ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 18 de febrero de 2013

La frase del día

El tiempo de la reflexión es una economía de tiempo.

Publio Siro (85 aC–43 aC)

 


Papa

Todos los pontificados de los últimos tiempos han sido difíciles
Habla el experto en historia de la Iglesia Carlo Pioppi

''¡Santo Padre quédese con nosotros!''
Los fieles en San Pedro, en el penúltimo Ángelus, le piden que siga guiando a la Iglesia

El hombre sereno
Antes de la cruz existió Gethsemaní

Santa Sede

El papel de Benedicto XVI será como el de Moisés en el monte intercediendo con su oración
Lo indicó el predicador, cardenal Ravasi, en los ejercicios espirituales del papa

Hasta el 28 de febrero la Capilla Sixtina permanecerá abierta al público
Durante el cónclave se podrá pasar a pocos metros de la misma, indicó el director de los Museos Vaticanos

Siria: El cardenal Sarah comprobará la situación de los refugiados en Jordania
Cien mil muertos, un millón de refugiados y 2,5 millones de desalojados, el triste balance

Mirada al mundo

Obispo cubano aclara dudas sobre la renuncia del papa
Monseñor Emilio Aranguren responde a preguntas en la emisora de radio provincial

Luto en el episcopado chino
Obispo emérito de Yinchuan, monseñor Giovanni Battista Liu Jingshan tenía casi cien años

Economía

España: Más de nueve millones de españoles dieron su impuesto a la Iglesia
La Iglesia católica recibe por esta asignación tributaria más de 247 millones de euros

Derechos Humanos

Recortes vergonzosos a la solidaridad
Manos Unidas denuncia la falta de ayuda oficial con la excusa de la crisis

Bioética

Benedicto, fortaleza amable
Agradecimiento de los médicos católicos

SANTOS Y BEATOS: EPOPEYAS DE AMOR. EJEMPLO DEL DÍA

Santa Gertrudis (Caterina) Comensoli
«Pasión por la Eucaristía»

Beato José Allamano
«Urgencia en el seguimiento: fuente de inagotables bendiciones»

Misión

¡No tengan miedo!
Una sencilla reflexión ante la renuncia de Benedicto XVI

Documentación

Cuaresma 2013: ''Solidaridad en la Fe y en la Caridad''
Carta del patriarca greco-melquita católico de Antioquía y de todo el Oriente, de Alejandría y de Jerusalén


Papa


Todos los pontificados de los últimos tiempos han sido difíciles
Habla el experto en historia de la Iglesia Carlo Pioppi

Por Rocío Lancho García

ROMA, 18 de febrero de 2013 (Zenit.org) - El profesor Carlo Pioppi, profesor de historia de la Iglesia en la Facultad de Teología de la Universidad de la Santa Cruz en Roma, Italia, analiza el pontificado del papa Ratzinger en el marco de la historia eclesial y, tomando distancia, lo sitúa en el conjunto de los papados de los siglos XIX y XX, todos ellos nada fáciles.

En esta entrevista a ZENIT, el experto destaca la novedad de la decisión de Benedicto XVI, en un mundo en el que los avances médicos alargan la vida pero las fuerzas faltan. Piensa que la actitud de este papa es de visión de futuro, abriendo el camino a una mayor libertad de quienes tengan que ejercer el ministerio petrino.

¿Qué será más recordado en la historia de la Iglesia del papado de Benedicto XVI?

--Carlo Pioppi: Creo que el papado de Benedicto XVI se mueve en la misma línea de continuidad que el papado de Juan Pablo II. Benedicto XVI, aún con los modos externos diferentes y un carácter completamente diverso del de su antecesor, ha llevado adelante las líneas fundamentales. Sobre todo una cosa que ha destacado es su preocupación e interés por la unidad de los cristianos. Esto se ve en sus intentos de acercamiento con las Iglesias ortodoxas, se ve en el interés en los intentos de reconciliación con toda la cuestión china, se ve también en los intentos con el grupo de tradicionalistas lefebvrianos. Y finalmente también con la acogida benévola a los grupos anglicanos que quieren reunirse con la Iglesia Católica, manteniendo algunas de sus tradiciones. Sin duda este es uno de los aspectos.

Por otro lado ha llevado adelante, como Juan Pablo II, toda la difícil relación de diálogo de la Iglesia con la modernidad. No restan momentos de choque y debate con las fuerzas de la cultura actualmente existentes. Recuerdo como un momento importante el viaje a Inglaterra, precedido de tantas polémicas y finalmente resultó como un viaje esencialmente positivo. En esto me parece que ha continuado, con su forma de hacer menos carismática y más de docente, la línea del pontificado de Juan Pablo II y en el fondo de Pablo VI.

