Confusión tras las declaraciones del cardenal Meisner

El Papa no aprobó el uso de la píldora del día después en hospitales católicos alemanes

 

Tras la difusión de una noticia por parte de la agencia Efe en la que se señalaba que el Papa Benedicto XVI había aprobado la píldora del día siguiente en Alemania, el secretario del Santo Padre, el Arzobispo Georg Ganswein, negó tajantemente esta información y precisó que ni él ni el Pontífice han dado su venia para el uso del fármaco que es potencialmente abortivo. Según informa AciPrensa, Mons. Ganswein reconoció que las afirmaciones del cardenal Meisner eran problemáticas y que debía de explicar en Roma el contenido de las mismas.

19/02/13 3:05 AM


(Aci/InfoCatólica) El martes 12 de febrero Efe escribió un artículo titulado «Benedicto XVI autorizó el uso de ´píldora del día siguiente´ en Alemania» en el que se afirma que el Papa había autorizado «en los hospitales católicos alemanes el uso de la píldora anticonceptiva de urgencia, conocida como ‘píldora del día siguiente’, en mujeres víctimas de violación, a raíz del escándalo en torno a una joven que no fue atendida en dos clínicas de Colonia tras sufrir abusos sexuales».

La nota indicaba que la información la dio a conocer «el Arzobispo de Colonia, el Cardenal Joachim Meissner, en declaraciones al rotativo Kölner Stadt Anzeiger, en las que comenta que su reciente decisión de autorizar el uso de ese anticonceptivo fue consensuado con la Congregación para la Defensa de la Fe y la Academia Papal».

La nota de Efe presentaba además el siguiente diálogo entre el Cardenal y Mons. Georg Gänswein. «El me dijo: ‘el Papa lo sabe. Todo está en orden’, afirma Meisner, considerado un religioso conservador, quien el pasado 31 de enero anunció inesperadamente que la Iglesia Católica autorizaba el uso de la ‘píldora del día después’».

Al respecto, el profesor Manfred Spieker, amigo del Papa, del Cardenal Meisner y miembro del Pontificio Consejo Justicia y Paz, informó que el 14 de febrero a las 11:06 p.m. recibió un correo electrónico de Mons. Ganswein en el que el secretario del Pontífice niega tajantemente que el diálogo al que se refiere Efe haya ocurrido.

En ese correo electrónico Mons. Ganswein niega además que «haya existido una llamada telefónica entre el Cardenal Meisner y el Papa o él mismo, ni tampoco una aprobación escrita u oral» de la píldora del día siguiente. El secretario del Papa reconoce que «la declaración (del Cardenal Meisner) es problemática y que hará lo que sea necesario para clarificar la situación en Roma».

Spieker explica que tampoco es cierto que la Pontificia Academia para la Vida (a la que Efe llama «Academia Papal») o la Congregación para la Doctrina de la Fe (a la que Efe denomina «Congregación para la Defensa de la Fe») hayan aprobado la declaración del Cardenal Meisner.

Dos días antes, el 12 de febrero, la archidiócesis de Colonia emitió un comunicado en el que se señala que el Papa no vio ni aprobó la declaración del Cardenal Meisner sobre la píldora del día siguiente.

La píldora sí puede ser abortiva

El 31 de enero el Arzobispo de Colonia, Cardenal Joachim Meisner, dijo en una declaración que «si una medicina que evita la concepción es usada luego de una violación con el propósito de evitar la fecundación, entonces eso en mi opinión es aceptable». Esta opinión la dio el Cardenal después de reunirse con un grupo de expertos médicos con los que conversó sobre la píldora del día siguiente. Los doctores le dijeron que el fármaco no posee efectos antiimplantatarios, es decir, abortivos.

