ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 10 de noviembre de 2013

la frase del día

'Da lo que tienes para que merezcas recibir lo que te falta'.
San Agustín (354 - 430)

 


El papa Francisco

Francisco en el ángelus: 'La relación de Dios con cada uno es más fuerte que la muerte'
La vida que Dios nos prepara no es un simple embellecimiento de la actual: esa supera nuestra imaginación, porque Dios nos asombra continuamente

El santo padre invita a no bajar la guardia ante el racismo y la intolerancia
Con motivo de los 75 años de la llamada 'Noche de los cristales' contra los judíos a inicios de la Segunda Guerra Mundial

El papa nombra a sus enviados para la fiesta de S. Roque Gonzáles en Paraguay
Por los 25 años del primer santo paraguayo el cardenal Hummes presidirá en nombre del santo padre las celebraciones

El papa pide oraciones y ayuda para las víctimas del tifón que azotó Filipinas
El santo padre envía a través de su secretario de estado, Mons. Parolín, una carta al presidente Aquino III

Mirada al mundo

Europa: 'La prensa ya no marca la agenda del papa, sino que él marca la de los medios'
El portavoz de la CCEE valora el método del santo padre Francisco. 'No es estrategia o marketing, es su sinceridad'

Perú. El cardenal Cipriani: 'Envíale un WhatsApp al Espíritu Santo'
El Arzobispo de Lima sugiere cómo orar a un grupo de alumnas del colegio Salcantay

Médicos costarricenses recibirán capacitación en hospital fundado por el Padre Pío
Presidenta Laura Chinchilla en su viaje a Roma se reunió también con representantes de una de las organizaciones de ayuda social más importantes del mundo

SANTOS Y BEATOS: EPOPEYAS DE AMOR. EJEMPLO DEL DÍA

San Andrés Avelino (o Andrea Avellino)
«Alcance espiritual del arrepentimiento. Este teatino, cuando era sacerdote secular cometió un desliz en el ejercicio de la abogacía, y al reparar en su debilidad, impulsado por su aflicción, no cejó en su búsqueda de la santidad»


El papa Francisco


Francisco en el ángelus: 'La relación de Dios con cada uno es más fuerte que la muerte'
La vida que Dios nos prepara no es un simple embellecimiento de la actual: esa supera nuestra imaginación, porque Dios nos asombra continuamente

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 10 de noviembre de 2013 (Zenit.org) - El papa Francisco dirigió al medio día de este domingo lluvioso de otoño, un mensaje de esperanza en Dios y su promesa de la vida eterna, partiendo del evangelio del día.

Fue con motivo de la oración del ángelus, que rezó al medio día desde la ventana de su oficina, ante la multitud reunida en la plaza de San Pedro. A continuación transcribimos el texto incluyendo algunas improvisaciones que realizó el santo padre. 

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

El evangelio de este domingo nos presenta a Jesús que se enfrenta a los saduceos, quienes negaban la resurrección. Y es justamente sobre este tema que ellos interrogan a Jesús, para ponerlo en dificultad y ridicularizar la fe en la resurrección de los muertos. Parten de un caso imaginario: 'Una mujer tuvo siete maridos, muerto uno después del otro', y le preguntan a Jesús: 'De quién será esposa esta mujer después de su muerte?'.

Jesús siempre manso y paciente les indica como primera cosa, que la vida después de la muerte no tiene los mismos parámetros de aquella terrena. La vida eterna es otra vida, en otra dimensión, en la cual entre otras cosas no existirá más el matrimonio, que está relacionado a nuestra existencia en este mundo. Los resucitados -dice Jesús- serán como los ángeles y vivirán en un estado diverso que ahora no podemos sentir ni imaginar. Y así lo Jesús explica. 

Pero después, por así decir, pasa al contraataque. Y lo hace citando la sagrada escritura, con una simplicidad y una originalidad que nos dejan llenos de amor hacia nuestro Maestro, ¡el único Maestro!

