18.11.13

Thomas J. Paprocki, Obispo de Sringfield

El titular no hace justicia, pero es que quedaría muy largo. El día 20 de noviembre, Pat Quinn, gobernador de Ilinois, firmará el proyecto de ley que, obviando hacer consulta popular, desnaturaliza el matrimonio legalmente.

El mismo día, Mons. Thomas Paprocki, Obispo de Springfield, presidirá una oración de súplica y exorcismo en reparación por el pecado del «matrimonio» homosexual. Acto al que han sido invitados sacerdotes, religiosos y laicos.

Mons. Paprocki ha querido explicar este acto en el comunicado de la diócesis:

El contexto para esta oración puede entenderse recordando las palabras del papa Francisco cuando tuvo que afrontar una situación similar, como arzobispo de Buenos Aires, en 2010.

Respecto a la re-definición del matrimonio civil en Argentina, el entonces cardenal Bergoglio escribió el 22 de junio de 2010: «El pueblo argentino deberá afrontar, en las próximas semanas, una situación cuyo resultado puede herir gravemente a la familia. Se trata del proyecto de ley sobre matrimonio de personas del mismo sexo.

Está en juego la identidad, y la supervivencia de la familia: papá, mamá e hijos. Está en juego la vida de tantos niños que serán discriminados de antemano privándolos de la maduración humana que Dios quiso se diera con un padre y una madre. Está en juego un rechazo frontal a la ley de Dios, grabada además en nuestros corazones.

No seamos ingenuos: no se trata de una simple lucha política; es la pretensión destructiva al plan de Dios. No se trata de un mero proyecto legislativo (éste es sólo el instrumento) sino de una movida del Padre de la Mentira que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios»

El obispo de Springfield afirmó que «la referencia del Papa al ‘Padre de la mentira’ está tomada del evangelio (Jn, 8, 44) el que Jesús se refiere al demonio como ‘mentiroso y padre de la mentira‘. Del mismo modo, el Papa Francisco dice que ‘el matrimonio del mismo sexo viene del demonio y como tal debe ser condenado‘».

Identificado el origen, el obispo no se queda en un simple discurso o condena, pone los medios adecuados y proporcionados, como tiene que ser.

Las oraciones de «Súplica y Exorcismo que pueden ser utilizadas en circunstancias especiales de la Iglesia» están tomadas de los Apéndices de la Edición Latina de 2004 del Ritual de Exorcismos, en cuya introducción se explica que «La presencia del Diablo y otros demonios se pone de manifiesto no solo cuando tienta o atormenta a las personas, sino también por la intervención de su acción en cosas y lugares, de alguna manera, así como por las diversos modos de oposición y persecución contra la Iglesia. Si un obispo diocesano, en circunstancias especiales, considera conveniente convocar a los fieles a rezar juntos, presididos y dirigidos por un sacerdote, se pueden tomar textos de estos apéndices para preparar la oración de súplica».

Mons. Paprocki, no se arredró y señaló tanto el pecado público de los «contrayentes» como el de los políticos que aprueban esa legislación, que son «moralmente cómplices y cooperadores al facilitar este pecado grave». Y, como en el caso anterior, no se limita a identificar la causa, da el remedio instando a la acción:

Todos los políticos tienen ahora la obligación moral de trabajar para repeler a esta legislación perversa y rechazable. Debemos orar para ser librados de este demonio que ha entrado en nuestro estado y en nuestra iglesia. Debemos rezar para ser liberados de este demonio que ha entrado en nuestro estado y en nuestra Iglesia.

No podía ser de otro manera, con esperanza cristiana, no optimismo tonto, esperanza y misericordia: «el Papa Francisco nos urge también a acudir a la misericordia divina, así que es bueno recordar la expresión profunda de la misericordia de Dios que susurró Jesús mientras expiraba en la Cruz para salvarnos de nuestros pecados: ‘Padre, perdónales porque no saben lo que hacen’ (Lc 23, 34).

Hace tres años, por estas fechas Mons. Paprocki lideró una iniciativa para que en todas las diócesis de USA hubiese exorcistas. Al igual que lo que comentaba sobre Mons. Kurtz y su defensa de la vida con medios sobrenaturales por delante, ojalá este tipo de actuaciones también sean contagiosas. Es sólo una idea.