¿Excusas para no ir a misa en verano? ¿De verdad?

Mañana comienza agosto. Todavía el mes típico para las vacaciones veraniegas en España. Para las vacaciones, y para las excusas que ayudan a «suspender» el trato con el Señor estos días. Que hace más calor. Pues claro, es agosto, que esperabas. Que no hay cura en el pueblo y me tengo que desplazar unos kilómetros. Que vaya horas que rompen la jornada, o vaya rollo.

Hace unos días encontré en Facebook las fotos de una boda en la ciudad de Homs del 12 de julio de este año, en la Iglesia de San Jorge, o más bien en lo que queda de ella. Impresiona. Recordé lo que contaba Mireille Al Farah: «Prefiero morir tomando el cuerpo de Cristo que quedarme en casa». Nadie les asegura que esa no fuese su última misa. O como vibrantemente también recordaba:

«Los funerales son para nosotros una fiesta, los celebramos como una boda, los engalanamos con flores blancas… Los mártires son como novios y novias que se entregan al cielo para unirse Cristo»

¿Habrá quien siga con excusas?

A buen seguro, esas pequeñas mortificaciones que hagamos, ese unirnos pequeñitos como somos a la Cruz, es agradable al Señor. Y si me lo permitís, una estupenda ocasión para acordarse de nuestros hermanos de la zona.