Servicio diario - 20 de enero de 2016


 

El Papa: ‘El bautismo crea un vínculo indisoluble entre todos los cristianos’

En la audiencia general, el Santo Padre ha reflexionado sobre la unidad de los cristianos recordando que en esta Semana de Oración estamos llamados a redescubrir nuestro bautismo, todos juntos, católicos, protestantes y ortodoxos, dejando atrás lo que nos divide

Miles de peregrinos, procedentes de los cinco continentes, han desafiado al frío intenso que vive estos días la ciudad de Roma, para acudir al encuentro con el Santo Padre durante la audiencia general. Reunidos en el Aula Pablo VI del Vaticano, el papa Francisco ha compartido con los fieles la catequesis de este miércoles, centrada en la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. A su llegada, durante algunos minutos, el Pontífice saludó a las personas que desde ambos lados del pasillo, se acercaban para hacerle llegar su afecto y cercanía.

En el resumen hecho en español de la catequesis, el Santo Padre ha explicado que “el texto de la primera carta de san Pedro que hemos escuchado, centra la reflexión de la Semana de Oración para la Unidad de los Cristianos”. Así, ha indicado que en este texto, “el apóstol se dirige a la primera generación de fieles para que tomen conciencia del don que han recibido por el bautismo”. Del mismo modo, ha proseguido, todos nosotros, durante esta Semana de Oración, estamos llamados a redescubrir nuestro bautismo, y a hacerlo juntos todos los cristianos, católicos, protestantes y ortodoxos, dejando atrás lo que nos divide.

El Papa ha precisado que “compartir el Bautismo significa que todos somos pecadores y que necesitamos la salvación que Dios nos ofrece, todos experimentamos la misma llamada a salir de las tinieblas e ir al encuentro de Dios lleno de misericordia”. Precisamente en el bautismo, ha indicado, nos sumergimos en la fuente de la misericordia y de la esperanza, de la que nadie está excluido, esta experiencia de gracia crea un vínculo indisoluble entre los bautizados, de modo que nos consideremos realmente hermanos y miembros de un solo pueblo de Dios, capaz de anunciar las maravillas que Él ha obrado a partir del testimonio sencillo y fraterno de la unidad, así como del compromiso mutuo de poner en práctica las obras de la misericordia corporales y espirituales, realizando así nuestra común misión de transmitir a los otros la misericordia recibida, empezando por los pobres y abandonados.

A continuación, el Santo Padre ha saludado a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España y Latinoamérica. En esta semana de oración –ha exhortado– pidamos que todos los discípulos de Cristo encontremos el modo de colaborar juntos para llevar la misericordia del Padre a cada rincón de la tierra.

Después de los saludos en las distintas lenguas, el Papa ha dedicado también unas palabras a los jóvenes, los enfermos y los recién casados. Así, ha asegurado que la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, nos recuerda que todos los creyentes en Cristo, a través del bautismo, forman parte de un pueblo de Dios. Por eso, ha pedido a los jóvenes que recen para que “todos los cristianos sean cada vez más una única gran familia”. A los enfermos les ha invitado a ofrecer sus sufrimientos por la causa de la unidad de la Iglesia de Cristo. Y finalmente, a los recién casados les ha extendido la invitación para que cultiven el amor misericordioso y gratuito como el que Dios tiene por nosotros.

Antes de la audiencia general, el Santo Padre ha recibido esta mañana a una delegación de musulmanes que le han entregado la invitación para visitar la mezquita de Roma. Y a continuación, ha recibido también a los obispos de Sudán y Sudán del Sur, que participan en el encuentro promovido por la Congregación para la Evangelización de los pueblos.

 

Audiencia del Papa: texto completo de la catequesis del 20 de enero

El Santo Padre explica que la misericordia de Dios, que obra en el Bautismo, es más fuerte que las divisiones entre los cristianos

Publicamos a continuación el texto completo de la catequesis del Santo Padre durante la audiencia general.

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días! Hemos escuchado el texto bíblico que este año guía la reflexión en la Semana de oración por la unidad de los cristianos, que va del 18 al 25 de enero. Este pasaje de la primera carta de san Pedro ha sido elegido por un grupo ecuménico de  Letonia, encargado por elConsejo Ecuménico de las Iglesias y el Pontificio Consejo para la promoción de la unidad de los cristianos.

En el centro de la catedral luterana de Riga hay una fuente bautismal que se remonta al siglo XII, al tiempo en el que Letonia fue evangelizada por san Mainardo.

