ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 01 de marzo de 2015

La frase del día 1

"Lo primero que captamos del misterio de Dios 
no suele ser la verdad, sino la belleza".
(Hans Urs von Balthasar)

 


El papa Francisco

El Papa pidió detener la violencia en Venezuela y confió el país a la Virgen María
En el ángelus rezó también por Irak y Siria. Aseguró a los cristianos y personas perseguidas, sus oraciones y cercanía espiritual

Texto completo del ángelus del domingo 1 de marzo
El papa Francisco explicó la transfiguración de Jesús. Al concluir, destacó la dramática situación de Irak y Siria y también de Venezuela

Santa Sede

Vaticano: 'La amenaza de atentados existe, pero no conocemos planes concretos'
El comandante de la Gendarmería Vaticana: 'El Papa es visto y respetado por el islam como la autoridad moral más influyente del mundo'. El discurso de Ratisbona, 'profético porque denunciaba la degeneración del islam extremista'

Rome Reports

¿Qué es lo que necesita una buena homilía? - (Vídeo)
El Vaticano publica un documento con ideas para que los sacerdotes preparen sus homilías

La capilla que Gaudí diseñó para Chile verá la luz en 2017 - (Video)
Es la única obra del arquitecto construida fuera de España

Parejas escriben libro sobre cómo superaron los problemas de la vida matrimonial - (Video)
Catholic and Married afronta temas como la convivencia, tener hijos o el divorcio

Espiritualidad

Teresa de Jesús y la oración
'Palabra y Vida' del arzobispo de Barcelona

Creo en mi papá
Catequesis para la familia

Santa Ángela de la Cruz - 2 de marzo


El papa Francisco


El Papa pidió detener la violencia en Venezuela y confió el país a la Virgen María
En el ángelus rezó también por Irak y Siria. Aseguró a los cristianos y personas perseguidas, sus oraciones y cercanía espiritual

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 01 de marzo de 2015 (Zenit.org) - El papa Francisco destacó este domingo la dramática situación que está viviendo  Irak y Siria,  y también lo que sucede en Venezuela, país que confió a la especial protección de la Virgen María, bajo la invocación de Nuestra Señora de Coromoto.

Lo hizo después de la oración del ángelus, que rezó desde la ventana de su estudio que da hacia la Plaza de San Pedro, donde se encontraban miles de personas, fieles y peregrinos.

“Queridos hermanos y hermanas, lamentablemente --dijo el Papa-- no dejan de llegar noticias dramáticasdesde Siria e Irak, relativas a violencias, secuestros de personas y abusos contra los cristianos y otros grupos. Queremos asegurar a quienes son afectados por esta situación que no los olvidamos, sino que estamos cercanos a ellos y rezamos insistentemente para que lo antes posible se ponga fin a la intolerable brutalidad de la cual son víctimas”.

El Santo Padre indicó además que “junto a los miembros de la Curia Romana he ofrecido con esta intención la última santa misa de los ejercicios espirituales que realicé el viernes pasado”. Y pidió “a todos, de acuerdo a sus posibilidades, preocuparse para aliviar los sufrimientos de los hermanos que están en la prueba, muchas veces solamente debido a la fe que profesan”.

"Recemos --añadió el Papa dejando unos instantes de silencio-- por estos hermanos que sufren por la fe en Siria y en Irak. Recemos en silencio". 

El Pontífice recordó también que reza por otra situación dramática, la que está viviendo Venezuela. “Deseo recordar también --dijo Francisco-- a Venezuela, que está viviendo nuevamente momentos de aguda tensión”. Y precisó: “Rezo por las víctimas, en particular por el joven asesinado pocos días atrás en San Cristobal.

“Exhorto a todos --reiteró el Santo Padre-- a rechazar la violencia, a respetar la dignidad de cada persona y la sacralidad de la vida humana, y les animo a que retomen un camino común para el bien del país, reabriendo espacios de encuentro y de diálogo sincero y constructivo”.

El Papa concluyó sus palabras poniendo bajo la protección de María al país: “Confío aquella querida Nación, a la materna intercesión de Nuestra Señora de Coromoto”. 

