simple historia del primer milagro de Jesús. Como un tesoro, Él custodia el secreto de su persona y la finalidad de su venida: el esperado Esposo comienza en las bodas que se cumplen en el Misterio pascual. En esta boda Jesús une a sí a sus discípulos con una Alianza nueva y definitiva. En Caná los discípulos de Jesús se convierten en su familia y nace la fe de la Iglesia. Todos nosotros estamos invitados a esa boda, ¡porque el vino nuevo no se puede perder!
(Traducido por ZENIT desde el audio)


Uruguay: óptimas relaciones con la Iglesia, caminando hacia un sano laicismo
Posted by Sergio Mora on 8 June, 2016



(ZENIT – Roma).- En Uruguay se ha pasado de un laicismo a una laicidad mejor entendida, como separación de la Iglesia del Estado pero no como una ideología laica. Lo aseguró este martes el embajador de Uruguay ante la Santa Sede, Francisco José Ottonelli, conversando con ZENIT, después de la presentación del nuevo portal de ANSA Latinoamérica, en la sede del Instituto Italo Latino Americano.
Sobre la idea de Uruguay como un Estado ideológicamente laicista, dijo que “no es tan así”. Añadió que “ha influido mucho en determinado momento en Uruguay la ideología del Partido Colorado, que si bien es muy respetuoso del derecho de las personas mantiene una lejanía respecto a las ideas religiosa”, y añadió: “lo digo con gran respeto porque tienen su derecho a pensar de esa manera”.
Señaló que la figura de uno de los fundadores del Partido Colorado, José Batlle y Ordoñez, “un poco empujó esa tendencia y no valorizó debidamente la influencia de las religiones”. Además porque en esa época “se veía a la Iglesia como algo unido a España y eso fue negativo en un momento muy difícil”.
El embajador señaló además la existencia de otros partidos como “el Nacional y el Frente Amplio, los cuales tienen mucho respeto a la religión, sin una concepción anticlerical, y con un respeto muy grande a que existan las Iglesias y las relaciones con estas. Y no solamente con la católica, sino en general con todas las que están en Uruguay”.
Para corroborar cuando dicho calificó como “interesante” el hecho de que en “este momento una religión afro-descendiente ha presentado un proyecto que en Uruguay se dedique una jornada al diálogo interreligioso, si bien ya hay mucho diálogo entre las religiones” Además, aseguró que hay mucha tranquilidad y respeto en el ambiente y en las relaciones entre entidades políticas y religiosas.
No solamente existe respeto “sino que se está ejerciendo un intercambio de información. Además las religiones se van insertando y conociendo la sociedad e influyéndola”. En ese sentido señaló que“ahora cuando se discute un tema social en el Parlamento se llama a las diversas religiones para saber que opinan sobre el tema. Y eso beneficia todos”.
El embajador Otonelli aseguró que hoy en día “las relaciones con la Santa Sede son excelentes”. Y señaló que como embajador está llevando adelante “un convenio entre la Biblioteca Vaticana y la Biblioteca Nacional de Uruguay. Y que en pocas semanas llega a Roma su directora y se queda algunas semanas para ver las tareas que se realizan allí e intercambiar formas de trabajo”.
Sobre la figura del papa Francisco aseguró que “estamos maravillados por la figura del Papa, que conoce mucho el mundo en el cual se mueve, que aporta mucho, exige y a veces también critica muy suavemente. Y eso es bueno porque favorece el respeto recíproco y el intercambio de las culturas”.


El Cardenal Müller asegura que los movimientos rejuvenecen a la Iglesia
Posted by Sergio Mora on 8 June, 2016



(ZENIT – Roma).- El prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal Gerhard Ludwig Müller, anticipa al diario vaticano L’Ossevatore Romano, algunos particulares de la carta de su dicasterio que lleva por nombre Iuvenescit Ecclesia, «Rejuvenece la Iglesia».
La carta aprobada por el Papa el pasado mes se marzo, y que será presentada a la prensa el próximo 14 de junio, está dirigida a los obispos católicos y habla de la relación entre la jerarquía y las nuevas agregaciones y movimientos eclesiales.