Esa fuente es un signo elocuente de un origen de fe reconocido por todos los cristianos de Letonia, católicos, luteranos y ortodoxos. Tal origen es nuestro común Bautismo. El Concilio Vaticano II afirma que “el bautismo constituye el vínculo sacramental de la unidad existente entre todos los que por medios de él han sido regenerados” (Unitatis redintegratio, 22). La Primera Carta de Pedro está dirigida a la primera generación de cristianos para hacerles conscientes del don recibido con el bautismo y de las exigencias que esto implica. También nosotros, en esta Semana de oración, estamos invitados a redescubrir todo esto, y a hacerlo juntos, yendo más allá de nuestras divisiones.

En primer lugar, compartir el bautismo significa que todos somos pecadores y necesitamos ser salvados, redimidos, liberados del mal. Y este es el aspecto negativo, que la primera carta de Pedro llama “tinieblas” cuando dice: “[Dios] os ha llamado fuera de las tinieblas para conduciros en su luz maravillosa”. Esta es la experiencia de la muerte, que Cristo ha hecho propia, y que está simbolizada en el bautismo del estar sumergidos en el agua, y a la cual sigue el resurgir, símbolo de la resurrección a la nueva vida en Cristo. Cuando nosotros cristianos decimos que compartimos un solo bautismo, afirmamos que todos nosotros –católicos, protestantes y ortodoxos– compartimos la experiencia de ser llamados de las tinieblas feroces y alienantes al encuentro con el Dios vivo, pleno de misericordia.  De hecho, todos lamentablemente tenemos experiencia del egoísmo, que genera división, cerrazón, desprecio.

Partir de nuevo del bautismo quiere decir encontrar de nuevo la fuente de la misericordia, fuente de esperanza para todos, porque nadie está excluido de la misericordia de Dios. Nadie está excluido de la misericordia de Dios. El compartir esta gracia crea un vínculo indisoluble entre nosotros cristianos, de tal forma que, en virtud del bautismo, podemos considerarnos todos realmente hermanos. Somos realmente pueblo santo de Dios, aunque si, a causa de nuestros pecados, no somos aún un pueblo plenamente unido. La misericordia de Dios, que actúa en el bautismo, es más fuerte de nuestras divisiones, es más fuerte. En la medida en la que acogemos la gracia de la misericordia, nos hacemos cada vez más plenamente pueblo de Dios, y nos hacemos también capaces de anunciar a todos sus obras maravillosas, precisamente a partir de un simple y fraterno testimonio de unidad. Nosotros cristianos podemos anunciar a todos la fuerza del Evangelio comprometiéndonos a compartir las obras de misericordia corporales y espirituales. Este es un testimonio concreto de unidad entre nosotros cristianos: protestantes, ortodoxos y católicos.

En conclusión, queridos hermanos y hermanas, todos nosotros cristianos, por la gracia del bautismo, hemos obtenido misericordia de Dios y hemos sido acogidos en su pueblo. Todos, católicos, ortodoxos y protestantes, formamos un sacerdocio real y una nación santa. Esto significa que tenemos una misión común, que es el de transmitir la misericordia recibida a los otros, empezando por los más pobres y abandonados. Durante esta Semana de oración, recemos para que todos nosotros, discípulos de Cristo, encontremos el modo de colaborar juntos para llevar la misericordia del Padre en cada lugar de la tierra. Gracias.

(Traducido desde el audio por ZENIT)

 

El Papa al Foro de Davos: ¡No se olviden de los pobres!

El Santo Padre envía un mensaje al Foro Económico Mundial que este año estudia el tema “El Dominio de la Cuarta Revolución Industrial”

Las menores oportunidades para un empleo satisfactorio y digno, conjugado con la reducción de la seguridad social, están causando un inquietante aumento de desigualdad y pobreza en diferentes países. Hay una clara necesidad de crear nuevas formas de actividad empresarial que, mientras fomentan el desarrollo de tecnologías avanzadas, sean también capaces de utilizarlas para crear trabajo digno para todos, sostener y consolidar los derechos sociales y proteger el medioambiente.Es el hombre quien debe guiar el desarrollo tecnológico, sin dejarse dominar por él.

Así lo afirma el papa Francisco en el mensaje que ha enviado al profesor Klaus Schwab, fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial, con ocasión de la apertura del encuentro anual, y que se desarrolla en  en estos días en Davos-Klosters, Suiza.