Leer también: Los obispos de Venezuela: '¡Basta de violencia asesina!'

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Texto completo del ángelus del domingo 1 de marzo
El papa Francisco explicó la transfiguración de Jesús. Al concluir, destacó la dramática situación de Irak y Siria y también de Venezuela

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 01 de marzo de 2015 (Zenit.org) - El papa Francisco rezó este domingo la oración del ángelus en la ventana de su estudio que da hacia la Plaza de San Pedro, donde se encontraban miles de personas, fieles y peregrinos.

A continuación el texto completo

«Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

El domingo pasado la liturgia nos ha presentado a Jesús tentado en el desierto por Satanás, y victorioso sobre la tentación. A la luz del este Evangelio, hemos tomado nuevamente conciencia de nuestra condición de pecadores, pero también de la victoria sobre el mal ofrecida a todos los que toman el camino de conversión y como Jesús, quieren hacer la voluntad del Padre.

En este segundo domingo de cuaresma, la iglesia nos indica la finalidad de este itinerario de conversión, o sea la participación a la gloria de Cristo, en quien resplandece su rostro de Siervo obediente, muerto y resucitado por nosotros.

La página evangélica nos cuenta el evento de la Transfiguración, que se coloca en el ápice del ministerio público de Jesús. Él está en camino hacia Jerusalén, donde se cumplirán las profecías del 'Siervo de Dios' y se consumará su sacrificio redentor. Las multitudes no entienden esto, y delante a la perspectiva de un Mesías que contradice expectativas terrenas que ellos tienen, lo han abandonado. Ellos pensaban que el Mesías habría sido un liberador del dominio de los romanos, un liberador de la patria, y esta perspectiva de Jesús no les gusta y lo dejan.

También los apóstoles no entienden las palabras con las cuales Jesús anuncia la finalidad de su misión en la pasión gloriosa, no entienden. Jesús entonces toma la decisión de mostrarle a Pedro, Jacobo y Juan, una anticipación de su gloria. La que tendrá después de la Resurrección, para confirmarlo en la fe y animarlos a seguirlos en la vía de la prueba, en la vía de la cruz. Así en otro monte, inmerso en la oración, se transfigura delante de ellos: su rostro y toda su persona irradian una luz fulgurante. Los tres discípulos están asustados, mientras una nube blanca los envuelve y resuena desde lo alto --como en el bautismo en el Jordán-- la voz del Padre: 'Este es mi Hijo el amado: escuchadlo'.(Mc 9,7).

Y Jesús es el Hijo que se hizo Servidor, enviado al mundo para realizar a través de la cruz el proyecto de la salvación, para salvarnos a todos nosotros. Su plena adhesión a la voluntad del Padre, vuelve su humanidad transparente a la gloria de Dios, que es el Amor. Jesús se revela así, como la imagen perfecta del Padre, la irradiación de su gloria.

Es el cumplimiento de la revelación; por esto a su lado aparecen transfigurados Moisés y Elías, que representan la Ley de los profetas, significando que todo termina y comienza en Jesús, en su pasión y su gloria.

La voz de orden para los discípulos y para nosotros es esta: 'Escuchadlo'. Escuchen a Jesús. Es él el Salvador: seguidlo. Escuchar a Cristo, de hecho comporta asumir la lógica de su ministerio pascual, ponerse en camino con él, para hacer de la propia existencia un don de amor a los otros, en dócil obediencia con la voluntad de Dios, con una actitud de separación de las cosas mundanas y de libertad interior. Es necesario, en otras palabras, estar prontos a 'perder la propia vida', donándola para que todos los hombres sean salvados, y para que nos reencontremos en la felicidad eterna. (cfr Mc 8,35)


El camino de Jesús siempre nos lleva a la felicidad. No nos olvidemos: el camino de Jesús siempre nos lleva a la felicidad, habrá en medio una cruz o las pruebas, pero al final nos lleva siempre a la felicidad. Jesús no nos engaña. Nos prometió la felicidad y nos la dará si seguimos su camino.