Al respecto, el doctor español y presidente de la Federación Internacional de Asociaciones de Médicos Católicos (FIAMC), José María Simón Castellí, dijo a ACI Prensa que «parece que las palabras del Cardenal fueron manipuladas». «En todo caso, la píldora del día siguiente tiene un efecto antiimplantatorio (que impide la implantación del embrión en el útero materno) en el 70 por ciento de los casos en los que la mujer es fértil», explicó el médico que es además miembro del Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios.

Fuentes de la Pontificia Academia para la Vida indicaron a ACI Prensa que en este tema, ellos solo tienen competencia en el ámbito bioético y sugirieron consultar en el Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios, en donde señalaron que se hará la consulta respectiva para dar una pronta respuesta.

Desde Alemania, Sophia Kuby, líder pro-vida y directora de la organización European Dignity Watch, comentó a ACI Prensa que «la discusión sobre la declaración del Cardenal Meisner sobre la administración de la píldora del día siguiente en caso de violación ha creado confusión más allá de las fronteras alemanas». «Sin embargo, no es en ningún caso una legitimación de la píldora del día siguiente por parte de la Iglesia Católica como se ha interpretado ampliamente».

Kuby recordó que el Cardenal Meisner «ha dicho que, en caso de violación, una píldora del día siguiente se puede prescribir en hospitales católicos si solo tiene efecto anticonceptivo (prevenir la ovulación) y no un efecto abortivo. Desde la perspectiva teológica moral, la declaración está en línea con la enseñanza católica. Sin embargo la declaración es equivocada en cuanto a los hechos y carece de evidencia científica».

La directora de European Dignity Watch precisó que «no existe píldora que prevenga sólo la ovulación. La píldora del día siguiente de última generación puede tener, como efectos, el anticonceptivo como prevenir la ovulación, la difusión del semen o la fertilización. Sin embargo, nunca se puede excluir el efecto abortivo».

Por lo tanto, concluye Kuby, «todas las píldoras del día siguiente disponibles en el mercado son potencialmente abortivas, es decir que pueden eliminar el óvulo fecundado, que es el primer estadío del embrión humano». Kuby también explicó que los obispos alemanes están reunidos en su asamblea plenaria y que están debatiendo este tema para llegar a una posición común.

Consultado por ACI Prensa, el investigador científico, Dr. Germán Alvarado, PhD en Epidemiología por la Michigan State Univesity y Maestro en Salud Pública de la Université Libre de Bruselas (Bélgica), señaló que «es necesario aclarar –a la luz de la información médica actualizada– que no es ético prescribir (la píldora del día siguiente), debido al potencial efecto abortivo que tiene, especialmente si la ovulación ya ha ocurrido».

«Es importante subrayar que los pocos estudios que han sido publicados en los últimos años (sobre el mecanismo de acción de la píldora del día siguiente) y que no encuentran efecto anti-implantatorio, tienen serios problemas metodológicos (como por ejemplo un muy pequeño tamaño de la muestra), así como financiación de instituciones que favorecen el aborto».

Alvarado dijo además que en los casos de violación los hospitales católicos deben tener «un protocolo que apoye a la victima de manera integral, con mucha compasión, y que incluya todos los procedimientos diagnósticos y terapéuticos necesarios, a condición de que respeten siempre la vida».

La píldora del día siguiente (Levonorgestrel 0.75 mg), también conocida como anticoncepción oral de emergencia o AOE, es una hormona sintética en dosis 5 a 15 veces mayor a la existente en los anticonceptivos comunes, incrementando los efectos secundarios. No es medicamento ni vacuna. No cura ni previene enfermedad alguna. Al ingerir las dos pastillas recomendadas es como si se tomara 50 pastillas anticonceptivas juntas.

Tiene tres mecanismos: impide la ovulación (anovulatorio), espesa la mucosidad cervical (anticonceptivo) e impide la anidación del óvulo fecundado (abortivo). Estos mecanismos son informados por la Food and Drug Administration (FDA), el organismo gubernamental que garantiza la salubridad de los alimentos y las medicinas en Estados Unidos.