ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 20 de mayo de 2013

La frase del día

Siempre florece la alegría en el alma unida a Dios.

San Juan María Vianney, santo Cura de Ars (1786-1859)

 


Francisco papa

El papa visitará la favela de Manguinhos en su viaje a Brasil
En una parroquia bendecirá el nuevo altar y caminará libremente por las calles

La oración obra milagros
Certezas de Francisco durante la misa diaria

El papa lanza la App "Missio"
Una aplicación para smartphone que informa de la vida de la Iglesia en el mundo

Santa Sede

La verdadera teología une. La teología que divide es ideología
El prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe aborda el tema Teología de la Liberación

Cristianos y budistas: unir fuerzas para construir un mundo de paz
Declaración final del IV coloquio budista-cristiano

Tráfico de seres humanos, ''repugnante forma de esclavitud contemporánea''
Afirma el observador permanente de la Santa Sede ante Naciones Unidas

Mirada al mundo

No a la confrontación entre bolivianos
Comunicado de la Conferencia Episcopal de Bolivia

Una propuesta de coordinación pastoral de la familia, la parroquia y la escuela
La Conferencia Episcopal Española publica ''Orientaciones pastorales para la coordinación de la familia, la parroquia y la escuela en la transmisión de la fe''

Elegido el nuevo superior general del PIME
Cargó recayó en el italiano Ferruccio Brambillasca

Nuevo superior provincial de España y Argentina de los religiosos camilos
El padre Jesús María Ruiz

XXII Fiesta de los Pueblos en Roma ''Un encuentro que cambia''
Miles de inmigrantes con sus devociones, arte culinario y folclore manifiestan su integración manteniendo la diversidad

''Nos comprometemos con la sociedad aunque no tengamos visibilidad''
Cincuenta grupos de laicos cristianos se reunieron en Burgos

Santa María

Gran Peregrinación ''María Reina de Granada''
Gran explosión de fe en torno a Nuestra Señora

Catequesis para la Familia

Ayudar a madurar: ¡Ven Espíritu Santo, ven por María!
Catequesis para toda la familia

Familia

Australia: Clausurado el VII Congreso Mundial de las Familias
Preocupación por amenazas globales

SANTOS Y BEATOS: EPOPEYAS DE AMOR. EJEMPLO DEL DÍA

San Arcángel Tadini
«Apóstol del mundo laboral»

Flash

Nueva edición de la Carta de los Derechos de la Familia
A treinta años de su publicación

Documentación

Fray José Rodríguez Carballo, ordenado obispo en la catedral compostelana
Homilía del cardenal secretario de Estado Tarcisio Bertone


Francisco papa


El papa visitará la favela de Manguinhos en su viaje a Brasil
En una parroquia bendecirá el nuevo altar y caminará libremente por las calles

Por H. Sergio Mora

ROMA, 20 de mayo de 2013 (Zenit.org) - La programación del papa Francisco durante la Jornada Mundial de la Juventud Río2013 incluye una visita a la parroquia de Varginha, situada en la favela de Manguinhos, una de las más pobres de Río. Allí el santo padre deberá conducir una oración en la parroquia de San Jerônimo de Emiliani en donde bendecirá el nuevo altar.

Además conversará con líderes de la comunidad y sus habitantes, caminará por una calle de Varginha hasta una cancha de fútbol en donde habrá un palco para que dirija unas palabras a los pobladores. No habrá particulares rejas o defensas y si el papa quiere podrá entrar incluso en alguna de las casas.

La visita está prevista para el día 25 de julio por la mañana y el detalle de la programación fue dado a conocer este sábado 18, por el arzobispo de Río de Janeiro, Don Orani Tempesta, quien presidió una misa en dicha iglesia.

“Mientras la calle José Carlos Chagas, por donde el santo padre va a pasar se transforma en un 'tapete rojo', con nuevo asfaltado y desagues pluviales, las favelas vecinas esperan una gracia del poder público”, escribe un diario local que titula “Milagro del Papa en Manguinhos”.

La encargada de prensa internacional Inés San Martín, le indicó a ZENIT que “la calle por la que caminará el papa aún no fue confirmada, no hemos hecho ningún comunicado al respecto, pero sí es cierto que en Manguinhos ya iniciaron algunos trabajos por donde se supone que el santo padre deba pasar”.

Añadió que durante su estadía en Río el papa inaugurará además un ala del Hospital San Francisco, en el barrio Tijuca, para tratamientos en favor de los toxicodependientes.

“Es una alegría y una responsabilidad mostrar cuánto la Iglesia continúa viva y trabajando silenciosa en las comunidades para que podamos cumplir con la misión que el Señor nos confió”, indicó el párroco local, Marcio Queiroz en declaraciones publicadas en la página web de la JMJ.

Precisó que la comunidad le mostrará la realidad al papa Francisco: “No tiene sentido crearnos algún tipo de maquillaje. La simplicidad que están viendo es la que vamos a mostrarle. Este es el rostro de esa parroquia”.

El arzobispo de Río consideró que lo más importante será el legado social que quedará para la población. El proceso de elección de la comunidad fue complejo, explicó don Orani, y que para ello la pastoral de las favelas de la Archidiócesis presentó una lista con más de 750 parroquias. A continuación el Comité Organizador Local, el gobierno de Río y el Vaticano buscaron un lugar ya pacificado, que aún no hubiera sido visitado por Juan Paulo II.

“Sería muy bueno que el papa pudiera pasar en todas las favelas. Aquello que se hace despierta alas personas para que quieran mejorar su vida”, añadió.

Las favelas pacificadas son las que vieron extirpado el narcotráfico, con una pesada intervención del ejército brasileño y la policía, en la que no faltaron ni siquiera los tanques. Hoy las 'unidades de pacificación' de la policía patrullan 13 favelas, algunas de las cuales eran impenetrables, y son parte de un plan de seguridad nacional.

La capilla de San Jerónimo Emiliani nació de un deseo de los padres somascos de evangelizar una comunidad carente, del punto de vista social y espiritual. Los sacerdotes de la orden de San Jerônimo Emiliani llegaron de Italia en misión para edificar una casa de la orden.

Pasando por la favela de Varginha encontraron que existía deseo de Dios en sus habitantes. Ellos participaban de las misas en otra comunidad, San Daniel, también localizada en Manguinhos. Fue entonces que los padres somascos, construyeron la iglesia que fue inaugurada en 1971, con la presencia del entonces arzobispo de Río de Janeiro, don Eugenio Salles.

En 1972, la Madre Teresa de Calcuta en su visita a Brasil, caminó por las calles de la comunidad y visitó algunas casas A partir de ahí, la comunidad abrió un espacio para que las hermanas de la caridad realizaran sus obras, como la catequesis de niños y visitas a las familias.

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La oración obra milagros
Certezas de Francisco durante la misa diaria

Por Redacción

ROMA, 20 de mayo de 2013 (Zenit.org) - Una oración valiente, humilde y fuerte, obtiene milagros: es la idea principal que dicho el papa esta mañana en la misa presidida en la Casa Santa Marta. Asistieron algunos empleados de Radio Vaticana, acompañados por el director, padre Federico Lombardi, SJ.

La liturgia del día presenta el pasaje del evangelio en el que los discípulos no pueden curar a un niño; debe intervenir el mismo Jesús que se queja de la falta de fe de los presentes; y al padre del niño que pide ayuda le dice que "todo es posible para el que cree".

Según informa Radio Vaticana, Francisco enseñó que también los que quieren amar a Jesús, a menudo no arriesgan demasiado en la fe y no se confían totalmente a Él: "Pero ¿por qué esta falta de fe? Creo que es el corazón, que no se abre, el corazón cerrado, el corazón que quiere tener todo bajo control".

Es un corazón, por lo tanto, que "no se abre "que no le da el control de las cosas a Jesús" --dijo el papa--, y cuando los discípulos le preguntan por qué no podían sanar al joven, el Señor dice que aquella "especie de demonios no pueden ser expulsados ​​por nada, excepto por la oración".

"Todos nosotros –dijo, tenemos un poco de incredulidad en el interior". Es necesaria “una oración fuerte, y esta oración humilde y fuerte hace que Jesús pueda hacer el milagro. La oración para pedir un milagro, para pedir una acción extraordinaria –continúa, debe ser una oración que involucre, que nos involucre a todos".

Y en este sentido se extendió en un incidente producido en Argentina: una niña de siete años se enferma y los médicos le dan pocas horas de vida. Su padre, un electricista, un "hombre de fe", se "vuelve loco y en esa locura" tomó un autobús para ir al Santuario mariano de Luján, a setenta kilómetros de distancia: "Llegó después de las nueve de la noche --contó Francisco, cuando todo estaba cerrado. Y se puso a rezar a la Virgen, con las manos sobre la valla de hierro. Y oraba y oraba, mientras lloraba y lloraba ... y así, así se quedó toda la noche. Pero este hombre estaba luchando: luchaba con Dios, luchaba verdaderamente con Dios para alcanzar la curación de su hija.

Luego, después de las seis de la mañana, se dirigió a la estación, tomó el autobús y llegó a casa, y al hospital a las nueve de la mañana, más o menos. Y encontró a su esposa llorando. Y pensó en lo peor. “Pero ¿qué sucede? ¡No lo entiendo, no lo entiendo! ¿Qué ha pasado?”.

“Es que vinieron los médicos y me dijeron que la fiebre había desaparecido, que respira bien, ¡que no tiene nada!, le dijo la esposa. ¡La dejarán otros dos días, pero no entiendo lo que pasó!". “Esto todavía sucede, ¿eh?, hay milagros", añadió el papa.