El Foro Económico Mundial (World Economic Forum) es una fundación sin fines de lucro con sede en la ciudad de Ginebra, que se reúne anualmente en Davos (Suiza). Allí se dan cita, desde 1991, los principales líderes empresariales, políticos, periodistas e intelectuales de todos los países, para analizar los problemas más apremiantes que enfrenta el mundo; entre ellos, la salud y el medio ambiente.

El tema a abordar este años es “El Dominio de la Cuarta Revolución Industrial”. El cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson, presidente del Pontificio Consejo de la Justicia y la Paz, ha sido el encargado de leer el mensaje enviado por el Pontífice.

Asimismo, el Santo Padre observa que los últimos estudios conducidos por la Organización Internacional del Trabajo indican que, en la actualidad, “el desempleo afecta a cientos de millones de personas”. Al respecto ha indicado que la “financialización” y la “tecnologización” de las economías globales y nacionales, han producido cambios de gran envergadura en el campo del trabajo.

Y dirige una petición muy concreta a los participantes del Foro, como líderes en el mundo de los negocio: “¡No se olviden de los pobres!”, asegurando que “este es el principal desafío que tienen ustedes”.

Llorar por la miseria de los demás –asegura el Papa– no significa sólo compartir sus sufrimientos, sino también y sobre todo, tomar conciencia que nuestras propias acciones son una de las causas de la injusticia y la desigualdad. De este modo, el Pontífice explica que una vez que tomamos conciencia de esto, “llegamos a ser humanos más plenos, pues nuestra responsabilidad para con nuestros hermanos y hermanas es una parte esencial de nuestra humanidad común”.

El Papa les pide que “no tengan miedo de abrir su mente y su corazón a los pobres”. Porque de este modo, “podrán dar rienda suelta a sus talentos económicos y técnicos, y descubrir la felicidad de una vida plena, que no les puede proporcionar el solo consumismo”.

En esta misma línea, el papa Francisco precisa que frente a los profundos cambios que marcan época, los líderes mundiales se enfrentan al reto de garantizar que la futura “cuarta revolución industrial”, no conduzca a la destrucción de la persona humana o a la transformación de nuestro planeta en un jardín vacío para el disfrute de unos pocos elegidos.

Tal y como advierte el Papa, el momento actual proporciona una valiosa oportunidad para guiar y gobernar el proceso ahora en curso, y construir sociedades inclusivas basadas en el respeto por la dignidad humana, la tolerancia, la compasión y la misericordia. Por eso les exhorta a hacer un “esfuerzo unido para lograr un desarrollo sostenible e integral”.

El Papa reitera la idea de que la actividad empresarial “tiene la responsabilidad de ayudar a superar la compleja crisis de la sociedad y del medio ambiente, y luchar contra la pobreza”. Esto hará –asegura– que sea posible mejorar la precaria condición de vida de millones de personas y cerrar la brecha que da lugar a numerosas injusticias, que erosiona los valores fundamentales de la sociedad, como la igualdad, la justicia y la solidaridad.

 

El papa Francisco recibe la invitación para visitar la mezquita de Roma

Sería la primera vez que un Pontífice acude a este lugar de culto para los musulmanes

El santo padre Francisco ha recibido esta mañana, en un breve encuentro antes de la audiencia general, a una delegación islámica que le ha invitado de forma oficial a visitar la mezquita de Roma. En cuanto a la posible fecha en la que podría tener lugar esta visita, el padre Federico Lombardi, director de la oficina de prensa del Vaticano, ha pedido a los periodistas ser prudentes y no anticiparse, tal y como había sucedido ya en algunos medios los días pasados. Por lo tanto el Santo Padre acoge la invitación, lo toma en consideración y habrá que esperar para ver lo que decide él.

La Gran Mezquita de Roma es el templo musulmán más grande de Occidente con capacidad para 12 mil fieles y 40 mil en las fiestas particulares. Es también la sede del Centro islámico cultural de Italia. Financiada por el rey Faysal de Arabia Saudita, la primera piedra de la mezquita fue puesta en 1984 y la inauguración se realizó el 21 de junio de 1995.

En el caso de que la visita tenga lugar, el papa Francisco se convertiría en el primer Pontífice en acudir a este lugar de culto para los musulmanes en Roma.