Ya desde el título -explica el purpurado- queda claro “que la jerarquía y estas nuevas realidades tienen la finalidad de volver joven a la Iglesia, o sea que son dones para renovar la vida de fe del Pueblo de Dios”.
Esto desmiente que a Francisco no le gusten particularmente los movimientos. De otro lado, comenta el prefecto “un Papa no puede dejar de amar lo que el Espíritu suscita para bien de tantos hombres, cuyos corazones están muchas veces esperando a Dios sin saberlo y para el pueblo de Dios que es el primer destinatario de estos dones”.
El cardenal reconoce que muchas veces “estos dones fueron realidades que irrumpieron y también que necesitaban purificación”, que llegaron así “como por ejemplo los hijos que no habían sido programados”. Pero que “quien es realmente padre o madre, ama a los hijos una vez que llegaron y provee a ellos como o incluso más que a los otros”.
Y esto, asegura el purpurado, vuelve posible conciliar las actividades de los movimientos, que muchas veces tienen una fuerte identidad, con las de un pontificado que hizo uno de sus puntos firmes, el abandono de la autorreferencialidad.
El cardenal indica también, que es posible amar teniendo una identidad fuerte, pero es necesario dialogar no con arrogancia, sino “con respeto de los interlocutores”. Y que al contrario “una cierta incapacidad al diálogo sincero nace de una falta cultural y de identidad”.
O sea, señala el cardenal, “tener clara la propia identidad da el gusto de un diálogo auténtico”. Sino serán una serie de monólogos, incluso corteses. En cambio “la autorreferencialidad es la incapacidad de salir de sí mismo” lo que impide descubrir que el propio éxito encuentra ventajas cuando encuentra a otro.
El prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe, reconoce también, que algunas realides de la Iglesia encuentran dificultad en el seguir el Magisterio de la Iglesia en salida propuesta por Francisco.
Pero señala que se entiende el hecho de que “es difícil seguir el paso de la profecía”, aunque lo que cuenta no es la velocidad, sino “que todas las realidades de la Iglesia, con sus dones y debilidades, tomen la dirección debida”.
Señala también que la profecía madura en el tiempo, y por ello “no es fácil entenderla en seguida” y ello es necesario “un esfuerzo para salir de sí mismo, de los propios planes y ámbitos que dan seguridad”.
Sobre las críticas a Bergoglio según las cuales tiene una relación diversa con las nuevas realidades, de las de sus predecesores, el cardenal Muller asegura que no es así, pues Francisco se encuentra unido a Juan Pablo II y a Benedicto XVI en el deseo de valorizar todas las novedades que el Espíritu suscita en la Iglesia. Y que cuando es necesario, corrige.
¿Cómo tienen que hacer los movimentos para no caer en la autorrefencialidad? Se pregunta Muller, y responde que “los mejores maestros son los santos “que en la historia de la Iglesia han sabido conjugar de manera fecunda, continuidad y novedad. Fidelidad a la tradición y apertura a lo que Dios pedía de nuevo.
De todos modos, concluye el prefecto es necesario “ponerse al servicio de un plan y de necesidades mayores de las propias” para “salir de la tentación de la autorreferencialiad”. Y eso vale para “quien está llamado a servir en la jerarquía de la Iglesia, así como para los simples fieles, nadie excluido”.


Cáritas y el Servicio Jesuita a Refugiados denuncian las “rutas mortales” para entrar en Europa
Posted by Redaccion on 8 June, 2016



(ZENIT – Roma).- Cáritas Europa y el Servicio Jesuita a Refugiados (SJR), han publicado este miércoles una nota conjunta ante la reunión que se celebra mañana jueves en Bruselas, de todos los ministros que forman parte del Consejo Europeo de Justicia e Interior. De este modo han querido alertar sobre las “rutas mortales” que muchos refugiados se ven obligados a tomar. Asimismo, piden a los dirigentes europeos modificar la política migratoria.
Por esta razón, advierten en el comunicado que “las políticas centradas en la disuasión, incluido el acuerdo con Turquía, no están sirviendo para detener a las personas que tratan de llegar a nuestros países. Por el contrario, están prolongando el sufrimiento de estas personas y empujándolas a ponerse en manos de contrabandistas y traficantes, y a recurrir a vías de entrada aún más peligrosas”.