Pero hay que orar con el corazón, concluyó Francisco: "Una oración valiente, que lucha por conseguir tal milagro; no esas oraciones gentiles, 'Ah, voy a orar por ti', y digo un Padre Nuestro, un Ave María y me olvido. No, sino una la oración valerosa, como la de Abraham, que luchaba con el Señor para salvar la ciudad, como la de Moisés, que tenía las manos en alto y se cansaba, orando al Señor; como la de muchas personas, de tantas personas que tienen fe y con la fe oran y oran. La oración hace milagros, ¡pero tenemos que creer! Creo que podemos hacer una hermosa oración ... y decirla hoy, todo el día: «Señor, creo, ayúdame en mi incredulidad» ...y cuando nos piden que oremos por tanta gente  que sufre en las guerras, por todos los refugiados, por todos aquellos dramas que hay en este momento, rezar, pero con el corazón al Señor: «¡Hazlo!», y decirle: «Señor, yo creo. Ayúdame en mi incredulidad» Hagamos esto hoy".

Traducido del italiano por José Antonio Varela V.

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El papa lanza la App "Missio"
Una aplicación para smartphone que informa de la vida de la Iglesia en el mundo

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 20 de mayo de 2013 (Zenit.org) - El papa Francisco ha sido el encargado de lanzar el primer servicio para inaugurar una nueva App (aplicación) gratuita para smartphone llamada "Missio". A partir de ahora las noticias de la agencia vaticana Fides, dedicada a difundir la labor misionera de la Iglesia, están disponibles también en el móvil en ocho idiomas: inglés, español, italiano, alemán, francés, portugués, chino y árabe.  El servicio lo inauguró el santo padre durante la audiencia con los directores nacionales de las Obras Misionales Pontificias y con el personal de la agencia Fides, el pasado 17 de mayo en el Vaticano.

El santo padre desde un iPad lanzó la aplicación creada por el padre Andrew Small, OMI, director nacional de las Obras Misionales Pontificias en Estados Unidos. En la aplicación llamada "Missio" se pueden encontrar las noticias que se publican en la página web "news.va", las noticias de la Iglesia en el mundo reportadas por la agencia Fides, fotografías, vídeos y homilías del papa Francisco.

“Santo Padre, queremos meter el Evangelio en el bolsillo de todos los jóvenes del mundo”, dijo Small al pontífice, que se encargó de presionar el botón en el que estaba escrito “Evangelizantur”, que en latín significa “que sean evangelizados”.

Tal y como informa la agencia Fides, en su primer día de vida, esta aplicación fue descargada por 1.140 personas en 27 países diferentes. El padre Small ha explicado que “nuestro objetivo es ayudar a las personas a mirar el mundo a través de los ojos de la fe”,

La aplicación se puede descargar de forma gratuita en iTunes App Store y Google Play. Está disponible en ocho idiomas: Inglés, español, italiano, alemán, francés, portugués, chino y árabe.

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Santa Sede


La verdadera teología une. La teología que divide es ideología
El prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe aborda el tema Teología de la Liberación

Por Włodzimierz Rędzioch

CIUDAD DEL VATICANO, 20 de mayo de 2013 (Zenit.org) - El nombramiento de monseñor Gerhard Ludwig Müller como prefecto de la Congregación que se ocupa de la ortodoxia de la doctrina católica, sumado a la elección del arzobispo de Buenos Aires como obispo de Roma, fueron calificados en algunos ambientes como una revancha de la Teología de la Liberación, criticada por Juan Pablo II y por el cardenal Ratzinger.

Ilaciones que merecían ser esclarecidas, por ello Włodzimierz Rędzioch, ha entrevistado al mismo arzobispo Muller. Su entrevista fue publicada en polaco por el semanario Niedziela y saldrá en el próximo número del mensual estadounidense Inside de Vatican. Zenit la anticipa hoy en español.

La congregación de la Doctrina de la Fe, el dicasterio más importante de la curia romana tiene desde el 2 de julio de 2012 un nuevo prefecto. Por segunda vez en la historia reciente de la Iglesia fue elegido un alemán, el ex obispo de Ratisbona, Gerhard Ludwig Müller, amigo personal de Benedicto XVI.

La decisión del papa no fue por motivos personales: Muller ha sido nombrado prefecto porque es uno de los más brillantes teólogos de la Iglesia, como demuestra su carrera académica.

Nacido en 1947 en Mainz-Finthen en una familia obrera, estudió teología y filosofía en Maguncia, Munich y Friburgo. En 1977 obtuvo el doctorado en teología y un año después fue ordenado sacerdote por el cardenal Herman Vokl. En 1986 fue llamado a la cátedra de teología dogmática de la Universidad Ludwig-Maximilian de Munich. Tenía entonces 38 años y fue uno de los profesores más jóvenes de la universidad. Enseñó en universidades de Perú, España, Estados Unidos, India y Brasil. Es autor de más de 400 publicaciones científicas, entre las cuales la monumental “Dogmática Católica”.

Juan Pablo II lo nombró obispo de Ratisbona en 2002 (su lema episcopal fue “Dominus Iesus”). Muller ya era conocido en el Vaticano en los años 1998-2003 y fue miembro de la Comisión Teológica Internacional. Trabajó también en el Consejo para la Unidad de los Cristianos como experto sobre ecumenismo. En el 2008 el santo padre le pidió fundar el Instituto Papa Benedicto XVI, con sede en Ratisbona, cuya finalidad es la publicación de las obras completas de Joseph Ratzinger.

En algunos ambientes católicos el nombramiento del obispo de Ratisbona como prefecto de la ortodoxia católica suscitó preocupación, porque había sido acusado de contactos con representantes de la teología de la liberación, de haber sido amigo del padre Gustavo Gutierrez con quien escribió el libro “De la Parte de los Pobres. Teología de la Liberación”.

Y la teología de la liberación fue condenada sea por Juan Pablo II que por el ex prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal Ratzinger. Por ello la teología de la liberación fue el tema principal de nuestra conversación.

¿Ud. desde que fue sacerdote y también como obispo fue muy sensible a los valores de justicia, solidaridad y dignidad de la persona. Por qué este interés en los problemas sociales?

Arzobispo Müller: Yo vengo de Maguncia, mi ciudad al inicio del siglo XIX tuvo a un gran obispo, el barón Wilhelm Emmanuel von Ketteler, que fue un precursor de la Doctrina Social de la Iglesia. De niño vivía en el ambiente del empeño social. Y no debemos olvidarnos que si en Europa después de la segunda guerra mundial y tras las diversas dictaduras logramos construir una sociedad democrática, esto lo debemos también a la doctrina social católica. Gracias al cristianismo los valores como justicia, solidaridad y dignidad de la persona fueron introducidos en las Constituciones de nuestros países.

En su currículum vemos que ha tenido mucha relación con América Latina. ¿Cómo nació esta relación?

Arzobispo Müller: Durante quince años viajé por América Latina, en Perú, pero también en otros países. Pasaba dos o tres meses al año, viviendo como vive la gente común, o sea en condiciones muy simples. Al inicio para un europeo esto es difícil, pero cuando se aprende a conocer personalmente a las personas y se ve como ellos viven, entonces se acepta la situación. Un cristiano tiene que encontrarse en su casa en cualquier parte: donde hay un altar está presente Cristo; en cualquier parte si perteneces a la familia de Dios.

El año pasado cuando usted fue nombrado prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, se escucharon algunos que le acusaban de ser amigo del padre Gustavo Gutiérrez, creador de la teología de la Liberación. ¿Qué nos puede decir sobre esto?

Arzobispo Müller: Es verdad que conozco bien al padre Gutiérrez. En 1988 me invitaron a participar en un seminario con él. Fui con alguna reserva porque conocía las dos declaraciones de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre la teología de la liberación, publicadas en 1984 y en 1986. Entretanto pude constatar que es necesario distinguir entre una teología de la liberación equivocada y una correcta.

Considero que cada teología es buena si parte de Dios y de su amor y tiene que ver con la libertad y la gloria de los hijos de Dios. Por lo tanto la teología cristiana que habla de la salvación donada por Dios no pueda ser mezclada con la ideología marxista que habla de una autoredención del hombre.

La antropología marxista es completamente diversa de la antropología cristiana, porque trata al hombre como un ser privado de libertad y de dignidad. El comunismo habla de la dictadura del proletariado, en cambio la buena teología habla de la libertad y del amor. El comunismo, y también el capitalismo neoliberal, rechazan la dimensión transcendente de la existencia y se limitan al horizonte material de la vida. El capitalismo y el comunismo son dos caras de la misma moneda, la moneda falsa. En cambio para construir el reino de Dios la verdadera teología llega desde la Biblia, desde los Padres y desde el Concilio Vaticano II.

En ciertos ambientes su nombramiento como prefecto de la Congregación que se ocupa de la doctrina católica y la reciente elección del arzobispo de Buenos Aires como obispo de Roma fueron vistos como una revancha de la teología de la liberación, criticada por Juan Pablo II y por el cardenal Ratzinger. ¿Qué responde a estas voces?

Arzobispo Müller: Como primera cosa querría subrayar que no existe ninguna rotura entre Benedicto XVI y el papa Francisco por lo que se refiere a la teología de la liberación. Los documentos del entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe sirvieron para esclarecer lo que era necesario evitar, de manera de hacer volver a la teología de la liberación a la auténtica teología de la Iglesia. Mi nombramiento no significa que se abra un nuevo capítulo en las relaciones con tal teología, por el contrario es un signo de continuidad.