El primer Papa que entró en un templo musulmán fue san Juan Pablo II en Damasco, el 6 de mayo de 2001, en la Mezquita de Omayyadi. Benedicto XVI en Turquía visitó el 30 de noviembre de 2006 la Mezquita Azul. Allí también estuvo el papa Francisco, el 29 de noviembre de 2014. El pasado 30 de noviembre visitó la Mezquita central de Koudoukou, en Bangui, capital de la República Centroafricana, como parte de su viaje apostólico a África.

 

Francisco erige un exarcado para los maronitas en Colombia

El padre Fadi Abou Chebel O.M.M, ha sido indicado como el nuevo exarca apostólico

El papa Francisco erigió el exarcado apostólico para los fieles maronitas residentes en Colombia con sede en Bogotá y nombró al padre Fadi Abou Chebel O.M.M, como exarca apostólico. Lo informó la oficina de prensa de la Santa Sede, precisando que el obispo electo nació en Deir el Kamar (Líbano) en 1969, pronunció los votos solemnes en 1999 y fue ordenado sacerdote en 1995. El exarcado es una diócesis para los fieles de un rito oriental, en este caso los maronitas que viven en Colombia.

El padre Fadi es Licenciado en Teología Espiritual y en su ministerio pastoral ha sido entre otros cargos vicepárroco en Uruguay, asistente espiritual, ecónomo y responsable de los estudiantes del convento de Santa Teresa en Shayle (Líbano).

También fue director general del colegio Notre-Dame de Louiaze (Líbano) y responsable de los jóvenes estudiantes en Roma; capellán general de la Universidad Notre-Dame (Líbano) y director general de la pastoral universitaria en Líbano, cargo que desempeñaba actualmente.

Leer también: El Papa erige un Exarcado para los siro-católicos de Canadá

 

¿Qué le dijo el Papa al Colegio sacerdotal argentino?

ENTREVISTA al rector, el padre Ángel Hernández. En un ambiente de gran sinceridad, Francisco trató temas que fueron desde el Jubileo hasta Vatileaks

El santo padre Francisco recibió el pasado jueves, 14de enero, en audiencia en el Vaticano, a los miembros del Colegio Sacerdotal Argentino de Roma, con motivo de la visita pastoral de los obispos de la Comisión Episcopal de Ministerios de la Conferencia Episcopal (CEMIN).

La cita fue en la Biblioteca del Palacio Apostólico, donde se desarrolló un diálogo informal, cálido y profundo durante más de una hora entre el Obispo de Roma y los sacerdotes y obispos.

El rector del Colegio Sacerdotal, el padre Ángel Hernández, en esta entrevista a ZENIT ha indicado que en el encuentro realizado en un ambiente de sinceridad, el Santo Padre inició comentándoles que la idea del Jubileo de la Misericordia había sido una inspiración del Espíritu Santo. Además les invitó a que cuando confiesen sean  ‘verdaderamente padres’ y les exhortó también a ‘ser Pastores’ allí donde estén. También les puso en guardia de los riesgos del pelagianismo que impulsa un restauracionismo que quiere volver a una situación que ya no existe más y que suele esconder una cierta mundanidad espiritual; así como del gnosticismo. Sobre la reforma en curso en la Curia les confió que a pesar de lo que indican ciertos medios, la contra cara es que en la Iglesia de hoy y en la Curia hay muchos santos. Añadió que se sentía siempre “en paz”, una paz que lo ha acompañado desde el día de su elección y nunca lo ha abandonado en medio de las dificultades.

A continuación compartimos con nuestros lectores la entrevista:

¿Cómo fue el ambiente del encuentro que tuvieron con el Santo Padre?
— Padre Ángel Hernández: Sin discursos preliminares ni palabras formales, después de los saludos y fotos de rigor se pasó directamente a una rica conversación sobre distintos temas. El clima fue de sinceridad, llano e íntimo, donde no faltaron el humor, las preguntas de tono más personal y un espíritu de alegría y comunión.

¿Cuál fue el primer tema tratado por el Papa?
— Padre Ángel Hernández: El punto de partida fue el Jubileo de la Misericordia recientemente iniciado en todo el mundo. Francisco subrayó que la génesis de este evento extraordinario venía de lo que él confiaba era una verdadera inspiración del Espíritu, nacida en su oración personal y confirmada en el diálogo con algunos de sus consejeros.

Al mismo tiempo resaltó que era una profundización del camino ya marcado por Pablo VI y acentuado luego por Juan Pablo II con su encíclica Dives in Misericordia, la canonización de Faustina Kowalska, la institución de la fiesta de la Divina Misericordia en el segundo domingo de Pascua y otras opciones suyas.

