18.04.13

 

Y digo yo que si la ley del aborto la modifica el gobierno y la ratifica el congreso, ¿a qué viene que el PSOE amenace a los obispos? Esto es como si el gobierno saca una ley declarando zona de especial interés los Monegros y me cabreo con el señor Manuel y la señora Pilarica, su esposa, que lo mismo sacan ahora tajada de sus tierras yermas. Pues no viene a cuento.

La izquierda de este país nunca ha tenido buen perder. Perdió las elecciones en 1931 y sacó a la gente a la calle para proclamar la república. Y en los últimos tiempos han dado sobrada prueba de ello. Por ejemplo cercando sedes de la oposición la víspera de las elecciones del 2004, inventándose el 15-M que casualmente toma la Puerta del Sol coincidiendo con las autonómicas y municipales del 2011 y desde entonces en forma de asonadas de todo tipo como cercar el Congreso de los Diputados cuando les viene en gana. ¿No se acuerdan por ejemplo del “Nunca mais” del Prestige? Pues eso.

Es bueno que la gente se mueva. Y creo que nuestros políticos necesitan saber que la gente está harta. Pero no deja de ser llamativo que siempre se harten contra los mismos. Y eso no huele nada bien.

El PSOE, no lo olvidemos, es hijo de Pablo Iglesias, y lleva su doctrina en la sangre. Es completamente fiel a su fundador “Este partido está en la legalidad mientras la legalidad le permita adquirir lo que necesita; fuera de la legalidad cuando ella no le permita realizar sus aspiraciones“. Es decir, el fin justifica absolutamente todos los medios.

El PSOE, con su mayoría absoluta, hizo una ley del aborto vergonzosa, pasando por encima de cualquier consideración. La ministra de entonces, por ejemplo, prometió a algunos representantes del mundo de la discapacidad a los que tuvo la amabilidad de recibir, que jamás habría discriminación ya en el vientre de la madre en razón de la discapacidad. No cumplió. Hubo movilización social completamente pacífica. Inútil. Ni caso.

Pues resulta que ahora gobierna otro partido que en su programa electoral, entre otras cosas, lleva hacer una ley del aborto diferente. Y parece que por fin lo van a hacer. Pues aquí nos viene el PSOE amenazando con las siete plagas de Egipto a la iglesia española. Oigan, que la ley la presenta el gobierno del PP, no la Conferencia Episcopal. ¿Qué a los obispos les disgusta menos que la de ustedes? ¿Y? Volvemos a las comparaciones. Es como si yo me cabreo con los de Alcorcón porque no estoy de acuerdo con Eurovegas.

El PSOE dice que si llegara a aprobarse la nueva ley del aborto que prepara el ministro Gallardón, denuncian los acuerdos Iglesia-estado. Pues vale. ¿Qué pretenden? ¿Qué vaya Rouco a Rajoy a decirle que deje la ley como está que si no los socialistas se cabrean y nos la lían? Si la ley no es de los obispos, que se limitan a opinar como ciudadanos libres que son, que aquí como te descuides te vuelven a aplicar la tan denostada censura.

A mí no me gusta la nueva ley del aborto que se prepara, porque todo lo que sea legitimar la muerte de un inocente me revuelve las tripas. Pero bueno, algo es algo y desde luego algo menos indefenso estará el feto.

Dicho esto, señores del PSOE no me amenacen. Por mí como si se meten los acuerdos por donde amargan los pepinos. No pienso bajar ni un ápice mi predicación a favor de la vida desde su concepción hasta su fin natural. ¿Qué ustedes se cabrean y denuncian los acuerdos Iglesia – estado? Pues ustedes son muy dueños de ello, con las consecuencias que pueda tener para las familias y la sociedad española. ¿Qué además supondría algunas dificultades de financiación de la Iglesia en España? No hay problema. Si eso sucediera, servidor renuncia a su sueldo y menos gastos. No sería el único. Pero la defensa de la vida, siempre.

Y no me amenacen…