NOTA DE PRENSA

Dr. José Luis Sánchez: “Para Marías lo más perjudicial que ha sucedido al hombre desde el siglo XX es no diferenciar persona de cosa”

  • A continuación de la conferencia de Monseñor Sánchez Sorondo, el Dr. José Luis Sánchez, Vicerrector de Extensión Cultural y Universitaria de la UCV y Director del curso de Pensamiento Cristiano, ha reflexionado en torno a las teorías desarrolladas por Marías en la famosa obra Antropología Metafísica. El Dr. Sánchez ha recordado que lo más perjudicial que le ha sucedido al ser humano desde el siglo XX para Marías es “no diferenciar persona y cosa”.


 

SANTANDER | 05.08.2014


 

El Dr. Sánchez ha recordado que para Marías “la persona como tal se deriva de la nada, de toda otra realidad, ya que a ninguna de ellas puede reducirse”. Si no la vemos como creada nos resulta “literalmente inexplicable o bien parece violentamente reducida a lo que no puede ser: una cosa”.

“Respecto a este tema, Marías afirma que no podemos demostrar que Dios crea a cada persona, porque no disponemos de Él. Lo evidente es, en cambio, que cada persona significa una radical novedad. Así para poder hablar de un creador, antes hay que poder mostrar una creación ex novo (nueva) y ex nihilo (de la nada); si la materia (protón más electrón) no tiene razón ni libertad, no puede crearla, ni el hombre ni en un mundo inteligente. Solo puede crear un ser inteligente, libre, para poder fortalecer el libre albedrío”, ha expuesto.

El Director del Curso ha apuntado, además, que Marías hablaba del niño como alguien “que se deriva del padre y de la madre, de los antepasados y del cosmos físico; pero, quién es, se trata de una cosa distinta. Cuando el niño nace es un tercero absolutamente distinto, irreductible a todo lo demás”.

“En su opinión, al reducir las personas a cosas se ha llegado a lo más grave que le ha ocurrido al ser humano, la legalización del aborto. Igual que hoy nos escandalizamos de que el hombre haya sometido –y, en algunos lugares aún someta– a sus semejantes a esclavitud en un futuro sucederá lo mismo con el aborto”, ha aseverado el Dr Sánchez.

El Vicerrector de la UCV ha relatado que Marías mostró a la persona como “una innovación radical de la realidad” porque pudo no ser y, sin embargo, es: “Si las categorías humanas fueran las de la materia estaríamos siendo deterministas, cosa que es falsa cuando nos referimos al hombre. La persona no se puede reducir a realidades dadas porque, además de su genética y del medio ambiente en que se desarrolla, la persona es una novedad permanente que se va haciendo”.

El Dr. Sánchez ha subrayado que Marías, a partir del concepto de la circunstancia de Ortega –“yo soy yo y mis circunstancias”– elabora, la “estructura empírica de la vida humana”. El intelectual español “objetivizó al hombre para así tener conocimiento empírico de lo que es la vida humana, que sería su estructura empírica”.

A través de esta teoría, el Director del Curso de Pensamiento Cristiano ha referido que “Marías constituye unas verdaderas categorías antropológicas, a partir de las que nos hace descubrir que el ser humano -que es sexuado antes que sexual, hombre y mujer- es vectorial.

El Dr. Sánchez ha manifestado que Marías entendía al hombre como ser “trascendente”, capax dei, (capaz de Dios, del latín), porque es un ser “nuevo” y sus características no se pueden reducir “a la genética y al medioambiente”.

“A partir de esta teoría empírica Marías no solo encuentra la posibilidad de Dios desde la circunstancia de la persona sino también su necesidad vital de trascendencia. Una de las categorías filosóficas de las circunstancias de Marías es, precisamente, que el amor no se entiende sin la eternidad. Si una persona ama no entiende que no haya una eternidad porque lo vive como a alguien que amó desde siempre y para la eternidad”, ha incidido.

Según las ideas del discípulo de Ortega, la persona de la que alguien se enamora “se convierte en un proyecto, siendo así que el amor es hacer del otro el proyecto de la propia vida”; si no es de este modo, “no existe amor”. Por eso Marías hizo hincapié en que el amor “no se puede reducir al sentimiento”.

 

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