La prueba de la resurrección, Jesús la encuentra en el episodio de Moisés y de la zarza ardiente, allí en donde Dios se revela como el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. El nombre de Dios está unido a los nombres de los hombres y de las mujeres con los cuales Él se relaciona, y este nexo es más fuerte que la muerte. Y nosotros podemos decir esto de la relación de Dios con nosotros. Él es nuestro Dios; Él es el Dios de cada uno de nosotros; como si Él llevara nuestro nombre, le gusta decirlo, y esta es la Alianza.

He aquí por qué Jesús afirma: 'Dios no es de los muertos pero de los vivos, para que todos vivan en Él”. Esta es una ligación definitiva; la alianza fundamental es aquella con Jesús; Él mismo es la Alianza, Él mismo es la Vida y la Resurrección, porque con su amor crucificado ha vencido la muerte.

En Jesús, Dios nos da la vida eterna, nos la da a todos, y todos gracias a Él tienen la esperanza de una vida aún más verdadera que la actual.

La vida que Dios nos prepara no es un simple embellecimiento de la actual: esa supera nuestra imaginación, porque Dios nos asombra continuamente con su amor y con su misericordia.

Por lo tanto sucederá lo contrario de lo que esperaban los saduceos. No es esta la vida que será referencia de la eternidad, a la otra vida que nos espera; pero es la eternidad, es esa la vida que ilumina y da esperanza a la vida terrena de cada uno de nosotros. Si miramos solamente con mirada humana somos llevados a decir: el camino del hombre va de la vida hacia la muerte, eso se ve; pero eso es solamente si lo miramos con ojos humanos.

Jesús invierte esta perspectiva y afirma que nuestra peregrinación va de la muerte hacia la vida: la vida plena; nosotros estamos en camino, en peregrinación hacia la vida plena y esa vida plena nos ilumina en nuestro camino. Por lo tanto la muerte se queda detrás de nuestras espaldas, no delante de nosotros.

Delante de nosotros está el Dios de los vivos, el Dios de la Alianza, el Dios que lleva mi nombre, nuestro nombre, como Él dijo, yo soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, y también en Dios con mi nombre, con tu nombre, con tu nombre con nuestro nombre. El Dios de los vivos.

Está la definitiva derrota del pecado y de la muerte, el inicio de un nuevo tiempo de alegría y de luz sin fin. Pero ya en esta tierra, en la oración, en los sacramentos, en la fraternidad, nosotros encontramos a Jesús y su amor, y así podemos pregustar algo de la vida de la resurrección.

La experiencia que hacemos de su amor y de su fidelidad enciende como un fuego en nuestro corazón y aumenta nuestra fe en la resurrección. De hecho, si Dios es fiel y nos ama, no puede hacerlo en un tiempo limitado, la fidelidad es eterna, no puede cambiar, el amor de Dios es eterno y no puede cambiar, no es en un tiempo limitado, es para siempre, hacia adelante. Él es fiel para siempre y Él nos espera a cada uno de nosotros con esta fidelidad eterna.  

(RED/HSM)

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


El santo padre invita a no bajar la guardia ante el racismo y la intolerancia
Con motivo de los 75 años de la llamada 'Noche de los cristales' contra los judíos a inicios de la Segunda Guerra Mundial

Por Redacción

ROMA, 10 de noviembre de 2013 (Zenit.org) - El santo padre al concluir la oración del ángelus este domingo en Roma, reiteró a los fieles la necesidad de no olvidar y de no bajar la guardia delante de fenómenos como el racismo y la intolerancia. 

"Hoy se cumplen --dijo el santo padre-- los 75 años del la llamada 'Noche de los cristales': las violencias de la noche entre el 9 y el 10 de noviembre de 1938 contra los judíos, las sinagogas, las habitaciones y los negocios marcaron un triste paso hacia la tragedia de la Shoha".

El papa añadió que "renovamos nuestra cercanía y solidaridad al pueblo judío, nuestros hermanos mayores y rezamos a Dios para que la memoria del pasado, la memoria de los pecados pasados, nos ayude a estar siempre vigilantes contra cualquier forma de odio e intolerancia".  