¿Y en concreto sobre el Jubileo de la Misericordia?
— Padre Ángel Hernández: Como es habitual en Francisco, la mirada universal descendió a cuestiones pastorales sumamente concretas, particularmente la preocupación por el ministerio de la reconciliación. Insistió en la necesidad de confesores con profunda conciencia de ser instrumento de la misericordia, humanamente sanos y dispuestos a recibir en todo momento al penitente, que siempre debe llevarse en el corazón la experiencia de ser acogido aún en los casos en los que por diversos motivos no pueda recibir la absolución. En una palabra, el Papa afirmó que el confesor está llamado a ser un verdadero padre en el encuentro sacramental.

O sea, que le hicieron preguntas varias, ¿verdad?
— Padre Ángel Hernández: Las preguntas de los integrantes del Colegio estuvieron dirigidas a la vida de los sacerdotes, y hacia la misión que los esperan al regresar a sus diócesis al finalizar su tiempo de estudios en la Ciudad Eterna. El Papa destacó que lo central era “ser Pastores” allí donde estén y en las tareas que les toque desempeñar, sea en la actividad académica, los seminarios o tribunales donde ejerzan su ministerio. Recordó el núcleo del ministerio apostólico del libro de los Hechos, válido también para los presbíteros: “la oración y el anuncio de la Palabra”.

¿Qué desafíos y riesgos les indicó?
— Padre Ángel Hernández: Al hablar de los retos para la Iglesia en la actualidad, Francisco dijo que hoy había dos riesgos representados por dos herejías antiguas, pero aún activas: el pelagianismo y el gnosticismo. En particular la primera se percibe cuando se impulsa un cierto restauracionismo que pretende volver a una situación que ya no existe más, pero que en realidad denota una fragilidad interna en la manera de vivir la fe. Este restauracionismo suele ocultar una mundanidad espiritual, verdadero peligro para el creyente. Es necesario, recordaba el Papa a los sacerdotes del Colegio, distinguir entre el mundo y el espíritu mundano, para no esconderse de la realidad, pero tampoco perder aquello que nos hace cristianos, según la oración del Señor al Padre: “No te pido que los saques del mundo, sino que los preserves del Maligno” (Jn 17, 15).

¿Es verdad que le indicaron al Papa que la gente lo quiere mucho?
— Padre Ángel Hernández: Los sacerdotes le manifestaron el afecto y la oración de la gente de sus respectivas diócesis y de todos los que querían hacerle llegar su saludo al Papa. Francisco agradeció el gesto y expresó, como suele hacer, lo mucho que necesitaba la oración de todos y lo bien que le hacía el contacto cotidiano con la gente, hoy especialmente en las misas que celebra casi diariamente en Santa Marta. Afirmó que “estar con la gente me hace bien”.

¿Sobre las causas de beatificación en curso les ha adelantado algo?
— Padre Ángel Hernández: Sí, hizo memoria de dos argentinos en proceso de beatificación y canonización, Mamá Antula y el Cura Brochero; los milagros atribuídos a la intercesión de ellos acaban de ser aprobados por la junta médica de la Congregación de los Santos.

¿Les comentó algo sobre Vatileaks y la reforma de la Curia?
— Padre Ángel Hernández: Al referirse a algunos hechos que han tenido particular impacto mediático, concluyó diciendo que a pesar de estos casos hoy, “en la Iglesia hay muchos santos; y aquí (en la Curia) hay santos”. Es la contra cara de eso que resaltan los medios.

¿Y sobre su vida cotidiana?
— Padre Ángel Hernández: Charlando sobre las numerosas responsabilidades y desafíos que tiene que enfrentar diariamente, manifestó estar siempre “en paz”, una paz que lo ha acompañado desde el día de su elección y nunca lo ha abandonado en medio de las dificultades, logros, dolores y alegrías cotidianas en el ejercicio de su servicio apostólico. “Estoy en las manos de Dios” fue una de sus últimas frases antes de concluir un encuentro verdaderamente familiar y amistoso.

 

La reliquia de la Santa Faz sale por primera vez en la historia de Alicante

El icono con el rostro de Jesucristo visitará este fin de semana la ciudad de Orihuela, en el sureste de España, con ocasión del Año Santo de la Misericordia

La Santa Faz saldrá de Alicante por primera vez en la historia desde 1489 y será venerada en la ciudad de Orihuela con ocasión del Año Santo de la Misericordia convocado por el papa Francisco. La iniciativa se presentó este lunes en Alicante, donde tuvo lugar la tradicional prueba de llaves en el camarín de la reliquia, y el martes en Orihuela.