Benedicto XVI al recibir en el 2009 a un grupo de obispos de Brasil en visita ad limina apostolorum les dijo que valía la pena recordar que en agosto del año anterior fueron conmemorados los 25 años de la instrucción Libertatis Nuntius de la Congregación para la Doctrina de la Fe, sobre algunos aspectos de la teología de la liberación. Y añadió que “sus consecuencias más o menos visibles hechas de rebelión, división, discordancia, ofensa, anarquía aún ahora se hacen sentir, creando en nuestras comunidades diocesanas gran sufrimiento y una grave pérdida de fuerzas vivas”. ¿Concuerda con este análisis del pontífice sobre las consecuencias de la teología de la liberación?

Arzobispo Müller: Estos aspectos negativos de los cuales habla Benedicto XVI son el resultado de la mal entendida y mal aplicada teología de la liberación. No habrían sucedido estos fenómenos negativos si hubiera sido aplicada la auténtica teología. Las diferencias ideológicas crean división en la Iglesia.

Pero esto sucede también en Europa en la que están por ejemplo los así llamados católicos progresistas y conservadores. Esto recuerda la situación de Corinto, en donde estaba quien se refería a Pablo y quien en cambio a Pedro, mientras que los otros a Cristo. Pero todos nosotros tenemos que estar unidos en Cristo, porque Dios une, el mal divide. La teología que crea las divisiones es más bien una ideología. La verdadera teología tiene que llevar a Dios, entonces no se pueden crear divisiones.

Excelencia, usted al recibir en el 2008 el doctorado honoris causa en la Pontificia Universidad Católica de Perú, condenó en su discurso “la infamia de nuestra época: el capitalismo neoliberal”. ¿El capitalismo neoliberal es una estructura del mal?

Arzobispo Müller: Es difícil hacer parangones entre una estructura del mal y un pecado personal, aunque cada pecado tenga una dimensión social, estando insertado en alguna 'estructura': familia, ambiente de trabajo, sociedad, nación. El capitalismo neoliberal es una de aquellas estructuras del mal que en el siglo XIX y XX querían eliminar los valores del cristianismo. Pero repito: detrás de cada estructura están las personas que aceptan sus principios, o sea que detrás de cualquier estructura del mal hay pecados personales.  

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Cristianos y budistas: unir fuerzas para construir un mundo de paz
Declaración final del IV coloquio budista-cristiano

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 20 de mayo de 2013 (Zenit.org) - Bajo el tema "La paz interior. La paz entre los pueblos” se celebró el cuarto coloquio entre cristianos y budistas en la Universidad Pontificia Urbaniana en Roma, promovido por el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, en colaboración con la Oficina para el Diálogo Ecuménico e Interreligioso de la Conferencia Episcopal Italiana.

Los participantes, procedentes de Italia, Japón, Taiwan, Vietnam, Corea del Sur, Tailandia, Myanmar, Sri Lanka y la India, han manifestado que el trabajo realizado ha contribuido a profundizar en el entendimiento mutuo de las tradiciones de cada uno, para conocer mejor la convergencia y divergencia y a ser consciente de la responsabilidad mutua para mantener o restaurar la paz.

En un comunicado publicado hoy, afirman que para los cristianos "la restauración de la paz requiere necesariamente la liberación del pecado y su rechazo", como Jesucristo restauró rota comunión divina y humana "la paz es el estado de aquellos que viven en armonía con Dios, consigo mismo, con los demás y con la creación entera".

Por su parte, los budistas señalan que tal y como enseñó Buda "la raíz de todos los males es la ignorancia y los falsos puntos de vista basados ​​en la codicia o el odio y mostró las Cuatro Nobles Verdades como camino de liberación del sufrimiento al Nirvana". La compasión budista "brota de la conciencia de la identidad sustancial y la unidad de todos los seres, una sabiduría que está profundamente arraigada en la práctica contemplativa".

Por tanto, en ambas creencias, "la libertad interior, la purificación del corazón, la compasión y el don de sí mismo son las condiciones esenciales tanto para la paz interior de la persona, como para la paz social".

A pesar de las diferencias, continúa el comunicado, "tanto la ética budista como la cristiana enseñan que el respeto de la vida es la búsqueda del bien común en base a la bondad amorosa y la compasión".

Los participantes expresaron que el diálogo entre budistas y cristianos se fortalezca para hacer frente a "nuevos retos, como la amenaza a la vida humana, la pobreza, el hambre, las enfermedades endémicas, la violencia, la guerra, etc., que menosprecian la santidad de la vida humana y destruyen  la paz en la sociedad humana".

Otra de las conclusiones de este coloquio es que es el "deseo de cooperación para el bienestar de la humanidad debe surgir de la profundidad de las experiencias espirituales", que "sólo la paz interior puede transformar el corazón humano" y que para construir un mundo de paz "es muy importante que unamos nuestras fuerzas para educar a la gente, especialmente los jóvenes, a buscar la paz, a vivir en paz y arriesgarse para trabajar por la paz".

El coloquio concluyó con la afirmación de que "es el amor que trae o devuelve la paz a los corazones humanos y la establece en medio de nosotros". Los participantes también observaron que "el camino de la paz es difícil, exige coraje, paciencia, perseverancia, determinación y sacrificio. Consideran que el diálogo es una prioridad y un signo de esperanza". 

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Tráfico de seres humanos, ''repugnante forma de esclavitud contemporánea''
Afirma el observador permanente de la Santa Sede ante Naciones Unidas

Por Redacción

ROMA, 20 de mayo de 2013 (Zenit.org) - La urgencia de renovar el compromiso común contra la inmoral práctica del tráfico de seres humano ha sido subrayada en un tuit de la Secretaría de Estado (@Terza Loggia) que relanza la intervención del arzobispo Francis Chullikatt, observador permanente de la Santa Sede ante Naciones Unidas, con motivo del encuentro de alto nivel, en Nueva York los días 13 y 14 de mayo, en la Asamblea General de la ONU, dedicado al plan global de acción dirigido a combatir el tráfico de seres humanos. Una práctica esta, subraya Chullikat, que hay que condenar “con una sola voz”.

El arzobispo explica que el plan global de acción ha proporcionado a Naciones Unidas un recurso para trabajar juntos con el fin de combatir todas las formas de tráfico de seres humanos, que es una de las cuestiones que más preocupan a la comunidad internacional. Si embargo, tal empeño debe ser apoyado con acciones concretas sobre el terreno, de manera que se asegure que las víctimas sean liberadas de esta “repugnante forma de esclavitud contemporánea”: víctimas a las que se debe garantizar la necesaria ayuda para que puedan reconstruir la propia existencia.

El representante de la Santa Sede pone el acento en el hecho de que la movilidad de las personas a través de los confines nacionales es una experiencia humana que afecta a todos los países y regiones del mundo. Es una realidad que presenta oportunidades para promover una mayor comprensión entre los pueblos y para mejorar el bienestar social y económico de los emigrantes y de sus familias.

Sin embargo, subraya el arzobispo, para demasiados de ellos la realidad de la migración no es ya una cuestión de libre elección: se ha transformado, en cambio, en una necesidad. Y este sentido de desesperación da a los traficantes de seres humanos la oportunidad de explotar a los emigrantes. Actuando así han contribuido a hacer del tráfico de seres humanos una de las actividades criminales con más rápido crecimiento en el mundo de hoy.

Es un fenómeno que constituye “un crimen vergonzoso” contra la dignidad humana y una grave violación de los derechos humanos fundamentales. Y el empeño de extirpar tal crimen corre el riesgo de ser vano si “falta el coraje” de afrontar la oscura realidad del consumismo que alimenta la explotación de los más vulnerables. Se impone por tanto la exigencia de erradicar la pobreza porque esta acaba por abrir las puertas a la exclusión y a la explotación, concluyó el representante de la Santa Sede.

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Mirada al mundo


No a la confrontación entre bolivianos
Comunicado de la Conferencia Episcopal de Bolivia

Por Redacción

LA PAZ, 20 de mayo de 2013 (Zenit.org) - La Iglesia Católica en Bolivia ha expresado su preocupación por las tensiones de estos días por la protesta promovida por la Central Obrera Boliviana (COB), con manifestaciones y marchas públicas. La intervención de la Iglesia de debe al temor de posibles enfrentamientos en las calles porque el Gobierno de Evo Morales ha instado a sus seguidores a “defender en las calles el actual proceso de cambio en el país”. Con este motivo, la Conferencia Episcopal de Bolivia ha hecho público un comunicado en el que pide un "diálogo responsable".

En el comunicado, la Conferencia Episcopal Boliviana y el Arzobispado de La Paz afirman levantar "una vez más, su voz de preocupación y llaman a un diálogo responsable, frente a los anuncios de radicalización de medidas de presión y convocatoria a nuevas movilizaciones que pueden derivar en la confrontación entre hermanos bolivianos, lo cual, lejos de aportar soluciones, profundizan el conflicto y prefiguran consecuencias imprevisibles que todos podemos lamentar en el futuro".

Recuerdan que "la Palabra de Dios nos advierte, con solicitud amorosa, que la confrontación entre hermanos traerá pérdidas, ojalá no irreparables, para todos ( Cfr. Gal 5,15)".

Afirman que "no es responsable alentar la confrontación entre hermanos cuando los problemas deben ser atendidos en el único camino válido y democrático del diálogo. En nuestro comunicado anterior constatamos la demanda legítima de los trabajadores a una jubilación digna y suficiente. Al reducir este derecho a un escenario político se le niega legitimidad y se ahondan las incomprensiones. Por otro lado, tampoco es responsable la radicalización de medidas de presión sin atender al recurso al diálogo y sin demostrar una real predisposición a ceder posiciones atendiendo la realidad económica del país".

