«No podremos volver a dormir en paz si las dejan allí»

La familia del P. Pajares asegura que si está en su sano juicio no querrá volver dejando a dos religiosas enfermas

 

La familia del religioso español Miguel Pajares, enfermo de ébola en Liberia, ha pedido que se traslade también a España a las dos misioneras infectadas Chantal Pascaline y Paciencia Melgar. Todos ellos permanecen en el Hospital San José de Monrovia, aunque sólo está previsto que sean evacuados Pajares y la hermana Juliana Bohi, de origen guineano y nacionalidad española que no está contagiada por el virus. Las dos religiosas enfermas tienen nacionalidad congoleña y guineana.

6/08/14 2:10 PM


(EP/InfoCatólica) «Estoy segura de que si Miguel estuviese en su sano juicio no las dejaría allí, nunca las abandonaría, porque todos tenemos derecho a una muerte digna y más ellos que son verdaderos hermanos», ha explicado en declaraciones a Europa Press Begoña Martín, prima del sacerdote enfermo.

Martín ha pedido a la autoridades española que hagan todo lo posible por traer a las dos misioneras enfermas, a las que conoce personalmente. «No podremos volver a dormir en paz si las dejan allí y mi primo nunca las abandonaría», ha asegurado la familiar de Pajares.

Begoña Martín habló por última vez con el misionero el pasado sábado cuando lo encontró «muy cansado y preocupado por la fiebre que ya tenía». Según ha indicado, desde hacía un mes les enviaba correos electrónicos en los que les transmitía su preocupación y «pedía ayuda ante la enfermedad del hermano Patrick Nshamdze, que falleció la pasada semana».

La familia apoya la decisión del Gobierno español de repatriar a Miguel Pajares aunque considera que «los trámites han sido un poco lentos». «No se si es la mejor opción repatriarlos o un hospital de campaña para atenderlos allí, lo que me tiene en vilo es que los traigan a todos», ha insistido Martín.

Sería trasladado al hospital Carlos III y no a La Paz

Tras una mañana de rumores y reuniones en La Paz y en el Carlos III finalmente ha sido este último el elegido para el ingreso del sacerdote Miguel Pajares, afectado por el ébola. Los trabajadores del primer centro habían mostrado su preocupación al diario El Mundo por la falta de preparación y medios de este centro para atender a un paciente de estas características.

En cambio, el Carlos III había sido el centro de referencia hasta que se decidió su transformación y por eso se prepara ahora a toda prisa su sexta planta (cerrada en los últimos meses), que dispone de habitaciones de aislamiento compresión negativa para estos casos.