11.11.13

 

Este fin de semana, conferencia política del PSOE. Nada nuevo, más bien, todo muy antiguo, años treinta. Las mismas propuestas de entonces: supresión de la enseñanza religiosa, denuncia de acuerdos iglesia-estado, laicidad y un viva la república que se hizo notar en esos abucheos cuando se tocó el tema de la monarquía.

El PSOE se puso el disfraz de la moderación porque de lo contrario no tocaba bola en la transición. Normal. Pablo Iglesias lo dejó perfectamente claro en el Congreso de los diputados: “El partido que yo aquí represento aspira a concluir con los antagonismos sociales,… esta aspiración lleva consigo la supresión de la magistratura, la supresión de la iglesia, la supresión del ejercito… Este partido está en la legalidad mientras la legalidad le permita adquirir lo que necesita; fuera de la legalidad cuando ella no le permita realizar sus aspiraciones“. Más tarde Felipe González, en un alarde dialéctico de envergadura, dio aquello de algo así como que “ser de izquierdas es gobernar depende de la coyuntura para sacar lo que a uno le interesa”. Quizá algún lector pueda aportar la frase exacta.

Durante algunos años, hasta ver una masa de votantes amplia y bastante garantizada, se callaron algunas cosas. Hoy, con un discurso político con menos futuro que un ladrón de campanillas con Parkinson, vuelve el anticlericalismo, el laicismo y la sempiterna denuncia de los privilegios de la Iglesia, entre los cuales destaca el ser la institución favorita de los pobres, con más de 1.300.000 personas atendidas en Cáritas el pasado año.

Pide el PSOE rubalcabesco que se acabe con la casilla de la Iglesia católica en la declaración del IRPF. Craso error en un partido democrático según se definen. Un partido amante de la libertad, del respeto al ciudadano, la tolerancia y la “moderancia”, lo que debe hacer es vivir simplemente de lo que quieran entregarle libremente los ciudadanos. Eso sí que es transparencia. Se revisa la declaración del IRPF y además de la casilla de fines sociales y de la Iglesia, se colocan algunas más, por ejemplo una para “actividades políticas y sindicales”.

Es facilito. De la misma forma que las distintas ONGs y asociaciones se reparten lo que los ciudadanos voluntariamente desean que vaya para ellos, los partidos políticos y los sindicatos toman lo que los españolitos han decidido que sea para ellos en puro ejercicio de democracia y se lo reparten como buenos hermanos. Y ya está. A vivir de los militantes y de la crucecita para actividades políticas y sindicales. Y NI UN EURO MÁS.

Pues no. La Iglesia de sus fieles ¡que ya lo hace! y los demás a chupar del bote. Por supuesto, todo en aras de una más perfecta democracia. Leemos en la prensa que “El Gobierno ha reservado 84,7 millones de euros de los Presupuestos Generales de 2014 para subvenciones a los partidos políticos". De los sindicatos, mejor ni hablamos.

Viva la democracia. Auméntense las crucecitas en la declaración del IRPF y cada cual viva de sus militantes y de la crucecita, como la privilegiada iglesia católica. ¿A que no hay lo que tiene que haber, señores políticos? Partidos, sindicatos… militantes y crucecita, como la iglesia, como esa entidad tan antidemocrática, reaccionaria y llena de prebendas. Y ni un euro más. ¿A que no hay…?

POST DATA AGRADECIDA
No entiendo mucho de estadísticas, visitas, descargas y cosas de esas. Pero cada bloguero tiene su contador y a veces echo un vistazo. Y veo que desde que comencé mi andadura en Infocatólica pasan de un millón las páginas descargadas de este blog y se acercan a 550.000 las visitas. Oigan, pues que muy agradecido. Realmente ustedes no tienen precio. Dios los bendiga.