Por poner un ejemplo, cuentan la historia de una joven siria que explicaba hace unos días a un trabajador de Cáritas Grecia, que fue víctima de abusos sexuales por el camino y tuvo que recurrir a traficantes para cruzar el mar Egeo y librarse de su agresor. “No pude encontrar otra manera de venir a Europa. Deseaba hacerlo de una forma segura, legal. Pero mi única alternativa era ser pasada de contrabando para cruzar a Grecia. Sabía que era algo peligroso, pero estaba desesperada. Tuve que cruzar para salvar mi vida y lo poco que queda de mi alma”, contaba la joven.
Según los últimos informes, más de un millar de migrantes han muerto en menos de una semana intentando cruzar el Mediterráneo. Su intento por alcanzar la Unión Europea muestra, según Cáritas y el SJR, “lo grave y aterrador de su situación”.
“Como afirma el Papa Francisco, Cáritas sueña con una Europa que reconozca la aportación necesaria de los inmigrantes a nuestras sociedades y se comprometa a respetar la dignidad de cada ser humano”, asegura el secretario general de Cáritas Europa, Jorge Nuño Mayer.
En el comunicado conjunto propone seis medidas concretas para afrontar esta situación: abrir canales seguros y legales de entrada en la UE; un visado humanitario, que sea asequible y fácilmente accesible a través de cualquier Embajada en los países de origen y tránsito; facilitar la reunificación familiar de refugiados y migrantes; ampliar los programas de admisión por razones humanitarias; más planes de reasentamiento; y levantar los requisitos de visado cuando esté justificado por motivos humanitarios.
Por su parte, el director regional de JRS Europa, Jean-Marie Carrière, recuerda que “Europa puede salvar y proteger a las personas”. “Es sólo cuestión de voluntad política proporcionar a estas personas formas seguras para entrar en Europa sin riesgo para sus vidas. Es tiempo de defender y aplicar la misma Convención que los europeos adoptaron después de la Segunda Guerra Mundial y actuar en base a nuestros valores fundacionales”, concluye.


Conoce la Iglesia: ¡Anímate! ¡Entra! ¡Descubre! ¡Construye!
Posted by Redaccion on 8 June, 2016



(ZENIT – Madrid).- En su nueva carta semanal, el arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro, invita a «contemplar a la Iglesia en diez dimensiones» para descubrir en ella «la gran compañera del camino en el que estamos metidos los hombres».
Adjuntamos íntegro el texto de la carta, titulada “Conoce la Iglesia: ¡Anímate! ¡Entra! ¡Descubre! ¡Construye!”:
La Iglesia es el lugar del encuentro con el Hijo de Dios vivo y así es el lugar del encuentro con nosotros. La gran alegría que Dios nos da es que se hizo uno de nosotros, que podemos casi tocarlo y Él vive con nosotros. ¡Qué hondura tiene para todo hombre descubrir que tiene que vivir de la Verdad! Y pongo Verdad con mayúscula porque no se trata de verdades, sino que, más tarde o más temprano, si vivimos una vida consciente, hemos de situarnos ante la verdad de nuestra vida, de nuestra historia, de nuestra realidad, que nos lleva a necesitar de la Verdad. Podemos pasar por muchos momentos y por circunstancias muy diversas en nuestra vida pero, al final, los hombres sabemos que no podemos vivir en el engaño, tenemos que vivir de la Verdad. La Iglesia es el lugar del encuentro con la Verdad. Necesariamente tengo que recordar, para poder expresar esto, que el sí de María a Dios es el sí de la Iglesia. Aquellas palabras de la Virgen María, «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra», se prolongan en la Iglesia. La respuesta de María al ángel tiene su prolongación en la Iglesia, que está llamada a manifestar a Cristo en la historia, ofreciendo su disponibilidad para que Dios pueda seguir visitando a la humanidad con misericordia.