La 'Kristallnacht' fueron una serie de ataques combinados ocurridos en Alemania y Austria durante la noche del 9 al 10 de noviembre de 1938, presentado por las autoridades nazis como una reacción espontánea de la población tras el asesinato de un funcionario de la embajada alemana en París por un joven judío polaco de origen alemán. La 'Noche de los cristales' fue ejecutada por las tropas de asalto de las SA. SS y Gestapo, conjuntamente con agrupaciones civiles.

"Aquella noche vi arder la sinagoga desde la ventana de mi casa, cuando ya nos íbamos a la cama. Luego vinieron unos hombres, nos sacaron a la calle, registraron la casa, sacaron todas las cosas de los armarios y las tiraron por el suelo; se llevaron a mi padre. Mi madre, mi hermana, mi hermano y yo estuvimos tres semanas sin saber qué había sido de él. Luego nos enteramos de que estaba trabajando como esclavo en el campo a unos kilómetros de Köningswerg. (...) Nunca los volví a ver". Este testimonio fue publicado hoy por el corresponsal de la Radio Televisión Española en Berlín al entrevistar a un niño de entonces que sobrevivió a la tragedia. 

Ver también:

El papa a los judíos: enseñar a los jóvenes a rechazar muros y a construir puentes

Son 70 años de la deportación de los judíos de Roma. El papa le escribe al rabino

El papa Francisco: Gracias a Dios, en Roma judíos y cristianos conviven fraternalmente

(RED/HSM)

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


El papa nombra a sus enviados para la fiesta de S. Roque Gonzáles en Paraguay
Por los 25 años del primer santo paraguayo el cardenal Hummes presidirá en nombre del santo padre las celebraciones

Por Redacción

ROMA, 10 de noviembre de 2013 (Zenit.org) - El papa Francisco ha nombrado al cardenal Claudio Hummes como enviado especial a Paraguay para la celebración de los 25 años de la canonización de San Roque Gonzáles de Santa Cruz y de sus compañeros mártires.

Este sábado en la web del Vaticano se publicó la carta en latín en la que el santo padre le pide al prefecto de la Congregación del Clero, que presida en su nombre las celebraciones y manifieste junto con su bendición, su paternal afecto a todo el pueblo de Paraguay.

La celebración presidida por el cardenal Humes, será el 15 de noviembre, día del martirio de estos misioneros jesuitas, ocurrido en el 1628 en las reducciones de Paraguay.

San Roque Gonzáles de Santa Cruz fue el primer santo paraguayo y sus compañeros de martirio eran los españoles Alfonso Rodríguez y Juan del Castillo, cuyas vidas estuvieron marcadas plenamente por el amor a Dios y por el afán de llevar su evangelio a los hombres que no conocían la existencia de Cristo ni habían sido aún liberados por su gracia redentora.

“Esta canonización de tres mártires jesuitas es también un motivo de sano orgullo para toda la Compañía de Jesús”, dijo el Papa Wojtyla, en su homilía en la canonización que celebró en Asunción en 1988, señalando que “Roque González se encuentra entre los primeros jesuitas del nuevo continente, y Alfonso Rodríguez y Juan del Castillo pertenecen a aquel grupo de hombres generosos que, respondiendo a la llamada de Jesús para incorporarse a su compañía, llevaron a Cristo por todo el mundo”, se lee en la carta.

En la capital paraguaya, el Papa Juan Pablo II destacó que “sabiéndose responsables en cuanto a la necesidad de custodiar la dignidad humana en aquel momento de la historia, el padre Roque González, el padre Alfonso Rodríguez, el padre Juan del Castillo y tantos otros cristianos, afrontaron el tremendo desafío que había supuesto el descubrimiento del llamado Nuevo Mundo. Convencidos de que el Evangelio es mensaje de amor y de libertad, procuraron dar a conocer “la verdad en Cristo Jesús” a lo largo y a lo ancho de estas tierras”.