Con Pedro, Jacobo y Juan, subimos también nosotros hoy, en el monte de la Transfiguración y nos detenemos en contemplación del rostro de Jesús, para recoger el mensaje y aplicarlo en nuestra vida; para que también nosotros podamos ser transfigurados por el amor.

En realidad el amor es capaz de transfigurar todo, el amor transfigura todo. ¿Creemos en esto?, ¿creemos en esto? ...Pero me parece que no tanto, de lo que escucho. ¿Creen que el amor transfigura todo? (los fieles responden: sí...) ha sí, escucho. Nos sostenga en este camino la Virgen María, que ahora invocamos con la oración del ángelus».

(Angelus domini...)

«Queridos hermanos y hermanas, lamentablemente no dejan de llegar noticias dramáticas desde Siria e Irak, relativas a violencias, secuestros de personas y abusos contra los cristianos y otros grupos. Queremos asegurar a los que son afectados por esta situación que no los olvidamos, sino que estamos cercanos a ellos y rezamos insistentemente para que lo antes posible se ponga fin a la intolerable brutalidad de la cual son víctimas.

Junto a los miembros de la Curia Romana he ofrecido con esta intención la última santa misa de los ejercicios espirituales que realicé el viernes pasado. Y al mismo tiempo pido a todos, de acuerdo a sus posibilidades, de preocuparse para aliviar los sufrimientos de los hermanos que están en la prueba, muchas veces solamente debido a la fe que profesan. Recemos por estos hermanos y hermanas que sufren debido a su fe en Siria y en Irak. Recemos en silencio... (instantes de silencio).

Deseo recordar también a Venezuela, que está viviendo nuevamente momentos de aguda tensión. Rezo por las víctimas, y en particular por el joven asesinado pocos días atrás en San Cristobal. Exhorto a todos a que rechacen la violencia, al respeto de la dignidad de cada persona y de la sacralidad de la vida humana. Y animo a que retomen un camino común para el bien del país, reabriendo espacios de encuentro y de diálogo sincero y constructivo. Confío esta querida Nación a la materna intercesión de Nuestra Señora de Coromoto”.

Dirijo un cordial saludo a todos: familias, grupos parroquiales, asociaciones, peregrinos de Roma y de Italia, y de los diversos países.

Saludo a los fieles que vienen de San Francisco, California, y a los jóvenes de las parroquias de Isola di Formentera. Saludo a los grupos de Fontaneto d’Agogna y Montello; a los bomberos de Tassullo; y a los jóvenes de Zambana.

Saludo cordialmente a los seminaristas de Pavía, juntos a su rector y al padre espiritual que han apenas terminado los ejercicios espirituales y que hoy regresan a su diócesis. Pidamos por ellos y para todos los seminaristas la gracias de volverse buenos sacerdotes.

Y a todos les deseo un buen domingo. No se olviden de rezar por mi. '¡Buon pranzo e arrivederci!'. 

(texto transcrito desde el audio en italiano y traducido por ZENIT)

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Santa Sede


Vaticano: 'La amenaza de atentados existe, pero no conocemos planes concretos'
El comandante de la Gendarmería Vaticana: 'El Papa es visto y respetado por el islam como la autoridad moral más influyente del mundo'. El discurso de Ratisbona, 'profético porque denunciaba la degeneración del islam extremista'

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 01 de marzo de 2015 (Zenit.org) - El comandante de la Gendarmeria del Vaticano, Domenico Giani, en declaraciones a la revista Policía Moderna, relacionada a dicho cuerpo de seguridad de Italia,  indicó que el papa Francisco es uno de los hombres más influyentes del mundo y al mismo tiempo uno de los más expuestos y vulnerables.

Interrogado sobre las amenazas que el Califato Islámico (Isis por sus siglas en inglés) envia a Italia y el Vaticano, el comandante admite que “la amenaza existe”. Y precisa que esto “emerge de los coloquios que tengo con los colegas italianos y extranjeros”. Entretanto precisa, “una cosa es la existencia de una amenaza, otra la planificación de un ataque. En este momento puedo decir que no tenemos conocimiento de plantes de ataque al Vaticano o al Santo Padre”.