No intentemos comprender a la Iglesia desde fuera. Ver a la Iglesia así es como si quisieras observar y contemplar la belleza de las vidrieras de la catedral de León desde fuera. Para ver su belleza hay que entrar en la catedral. Así te invito que veas la Iglesia. Mírala desde dentro, contémplala desde dentro y por dentro. Sé que no es fácil entrar en su misterio en un mundo que es propenso a mirarla desde fuera. ¿De qué modo os podría explicar que la Iglesia está viva, que es joven, que en sí misma lleva el futuro del mundo y, por ello, tiene capacidad para indicar el futuro a cada uno de nosotros? Está viva porque Cristo está vivo, ha resucitado verdaderamente. Nunca comprenderemos bien a la Iglesia si la separamos de Cristo. Cristo y la Iglesia van unidos íntimamente, de tal modo que los Doce son el signo más evidente de la voluntad de Jesús respecto a la existencia y la misión de la Iglesia y la garantía de que entre Cristo y la Iglesia no existe ninguna contraposición, pues ambos son inseparables a pesar de los pecados de quienes componemos la Iglesia.
Os invito a todos, a los cristianos que tenéis una fe viva, a quienes la tenéis más adormecida, a quienes no creéis y os cuesta admitir a la Iglesia y la veis como una organización más o una estructura y no como el Cuerpo de Cristo, a que os dejéis impregnar por lo que hacían quienes vivieron sus primeros momentos y por quienes viven hoy con pasión y con un testimonio admirable su pertenencia. Nos manifiestan que es un movimiento del Espíritu Santo. Como le gustaba decir a san Juan Pablo II, es un río que atraviesa la historia y la riega con la gracia de Dios que la fecunda en vida, bondad, belleza, justicia y paz.
Os invito a contemplar a la Iglesia en diez dimensiones para que descubráis en ella la gran compañera del camino en el que estamos metidos los hombres. Es la Palabra de Dios quien la mantiene viva, la que nos hace ver que Cristo no es una figura del pasado, sigue presente; descubrimos su presencia real en la vida sacramental, en el perdón sacramental, la Eucaristía, el Bautismo como nacimiento nuevo. La Iglesia en medio del mundo quiere seguir entregando el mensaje central del Evangelio: Dios es amor. Todo debe partir de esto y debe llevar a esto. En el mes del Sagrado Corazón, Cristo me inspira que os acerque estas diez dimensiones:
1. Una Iglesia que acompaña: Que en nombre de Jesucristo sale al camino donde están viviendo los hombres, se encuentra con ellos en las circunstancias reales en las que viven. Como Jesús, se acerca a todas las realidades en las que el ser humano construye la historia y entrega su luz, su vida, su gracia, su amor. Escucha con pasión el clamor de los pobres y excluidos, vive y hace con la gracia y con la fuerza de testigos la preocupación por el desarrollo integral de los más abandonados de la sociedad.
2. Una Iglesia que ama: Con el mismo amor de Cristo, que nunca se retira de las situaciones de cruz en las que viven los hombres y sabe dar la vida por ellos, asumiendo el reto de amar sin condiciones a quienes están perdiendo la vida. Que hace verdad aquellas palabras del Éxodo: «He visto la aflicción de mi pueblo, […] he escuchado su clamor, […] conozco sus sufrimientos. He bajado para librarlo» (Ex 3, 7-8).
3. Una Iglesia que cura: Ella se sabe guiada por el Evangelio de la misericordia y por el amor al hombre, y pasea por el mundo mirando las heridas que tienen los hombres. Así entendemos aquellas palabras de Jesús: «Dadles vosotros de comer».
4. Una Iglesia que perdona: No se acerca a los hombres inquisitorialmente, sino que lo hace con el mismo amor de Cristo y con la misma misericordia de Cristo. ¡Qué bello es el pasaje en el que Cristo acepta la invitación de un fariseo a comer en su casa sin ninguna condición! Jesús se deja acoger, quiere compartir la vida, se deja encontrar. Se encuentra con el fariseo y con una mujer pecadora, que se acerca a esa misma casa a lavarle los pies y secárselos con sus cabellos. A los dos Jesús les devuelve a la misericordia y al amor. Y lo hace con lo que es propio de Dios: perdonando.
5. Una Iglesia que sale a todos los caminos por los que van los hombres: Ningún camino, ninguna situación puede ser extraña para la Iglesia, porque nada fue extraño para Jesucristo. A todos los hombres y a todas las situaciones. «Id por el mundo y anunciad el Evangelio a todos los hombres».