Junto con la carta pontificia se indicaron los nombre de los integrantes de la misión pontificia. Ellos son Virgilio Rodi Alonso, párroco rector de la catedral metropolitana de Asunción y vicario judicial del Tribunal Interdiocesano; y el provincial de los Jesuitas en Paraguay, Alberto Luna.

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


El papa pide oraciones y ayuda para las víctimas del tifón que azotó Filipinas
El santo padre envía a través de su secretario de estado, Mons. Parolín, una carta al presidente Aquino III

Por Redacción

ROMA, 10 de noviembre de 2013 (Zenit.org) - El santo padre Francisco expresó hoy después de rezar la oración del ángelus, su profundo dolor por los sufrimientos y muerte que el tifón Haiyan Yolanda ha causado en la población de Filipinas. El número de muertos es incierto, las cifras varían desde los 1.200 de la Cruz Roja a los más de 12.000 estimados por autoridades locales. 

"Deseo asegurar -dijo el papa Francisco- mi cercanía a las poblaciones de las Filipinas y de esa región que fueron golpeadas por un terrible ciclón. Lamentablemente las víctimas fueron tantas y los daños enorme. Recemos unos instantes en silencio y después a la Virgen por estos nuestros hermanos y hermanas, y tratemos de hacerles llegar nuestra ayuda concreta. Recemos en silencio".

Ave María...

De otro lado, el santo padre a través de su secretario de estado, Mons. Pietro Parolin, ha enviado un mensaje al presidente de Filipinas, Benigno Aquino III:

“Profundamente entristecido por la destrucción y la pérdida de las vidas causadas por este tremendo tifón, su santidad expresa su más profunda solidaridad por todos los afectados por la tormenta y sus secuelas". El Papa está especialmente consciente de los que lloran la pérdida de sus seres queridos y de los que han perdido sus hogares. "Al orar por todo el pueblo de las Filipinas, el santo padre ofrece su propio estímulo y coraje a las autoridades civiles y al personal de emergencia, para que se ayude a las víctimas de esta tormenta. El papa invoca las bendiciones divinas de fortaleza y consuelo para la nación Filipina".

Ayer el santo padre envió también un tuit en idioma inglés: "Les pido a todos que se unan a mí en la oración por las víctimas del tifón Haiyan-Yolanda, especialmente los de las queridas islas de Filipinas".

 La UNICEF ha expresado su preocupación porque entre los más de 4 millones de personas afectadas, el 40 por ciento son niños. El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, PAM, está dispuesto a prestar toda la asistencia posible al gobierno de Filipinas, así como la Unión Europea. 

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


Mirada al mundo


Europa: 'La prensa ya no marca la agenda del papa, sino que él marca la de los medios'
El portavoz de la CCEE valora el método del santo padre Francisco. 'No es estrategia o marketing, es su sinceridad'

Por Redacción

MADRID, 10 de noviembre de 2013 (Zenit.org) - El presidente de la Comisión de Medios del Consejo Europeo de Conferencias Episcopales (CCEE), Mons. José Ignacio Munilla, ha valorado este sábado el modo comunicativo del papa Francisco durante la reunión plenaria que se está celebrando en Barcelona. En su intervención, Mons. Munilla ha subrayado que con el pontífice argentino “asistimos a una novedad grande en el método de comunicación de la Iglesia: los medios ya no marcan la agenda del papa, lo que tiene que hablar o lo que tiene que callar, por el contrario es el papa el que marca la agenda a los medios”.

El obispo de San Sebastián (España) ha explicado que el secreto comunicativo del santo padre consiste “en su coherencia, la gran coherencia entre lo que dice, lo que hace, lo que piensa y lo que vive”. A esta autenticidad o coherencia, ha señalado, “hay que añadir otros dos conceptos importantísimos que garantizan la credibilidad de la comunicación de Francisco: la valentía y la trasparencia”.

Mons. Munilla ha aclarado también que “la coherencia, la valentía o la trasparencia del papa Francisco, no forman parte de una táctica proselitista. No es una estrategia nacida de un gabinete de comunicación o de un experto de marketing”. “El papa actúa así porque es asíNo finge, no interpreta un papel para transmitir una enseñanza. Actúa como es y su ejemplo arrastra”, ha insistido.

