Dr. Javier Díez: “La falta de formación sobre vacunas hace que los sanitarios no seamos capaces de contrarrestar las informaciones erróneas y los mitos”

El Dr. Javier Díez, Coordinador del Curso de Medicina de la Universidad Católica de Valencia “San Vicente Mártir” en Santander -‘El valor de las vacunas’- ha pronunciado la ponencia conclusiva de la primera jornada, ‘Entendiendo las vacunas: Seguridad vacunal’. En la misma, el Dr. Díez ha afirmado que sin vacunas “el mundo estaría como en el siglo XVIII, con niños muriendo de difteria o viruela”.

“Somos los médicos y enfermeros los que debemos defender la vacunación y, con los programas académicos de hoy, no estamos suficientemente formados para ello. Eso genera que los sanitarios no seamos capaces de contrarrestar las alarmas sociales generadas por informaciones erróneas y los mitos que existen en torno a las vacunas”, ha asegurado.

El Profesor de la UCV y Director del Centro de Investigación de Vacunas de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica (Centro Superior de Investigación en Salud Pública-CSISP), ha destacado en la ponencia inaugural que, “al sopesar los beneficios y riesgos de cualquier vacuna, los primeros tan superiores que no dejan espacio para la duda. Las vacunas son los medicamentos más efectivos de la historia de la Medicina y los que menos efectos secundarios producen”.

“Es indudable que sin una vacuna habría sido imposible acabar con la viruela, por ejemplo. Hoy en los países desarrollados la polio está ya cerca de su erradicación, como el sarampión. ¿Cuántos médicos de menos de 50 años han visto a un enfermo de polio? Ninguno; y eso ha sido merced a la vacunación”, ha señalado.

El problema, en opinión del Dr. Díez, es que, “como ya no se ven casos de ese tipo de patologías, muchos no entienden la necesidad de continuar con sus vacunas y se equivocan al pensar eso”. “Prevenimos algunas enfermedades que ya no se ven para que no vuelvan a ser una amenaza”, ha añadido.

En ese sentido, el Profesor de la UCV, que también ha presentado el curso en la primera intervención de la jornada inaugural del Curso de Medicina, ha indicado que es fundamental “que la población española interiorice el concepto de prevención”.

“La vacuna del sarampión se sigue poniendo porque, si no se pusiera, volverían a darse casos. Y su índice de mortalidad y de secuelas no eran para nada despreciables hace tan solo unas décadas. Pero como hoy la enfermedad no se percibe como un peligro posible, se tienen en cuenta mucho más los reducidísimos posibles efectos secundarios de la vacuna que el gigantesco beneficio que supone ponerla”, ha remarcado.

Para el Dr. Díez un ejemplo “subrayable” de la seguridad y valor de las vacunas es el de la meningitis C, que lleva poniéndose 12 años en España y cuyos cálculos apuntan a que se han salvado unas 500 vidas: “Como no se les pone cara a los niños que hoy siguen vivos y habrían muerto sin la vacuna parece que de igual ponerla, pues nadie percibe el beneficio de la misma; pero el ciudadano debe saber que uno de esos niños podría haber sido un hijo suyo. Lo que es irrefutable es que ese niño no ha muerto de una meningitis C, ni otros centenares, gracias a la implantación de la vacuna”.

“Con la bajada de cobertura de la vacuna del sarampión, que ha hecho rebrotar casos, ha quedado totalmente demostrado que no se debe bajar la guardia si no queremos que ciertas enfermedades regresen”, ha incidido.

Por la necesidad de fomentar la concienciación sobre la cuestión, el investigador del CSISP-FISABIO ha aseverado que realizar un curso de verano de formación extraordinaria sobre vacunación para estudiantes y profesionales “era muy pertinente y servirá de apoyo a las campañas futuras”.

“La cantidad de información que llega a población y sanitarios es tal que uno de los problemas de la sanidad ahora es discernir la mala de la buena. Estoy convencido de que la mayoría de médicos hoy estudian de internet, no de las revistas científicas”, ha aducido.

Así, ha continuado el Dr. Díez, “el revuelo que se forma, incluso dentro del mundo sanitario, cuando hay alguna noticia sobre vacunación -como sucedió con la vacuna contra el papiloma hace un tiempo- es desproporcionado. Si a la mala formación sobre vacunas se suma una mala gestión política, sanitaria y mediática el resultado puede ser desastroso. Con la del papiloma, por culpa de esa combinación de factores, hemos bajado de una cobertura del 80% de vacunadas a un 60%”.

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