CARTA DEL OBISPO

JORNADA DE LA INFANCIA MISIONERA

Los niños ayudan a los niños

 

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SANTANDER | 24.01.2014


 

Queridos hermanos en Cristo:

El domingo, día 26 de enero, se celebra en toda la Iglesia en España la Jornada de la Infancia Misionera. Son los niños quienes, después de la fiesta entrañable de los Reyes Magos, vuelven a tener el protagonismo en la Iglesia.

Los objetivos de la Jornada son: colaborar con los padres y educadores en el despertar progresivo de la conciencia misionera universal en los niños y niñas; ayudar a los pequeños a desarrollar su protagonismo misionero; moverles a compartir la fe y los medios materiales. Desde sus inicios, la Infancia Misionera se configuró como un camino de fe, gracias al cual los niños descubrían la alegría de servir a los hermanos.

Cuando hablamos de la misión, inmediatamente pensamos en los misioneros, hombres y mujeres adultos que han dejado su casa, la tierra que les vio nacer, sus familias y sus comunidades, y se han lanzado a la aventura de llevar el reino de Dios a los lugares más recónditos, a las geografías más extremas. Sin embargo, la misión no es solo cosa de los misioneros. Los niños también son protagonistas y promotores de la misión, y acreditados valedores del espíritu que anima el envío mismo.

            El lema de la Jornada de este año 2014 es: Los niños ayudan a los niños. Hablamos de niños que están en el proceso de la iniciación cristiana y que ya entienden el compromiso del amor y de la solidaridad sin fronteras. El lema es audaz y provocativo: supone que los niños son capaces de comprender que lo que tienen lo han recibido gratuitamente y que están llamados a compartirlo con los demás; es una oportunidad para iniciarles en la experiencia de salir de uno mismo para ir al encuentro de los otros.

            Hacer caer en la cuenta a los niños de que nada de lo que sucede a los otros nos es indiferente, los educa en una mayor sensibilidad ante el sufrimiento de los demás, suscita en ellos el deseo de ayudar, desarrolla actitudes de solidaridad, de servicio, de comunión, de rechazo de la violencia y la injusticia.

            Desde esta sencilla carta pastoral exhorto a niños y a mayores a compartir la oración, el sacrificio y la ayuda económica. En los últimos años está descendiendo entre nosotros la colecta a favor de la Infancia Misionera, por eso debemos hacer un esfuerzo mayor de generosidad.  Tomemos conciencia viva de la necesidad de inculcar en los niños la alegría de ser “misioneros” de Jesús. Agradezco al Sr. Delegado Diocesano de Misiones, D. Francisco Hoyo Ceballos y a todo el Equipo de la Delegación su interés y esfuerzo por despertar en nuestra Diócesis de Santander la  conciencia misionera. ¡Feliz Jornada de la Infancia Misionera!

            Con mi afecto, agradecimiento y bendición,

+ Vicente Jiménez Zamora
Obispo de Santander