En la entrevista, el comandante de la Gendarmería que sirvió a tres papas indica que uno de los momentos más críticos fue “el sucesivo al discurso que Benedicto XVI tuvo en Ratisbona, el 12 de septiembre del 2006. Un discurso que si hoy lo releemos parece profético porque denunciaba la degeneración de un cierto islam extremista, pero que entonces suscitó protestas muy fuerte contra el Papa”.

Giani asegura que existe además una buena colaboración con los Países islámicos, de los cuales “llegan preciosas informaciones y también testimonios de estima y admiración por el Santo Padre. Puedo decir que hoy el Santo Padre es visto y respetado por el islam como la más influyente autoridad moral del mundo”.

Sobre el estado de alerta de la Gendarmería precisa: “El nivel de atención es constantemente alto. No existen solamente las amenazas del Isis, pero también el peligro de acciones solitarias, que son más peligrosas porque imprevisibles. Pienso a fanáticos, o personas con problemas mentales, mitómanos, o simplemente individuos que podrían querer actuar en el Vaticano para recibir atención de los medios de comunicación”. 

¿Sobre cómo el Papa vive esta situación, el comandante Giani no tiene dudas: “El Santo Padre no piensa abandonar el estilo directo con el mayor número posible de personas. Y ahora como Pontífice es un sacerdote que no quiere perder el contacto con su rebaño”.  Y precisa que los encargados de la seguridad del Papa “tenemos que adecuarnos a él, y no lo contrario. Tenemos que hacer de todo para que él pueda seguir a realizar su ministerio como desea y cree”.

Sobre la residencia del Papa en la Domus Santa Marta, el comandante reconoce que es más peligrosa, porque el Palacio Apostólico es menos accesible, pero esto es parte de lo que el Santo Padre ha elegido y que no piensa cambiar por un potencial riesgo.

Es más fácil proteger al papa emérito Benedicto XVI, indica Giani, porque está en el interior de la Ciudad del Vaticano, en un convento y porque realiza diariamente solamente un paseo en los jardines, acompañado por gendarmes.

Consideró importante también que existen óptimas relaciones entre la Gendarmería del Vaticano y la policía italiana.

Leer también la entrevista: ¿Qué es la Gendarmería Vaticana?

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Rome Reports


¿Qué es lo que necesita una buena homilía? - (Vídeo)
El Vaticano publica un documento con ideas para que los sacerdotes preparen sus homilías

Por Rome Reports

ROMA, 01 de marzo de 2015 (Zenit.org) - Para ver el vídeo hacer click aquí

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La capilla que Gaudí diseñó para Chile verá la luz en 2017 - (Video)
Es la única obra del arquitecto construida fuera de España

Por Rome Reports

ROMA, 01 de marzo de 2015 (Zenit.org) - Para ver el vídeo hacer click aquí

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Parejas escriben libro sobre cómo superaron los problemas de la vida matrimonial - (Video)
Catholic and Married afronta temas como la convivencia, tener hijos o el divorcio

Por Rome Reports

ROMA, 01 de marzo de 2015 (Zenit.org) - Para ver el vídeo hacer click aquí

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Espiritualidad


Teresa de Jesús y la oración
'Palabra y Vida' del arzobispo de Barcelona

Por Cardenal Lluís Martínez Sistach

BARCELONA, 01 de marzo de 2015 (Zenit.org) - Las tres obras clásicas recomendadas a los cristianos en el tiempo de Cuaresma son la oración, el ayuno y la limosna. Hoy llevamos una vida muy ajetreada. Viendo el ritmo con el que vivimos, nos podemos preguntar si son muchas las personas que tienen tiempo para pensar en Dios y cuántas se acuerdan de invocarlo en la oración.