"Como Iglesia --añaden--, en nombre de Dios Padre que quiere el bien de todos sus hijos sin diferencias ni discriminaciones, llamamos a las autoridades nacionales y sectores movilizados a buscar caminos de encuentro, deponiendo actitudes descalificadoras y medidas de presión y violencia, usando la razón, que es un don de Dios, para sentarse a la mesa de diálogo con voluntad serena y real predisposición para flexibilizar posiciones priorizando el bien común de toda la sociedad".

Y concluyen: "Pedimos que sea el Espíritu de Cristo Resucitado, constructor de la unidad en el amor, que infunda en todos nosotros actitudes de encuentro y de paz, buscando la justicia para todos".

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Una propuesta de coordinación pastoral de la familia, la parroquia y la escuela
La Conferencia Episcopal Española publica ''Orientaciones pastorales para la coordinación de la familia, la parroquia y la escuela en la transmisión de la fe''

Por Redacción

MADRID, 20 de mayo de 2013 (Zenit.org) - La Conferencia Episcopal Española ha publicado el documento "Orientaciones pastorales para la coordinación de la familia, la parroquia y la escuela en la transmisión de la fe". Se trata de un texto cuyo autor es la XCVII Asamblea Plenaria. La última Comisión Permanente, de 25 de febrero, le dio el visto bueno definitivo.

Elaborado por la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis, el documento acoge las orientaciones dadas por Benedicto XVI acerca de la llamada “emergencia educativa” y propone como una de las primeras respuestas de la Iglesia el “aunar esfuerzos, compartir experiencias, dedicar personas y priorizar recursos, con el fin de coordinar objetivos y acciones entre los diversos ámbitos: familia, parroquia y escuela, en orden a la transmisión de la fe, hoy”.

Las Orientaciones pastorales que ahora se publican “quieren ayudar a los padres de familias en su difícil y hermosa responsabilidad de educar a sus hijos; a los sacerdotes y catequistas en las parroquias en la paciente y apasionante misión de iniciar en la fe a las nuevas generaciones de cristianos; así como a los profesores de religión en los centros de enseñanza, estatales y de iniciativa social, católicos o civiles, preocupados y entregados a la noble tarea de formación de niños y jóvenes”.

El documento está estructurado en cinco capítulos: en el primero, se hace un breve análisis de las necesidades, dificultades y posibilidades de la transmisión de la fe en la familia cristiana, la catequesis parroquial y la enseñanza religiosa escolar; en el segundo, se trata de los responsables de la coordinación de objetivos y acciones; en el tercero, se exponen los servicios distintos y complementarios que corresponden a los diversos ámbitos; en el cuarto, se señalan las dimensiones específicas de estos servicios en la transmisión de la fe; y, en el quinto, se ofrecen aquellos medios que favorecen y ayudan a la transmisión de la fe, hoy, según las distintas situaciones de los destinatarios y las diversas responsabilidades de padres, catequistas y profesores.

Una propuesta en el contexto de la “nueva evangelización”

El primer capítulo comienza analizando los distintos factores que hoy “son signo y causa de un radical cambio de mentalidad respecto al valor de lo recibido por herencia y tradición” (dispersión, fragmentación de la persona, modelos de referencia poco consistentes, etc.). Todo ello ha repercutido de manera significativa en los lugares de transmisión de la fe: familia, escuela, ambiente, e incluso, en grupos de identidad eclesial. “Más allá de la resignación, el lamento, el repliegue o el miedo, los papas alientan a la Iglesia a revitalizar su propio cuerpo, poniendo en el centro a Jesucristo, el encuentro con él y la luz y la fuerza del Evangelio”.

El texto que ahora ofrecen los obispos se enmarca en este contexto de “nueva evangelización”. Aun reconociendo las dificultades que plantea la coyuntura actual, “estamos persuadidos –subrayan- de que desde una sana antropología, los niños, adolescentes y jóvenes poseen un gran depósito de bondad, de verdad y de belleza que los antivalores reseñados no pueden ocultar ni destruir. De hecho se advierte una sed generalizada de certezas, de valores y de objetivos elevados que orienten la propia vida”.

Responsables de la coordinación

En el segundo capítulo las Orientaciones pastorales inciden en que “transmitir o comunicar la fe es responsabilidad propia de todos los creyentes de cualquier edad y condición. Podemos decir que se trata de una tarea de corresponsabilidad entre los pastores de la Iglesia, padres de familia, catequistas, profesores, animadores de grupos, etc.”

Los obispos recuerdan el papel especial e insustituible que los laicos cristianos tienen en la comunicación de la fe, la importancia de que el empeño educativo se realice en comunión al servicio de la misión, y de esta manera va recorriendo las diferentes responsabilidades que se tienen en la parroquia, en el arciprestazgo, o en la escuela; en particular, en la escuela católica, que “debe ser un referente educativo no solo en su acción formativa, sino en el testimonio de las personas consagradas y profesores cristianos laicos. Este testimonio solo será eficiente si se realiza dentro de la espiritualidad de comunión eclesial”.

El servicio de la familia, la parroquia y la escuela

El tercer apartado es un capítulo central en el documento y en él se especifica cuál es el servicio de la familia, la parroquia y la escuela en la transmisión de la fe. En él se reconoce a la familia como “primera escuela” e “iglesia doméstica”. “Los padres son los principales y primeros educadores. Ellos son el espejo en el que se miran los niños y adolescentes (…) La iniciación en la fe cristiana es recibida por los hijos como la transmisión de un tesoro que sus padres les entregan, y de un misterio que progresivamente van reconociendo como suyo y muy valioso. Los padres son maestros porque son testimonio vivo de un amor que busca siempre lo mejor para sus hijos, fiel reflejo del amor que Dios siente por ellos”.

Como “iglesia doméstica” que es, la función educadora de la familia no se queda en el testimonio, de por sí imprescindible, sino también en la presentación de los contenidos de la fe, adecuados a la edad de los hijos, y en ser el marco propicio donde se descubran, asuman y practiquen las virtudes cristianas, más aún en un ambiente social desfavorable.

Respecto a la acción catequética en la parroquia, se señala que “en la situación actual, todo el proceso de iniciación cristiana exige una atenta reflexión sobre su significado y su forma de realización”. Concierne a la parroquia promover el primer anuncio de llamada a la fe (no debe presuponerse siempre que el despertar religioso ha surgido en el seno de la familia), y se invita a que exista una relación, que resulta básica, entre iniciación cristiana familiar y catequesis parroquial.

Con respecto a la enseñanza religiosa en la escuela, en el documento se recuerda que se trata de “un derecho y un deber de los padres y alumnos católicos”, y en concreto en este capítulo se explica en qué consiste la peculiaridad de esta enseñanza: “presenta el mensaje y acontecimiento cristianos en sus elementos fundamentales, en forma de síntesis orgánica y explicitada de modo que entre en diálogo con la cultura y las ciencias humanas, a fin de procurar al alumno una visión cristiana del hombre, de la historia y del mundo, y abrirle desde ella a los problemas del sentido último de la vida”.

La religión no es solo una realidad interior, aunque esto para el creyente sea lo decisivo; la religión ha sido a lo largo de la historia, como lo es en el momento actual, un elemento integrante del entramado social humano y un ineludible hecho cultural. “Por ello, los contenidos fundamentales de la religión dan claves de interpretación de las civilizaciones. Y si la religión es un hecho cultural importante que subyace en el seno de nuestra sociedad, es evidente que su incorporación a la escuela enriquece y es parte importante del bagaje cultural del alumno”.

Frente a algunas voces que cuestionan la presencia de la religión en la escuela, en el texto se ofrecen algunos motivos que autorizan su presencia, como son por ejemplo el hecho de que sea necesaria para “comprender la civilización europea en la que estamos sumergidos”, el que esta enseñanza, bien realizada, “favorece la unidad interior del alumno creyente”, y el hecho de que “brinde al alumno motivos para vivir, le ofrezca valores morales a los que adherirse y le indique caminos para orientar su comportamiento”.

Por último, la enseñanza de la religión tiene también una evidente dimensión evangelizadora. “Siguiendo las orientaciones de Benedicto XVI,hemos de subrayar que la enseñanza religiosa, lejos de ser solamente una comunicación de datos fácticos, informativa, la verdad amante del Evangelio es creativa y capaz de cambiar la vida, es performativa. Por ello, esta materia no puede reducirse a un mero tratado de religión o de ciencias de la religión, como desean algunos; debe conservar su auténtica dimensión evangelizadora de transmisión y de testimonio de fe. Por ello, los profesores deben ser conscientes de que la enseñanza religiosa escolar ha de hacer presente en la escuela el saber científico, orgánico y estructurado de la fe, en igualdad académica con el resto de los demás saberes, haciendo posible el discernimiento de la cultura que se transmite en la escuela y respondiendo a los interrogantes de los alumnos, en especial a la gran pregunta sobre el sentido de la vida”.

Elementos al servicio de la transmisión de la fe

El cuarto capítulo recoge, de forma práctica, los elementos al servicio de la transmisión de la fe en la familia, la parroquia y la escuela. “Uno de los elementos a tener en cuenta a la hora de coordinar la educación cristiana –comienza diciendo el texto- es el de las dimensiones específicas de cada institución y es particularmente necesario en lo que se refiere a los contenidos. Cuidando lo característico y propio, se favorece mejor lo complementario”.

La familia debe cuidad el despertar religioso del niño, su capacidad de admiración  y ayudarle a descubrir a Dios, también en la oración. La catequesis debe tener en cuenta la síntesis de la fe desde la vivencia y la escuela, por su parte, la síntesis de fe desde el saber.