Las dos ciudades están preparando “con entusiasmo y gran expectación”, según un comunicado de la diócesis, este acontecimiento que, en palabras del capellán de Santa Faz, José Luis Casanova, “quedará grabado en los libros de historia pero también y, lo más importante, en los corazones de la gente con un recorrido y una serie de actos que invitan a abrir, salir y compartir”.

El traslado del icono a Orihuela será este fin de semana, los días 23 y 24 de enero, para lo cual se ha previsto un protocolo de seguridad adecuado.

Esta salida extraordinaria fue aprobada el pasado 23 de diciembre por el pleno municipal del ayuntamiento de Alicante a petición del obispo Jesús Murgui.

Para la ocasión, se ha preparado un intenso recorrido por las dos localidades del sureste de España. Además, en la catedral de Orihuela se ha ubicado una exposición para la cual se han recuperado banderolas, paños, mosaicos, lienzos del patrimonio artístico de esta ciudad en torno al rostro de la Santa Faz.

Según el programa previsto, la reliquia llegará a Orihuela el sábado –a las 19.30 horas– a la iglesia de las Santas Justa y Rufina, donde será recibida por el Cabildo de la catedral y las autoridades municipales.

Ya en el templo, se llevará a cabo la entrega de la Santa Faz a los síndicos del ayuntamiento de Orihuela y a los dos caballeros custodios de la ciudad para salvaguardarla mientras permanezca en el municipio.

Poco después, el lienzo irá a la catedral para asistir a la celebración de la Santa Misa, y ahí permanecerá para la adoración eucarística nocturna.

El domingo 24, se llevarán a cabo una serie de celebraciones durante la mañana. Por la tarde, monseñor Jesús Murgui presidirá la Misa pontifical a las 18 horas, para despedir a la Santa Faz posteriormente.

“En la ciudad de Alicante se venera este rostro de Jesucristo-Misericordia presente en una tela”, señala el Obispado en su nota. “Según notario requerido por la Santa Sede, hay como una mancha sobre un velo delgado; que el color parece ser de sangre, polvo y sudor, no obstante que tiene los ojos, nariz y boca perfilados de pincel”, añade la Iglesia local.

El origen y procedencia del lienzo aún es un misterio pero, según un testimonio histórico cierto, el 17 de marzo de 1489 se produjo en esa tela el fenómeno de la lacrimación, conocido como el “Milagro de la Lágrima”. Es decir, “una lágrima que aumentaba brotó de su ojo derecho”.

Desde ese momento son cientos de miles los que cada año, el segundo jueves de Pascua, peregrinan hasta el monasterio de la Santa Faz a venerar esta reliquia.

El mensaje y los gestos del Pontífice argentino sobre el Rostro de la Misericordia han resonado por todo el mundo. Desde su primer ángelus –el 17 de marzo de 2013– donde dijo que el rostro de Dios es misericordioso, hasta la reciente Bula de convocatoria del Jubileo de la Misericordia, Misericordiae Vultus (El Rostro de la Misericordia), son innumerables las referencias que encuentran en la Santa Faz de Alicante una de sus expresiones más significativas.

 

La Familia Salesiana en España clausura el bicentenario del nacimiento de san Juan Bosco

Durante estos días, centros de salesianos y salesianas de toda la geografía española recuerdan con diferentes actividades al “padre y maestro de la juventud”

La Familia Salesiana en España celebra, en estas semanas, la fiesta de su fundador, el sacerdote italiano san Juan Bosco (1815-1888). La memoria litúrgica es el 31 de enero pero, durante estos días, se suceden actividades de todo tipo en los centros de salesianos y salesianas de este país para recordar al “padre y maestro de la juventud”, como fue definido por san Juan Pablo II.

Momentos de oración –los tradicionales buenos días de los centros salesianos–, celebraciones de la Eucaristía, actividades culturales, formativas y deportivas, en las que participan miles de jóvenes, educadores y miembros de los diferentes grupos de la Familia Salesiana, se desarrollan en estas semanas y, especialmente, la próxima.