La oración es sobre todo una expresión de confianza y de amor a Dios. En este sentido, el teólogo Karl Rahner escribió un pensamiento citado a menudo que dice así: "El cristiano del futuro será místico o no será cristiano". La condición de místico se manifiesta en la vivencia de la existencia de Dios y al contemplar su gloria y darle gracias. El gran san Juan de la Cruz preguntó un día a una religiosa muy sencilla qué le parecía que era la mística. Y ella le dijo: "Pensar en Dios y darle gracias por su gloria". La respuesta, por su sencillez, gustó mucho al gran místico y poeta.

Orar es "un encuentro de amistad con quien sabemos que nos ama", decía santa Teresa de Jesús, de cuyo nacimiento estamos celebrando actualmente el quinto centenario. Es una definición que se ha convertido en famosa también por su sencillez. "Es pensar en Dios amándolo", enseñaba el padre Carlos de Foucauld.

Como dice el Catecismo de la Iglesia Católica, "la oración es la plegaria del hijo de Dios, del pecador perdonado que consiente en acoger el amor con que es amado y que quiere responder amando aún más. Pero sabe que su amor de respuesta es el que el Espíritu derrama en su corazón, ya que todo es gracia que viene de Dios. La oración es la entrega humilde y pobre a la voluntad amorosa del Padre en unión cada vez más profunda con su Hijo amado" (n. 2.712).

Orar es conversar con Dios como Padre nuestro que es, como el mejor de los amigos; y esto se puede hacer con pocas palabras, ya que el Evangelio nos advierte que no hagamos como los gentiles "que imaginan que han de ser escuchados a base de palabras". Es el corazón el que debe hablar a un Padre que sabe bien lo que necesitamos antes de pedirlo.

La oración debe estar incluida en la trama de nuestra vida diaria, surgiendo de la actividad cotidiana con sus ilusiones y fracasos, con sus éxitos y contrariedades, con sus alegrías y penas. La oración es como la expresión de la fe y tiene mucha relación con la esperanza y con la constancia. Nuestra oración debe estar llena de esperanza en Dios, a pesar de nuestros pecados o nuestras infidelidades, a imitación del patriarca Abraham, padre de los creyentes, de quien san Pablo afirma que, "habiendo esperando contra toda esperanza", no dudó ni tuvo la menor desconfianza en las promesas de Dios.

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Creo en mi papá
Catequesis para la familia

Por Redacción

MADRID, 01 de marzo de 2015 (Zenit.org) -  Por Sacramento Rosales

Tras la homilía del sacerdote, la asamblea celebrante reza el Credo. Es un momento especial, una manifestación de amor correspondido que sale de lo más hondo de nuestra experiencia y que compartimos con los demás. Comienza el Credo y manifestamos nuestro conocimiento de sabernos amados por Dios, primero por el Padre...

Sabiéndose a sí mismo cualificado y, puesto que su esencia misma es Amor, comenzó a donarse en cada cosa que creó y que más tarde quiso compartir con nosotros, a quienes nos instituyó como hijos.

Nuestra propia naturaleza de hijos suyos nos hará, a lo largo de la vida, preguntarnos por su existencia. Es por ello que nos enfrentamos a querer reconocernos en Él, aunque no seamos ni creyentes, porque la misma creación grita la Omnipotencia de Dios.

¿Pero cómo es Dios Padre?
Jesús, nos enseña a rezar el Padrenuestro, y nos explica :

"Miren los pájaros del cielo: ellos no siembran ni cosechan, ni acumulan en graneros, y sin embargo, el Padre que está en el cielo los alimenta. ¿No valen ustedes acaso más que ellos?
¿Quién de ustedes, por mucho que se inquiete, puede añadir un solo instante al tiempo de su vida?¿Y por qué se inquietan por el vestido? Miren los lirios del campo, cómo van creciendo sin fatigarse ni tejer.Yo les aseguro que ni Salomón, en el esplendor de su gloria, se vistió como uno de ellos.
Si Dios viste así la hierba de los campos, que hoy existe y mañana será echada al fuego, ¡cuánto más hará por ustedes, hombres de poca fe!" ( Mateo 6, 26-30)

Podemos añadir de nuestra propia cosecha, de esa con que el Espíritu Santo nos instruye y ayuda para poder llamar a Dios Papá;

-Saliendo al exterior a observar el cielo, las plantas, los insectos, intentando descubrir con cuanto amor Dios Padre sigue creando cada día para nosotros sus hijos. Con cuánto amor hace que la tierra gire en torno al sol para que todos podamos contemplar sus amaneceres.

