La Instrucción que regula los procesos de nulidad

El Papa recibe a los participantes en el Congreso por el X aniversario de la «Dignitas connubii»

 

El Santo Padre recibió esta mañana a los participantes en el congreso internacional que celebra el X aniversario de la publicación de la Instrucción «Dignitas connubii». El simposio fue organizado por la Facultad de Derecho Canónico de la Pontificia Universidad Gregoriana y con el patrocinio del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos y de la Consociatio internationalis studio iuris canonici promovendo.

26/01/15 8:00 PM


(Aica/InfoCatólica) El 25 de enero de 2005, en la fiesta de la Conversión de San Pablo Apóstol, el Consejo Pontificio para los Textos Legislativos, publicaba la Instrucción que deben observar los Tribunales diocesanos e interdiocesanos al tratar las causas de nulidad del matrimonio, titulada Dignitas connubii, en la que se explica que la dignidad del matrimonio, que entre bautizados «es imagen y participación de la alianza de amor entre Cristo y la Iglesia», reclama que la Iglesia promueva el matrimonio y la familia fundada en él con la mayor solicitud pastoral y, con todos los medios posibles, los proteja y defienda.

El Pontífice destacó que la amplia participación en este encuentro, de casi 120 personas, indica la importancia de la Instrucción Dignitas connubii, que no está destinada a los especialistas del derecho, sino a quienes trabajan en los tribunales locales puesto que, en efecto, se trata de un modesto pero útil vademécum que lleva de la mano a los ministros de estos tribunales a fin de que los procesos se desarrollen de modo seguro y rápido al mismo tiempo.

Abreviar el itinerario procesal

Tras afirmar que el conocimiento de esta Instrucción también podrá ayudar en el futuro a los ministros de los tribunales a abreviar el itinerario procesal, que los cónyuges suelen percibir frecuentemente como largo y fatigoso; el Papa recordó que aún no se han estudiado todos los recursos que la Dignitas connubii pone a disposición para llevar a cabo un proceso rápido y libre de todo formalismo y que no se pueden excluir para el futuro ulteriores intervenciones legislativas tendentes a la misma finalidad.

El Pontífice volvió a recordar que entre las solicitudes de esta instrucción está la de la aportación propia y original del defensor del vínculo en el proceso matrimonial, cuya presencia y cumplimiento fiel de su deber no condiciona al juez, sino que permite favorecer la imparcialidad de su juicio, al presentarle los argumentos a favor y en contra de la declaración de nulidad del matrimonio.

Antes de impartirles su Bendición Apostólica, el Obispo de Roma concluyó este encuentro encomendando a María Santísima, Sedes Sapientiae, la prosecución de sus estudios y reflexiones sobre cuanto el Señor quiere hoy para el bien de las almas, que adquirió con su sangre.