El ruego del Patriarca Greco-Melquita de Siria, Gregorio III Laham, de encender cada noche una vela como “llama de luz y esperanza por la paz en Siria” será amplificado este domingo 25 de enero a las 21 h. en una acción que se difunde ya por las redes sociales y que simboliza una plegaria.

El Patriarca pidió que los cristianos encendieran cada noche una vela y rezaran por la paz en Siria, Oriente Medio y el mundo. El día 25, fiesta de San Pablo y final de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, muchos podrán sumarse a esta iniciativa en las redes sociales.

Cristianos de todas las confesiones y cualquier persona está invitada a sumarse a la petición del Papa Francisco y del Patriarca Greco-Melquita, rezando por los cristianos perseguidos, los refugiados y los que sufren por confesar la fe. La web del Opus Dei, recoge hoy esta acción y ofrece herramientas para difundirla. https://medium.com/@opusdei_es/rezar-por-los-cristianos-perseguidos-551ea3ddda32

El Patriarca pidió  “a todos los fieles de la Iglesia greco-melquita católica del mundo árabe, a los de la diáspora en todo el mundo, a todos los creyentes esparcidos por todas partes, a las organizaciones humanitarias, a las instituciones sociales… a encender cada noche una vela y decir una oración por la paz en Siria, Oriente Medio y el mundo”.

“Nos estáis ayudando a ayudar a otras personas con el poder de la fe y la caridad”, aseguraba, en agosto de 2014 el Patriarca en una entrevista a Ayuda a la Iglesia Necesitada. En esa ocasión confesaba: “estamos cansados. A veces perdemos la esperanza. A veces incluso gritamos a Dios. Ahora necesitamos un esfuerzo conjunto para terminar con esta tragedia. Sois nuestra ayuda, lleváis la cruz con nosotros en estos años de tragedia”.

El Papa Francisco se refirió en octubre al ecumenismo de la sangre: “Ecumenismo espiritual, rezar juntos y anunciar juntos que Jesús es el Señor, y obrar juntos en ayuda de los pobres, en todas sus pobrezas. Esto se debe hacer, y no olvidar que hoy la sangre de Jesús, derramada por sus numerosos mártires cristianos en diversas partes del mundo, nos interpela y nos impulsa a la unidad. Para los perseguidores, nosotros no estamos divididos, no somos luteranos, ortodoxos, evangélicos, católicos… ¡No! ¡Somos uno! Para los perseguidores, somos cristianos. No les interesa otra cosa. Es el ecumenismo de la sangre que se vive hoy”, dijo a los miembros de la Fraternidad Católica de las Comunidades y Asociaciones Carismáticas de Alianza.

(Prensa Opus Dei)