16.11.13

 

Pretender que alguien se tome la molestia de leerse no digo un libro, sino unas pocas páginas para saber de qué va, sería pedir imposibles. Aquí, listos que somos, nos basta el título para saber que debe ir a la hoguera. Si además de un título que no es para nada políticamente correcto, viene avalado por un arzobispado, y encima el de Granada, no hay remisión.

“Cásate y sé sumisa”, de la italiana Costanza Miriano ha conseguido en España lo que nadie había sido capaz de lograr: un consenso que ni el de la famosa transición. Partidos políticos de diversísimo signo, sindicatos, asociaciones de lo más diverso, prensa, radio, televisión y, como no podía ser menos, las comunidades cristianas populares de Andalucía amén de algunos otros grupos y grupúsculos. Por unanimidad: culpable de machismo e incitación a la violencia.

Hace unos días me encontré con un colega indignado por el librejo en cuestión. Le pregunté algo tan simple como si había leído algo del libro. Evidentemente no, pero no era necesario, ya que había visto en televisión algunos párrafos y eran inaceptables. Manda narices, para un sacerdote algún párrafo aislado, elegido por televisión española, es prueba contundente de un libro desatinado y encima avalado por la Iglesia. Tímidamente llegué a sugerir que el libro en Italia se había convertido en un auténtico exitazo de ventas. Líquido, que diría el torero, todo líquido. Eso es porque en Italia hay mucho machismo.

Pues ya que los argumentos de los oponentes han tenido amplísima difusión, me gustaría llevar la contraria y, simplemente, ofrecer algunas otras visiones por si alguien tiene la suficiente ponderación como para no dejarse llevar en su idea por el frenesí originado por un título para nada desafortunado, ya que si quería publicidad y dar que hablar, verdaderamente lo ha conseguido con creces.

Aquí tienen otras formas de verlo. Por ejemplo, la de su autora, que se expresa con toda libertad. O algunas de lectores encantadísimos con lo leído. Por ejemplo bien vale leer lo que dicen en Amazon o en agapea (en ambos casos hay que ir al final de la página).

No estaría de paso mal el recordar que, según explica el arzobispo de Granada en su carta a propósito del librola obra ha sido positivamente reconocida como «evangelizadora» por «L´Observatore Romano» y que su autora, Dña. Constaza Miriano, ha sido invitada a participar en el reciente Seminario organizado por el Pontificio Consejo para los Laicos con la ocasión del XXV aniversario de la publicación de la Carta Apostólica del Beato Juan Pablo II «Mulieris Dignitatem», sobre la dignidad de la mujer.

Es igual. Eso no significa nada, más que corroborar que estamos en una iglesia machista, que el arzobispo de Granada es un misógino, que el Vaticano huele a antifeminismo que atufa y que a ver si viene el papa Francisco y pone orden.

Tratar de cargarse un libro poque el título no gusta es una simpleza de las de órdago a la grande con las de Peterete: cuatro, cinco, seis y siete. Eso no se le ocurre ni al que asó la manteca. Cualquier persona, ante un título chocante o una frase aparentemente absurda, lo primero que hace es preguntar. Pero bueno, en este caso era innecesario. Un libro escrito por una mujer de misa diaria y avalado por el azobispo de Granada no puede ser cosa buena.

Pero a ver, Jorge: ¿tú te has leído el libro? Pues no he tenido la oportunidad. He visto las críticas feroces y directamente digo que me extrañó todo. Por eso al lado de todos los contras, expongo que he leído otras cosas. Nunca viene mal acceder a opiniones diversas.