Así, cerca ya de la fiesta de Don Bosco, en un centenar de parroquias se celebrará el triduo en honor del santo, informaron los salesianos en un comunicado. Además, se está llevando a cabo la “semana vocacional”, una campaña especial, dentro de las iniciativas de pastoral de los centros, que presenta a los jóvenes la importancia de dar sentido a la vida también desde una opción cristiana.

Pero este año, la festividad de san Juan Bosco tiene un acento especial, y es que se clausura el bicentenario de su nacimiento, que se ha venido celebrando a lo largo del curso pasado. Por este motivo, se han preparado diferentes actos. Entre otros, en la Casa Provincial de los salesianos en Madrid, se presentará el libro “Fuentes Salesianas” el próximo día 29, a las 18.00 horas. José Manuel Prellezo, uno de los autores, y Arcadio Cuadrado, traductor, explicarán la importancia del libro y el porqué de los contenidos elegidos. Se trata de más de 1.200 páginas de escritos de Don Bosco, una recopilación antológica básica, para entender la historia, la pedagogía, la espiritualidad del santo y los orígenes de la obra salesiana. En la parroquia María Auxiliadora, en Madrid, Mons. Renzo Fratini, nuncio apostólico en España, presidirá la eucaristía de la solemnidad de san Juan Bosco, el 31 de enero a las 19.00 horas, con la que se clausuran los actos del bicentenario del nacimiento del fundador de la Familia Salesiana.

En la actualidad 15.300 salesianos, presentes en 132 países, se dedican a la educación y evangelización, la promoción y la defensa de los derechos de niños, niñas y jóvenes. Además, cuentan con la colaboración de más de 100 mil seglares, entre educadores y animadores que ofrecen su apoyo y entrega a esta labor.

En España la presencia de los salesianos está organizada en dos provincias religiosas o inspectorías, circunscripciones que agrupan las comunidades salesianas y las obras que estas dirigen y animan en un determinado territorio.

La Inspectoría de María Auxiliadora, de la zona sureste junto con Baleares y Canarias, tiene su sede en Sevilla. Cuenta con 58 comunidades, en las que hay un total de 457 salesianos. La red inspectorial se compone de 61 centros escolares (29 con Formación Profesional), 58 centros juveniles, 112 plataformas sociales y 52 parroquias.

La Inspectoría de Santiago el Mayor, de la zona centro y noroeste de España, tiene su sede en Madrid. En sus 54 comunidades hay 618 salesianos. Su labor se extiende a través de 35 colegios (21 con Formación Profesional), 46 centros juveniles, 43 plataformas sociales y 47 parroquias.

 

Irak: el ISIS arrasa el monasterio cristiano más antiguo

El monasterio de San Elías había sido fundado en el siglo VI

El monasterio de San Elías en las afueras de Mosul, Irak, el centro monástico más antiguo de este país, ha sido arrasado. Lo indicó la agencia de noticias Associated Press, precisando que las imágenes de satélite que han obtenido en exclusiva lo confirman. El monasterio ha quedado reducido a escombros por las milicias del Estado Islámico (ISIS) que poco a poco están destruyendo muchos de los lugares culturales e históricos de Irak.

El monasterio fue fundado a finales del siglo VI, por un monje asirio que había estudiado con anterioridad en al-Hira y más tarde en el gran monasterio del monte Ezla, en la actual Turquía.

El edificio poseía en su ingreso talladas las letras griegas chi y rho, que representan las dos primeras letras del nombre de Cristo.

El patrimonio, que se mantuvo por cientos de años hasta su restauración en el siglo XVII y después a inicios del siglo XX, fue centro de peregrinaciones y de reunión de la comunidad cristiana local, tuvo su última celebración religiosa el miércoles 25 de noviembre del año pasado.

 

Beata Josefa María de Santa Inés – 21 de enero

«Examinando la vida de esta beata está claro que ante la gracia de Dios la miope razón palidece. Sin luces aparentes en su forma de ser, con firmeza se abrió paso en el sendero de la perfección que la condujo directamente al cielo»

En este día de santa Inés, la Iglesia celebra la vida de esta beata que llevó el nombre religioso el esta mártir cristiana.

El hecho de que el Padre Celestial ame tan singularmente y de forma infinita a sus débiles hijos es un misterio, y una gracia incuestionable que estos aquejados de tanto infortunio le contemplen con indecible ternura y se lancen a sus brazos sin dudar, sin arrojarle los dardos de la culpabilidad por sus aflicciones.