El texto propone una serie de contenidos que orientan un itinerario orgánico y sistemático; ofrece un itinerario marco para la formación religiosa de los adolescentes; y detalla referencias concretas a la psicología de la adolescencia, dado que el mensaje cristiano es sembrado en una “tierra abonada de elementales necesidades y de sorprendentes posibilidades”, donde conviene tener en cuenta de manera muy especial cuestiones como la libertad, la confianza, la amistad, la compañía y la celebración.

Medios y modos

Las Orientaciones pastorales terminan con un capítulo dedicado a los medios y modos para la coordinación en la transmisión de la fe. Repasa las situaciones que hay que tener en cuenta a las distintas edades; urge a los padres, catequistas, profesores y alumnos a dar testimonio cristiano; y repasa los medios y servicios mutuos que hay que tener en cuenta y prestar en los distintos ámbitos. “Los catequistas, profesores y padres, interrelacionados, han de ofrecer un testimonio coherente y concorde con los valores que la enseñanza religiosa propone y fundamente, así como han de valorarse positivamente en aquello que cada uno realiza según su función”.

“Invitamos a todas las instituciones implicadas –concluyen los obispos- a colaborar en este proyecto al servicio de la transmisión de la fe. Formar a las nuevas generaciones siempre ha sido una labor ardua, pero gratificante. En las circunstancias actuales que nos toca vivir, podemos afirmar a que es un tarea difícil, pero apasionante. Hoy, necesitamos educadores en la fe que sean maestros y testigos: o, mejor, testigos para ser maestros” (…) Es una ocasión para fomentar, de nuevo, la educación cristiana a todos los niveles y ofrecerla como alternativa  a otras. La Conferencia Episcopal Española estudiará las posibilidades de un proyecto educativo católico que contemple una visión coherente, armónica y completa del hombre, con objetivos, acciones y medios adecuados, y que sirva como marco de referencia para todas las instituciones educativas católicas. En palabras del beato Juan Pablo II, somos conscientes de que está en juego el futuro de la transmisión de la fe y su realización”.

Para acceder al documento completo: “Orientaciones pastorales para la coordinación de la familia, la parroquia y la escuela en la transmisión de la fe”.

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Elegido el nuevo superior general del PIME
Cargó recayó en el italiano Ferruccio Brambillasca

Por Redacción

ROMA, 20 de mayo de 2013 (Zenit.org) - En el marco de la XIV Asamblea General del Instituto Pontificio de las Misiones Extranjeras (PIME), que se realiza en Roma del 5 al 29 de mayo, fue elegido hoy como superior general el presbítero Ferruccio Brambillasca, hasta ahora superior regional del PIME en el Japón, donde ha vivido desde 1998.

El padre Brambillasca nació en Monza, Milán, el 11 de junio de 1964. Es licenciado en Teología Dogmática en Nápoles, y ha ejercido el ministerio presbiteral durante 24 años. Pasó varios años de su trabajo misionero en Italia, en la India y en el Japón. 

Nuevo Gobierno general

Por otra parte, el padre Davide Sciocco, ex misionero y superior regional de Guinea Bissau, es el nuevo vicario general de PIME. El padre Sciocco nació el 17 de diciembre de 1963 en Parabiago, Milán, y es presbítero desde hace 25 años.

Trabajó dentro y fuera de la animación misionera en obras realizadas en Italia, donde fue director del Centro Misionero de Milán. En Guinea Bissau, fue misionero en los períodos 1992-2004 y 2007-2013. En el país africano fundó la radio Sol Mansi, una emisora ​​católica con cobertura en todo el país.
 
El mismo día, la Asamblea General eligió a los presbíteros Amal Gabriel Costa (Bangladesh) como segundo Asistente General; Marco Monti (Tailandia) como Tercer Asistente General y a Paul Ballan (Bangladesh), como cuarto Asistente General.

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Nuevo superior provincial de España y Argentina de los religiosos camilos
El padre Jesús María Ruiz

Por Redacción

MADRID, 20 de mayo de 2013 (Zenit.org) - Una vez finalizado, el 57 capítulo general de la Orden de los Ministros de los Enfermos, más conocidos como religiosos camilos, el superior general, padre Renato Salvatore, ha nombrado como superior de la Provincia Española al padre Jesús María Ruiz.

nuevo provincial sucede en el puesto al padre Francisco Álvarez que ha sido superior provincial durante los dos últimos trienios 2007-2010 y 2010-2013. En los último 6 años, el padre Jesús María Ruiz ha sido vicario general de la Orden.

El padre Jesús María Ruiz nació en Navarra el 29 de diciembre de 1943. Ingresó en el postulantado de Navarrete (La Rioja) el 29 septiembre de 1957. Hizo su noviciado en Vic (Barcelona) en 1961 y realizó su primera profesión el 8 de septiembre 1962.

En 1968 se trasladó, con un grupo de ocho religiosos camilos, a la Delegación de la Argentina y el 16 de diciembre de 1972 fue ordenado presbítero en Buenos Aires.

Entre los diferentes ministerios que ha ejercido, ha sido coadjutor de la parroquia de Santa Inés de Buenos Aires, capellán en diversos hospitales: Hospital Naval de Buenos Aires, Virgen del Rocío de Sevilla, Hospital de la Fe de Valencia y Hospital Sant Camil de Sant Pere de Ribes (Barcelona) y director de la Revista Humanizar desde sus inicios en 1991 hasta 2008 que se trasladó a Roma.

Asimismo ha sido maestro de novicios de la provincia española (1975-1986), superior provincial en el sexenio (2001-2007) y actualmente era vicario general de la orden desde mayo de 2007.

Experto en humanización y pastoral de la salud se pueden señalar entre sus publicaciones “Humorizar la Salud”, publicado por Sal Terrae, varias voces del “Diccionario de Pastoral de la Salud y Bioética, y coautor de “Diez miradas sobre Camilo de Lellis”.

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XXII Fiesta de los Pueblos en Roma ''Un encuentro que cambia''
Miles de inmigrantes con sus devociones, arte culinario y folclore manifiestan su integración manteniendo la diversidad

Por H. Sergio Mora

ROMA, 20 de mayo de 2013 (Zenit.org) - La XXII edición de la Fiesta de los Pueblos se realizó este domingo 19 de mayo en Roma, en la plaza de San Juan de Letrán. Organizado por la Diócesis de Roma, el evento nacido hace varios años atrás con los padres Combonianos, cuando los inmigrantes en Italia era muy pocos, tuvo por título “Un encuentro que cambia”.

En la celebración de santa misa, que coincidió con la fiesta de Pentecostés, monseñor Zuppi, obispo auxiliar del sector centro de la diócesis de Roma recordó que la convivencia entre los pueblos “no es un mezclarse que se acomoda”. Porque “somos diversos pero no una babel”. Y que “tiene miedo de la diversidad quien no tiene identidad”.

El padre escalabriniano Gaetano Sarracino, organizador de la Fiesta de los Pueblos, le indicó a ZENIT los números del evento: 27 las comunidades que animaron la liturgia eucarística con idiomas diversos. Participaron 19 cocinas étnicas; se se exhibieron 35 grupos folclóricos; se abrieron 60 stands culturales y fueron más de 150 las etnias registradas en la 'piazza San Giovanni in Laterano' en esta la 'Festa dei Popoli'.

Recordó que “cuando iniciamos 22 años atrás, éramos 300 personas, hoy aquí somos 10.000”. Añadió que “es una fiesta significativa para la comunidad cristiana”, porque “la inmigración es parte estructural en Italia, ellos viven diariamente con los italianos, tienen sus asociaciones y ayudan con proyectos a sus países de origen. Italia superó el “éramos inmigrantes” y hoy “se está acostumbrando a esta llegada de personas de otras culturas”.

Diversas comunidades latinoamericanas participaron al evento, sea con culinaria, que con folclore. Entre los stands estaba incluso uno de la hermandad del Señor de los Milagros, devoción típica peruana. En Italia los inmigrantes son unos 5 millones, el 7% de la población. Los latinoamericanos son unos 400.000 y las comunidades latinoamericanas más numerosas son las de Perú, Ecuador y Colombia.

El director de la oficina Migrantes de la diócesis de Roma Pierpaolo Felicolo, le indicó a ZENIT que “más allá del folclore debemos entender el título de la fiesta: 'Un encuentro que Cambia'. Esta es la cosa más profunda. Porque en el encuentro de hoy y mirando a esta plaza tenemos una imagen muy linda. tantos hombres y mujeres que bailan y hacen fiesta, pero más allá del folclore se encuentran, y encontrarse significa mirarse y si uno se mira y se acerca al otro, se superan los temores, las desconfianzas, los miedos, y al hablarse mutuamente uno se entiende mejor. Este es el significado profundo intenso y hermoso de la fiesta”.

¿Participaron también grupos que no son necesariamente religiosos? Sí, indicó el director diocesano de la Migrantes, “si bien la matriz de la fiesta es profundamente cristiana. Nació con los padres encalabrinarnos algunos años atrás en la parroquia del Redentor. Y entraron en el programa diocesano. Se celebra en la catedral de la diócesis, la basílica de 'San Giovanni in Laterano'.

“Nació -recordó monseñor Felicolo- de la inteligencia de los padres escalabrinianos que hoy colaboran junto a la comunidad de San Egidio; a los combonianos; a los jesuitas del centro Astalli para los refugiados y a otras tantas realidades”.

“Es importante dar visibilidad a este trabajo con los inmigrantes -subrayó el responsable diocesano- que es un trabajo de todos los días, paciente, silencioso, constante, cercano a los hombres y mujeres de tantas partes del mundo”.