-Preguntando a los más pequeños ¿Existe el viento? ¿Y cómo sabes que existe si no puedes verlo? ¿Cuándo te quiero con que lo hago? Y explicaran que de palabra. ¿Y si me quedara muda, dejaría de quererte? Y posiblemente digan que con abrazos. ¿Y si no tuviese brazos, dejaría de quererte? Concluimos en que el amor, la esencia de lo que sentimos está en el alma, aunque no podamos verla más allá de sus efectos en nosotros. Así son algunas cosas que Dios Padre crea y que por nuestras limitaciones aún no podemos comprender.

Lo más importante de todos es reconocerse como hijo cuando comenzamos el credo.Saber que es de mi Papá de quien se está hablando. Partiendo de ahí el resto es un proceso de aprendizaje que nuestro Padre se encargará de supervisar. Por eso es importante dedicar tiempo a nuestra familia en la catequesis del credo. Para que llegado el momento de su proclamación en la misa, podamos participar plenamente y no recitárlo como el que aprende al dedillo la estrofa de una canción o un verso.

Por: Sacramento Rosales  

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Santa Ángela de la Cruz - 2 de marzo

Por Isabel Orellana Vilches

MADRID, 01 de marzo de 2015 (Zenit.org) - «Pobre con los pobres, así vivió esta humilde monja que quiso por encima de todo estar clavada a la cruz de Cristo. Y este es el signo que vinculó a su nombre, que dio a su fundación y el que marcó su quehacer apostólico»

Isabel Orellana Vilches

Ángela Guerrero González nació en la espléndida ciudad de Sevilla, España, el 30 de enero de 1846. Su padre era cocinero en el convento de los padres Trinitarios y su esposa trabajaba también para los religiosos. En el hogar nacieron catorce hijos, de los cuales sobrevivieron seis. Su madre llegó a conocer su fundación. Angela era humilde, sencilla, muy alegre, devota y gran trabajadora; tenía un buen ejemplo en sus progenitores. Uno de los primeros recuerdos de su infancia, bien conocidos, fue su repentina desaparición –cosa de niños–, pero no se debió a una travesura ordinaria, como supuso enseguida Josefa, su madre. Así que apuntó al lugar donde pensaba que había podido ir: la iglesia. Y, efectivamente, allí estaba: orando, recorriendo los altares. Recordando el hecho, cuando ya era fundadora, decía: «Yo, todo el tiempo que podía, lo pasaba en la iglesia, echándome bendiciones de altar como hacen las chiquillas».

Para ayudar a los suyos comenzó a trabajar a los 12 años en el taller de una zapatería. Su formación fue muy precaria debido a la falta de recursos de su familia. Apenas pudo aprender a leer y escribir, pero su finura espiritual se hizo patente en ese cercano círculo. Así, mostraba rotundo desagrado ante conversaciones poco delicadas, teñidas por descalificaciones y blasfemias. Y, al menos en su presencia, sus compañeros se abstenían de proferir palabras malsonantes e improperios. Es otra característica de los santos quienes con su autoridad moral trazan caminos de bien comenzando por su entorno. Además de poner coto a la afilada lengua de los empleados, la santa les convencía para que rezasen el rosario. Éstos y otros rasgos de su virtud llegaron a oídos del padre Torres Padilla, quien le ayudó a dilucidar su vocación y a madurarla, orientándola hacia la vida apostólica. Tenía entonces 16 años. Al salir del trabajo visitaba hogares sumidos en la pobreza, frecuentaba iglesias y rezaba en sus altares. Los menesterosos de su barrio recibían sus limosnas.

