Detienen en Brasil al líder de una secta buscado por abusos sexuales

El líder de una secta estadounidense buscado por Interpol fue detenido en Brasil acusado de agredir sexualmente a decenas de niñas y adolescentes, según informaron la Policía y la prensa local el pasado 28 de febrero. Lo leemos en un despacho de la agencia AFP.

Victor Arden Barnard, de 53 años, era perseguido por 59 acusaciones de agresión sexual y fue hallado por la Policía en la costa del estado norteño de Rio Grande do Norte, después de una acción coordinada con autoridades estadounidenses. Barnard, que fundó su secta River Road Fellowship en el estado de Minnesota, es acusado de una serie de abusos cometidos en el curso de una década.

Según la agencia US Marshals –una organización de la policía estadounidense– Barnard estableció un campamento cerca de la ciudad de Finlayson en el año 2000, impulsando a varios seguidores a dejar que sus hijas vivieran ahí con él.

Las jóvenes, a las que Barnard llamaba “doncellas”, vivían en un área separada y aislada. Entre los años 2000 y 2009 el líder de la secta habría abusado de algunas de las jóvenes, antes de trasladarse con su familia y su iglesia al estado de Washington, según dijo la agencia.

“US Marshals ofrecía una recompensa de 25.000 dólares para quien entregara información que permitiera detener al acusado”, declaró el delegado policial Paulo Henrique Oliveira, superintendente en ejercicio de la Policía federal en Rio Grande do Norte, citado en el sitio online de noticias G1.

El oficial precisó que la policía militar y federal sólo “cumplieron con su obligación constitucional”, por lo que el dinero no será reclamado. La prensa estadounidense reportó por su parte que dos mujeres declararon a los investigadores que habían sido abusadas por Barnard cuando tenían 12 y 13 años de edad y eran parte del grupo de “doncellas”.

“Estoy preparada para que lo encierren”, declaró Lindsay Tornambe, que dijo haber entrado en contacto con Barnard a la edad de 13 años, tal como informó el diario Minneapolis Star Tribune. “Apenas me enteré de su detención comencé a llorar. Se siente muy surreal, aunque sabía que ese día llegaría”, añadió.

Barnard supuestamente mantenía aisladas a las jóvenes en tanto que las autoridades estadounidenses han dicho que se valía de la coacción y la intimidación religiosas para mantener su control sobre ellas, en lo que describieron como una conducta similar a la de una secta, según AP.

Supuestamente Barnard dijo a una de las víctimas que ella permanecería virgen porque él era un “hombre de Dios”, según la denuncia penal. Los investigadores creen que Barnard abusó sexualmente de otras menores pero no han logrado que presenten denuncia. La mayoría de los cargos penales contra Barnard conllevan sentencias máximas de 30 años de prisión.