Para el presidente de la Comisión de Medios de la CCEE, “la comunicación del papa Francisco supera definitivamente el error de un silencio obstinado de otros tiempos; una silencio que dio pie a muchas incomprensiones, a ataques indiscriminados hacia la Iglesia y a falsas acusaciones que han cuajado en una parte importante de la opinión pública”. “El papa Francisco nos da un empujón definitivo para que perdamos el miedo a la comunicación del mensaje cristiano y de la vida de la Iglesia”, ha concluido.

(RED/IV)

Leer la conferencia: 

http://www.elizagipuzkoa.org/upload/publica/PRENTSA/2013/NOVIEMBRE/PonenciacomunicacionPapaFrancisco.pdf

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


Perú. El cardenal Cipriani: 'Envíale un WhatsApp al Espíritu Santo'
El Arzobispo de Lima sugiere cómo orar a un grupo de alumnas del colegio Salcantay

Por Redacción

ROMA, 10 de noviembre de 2013 (Zenit.org) - “El Espíritu Santo es tu amigo y tú debes tratarlo como tal. Y así como le envías un “WhatsApp” a tu amiga, envíale también un “WhatsApp” al Espíritu Santo (en la oración) y espera a ver qué te dice, pídele y cuéntale cómo estás. Si tienes esa amistad, Él se va a encargar de responderte”.

Lo indicó este viernes el arzobispo de Lima, el cardenal Juan Luis Cipriani, en la homilía por la confirmación de más de 40 alumnas del colegio Salcantay de la capital peruana. Lo informó la Oficina de Prensa del arzobispado en una nota enviada hoy a la redacción de ZENIT.

Durante la homilía, el Arzobispo de Lima les habló de la amistad que deben tener con el Espíritu Santo, la tercera persona de la Santísima Trinidad, que recibieron en el sacramento y les comentó que esa amistad debe ser tan cotidiana y cordial como la que mantienen con la mejor de sus amigas.

“Todos debemos de tener esa amistad con el Espíritu Santo, porque al estar con Él serás una persona alegre. El Espíritu Santo tiene un rincón en tu alma y Él te dice lo que está bien y lo que está mal.

El Pastor de Lima también les pidió a las alumnas que en su experiencia de vida cristiana piensen más en los demás y menos en sí mismas. “No piensen en ustedes mismas, en sus planes; piensen en los demás, empezando por los papás y hermanos" y añadio que " Así sentirás alegría. Y el Espíritu Santo te pedirá que perdones o que cambies algunos aspectos de tu vida”.

(RED/HSM)

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


Médicos costarricenses recibirán capacitación en hospital fundado por el Padre Pío
Presidenta Laura Chinchilla en su viaje a Roma se reunió también con representantes de una de las organizaciones de ayuda social más importantes del mundo

Por Redacción

ROMA, 10 de noviembre de 2013 (Zenit.org) - Costa Rica e Italia fortalecen su compromiso de cooperación médica, tras reunión de la presidenta de la República, Laura Chinchilla Miranda con el doctor Domenico Grupi, director del hospital Casa Alivio de Sufrimiento, fundado por el Padre Pío de Pietrelcina.

Hace dos años, los países firmaron un acuerdo de intercambio de conocimientos que hoy se amplía a una segunda etapa para que médicos costarricenses vayan de tres a seis meses, becados, a la sede de la institución a recibir capacitaciones para ampliar conocimientos.

El embajador de Costa Rica ante la Santa Sede, Fernando Sánchez señaló que se desarrollarán acuerdos similares con otras instituciones de salud europeas.

“El sistema médico de la Santa Sede es muy fuerte, con hospitales muy prestigiosos como el pediátrico Bambino Gesù, el Gemelli y el Casa Alivio de Sufrimiento en San Giovanni Rotondo. Con este hospital, hace dos años firmamos el primer acuerdo de cooperación de Costa Rica en su historia con la Santa Sede y el primero que firma la Casa de Alivio de Sufrimiento con un país de América Latina. Empezamos con tres médicos, luego irán más. Habrá un convenio también entre el hospital Bambino Gesù y el de niños de Costa Rica”, declaró Sánchez.