6. Una Iglesia que anuncia la Buena Noticia: Urge recuperar el carácter luminoso propio de la fe. Urge entregar la Buena Noticia. Cuando se apaga la luz de la fe, las demás luces languidecen. Pero esto hay que hacerlo desde un encuentro con el Dios vivo que nos llama, nos revela su amor y, cuando aceptamos que entre en nuestra vida, nos transforma.
7. Una Iglesia que sale en comunión: ¡Qué fuerza tiene decir: «Creo en la Iglesia, una»! Y adquiere mayor fuerza aún cuando miramos a la Iglesia católica en el mundo, diseminada por todos los continentes, culturas, lenguas. Todos formando una unidad, ¿cómo puede suceder esto? Nos lo dice el Catecismo: la Iglesia «tiene una sola fe, una sola vida sacramental, una única sucesión apostólica, una común esperanza y la misma caridad» (n. 161).
8. Una Iglesia que manifiesta ser madre: Como Jesús, nunca abandona, siempre tiene los brazos abiertos. Como Jesús, que al terco Tomás no lo abandonó, no le cierra la puerta y sabe esperar, así es la Iglesia que siempre da el abrazo de la misericordia. Es madre y siempre tiene un gesto de compasión, de amor y de afecto.
9. Una Iglesia que sorprende siempre: Siguiendo los pasos y las huellas de Jesús nos invita a crecer en la unidad en las realidades concretas en las que estamos, la parroquia, la diócesis. La unidad no viene del consenso, viene de Aquel que crea la unidad en la diversidad. Nunca dividamos, fuera las habladurías, no provoquemos heridas en la unidad.
10. Una Iglesia que sabe Quién la sostiene: Es santa porque sabe que Jesucristo está indisolublemente unido a ella y que la guía el Espíritu Santo, que la transforma y purifica y renueva. No es santa por sus méritos, lo es porque Dios la hace santa.
Con gran afecto, os bendice,
+Carlos, arzobispo de Madrid


San José de Anchieta – 9 de junio
Posted by Isabel Orellana Vilches on 8 June, 2016



(ZENIT – Madrid).- Nació el 19 de marzo de 1534 en San Cristóbal de La Laguna, Tenerife, España. Fue el tercero de una numerosa familia. Su padre fue alcalde de la ciudad; estaba emparentado con san Ignacio de Loyola. A los 15 años enviaron a José junto a uno de sus hermanos a Portugal, donde estudió en el colegio de Artes, institución de la universidad de Coimbra. Algunos apuntan que pudo influir en esta decisión la ascendencia judía de su madre. Enviarlo allí se entendería como una prevención para su vida, ya que en ese país la temida Inquisición, que hacía estragos en España, no tenía la misma rigidez. Su trayectoria académica fue brillante. Entonces se apreciaron sus singulares dotes para la poesía. Fue época de cruciales decisiones comenzando por la consagración de su virginidad ante una imagen de María.
En 1551, animado por las noticias que san Francisco Javier transmitía en sus cartas, se sintió llamado a la vida misionera y se vinculó a la Compañía de Jesús. Pero padecía severa escoliosis desde que era niño y se acentuó con la misión que le encomendaron: ayudar a los sacerdotes que oficiaban la misa, más de una decena diarias. Tanto tiempo de pie fue agravando la lesión y acarreó de por vida dolores osteoarticulares. Aunque no se quejaba –solamente llevaba una faja para su mejor sostén–, unos comentarios que escuchó acerca de su dolencia le hicieron temer que podría verse obligado a dejar el convento. El provincial Simón Rodríguez, compañero de san Ignacio, lo tranquilizó; no tenía nada que temer. Al final, como él deseaba, fue trasladado a Brasil junto a otros jesuitas.