Sobre la importancia del folklor y de que cada uno hable su idioma, monseñor Felicolo precisó: “La unidad no es homologación. Hay que mantener las identidades diferentes que se encuentran, se unen, se quieren, pero sabiendo que son diversas, como los es la filipina de la latinoamericana, auque todas trabajen en la unidad de la Iglesia”.

Recordó que “el papa Francisco unas audiencias atrás nos preguntó ¿qué hace Roma por los inmigrantes? Es una pregunta bella que nos pone en discusión, que nos evita la sensación de pensar que hemos llegado a la meta y nos hace entender cómo movernos y acercarnos a tatos hermanos y hermanas”.

Entre los objetivos que es necesario alcanzar, indica el prelado, figuran “una integración que lleve a reconocer la riqueza de la multietnicidad; lograr una buena integración de las segundas generaciones y que obtengan la ciudadanía italiana; y favorecer las reunificaciones familiares, porque las familias divididas son más frágiles. Una familia unida es más fuerte”.

¿Qué significan en el campo de inmigración las periferias existenciales? Monseñor Felicoli indicó que para los inmigrantes “a veces significa sentirse solos”. Y concluyó: “Este evento de la 'Fiesta de los Pueblos' es un signo, no que satisface, sino que nos invita a partir hacia la periferia existencial, para que la soledad sea derrotada y la red de solidaridad pueda acogerles a todos”.  

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''Nos comprometemos con la sociedad aunque no tengamos visibilidad''
Cincuenta grupos de laicos cristianos se reunieron en Burgos

Por Redacción

MADRID, 20 de mayo de 2013 (Zenit.org) - Convocados por la delegación diocesana de apostolado seglar, este sábado 18 de mayo, más de cincuenta grupos de laicos cristianos de Burgos, España, se reunieron en el Seminario Diocesano de San José para celebrar su asamblea anual. La reunión ha servido para que los laicos burgaleses se pregunten «¿Qué estamos haciendo?» –como reza el lema del encuentro– ante la crisis económica y social actual.

En la reunión, los asistentes subrayaron que la acción a favor de la sociedad «no se reduce a la de algunas de sus instituciones visibles, como Cáritas, por ejemplo», sino que los cristianos «participan en todos los campos», desde el «cumplimiento de los deberes cívicos y fiscales» para llegar, después, hasta «las periferias de la sociedad» sin por ello tener un reconocimiento visible en la sociedad.

Los asistentes a esta asamblea decidieron «seguir comprometiéndose» en su vida cotidiana a través de «las múltiples formas de lucha contra la crisis», «sin reclamar ni pretender un protagonismo», como lo hacen «la sal en el agua, la luz en la calle o la levadura en la masa», tal como se lee en el comunicado que aprobaron en el encuentro. Lo hacen, aseguran, para promover «el bien colectivo por encima del privado» y construir así una sociedad más justa.

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Santa María


Gran Peregrinación ''María Reina de Granada''
Gran explosión de fe en torno a Nuestra Señora

Por Redacción

GRANADA, 20 de mayo de 2013 (Zenit.org) - En la Gran Peregrinación “María, Reina de Granada”, que se celebró el pasado día 18, víspera de la Solemnidad de Pentecostés, con la participación de 33 Sagradas Imágenes Marianas de Granada y provincia para celebrar el Centenario de la Coronación Canónica de la Patrona.

La Diócesis de Granada, España, celebró el pasado sábado su Gran Peregrinación “María, Reina de Granada” con la participación de 33 Sagradas Imágenes Marianas de Granada y patronas de algunos pueblos de la provincia (Loja, Motril, Almuñécar, Alhama y Ugíjar), para festejar el I Centenario de la Coronación Canónica de Nuestra Madre la Virgen de las Angustias, en la celebración de su Año Jubilar y en el marco del “Año de la fe”, informa la página web de la Diócesis.

En esta jornada histórica para la vida cristiana de Granada, los cofrades y el resto de fieles mostraron por las calles de Granada su amor y devoción por la Madre de Dios en un recorrido que comenzó en la Santa Iglesia Catedral hasta la Basílica de Nuestra Señora de las Angustias, donde el arzobispo, monseñor Javier Martínez, elevó una oración ante cada una de las advocaciones marianas que se presentaban ante la Patrona y rezó una Salve, junto a todo el pueblo de Dios.

Monseñor Martínez rezó por los enfermos, los parados, por las familias, por la paz, especialmente en Oriente Medio, por las madres que han perdido a sus hijos (los fieles rompieron a aplaudir), por los esposos y los jóvenes, por la convivencia en Granada y la unidad de España; y pidió a Nuestra Madre para que nuestros corazones se abran a la luz de Cristo y dejemos espacio a su misericordia, para que alivie nuestras heridas del corazón, por su intercesión ante su Hijo, para que despierte en nosotros la esperanza verdadera que nos regenera en Cristo, para sentir siempre la presencia y compañía del Señor y que no se adueñe de nosotros la soledad –“es una de las almas del enemigo”, afirmó Mons. Martínez-, y que aumente y nos sostenga en la  fe. También rezó por las familias y visitantes de los pueblos de Motril, Loja, Almuñécar, Alhama y Ugíjar, cuyas patronas (Ntra. Sra. de la Cabeza, Caridad, Antigua, Virgen de las Angustias y Martirio) han peregrinado en esta jornada única de devoción y amor a Nuestra Madre.

En vísperas de Pentecostés, las Sagradas Imágenes salían de sus templos a muy temprana hora, para estar antes de las 10 horas en la Santa Iglesia Catedral, donde permanecieron durante toda la mañana y cientos de visitantes pudieron ver las distintas advocaciones marianas que han participado en la Gran Peregrinación. La procesión extraordinaria llevaba consigo una obra de caridad, ya que los donativos de la colecta en la Eucaristía, las mesas de póstula en algunos puntos del centro de la ciudad por la mañana y el acceso al templo catedralicio para ver las Sagradas Imágenes van destinadas al Economato Solidario, impulsado por el Arzobispado de Granada y de cuya gestión se encargarán la Real Federación de Hermandades y Cofradías de Semana Santa con Cáritas Diocesana de Granada.

Por la tarde, previa a la salida del cortejo procesional, en la Eucaristía en el templo catedralicio, monseñor Martínez aludía a las palabras del beato Juan Pablo II en su Encíclica Redemptoris Mater: “La Virgen, Madre, precede a la Iglesia en su peregrinación hacia el Reino”, de tal manera “que esta tarde eso se hace carne”. En sus palabras, señaló la explosión de fe que era esta Gran Peregrinación y subrayó que con ella la celebración de Pentecostés, que celebramos el domingo 19, ya había comenzado, recordando a María en el Cenáculo con los Apóstoles en la venida del Espíritu Santo.

La Gran  Peregrinación Mariana constituyó una explosión de fe en torno a la Madre de Dios, expresada por el pueblo de Granada y sus visitantes públicamente hasta bien entrada la noche.

Puede consultarse el material audiovisual disponible para conocer la Gran Peregrinación “María, Reina de Granada”.

Para ver imágenes de la Gran Peregrinación, pincha aquí.

Para escuchar la homilía de Mons. Martínez en la Catedral, con motivo de la Peregrinación, pincha aquí.

Para ver el vídeo de la homilía del Arzobispo en youtube.

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Catequesis para la Familia


Ayudar a madurar: ¡Ven Espíritu Santo, ven por María!
Catequesis para toda la familia

Por Luis Javier Moxó Soto

MADRID, 20 de mayo de 2013 (Zenit.org) - Hemos terminado el tiempo pascual, con la celebración de Pentecostés, y me pregunto en qué se ha notado o diferenciado nuestra forma de vivirlo en cristiano. Estamos en un ambiente en el que mucho de lo que era antes considerado como normal hoy en día no es muy corriente. Aquellos valores y virtudes, que creíamos encarnados en personas e instituciones, parece como si hubieran perdido su capacidad referencial.

Por ello es urgente, para la necesaria renovación de nuestra sociedad y de nuestras comunidades, una vuelta a lo esencial y al amor primero a lo original, a lo auténtico. Una vuelta a las fuentes nos va a traer el descubrimiento o reconocimiento, siempre nuevo, de las pocas certezas de siempre.

Vivir en la verdad de la propia vida es mucho más que ser coherente. Es también ser humilde desde el propio conocimiento que somos y tenemos. Es vivir la conversión continua.

¿Quién ha hecho posible que nuestra pequeña vida tenga un valor infinito, esta verdad que somos, tenga un sentido pleno, en su navegación por este universo, esta historia? “La tierra estaba informe y vacía; la tiniebla cubría la superficie del abismo, mientras el espíritu de Dios se cernía sobre la faz de las aguas” (Gén 1,2). Esta Palabra hoy resuena con verdadera evidencia porque ¿qué es esta tierra y esta humanidad sin el espíritu de Dios? Nada. El comienzo de la creación se expresa así, pero también en su final: “Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el últimoEl Espíritu y la esposa dicen:¡Ven!” (Ap 22,13.17a)

¿Quién tiene la necesidad de pedir hoy que suceda esta regeneración a quien hace nuevas todas las cosas (cf. Ap 21,5)? ¿Quién nos purificará de nuestras inmundicias e idolatrías, nos dará un corazón nuevo y nos infundirá su espíritu, arrancará de nuestra carne el corazón de piedra, y nos dará un corazón de carne? (cf. Ez 36,25-27)?

No puede ser transformada nuestra mente y nuestro corazón sin el Espíritu del Señor. Sólo Él nos renueva por dentro con espíritu firme y nos devuelve la alegría de la salvación (cf. Sal 50,12.14). ¡Cuántas veces nos dejamos llevar por la mentalidad y sentir dominantes, sin discernir bien si nos ayudan a crecer y madurar como personas, a ser verdaderamente felices, a llegar a nuestro destino y cumplimiento de nuestra vocación!