El Embajador contó que además vendrán médicos italianos en enero próximo para impartir talleres en al menos 10 hospitales del país.

Encuentro con líderes de la Soberana Orden de Malta

La Presidenta Chinchilla sostuvo una reunión con el gran canciller de la Orden de Malta, Jean-Pierre Mazery y el señor Antonio Lombardi, embajador de la Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta, más conocida como la "Soberana Orden de Malta.

El Canciller costarricense, Enrique Castillo detalló que con esa representación hablaron de programas sociales y de la invasión a Costa Rica por parte de Nicaragua.

“Hablamos de las actividades que se han venido desarrollando en el país auspiciadas por la Orden de Malta, especialmente en el Hospital Nacional de Niños, hospicios de huérfanos y a futuro con la Asociación Obras del Espíritu Santo. También del conflicto con Nicaragua, ante el cual, mostraron apoyo absoluto, sensibilidad y solidaridad con la posición de Costa Rica. Indicaron la importancia de que se respete el Derecho Internacional y por lo tanto las medidas cautelares de la corte”, relató Castillo.

Con la presidenta de la República estuvieron en ambas reuniones, el Sr. Enrique Castillo, ministro de Relaciones Exteriores, el Sr. Carlos Roverssi ministro de Comunicación y el embajador de Costa Rica ante la Santa Sede Sr. Fernando Sánchez.

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


SANTOS Y BEATOS: EPOPEYAS DE AMOR. EJEMPLO DEL DÍA


San Andrés Avelino (o Andrea Avellino)
«Alcance espiritual del arrepentimiento. Este teatino, cuando era sacerdote secular cometió un desliz en el ejercicio de la abogacía, y al reparar en su debilidad, impulsado por su aflicción, no cejó en su búsqueda de la santidad»

Por Isabel Orellana Vilches

MADRID, 10 de noviembre de 2013 (Zenit.org) - El reconocimiento de las propias debilidades conlleva siempre una cascada de bendiciones. Lacenllotto, que era su nombre de pila, nació en la localidad italiana de Castronuovo di Sant’Andrea, Basilicata, el año 1521. Su infancia y adolescencia discurrió sin mayores contratiempos. Generoso e inclinado a la piedad, gozosamente compartía con otros muchachos de su entorno la fe que había recibido en su hogar a través de sus piadosos padres, Giovanni y Margherita. En ese gesto ya se adivinaban los rasgos de un gran apóstol. También su responsabilidad y madurez en cuyo desarrollo contribuyó igualmente un tío arcipreste. Esta característica propició que pusieran en sus manos la administración del hogar cuando tenía 16 años.

En la juventud se aferró a la gracia divina para mantenerse indemne ante las tentaciones que le asaltaban. Quería ser sacerdote, y sin duda en su ánimo, aunque fuese de forma inconsciente, añadiría el calificativo rotundo, definitorio de un camino al que se sentía llamado en medio de las turbulencias juveniles: ser sacerdote santo. Ahora bien, aunque ese anhelo alentó su carrera sacerdotal, no se hizo manifiesto en un primer momento, como él mismo manifestó. En 1545 ya ordenado, inició en Nápoles la carrera de derecho. En 1548 realizó provechosamente los ejercicios espirituales que predicó el jesuita Santiago Laínez, pero las expectativas de ciertas glorias y honores efímeros, que fenecen cuando culmina nuestra peregrinación en la tierra, invadían su mente y quedaba atrapado por ellas. Vanagloria, dignidades, ambiciones, fama, etc., eran caldo de cultivo en un ambiente que no propiciaba precisamente la radicalidad evangélica, elemento indispensable y esencial para llegar a la santidad.