Cuando en 1865 Sevilla fue abatida por el cólera, diezmando a las familias que vivían en los «corrales de vecindad», Ángela, que ya tenía 19 años, se desvivió para asistir a todos. Entonces abrió su corazón al padre Torres diciéndole que quería hacerse monja. Pero esta mujer audaz tenía un cuerpo menudo y era de complexión débil, así que cuando tocó la puerta de las Carmelitas Descalzas del barrio de Santa Cruz no fue admitida. Se temió que no pudiera soportar los rigores de la vida de clausura. Más tarde, fue postulante con las Hermanas de la Caridad. Sin embargo, su mala salud la obligó a salir del convento, pese a que las religiosas hicieron todo lo posible para que permaneciera junto a ellas buscándole destino en otros lugares, confiadas en una eventual mejoría. De modo que, en la calle nuevamente, Ángela partió con esta convicción: «Seré monja en el mundo». Y ante los pies del Crucificado hizo privada consagración de su vida el 1 de noviembre de 1871. Los dos años siguientes maduró su anhelo de vivir clavada –y subrayó esta expresión– junto a la cruz de Cristo, llamándose Ángela de la Cruz.

En 1873 formuló los votos perpetuos fuera del claustro, uniéndose por voto de obediencia a las indicaciones del padre Torres. En su corazón ya bullía el anhelo de «hacerse pobre con los pobres» (los llamaba sus señores), y formar la «Compañía de la Cruz». Con toda su confianza puesta en Cristo, en enero de 1875 comenzó a dar forma a este sueño. Se unieron a ella tres mujeres que se distinguían por su bondad y sencillez, y compartían el espíritu de pobreza. Una aportó los medios para alquilar un cuarto con «derecho a cocina», como entonces se decía. Y ese fue su «primer convento», austero, como los que irían surgiendo. Desplegaron una ingente labor asistencial realizada a tiempo completo, de día y de noche, que tenía como objetivo a los necesitados pobres y enfermos; limpiaban sus casas y les daban consuelo. Luego se mudaron a otra calle. Su acción ya había obtenido reconocimiento en estamentos religiosos. Vistieron un hábito y a Ángela pronto empezaron a llamarla «Madre». En medio de la labor pastoral realizaba duras penitencias y mortificaciones.

En 1876 el cardenal Spinola les dio la bendición. Y en 1894 ella mantuvo un encuentro con León XIII que aceptó su obra, aprobada después por Pío X en 1904. Sevilla y toda Andalucía acogió con gratitud y cariño a esta pobre «zapaterita, negrita, y tontita», como ella misma se definía, a la que acompañaba fama de santidad por sus virtudes y prodigios. Su forma de vida austera y mortificada suscitó numerosas vocaciones entre las jóvenes. Abría los brazos no solo a los pobres, sino también a potentados que solicitaban su atención, consejo y apoyo. Su amor por los necesitados le instó a realizar un gesto que otros santos tuvieron, como Catalina de Siena: succionar la supuración de las llagas de una enferma que se hallaba a punto de morir, y que sanó poco tiempo después.

Fue agraciada con visiones. Su itinerario espiritual estuvo marcado por grandes purificaciones que la condujeron a las más altas cimas de la mística, coronada por el desposorio espiritual. Fue reelegida cuatro veces madre general hasta sus 82 años. Cesó a instancias superiores eclesiales, y acogió con gran alegría volver a convertirse en una religiosa sin más responsabilidades. Una trombosis cerebral que se presentó el 7 de julio de 1931 la dejó casi paralizada. Y el 2 de marzo de 1932 voló al cielo. Lo último que se le había oído decir antes de perder el habla, fue: «No ser, no querer ser; pisotear el yo, enterrarlo si posible fuera...». Juan Pablo II la beatificó en Sevilla el 5 de noviembre de 1982 entre el delirio de las gentes que no ocultan su devoción por esta «madre de los pobres» como es conocida. Y el mismo pontífice la canonizó en Madrid el 4 de mayo de 2003. Su fiesta litúrgica es el 5 de noviembre, pero en el martirologio, criterio que rige este santoral, su celebración se fija para el día de hoy.

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