El Espíritu de Dios nos da la vida nueva, y los dones necesarios para este camino de santidad, que quiere para nosotros. No le entristezcamos, evadiéndonos de su presencia, amparo y fuerza. Colaboremos con su influencia y acción, en nosotros y en los demás, porque no hay nada bueno, verdadero y bello que no proceda de Él.

¡Ven Espíritu Santo, ven por María!

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Familia


Australia: Clausurado el VII Congreso Mundial de las Familias
Preocupación por amenazas globales

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 20 de mayo de 2013 (Zenit.org) - Concluyó en Sydney, Australia, el Séptimo Congreso Mundial de las Familias, realizado del 15 al 18 de mayo con "el ambicioso y urgente objetivo −dicen los promotores a través de su sitio web−, de discutir sobre las áreas estratégicas que refuercen la familia a escala global".

En el evento participaron especialistas de diversas disciplinas y procedencia geográfica, del mundo académico, de la empresas, de la política, del derecho, de los medios, de la medicina, de la educación, de la cultura y del entretenimiento.

El Congreso Mundial para las familias fue instituido en 1997 por el doctor Allan Carlson, del Centro Howard para la Familia, la Religión y la Sociedad, en Illinois, Estados Unidos, en defensa de la familia natural.

El presidente del Pontificio Consejo para la familia, monseñor Vicenzo Paglia, intervino en el encuentro con un mensaje, centrado en el tema: "Sanar el matrimonio y la vida familiar: la solución a los cambios sociales y económicos".

"La familia fundada sobre el matrimonio es la base de la sociedad y la escuela primaria para toda la vida social y sus objetivos", afirmó el arzobispo Paglia en su intervención. La necesidad de la estabilidad de la familia natural −padre, madre, hijos−, no es una creencia religiosa, explica el presidente del dicasterio vaticano, ni una institución cristiana o impuesta por la Iglesia, sino que es un "hecho de vida, que no puede ser removido de lo profundo del corazón y del alma de cada ser humano".

En otra parte de su discurso, señala que "Estudios científicos demuestran que el matrimonio constituye un valor añadido a las personas y a la sociedad, en el matrimonio se realiza la calidad de relación de pareja, con importantes efectos positivos (de tipo biológico, psicológico, económico y social), para niños y adultos y sobre las formas de vivir juntos".

El mensaje completo de monseñor Vicenzo Paglia aquí

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SANTOS Y BEATOS: EPOPEYAS DE AMOR. EJEMPLO DEL DÍA


San Arcángel Tadini
«Apóstol del mundo laboral»

Por Isabel Orellana Vilches

MADRID, 20 de mayo de 2013 (Zenit.org) - «La caridad no conoce el orgullo salvo para triunfar sobre él, no conoce el amor propio sino para sacrificarlo, ni a la naturaleza sino para hacerla perfecta, ni al hombre sino para hacerle santo». Quién esto expresaba quemó las naves para alzar el vuelo conquistando la eternidad. Nació en Verolanuova, Brescia, Italia, el 12 de octubre de 1846. Era fruto del segundo matrimonio de su padre, que fue secretario del ayuntamiento, y que había enviudado muy joven de sus primeras nupcias; fruto de esta unión vinieron al mundo siete hijos. Desde el principio Arcángel tuvo una salud delicada, al punto de que a los 2 años se temió por su vida ya que estuvo al borde de la muerte. En 1864 inició los estudios eclesiásticos en el seminario de Brescia, donde le había precedido su hermano Julio. Precisamente en la primera misa oficiada por éste en la casa familiar de Verola, Arcángel se había sentido particularmente conmovido y llamado a ser sacerdote como él. Aunque en esta decisión influyeron otros factores históricos. Porque la Italia de su tiempo estaba inmersa en una lucha anticlerical. La Revolución francesa dejó un reguero de mártires en la Iglesia, tanto de religiosos como de sacerdotes, sufriendo destierro otros muchos. Y estos hechos calaron en el santo: «fue entonces cuando me decidí a ser clérigo». En el seminario se distinguió por su piedad y por su obediencia. En esa época sufrió una funesta caída quedando afectada su pierna derecha; le dejó marcado de por vida con una cojera.

Culminó los estudios en 1870 y fue ordenado sacerdote. Su fidelidad a la Iglesia y al Santo Padre le infundían el anhelo de poner a su servicio cualquier medio que tenía a su alcance para defenderlos. Abrió brecha en el apostolado en consonancia con los nuevos tiempos. Observaba que en medio de tantos contratiempos y de situaciones tensas creadas por los incrédulos –esto es, los que tenían a la Iglesia en el punto de mira crítico–, la llama de la caridad cristiana y los rasgos de piedad se mantenían vivos en el hogar de numerosas personas. El primer año de su ministerio Arcángel tuvo que permanecer en el domicilio familiar restableciéndose de la lesión contraída. De 1871 a 1873 estuvo afincado en Lodrino. Después, fue trasladado al santuario de Santa María de la Nuez, de Brescia, y durante ese tiempo ejerció como maestro. Sumamente atento con las personas necesitadas, les ayudó siempre; especialmente se ocupó de las que perdieron todos los enseres por causa de una riada, consiguiendo comida para varios centenares que alojó en la parroquia. Su celo apostólico y su buen hacer hizo que se pensase en él para ocuparse de una parroquia con feligresía delicada, la de Botticino Sera. Llegó en 1885 para ser su coadjutor. Enseguida constató el escaso cuando no nulo entusiasmo que los ciudadanos mostraban hacia la fe. Pero le animaba un ímpetu y espíritu de entrega tales que fue conquistándolos y, a su tiempo, una mayoría se irían convirtiendo. Frágil de salud, confiándose a la divina providencia, estaba inmerso en la oración y la penitencia. Muchas horas del día las dedicaba a la confesión, cuidaba la liturgia, y era especialmente devoto de la Eucaristía. Fue un hombre austero, un predicador excepcional, tenía grandes dotes de oratoria de las que se aprovechó para inculcar principios morales en los fieles con fuerza y persuasión. Muchas personas acogían sus palabras con gran emoción y deseos de penitencia. Fue nombrado párroco arcipreste de esta Iglesia a los 41 años, y allí celebraría, poco antes de sorprenderle su muerte, las bodas de plata sacerdotales.

Una de sus líneas de acción apostólicas fueron los niños. No solo les instruía en la fe, también se ocupaba de su salud, de que tuviesen buenas pautas higiénicas y les animaba en sus estudios. Además, hizo de ellos buenos monaguillos. Para niños y jóvenes Arcángel fue como un buen padre. Entre otras muchas acciones apostólicas, estableció la escuela de canto, introdujo el canto gregoriano e incluso fundó una banda que tuvo gran éxito. Al reparar en la explotación que sufrían las mujeres en las fábricas –trabajaban catorce horas diarias en un ambiente moralmente degradante para recibir un mísero sueldo–, se empeñó en resolver la injusticia. Con sus bienes, fundó la Sociedad obrera católica del mutuo socorro, e inauguró así una fábrica hilandera en la cual generó decenas de empleos dotándolas de condiciones dignas para sus obreras. Dejó todo solventado para que se les reconocieran los derechos mientras que estuviesen en activo y que no tuvieran problemas tampoco después de la jubilación. En este sentido, Arcángel aplicó fructíferamente la Rerum novarum de León XIII. El jesuita P. Maffeo Franzini, amigo suyo, le aconsejó que fundara una nueva orden para asistir a las operarias. Compartiendo con ellas su trabajo y fatigas creaba un ambiente propicio para difundir el Evangelio. En 1900 con un grupo de mujeres creó la congregación de las Hermanas operarias de la santa Casa de Nazaret a quienes puso como modelo la Sagrada Familia. Esta iniciativa apostólica contó con la oposición de algunos potentados de la localidad, pero él no se arredró y siguió adelante. En un momento dado quisieron fusionar su fundación con la de las Hermanas de la Caridad de Brescia, pero el asunto no prosperó. Arcángel sufrió muchas penalidades. Fue calumniado, vilipendiado y generalmente incomprendido incluso en estamentos eclesiales. Y aunque murió sin ver reconocida su obra dentro de la Iglesia, decía: «Dios la ha querido, la guía, la perfecciona, la lleva a término». Falleció el 20 de mayo de 1912. Fue beatificado por Juan Pablo II el 3 de octubre de 1999. Y canonizado por Benedicto XVI el 26 de abril de 2009.

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Flash


Nueva edición de la Carta de los Derechos de la Familia
A treinta años de su publicación

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 20 de mayo de 2013 (Zenit.org) - Con motivo del XXX aniversario de la publicación de la "Carta de los Derechos de la familia", fechada el 22 de octubre de 1983, la edición del Pontificio Consejo para la Familia (PCF) se ha enriquecido con una nueva impresión.

La "Carta de los derechos de la Familia" se compone de una Introducción, de un Preámbulo y de 12 Artículos. El texto está acompañado esta vez por una Presentación, una Lectura y un Comentario del arzobispo Vincenzo Paglia, presidente del Consejo Pontificio para la Familia. 

Editado por la Librería Editorial Vaticana (pp. 40), esta publicación acompañará las jornadas de estudio que el Pontificio Consejo ha programado durante este año: el seminario internacional de los juristas católicos de todo el mundo (19-20-21 de septiembre de 2013); la XXI Asamblea plenaria del PCF (23-24-25 de octubre de 2013) y los encuentros promovidos en varios países del mundo para sensibilizar a los diversos organismos internacionales implicados en la promoción de los derechos de la familia. El volumen ha sido publicado en italiano, inglés, francés y español. Está previsto editarlo también en polaco y árabe.