Llegó a Bahía en 1553 lleno de ardor apostólico, con el anhelo de hender la cruz en aquellas tierras que quiso de antemano. Cristo bendecía ese signo del genuino misionero que parte entusiasmado, lleno de fe. Tanto es así que en unos meses, junto al provincial Manuel de Lóbrega, fundó Piratininga. Determinado a evangelizar a los indios, se estableció junto a ellos. Con la ayuda del padre Auspicueta se familiarizó con la lengua de los tupíes y guaraníes. Acogió como si fueran suyas costumbres y leyendas. A su vez, les enseñó gramática al igual que hizo con los hijos de los portugueses. Fue pionero, tanto en apreciar una raíz común entre todas las lenguas que se hablaban, a la que denominó tupí, como en dar a luz una gramática, diccionario y catecismo tupi-guarani; no fueron sus únicas obras. La vertiente pastoral estuvo presente al menos en dos textos: uno dedicado a confesores y otro para asistencia de los que se hallan en trance de morir. En uno de sus trabajos incluyó un conjunto de sermones y cantos. Fue dramaturgo y autor de manuales de medicina, fauna y flora. Engrosan su labor literaria, poesía y dramas en diversas lenguas. Se le considera iniciador de la historia literaria de Brasil.
Se convirtió en gran defensor de los derechos de los indios a quienes prestó toda su ayuda. En la festividad de san Pablo de 1555 inauguró el colegio que hizo construir. Fue origen de la ciudad de Sâo Paulo. En 1563 fue designado embajador de paz entre los portugueses y los tamoias. Era un pueblo peligroso que practicaba la antropofagia y lo tuvo como rehén durante cinco meses en la aldea de Iperoig. Les enseñó el evangelio sin dejar de encomendarse a Dios insistentemente y a María en cuyo honor escribía en la arena –y grababa en su memoria– un extenso poema latino, publicado en 1663 en Lisboa. Mientras llegaba la paz, amenazaron con matarle en distintas ocasiones. Pero él decía: «Yo sé que no me mataréis, que no ha llegado aún el tiempo de mi muerte». Al final, viendo los prodigios que realizó, fue estimadísimo en la tribu. En 1565 fue ordenado sacerdote. Ese año, junto a Nóbrega, puso los cimientos de la fundación de Río de Janeiro.
Durante una década fue rector del colegio de San Vicente, y en este tiempo no solo predicó a los portugueses con gran fruto, sino que se encargó también de evangelizar a los vecinos indios tapuyas, una tribu difícil y feroz. Su intenso apostolado con los indios discurrió entre las colonias portuguesas de Río y de Espíritu Santo. El dominio de la lengua, su valentía y el amor que profesaba a esos pueblos, a los que alfabetizó y enseñó diversas artes sanándoles humana y espiritualmente, fue admirable y heroico. Afrontó situaciones comprometidas, llenas de angustia y altamente peligrosas. Transitando con un hermano con los pies descalzos por un barrizal, comentó: «Algunos desean que les sorprenda la muerte en varias partes o colegios, conforme al afecto de cada uno, para pasar aquel último trance con mayor ánimo y consuelo, ayudados de la caridad de sus hermanos; pero yo digo que no hay género de muerte mejor que dejar la vida anegada entre el cieno y el agua de estas lagunas, caminando por obediencia y el bien de nuestros prójimos».
Su labor como provincial se caracterizó por el trato caritativo y delicado que dispensó a todos. Se desplazaba con tanta rapidez para visitar a los hermanos, especialmente si debía restablecer la paz entre algunos, que se ha visto en ello un hecho milagroso. Fue un hombre de profunda oración; a veces hasta comiendo se quedaba tan prendido de la presencia de Dios que se olvidaba de la comida. Fue un maestro de la pobreza y de la obediencia, servicial, humilde e incansable trabajador, muy devoto de la Pasión de Cristo. Recibió varios carismas y dones, entre otros el de éxtasis y profecía. Al final le sugirieron que eligiese un lugar para su retiro. Lo rehusó. Había ido a misionar Brasil y allí quería morir. Partió a Reritiba en 1587 junto al padre Guarapari, y sacando fuerzas de flaqueza siguió evangelizando a los indios. Tenía debilidad por los enfermos. Una noche se levantó para asistir a uno de ellos, y sufrió una caída. Su salud se fue agravando durante seis meses y falleció el 9 de junio de 1597, como él mismo vaticinó. Juan Pablo II lo beatificó el 22 de junio de 1980. Francisco lo canonizó el 3 de abril de 2014. En honor del santo, Reritiba modificó su nombre tomando el de Anchieta que mantiene en la actualidad.