La torpeza y nula formación de esta beata, la lesión epiléptica que padecía, su vulnerabilidad al quedar huérfana prontamente y a merced de sus desaprensivos familiares, fueron algunas de las causas del acerado sufrimiento que le abrió las puertas del cielo. Nació en Benigànim, Valencia, España, el 9 de enero de 1625. Sus padres eran unos campesinos sin apenas recursos económicos, que al ser creyentes se ocuparon de que recibiese los sacramentos cuando era niña. Pero la prematura muerte de éstos cercenó de un plumazo su infancia. Se trasladó a casa de un tío suyo, hombre sin escrúpulos, que tenía personas a su servicio, y la incluyó entre ellas, maltratándola desde el primer día. Su falta de luces, por así decir, la convertían también en objeto de burlas. Por ejemplo, suscitó chanzas su decisión de plantar un naranjo tomando el tallo que hundió en la tierra dejando las raíces al descubierto. ¿Candidez, simplicidad…? Sea lo que fuere, el inocente corazón de Josefa aspiraba el perfume del amor divino. Dios Padre la protegía, mimándola, y además de constatarse el fértil crecimiento del naranjo que plantó contraviniendo las leyes de la ciencia (naranjo que aún hoy día puede contemplarse), pronto los consuelos divinos llegaron a su vida, liberándola del asedio del maligno que andaba tras ella.

El Niño Jesús se le aparecía en el huerto de la vivienda mientras se hallaba lavando y recibía también otros dones. Pero en ese ambiente embrutecido que le rodeaba, uno de los criados se obsesionó con ella, puesto que físicamente era bien parecida, y sintiéndose burlado por la joven que tenía en altísima estima su virginidad, y la defendía a capa y espada, quiso matarla asestándole varios tiros con un trabuco. Por fortuna, los perdigones simplemente quedaron incrustados en la pared que bordeaba la escalera por la que Josefa huía de su agresor buscando protección en el piso de arriba. Pero ella sabía que el potencial asesino se hallaba fuera de sí, y no dudó en escapar a un lugar más seguro utilizando una ventanilla tan diminuta que era imposible traspasarla sin que mediase una intervención de lo Alto.

Después del dramático episodio, tenía claro que no podía permanecer más en esa casa, y dado que su tío influyó en la fundación del convento de clausura de las Agustinas Descalzas de la Purísima Concepción y San José, determinó ingresar con ellas. No lo consiguió a la primera, pero sí después de tenaz perseverancia en su empeño. Al no tener formación, entró como hermana lega. Su misión en la clausura no podía ser otra que la que ella conocía bien: las tareas domésticas de diversa índole. Y las realizó con el espíritu encomiable que brotaba de su estado de oración continua. Era obediente y dispuesta, y estaba adornada con la virtud de la inocencia. Por esa razón, al profesar le dieron el nombre de Josefa María de santa Inés, la candorosa mártir de los primeros siglos. Sus hermanas de comunidad se referían a ella como «la niña». En su oración tenía presentes las necesidades que muchos le encomendaban, rezaba por las almas del purgatorio y ofrecía sus penitencias por los demás.

Al no saber leer ni escribir, le solicitaron al prelado que le permitiese asistir al coro sin más pretensiones, ya que no podía formar parte de él. El obispo dio su autorización, pero entonces las religiosas descubrieron en ella otro sorprendente prodigio. Vieron que podía cantar las oraciones del Salterio maravillosamente sin desentonar y con una belleza admirable en su voz con tan solo contemplar la estampa de un Ecce Homo que divisaba desde el ángulo del coro en el que se situaba. Y es que, a lo largo de su vida frecuentemente tuvo éxtasis y revelaciones. Numerosas personas principales del lugar acudían a recabar su versado juicio confiándole problemas que les acuciaban. El director espiritual que la asistía, manifestó: «Tratada en cosas tocantes a lo del mundo, parecía no tener uso de razón ni discurso; pero en punto de virtud y perfección discurría como un santo Tomás y aconsejaba como un san Pablo». A fin de cuentas, esto es lo único que importa. Las sabidurías de este mundo, en palabras paulinas, son necedades a los ojos de Dios (1Cor 3, 18-9). Josefa murió a los 71 años el 21 de enero de 1696. Su cuerpo incorrupto desapareció al estallar la Guerra Civil española en 1936, aunque se conservan algunos de sus restos en el monasterio de Benigànim donde se produjo su fallecimiento. Fue beatificada por León XIII el 26 de febrero de 1888.