Más información: pcf@family.va

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Documentación


Fray José Rodríguez Carballo, ordenado obispo en la catedral compostelana
Homilía del cardenal secretario de Estado Tarcisio Bertone

Por Redacción

SANTIAGO, 20 de mayo de 2013 (Zenit.org) - Ocho cardenales (Bertone, Hummes, Maradiaga, Braz de Avis, Monteiro, Bertello, Amigo y Cañizares), diez arzobispos (entre ellos, cuatro nuncios como Renzo Fratini, nuncio apostólico en España) y quince obispos, de España y de otros países, ordenaron obispo a fray José Rodríguez Carballo. Nombrado por el papa Francisco arzobispo titular de Belcastro y secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, el hasta ahora ministro general de la Orden de Hermanos Menores (OFM), recibió la consagración en la catedral de Santiago de Compostela, en la tarde del sábado 18 de mayo, víspera de Pentecostés. Ofrecemos el texto de la homilía pronunciada en la celebración por el cardenal Tarcisio Bertone.

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En este marco incomparable de la Catedral Compostelana, os saludo con las palabras del Santo de Asís: «El Señor os dé la paz». Me dirijo con particular afecto a nuestro querido hermano Fray José Rodríguez Carballo, hasta ahora Ministro general de la Orden Franciscana de los Hermanos Menores, nombrado por Su Santidad, el Papa Francisco, Arzobispo Titular de Belcastro y Secretario de la Congregación para la Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, y que en breves momentos, por la imposición de las manos y la oración de consagración, se convertirá en Sucesor de los Apóstoles. Junto a él, saludo a sus hermanos, sobrinos y demás familiares aquí presentes.

Es tan grande el misterio que tú, querido Fray José, vas a vivir en breves instantes, y por el que recibirás la plenitud del sacerdocio y te incorporarás para siempre al Colegio episcopal, que, en el momento más solemne de tu ordenación episcopal, la palabra humana enmudece. Tú, y contigo todos nosotros, nos acogemos en silencio a Dios, cuya mano se extiende sobre ti para hacerte suyo y te cubre para protegerte. Si por la profesión religiosa en la Orden franciscana, cuando tenías solamente dieciocho años, dejaste de pertenecerte a ti mismo y te convertiste en propiedad del Señor, ahora, por la imposición de las manos en tu ordenación episcopal, pasas a ser totalmente del Señor que, desde el seno materno, te conoció y te eligió (cf. Jr 1, 5).

La oración Consagratoria indica que es el mismo Señor quien te consagra y te asume totalmente a su servicio, haciéndote plenamente partícipe de su sacerdocio y agregándote para siempre al Colegio episcopal. De este modo, se pone de manifiesto la gratuidad y la iniciativa divina en tu vocación: «No sois vosotros los que me habéis elegido –dice el Señor-, soy yo quien os he elegido» (Jn 15, 16).

Durante la ordenación, impondremos sobre la cabeza del ordenando el libro de los Evangelios. Si como religioso Fray José ha asumido el Evangelio como forma de vida, en cuanto ha profesado «vivir el Santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo» (San Francisco, 2 Regla 1, 1), ahora, por la ordenación episcopal, el Evangelio penetra en él y lo transforma en «exégesis viva de la Palabra» (Benedicto XVI, Verbum Domini, 83) o en «Evangelio viviente», como se dice de san Francisco de Asís. Y puesto que el Evangelio no es sólo Palabra, sino el mismo Cristo, con la imposición del libro de los Evangelios, se le pide que se identifique con la misma vida de Cristo, se le pide que viva de él, en él y para él, y que sea una sola cosa con él, de tal modo que Jesús mismo dé forma a su vida y pueda decir con san Pablo: «Vivo, pero no soy yo el que vive, es Cristo quien vive en mí» (Ga 2, 20).

Llamado a hacer presente sacramentalmente entre los hombres a Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, responderás a tan alta vocación y misión viviendo tu episcopado en actitud de servicio: «Que la gente sólo vea en nosotros servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios», dice el Apóstol Pablo (1 Co 4, 1). El obispo, a ejemplo de Jesús, está llamado a comportarse como el que sirve (cf. Jn 13, 13-14). «Escogido de entre los hombres», recuerda, hermano José, que has sido «puesto al servicio de los hombres en las cosas que se refieren a Dios» (cf. Hb 5,1). En actitud de minoridad, desde la lógica del don, con fidelidad, prudencia y bondad, entrégate sin reservas a cuantas personas el Señor ponga en tu camino.

En tu caso, por voluntad del Papa Francisco, estás llamado en estos momentos a colaborar con el Prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, para que los consagrados, en fidelidad creativa a Jesús, a su propio carisma y al hombre de hoy, puedan seguir escribiendo una gran historia en la vida de la Iglesia y al servicio de la humanidad (cf. Vita Consecrata, 37. 110). En todo momento, anima a la vida religiosa y consagrada a pasar de lo bueno a lo mejor, mirando al pasado con gratitud, abrazando el futuro con esperanza y viviendo el presente con entusiasmo (cf. Novo Millennio Ineunte, 1).

Para llevar a cabo tan hermoso propósito, en primer lugar, ten en cuenta que «en un administrador, lo que se busca es que sea fiel» (1 Co 4,2). En cuanto obispo, sé fiel a la enseñanza apostólica, que en plena comunión con el Sucesor de Pedro, estás llamado a trasmitir íntegramente, con tu vida y tu palabra. Sé fiel al don de Dios que hay en ti y que debe ser constantemente renovado, como pide el Apóstol (cf. 2 Tm 1, 6). Sé fiel a la misión que el Santo Padre Francisco te ha encomendado. Se te ha confiado un gran tesoro, el tesoro de la vida religiosa y consagrada, esencial en la vida y misión de la Iglesia, pues «fue querida por el propio Jesús como parcela irremovible de su Iglesia» (Benedicto XVI, Audiencia a los Obispos de Brasil, noviembre 2010).

En segundo lugar, el obispo, en cuanto siervo, también ha de ser prudente. Prudente es quien no juzga según apariencias o caprichos, sino que busca la verdad y le da el primado en su vida. En cuanto obispo has de sentirte «mendicante de la verdad». Busca siempre la verdad, déjate plasmar por la Verdad que es Cristo y actúa conforme a ella, y la verdad te hará experimentar la verdadera libertad (cf. Jn 8, 32).

La tercera característica que debe marcar la vida de un Obispo, en cuanto servidor, es la bondad. Bueno, en sentido pleno, sólo es Dios (cf. Mc 10, 18). Él es, como canta san Francisco en una de sus más conocidas oraciones, «el Bien, todo el Bien, el Sumo Bien» (ALDA, 3), el Bueno por excelencia, la Bondad personificada. El siervo, y en nuestro caso el Obispo, será bueno en la medida en que su vida esté totalmente orientada hacia Dios, unido interiormente al Dios vivo y verdadero, mediante una relación personal y una vida intensa de oración.

Estamos celebrando la Solemnidad de Pentecostés, fiesta del Espíritu, al que confesamos como Señor y dador de vida. En este día imploramos sus dones sobre la Iglesia, y particularmente sobre Fray José Rodríguez Carballo. Al Espíritu le pedimos para el nuevo Arzobispo el don de sabiduría, para discernir lo que viene de Dios y lo que le es contrario; el don de entendimiento, para que sepa interpretar los signos de los tiempos y encuentre la respuesta evangélica adecuada para ellos; el don de consejo, para que hable siempre desde Dios, y desde él pueda decir una palabra de esperanza a los hombres y mujeres de hoy; el don de fortaleza, para que sea testigo de Cristo y de su Evangelio con fidelidad y entrega total durante toda su vida; el don de ciencia, para que penetre en los secretos del Señor y sepa comunicarlos con sencillez y profundidad; el don de temor, para que se aleje siempre de cuanto vaya contra la voluntad del Señor; el don de piedad, para que mantenga siempre en su vida una relación filial y confiada con Dios, el Padre de las misericordias.

La vocación y misión del nuevo Arzobispo no es fácil. Más todavía, me atrevo a decir que si Fray José se apoyara sólo en sus propias sus fuerzas, sería imposible. Pero no está solo. El Señor, que le hizo el regalo de nacer y ser educado en una familia profundamente cristiana, y lo invitó a seguirlo de cerca en la vida franciscana desde que era muy niño -pues a la edad de diez años y medio entró en el seminario franciscano de Herbón-, lo sigue amando y acompañando. Fray José sabe, pues lo ha experimentado muchas veces en su vida, que «para Dios nada hay imposible» (Lc 1, 37). Fray José sabe, además, que el Espíritu que hoy se derrama sobre él viene en ayuda de su debilidad, como afirmaba san Pablo en la segunda lectura (cf. Rm 8, 26). Por ello, sabiendo de quien se ha fiado, como reza su lema episcopal (cf. 2 Tm 1, 12), con renovada entrega al Señor, Fray José hoy dice como la Santísima Virgen: «Aquí estoy, hágase en mí según tu palabra» (Lc 1, 38). No temas, Fray José. Cuentas con nuestra oración y la oración de miles y miles de consagrados, y cuentas sobre todo con la fuerza del Espíritu Santo.

Querido Fray José: A Santísima Virxen María, a que desde neno profesas unha tenrra e filial devoción nas advocacións de Inmaculada e das Dores, te acompanhe na tua misión como bispo, o servicio da Igrexa, do Pobo de Deus, e, en particular da vida relixiosa e consagrada. Fiat, fiat, amén, amén.

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