Sabemos que todavía no se había propuesto formalmente escalar las cumbres de la perfección en esos años, porque él mismo lo confesó a Hippolita Caracciola en 1595. Además, en 1597 a la condesa de Altavilla le decía que hasta los 27 años había estado devaneando. En síntesis, ante ambas reconoció haber vivido «hinchado de soberbia y ambición, deseando ser superior a todos y a nadie sujeto, lleno de presunción y de vana gloria, porque no conocía la verdadera», «deseando y buscando estas vanas grandezas, riquezas, honores y dignidades». Se sintió arrastrado por tendencias que veía a su alrededor: «Yo creía obrar bien viendo a los demás, tanto eclesiásticos como seglares, buscar estas cosas», «no habiendo encontrado nunca confesor que me reprendiese y me encaminase por el seguro camino de la humildad»

Echaba en falta la necesidad de dirección espiritual, clave para iniciar el camino y sostenerse en él con la gracia de Cristo. Entonces, el P. Laínez le instó a meditar en la vida y Pasión de Cristo. Pero ello no doblegó enseguida su ánimo, hasta que siendo un reputado jurista mintió en el fragor de la defensa de una causa que tenía entre manos por recomendación del arzobispado de Nápoles. Una página concreta de las Sagradas Escrituras tuvo en él un efecto taumatúrgico definitivo. Porque esa misma noche, al abrir el texto sagrado, quedó impresionado. El Libro de la Sabiduría sacudió su conciencia con este pasaje: «Os quod mentitur occidit animam (una boca mentirosa da muerte al alma)» (Sap. 1,11). Inundado de amargura, con auténtico espíritu de aflicción por su debilidad, abandonó el ejercicio de la abogacía y tomó el rumbo debido: «Reflexioné sobre mí mismo diciendo: ¿Por ayudar a otros he amenazado a mi alma? Y llorando la falta cometida, resolví dejar mi oficio y hacerme religioso». Por fin había entendido que Cristo ha venido a sanar a los pecadores, y volvió hacia Él sus ojos.

Ya había renunciado a sus bienes, y abandonado su actividad profesional, cuando desde la curia le rogaron que regresara a Nápoles a fin de ocuparse de la delicada tarea de reformar diversos conventos de religiosos y de religiosas. Su celo le atrajo muchos sinsabores, y no segó su vida porque Dios lo impidió, pero en 1556 le asestaron varias cuchilladas y fue conducido a la casa de los padres teatinos donde se restableció sin develar nunca la identidad de su agresor. El beato Juan Marinoni le sugirió que se integrase en esa Orden de Clérigos Regulares. Y el 30 de noviembre de ese año 1556 tomó el hábito y nombre de Andrés, celebración del día, que le evocaba, además, el amor a la Cruz compartido con el santo apóstol. Al profesar dos años más tarde, se propuso «no hacer nunca su propia voluntad, y no dejar pasar ni un solo día sin progresar en la perfección».

Fue admirable en la vivencia de su consagración, y ejemplar en la entrega debida a la misión que le confiaron. Se convirtió en un gran predicador y confesor, maestro de novicios, director espiritual del seminario, profesor de teología y filosofía, visitador y superior de varias casas de la Orden, etc. Instruía con esa sabiduría que brota de dentro del corazón, alimentada por la Eucaristía, la oración y la penitencia. Desarrolló su ministerio siendo fiel a la vivencia de su regla de la que fue estricto observante, fidelidad que infundió a los religiosos. Humildemente declinó convertirse en obispo, dignidad que quisieron para él los pontífices. Fue caritativo con todos, desviviéndose por los necesitados, como se constató especialmente durante la peste que asoló Milán en 1576.

Le sobrevino la muerte el 10 de noviembre de 1608 cuando se hallaba a punto de oficiar la santa misa. Después, su cuerpo fue expoliado por la gente que acudió en masa a venerarle. De sus heridas manó sangre fresca dos días más tarde, prodigio que se repitió durante años en el aniversario de su muerte. Fue beatificado por Urbano VIII el 14 de octubre de 1624, y canonizado por Clemente XI el 22 de mayo de 1712.

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba