Católicos
Estados Unidos, Reino Unido e Irlanda votaron en contra

La ONU reconoce a la familia como núcleo fundamental de la sociedad

Aprueba una resolución donde se recoge que los niños deben “crecer en un ambiente familiar, en una atmósfera de amor, felicidad y entendimiento”. Menciona el derecho de los padres a elegir qué educación quieren inculcar a sus hijos

El Consejo de Derechos Humanos de la ONU se reunió el pasado 1 de julio para llevar a cabo la votación para aprobar o denegar una resolución que concierne a la familia. El resultado fue positivo a pesar de los votos en contra de EE.UU., Reino Unido e Irlanda.

El texto aprobado reclamaba el reconocimiento de la familia como elemento fundamental de la sociedad. Por esta resolución, se dicta que el núcleo familiar merece una protección especial por parte del estado. La justificación de esto es que es un componente básico en el lugar donde crecen y se educan los niños.

Este recurso defiende que ”la familia es fuente de integración, solidaridad intergeneracional y el mejor escenario para preservar la identidad cultural y los valores y tradiciones sociales”.

Este documento hace referencia a los roles que han de tener los padres con respecto s sus hijos. Éstos deben transmitir valores como la igualdad y potenciar la autoestima. En esta última labor, los esfuerzos aumentan en el caso de las niñas, que bien educadas en este aspecto podrían evitar posibles casos de maltratos.

El derecho de los padres a decidir qué educación reciben sus hijos

Este texto recoge que los padres deben tener derecho a decidir qué tipo de educación desean que reciban sus hijos. Gracias a este apartado los padres católicos podrán educar a sus hijos bajo sus creencias.

Otro derecho referente a la educación que aparece en este texto se refiere a que los niños deben tener derecho a recibir una educación que potencia sus habilidades y les haga crecer en el campo de los derechos humanos.

La votación

Este recurso fue presentado por Rusia, China y una coalición de países africanos. Recibió el apoyo de un gran número de ONG profamilia.

El texto fue rechazado por Estados Unidos, Reino Unida e Irlanda. Mientras, Brasil, México, Argentina y Macedonia se abstuvieron.