14.04.13

Estatua de Juan Pablo II en Czestochowa(Polonia) ©AP

Ayer se inauguró la estatua del beato Juan Pablo II más alta del mundo, unos 4-5 pisos de altura –13,8 metros–, que desbanca a la que hasta ahora ostentaba el récord en Chile con 12 metros.

Situada en las afueras de Czestochowa, mirando al santuario de Jasna Gora, en medio de un parque ‘de miniaturas‘ de edificios religiosos, entre los que destacan los santuarios de Lourdes, de Fátima y de Santiago de Compostela.

¡Cómo son los polacos!, hace tres años levantaban el Cristo más grande del mundo. Es animante, mientras en otros países el laicismo lucha por eliminar cualquier vestigio cristiano, incluso calendarios o cruces (en desiertos o escuela, da igual), en los países que consiguieron escapar de la barbarie totalitaria socialista quieren volver a poner las referencias en el Señor (Jn 12,32).

Las 10 toneladas que se terminaron de pintar y ensamblar ayer, son muestra de ello. Un monumento sufragado por Leszek Lyson y su familia, en gratitud:

Siempre me guié en mi vida privada por las enseñanzas de Juan Pablo II. Para mí fue y seguirá siendo muy importante. A él le debo también la vida de uno de mis hijos que estuvo a punto de morir ahogado y, yo lo creo profundamente, se salvó gracias a Juan Pablo II.

Mis gustos artísticos no van por estos derroteros, que en cualquier caso son preferibles a las iniciativas italianas. Pero me atrae mucho, no por la mole de piedra, por la mole de cariño. Gracias Polonia por el testimonio, esto también pertenece al «Año de la Fe».