Creo que ha sido muy importante como sucesor de Juan Pablo II, que fue un papa de una estatura realmente por encima de la norma; la sucesión de alguien así no era fácil. La elección en el Cónclave de 2005 cae sobre la persona del cardenal Ratzinger que probablemente era la persona más apta para desarrollar este rol de sucesión en la continuidad, habiendo sido un gran colaborador del papa precedente. Al mismo tiempo, teniendo ya, por así decir, su personalidad que le llevaba a continuar pero en una forma diferente sin quedarse condicionado por un predecesor tan grande.

Creo que pasará a la historia como un papa muy volcado en la teología y en la cultura en general. Un papa que ha sabido dialogar con la cultura de su tiempo a un nivel muy alto. También como un papa que sin duda ha continuado en el promover el dialogo ecuménico.

¿Y sobre esta última decisión?

--Carlo Pioppi: Yo creo que aparte del momento contingente para el futuro de la Iglesia que es muy importante, en el sentido de que "rompe una tradición", que podemos casi decir bimilenaria, me parece que en cierto sentido abrir de nuevo esta posibilidad a papas futuros es un hecho interesante, sobre todo pensando en el actual desarrollo de la medicina. Podría ser frecuente un papa que llegue a un momento con aún muchos años de vida delante de sí, pero con las fuerzas esencialmente reducidas y pocas horas de trabajo al día. Gracias a Dios la esperanza de vida se ha prolongado con el desarrollo de la medicina, y también la Iglesia tiene que tomar conciencia de este hecho. Yo lo extraería de cuestiones contingentes pero lo veo para el futuro algo importante. Luego cada papa hará lo que vea mejor. Tenemos dos ejemplos cercanos: Juan Pablo II que lo ha llevado hasta el final, y el de Benedicto XVI que a un cierto punto ha pensado que quizá era mejor renunciar. Es necesario recordar que Benedicto XVI ya ha superado la edad que tenía Juan Pablo II cuando murió.

El jueves pasado el papa habló al clero de Roma sobre el Concilio Vaticano II. ¿Qué importancia tiene que en estos últimos días, que todos prestan especial interés en lo que dice, haya querido destacar este tema?

--Carlo Pioppi: Creo que por una parte es un testigo cualificado porque ha participado como perito en el concilio, es un personaje de la generación del Concilio y lo ha visto de cerca. Por otra parte creo que un parte de su trabajo también ha sido, al igual que lo hizo Juan Pablo II, impostar su pontificado como una aplicación del Concilio. Quizá Benedicto XVI ha tratado de reconducir el Concilio dentro de un discurso de continuidad con toda la tradición precedente, que yo creo que a la larga será prevalente. En el sentido de que el discurso de la continuidad se hace más vivo y más presente justo después del Concilio, como ha sucedido en otros concilios. En el breve periodo justo después, se aprecian más aspectos de cambio y de innovación y por tanto se aplica toda una serie de dinámicas. Pero si miramos la historia de la Iglesia, a lo largo de los años ha sido capaz de insertar estos cambios, a veces también consistentes, dentro de su gran tradición.

Creo que Benedicto XVI en todo su pontificado ha reflexionado sobre esto y ha querido hacer reflexionar también a los demás, y ha querido hacerlo hasta el final.

¿Por qué piensa que se habla tanto de que éste ha sido un papado muy difícil?

--Carlo Pioppi: Yo creo que ha sido un papado que encaja en la dificultad que ha habido, podemos decir, siempre en la historia de la Iglesia. El papado de Juan Pablo II no fue fácil, tuvo momentos de fuerte dificultad, oposición que encontró dentro y fuera de la Iglesia. El papado de Pablo VI fue muy difícil, el papado de Pío XII tuvo que atravesar la tragedia de la II Guerra Mundial, el papado de Pío XI se encontró con los grandes totalitarismos soviético, comunista y nazi. Benedicto XV atravesó la Gran Guerra. También Pío IX, el pontificado más largo de la historia de la Iglesia, tuvo que pasar por la pérdida de los Estados Pontificios, el choque con el liberalismo.

Por tanto, creo que este subrayar la dificultad del pontificado sea quizá más un aspecto mediático en el mundo de la comunicación, que tiende a subrayar las últimos aspectos. Pero creo que dentro de un discurso de largo periodo no creo que haya sido un pontificado especialmente difícil, claro que ha tenido sus problemas, como muchos otros. También es cierto que los problemas de la Iglesia cambian con el tiempo y en función de la circunstancia.

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''¡Santo Padre quédese con nosotros!''
Los fieles en San Pedro, en el penúltimo Ángelus, le piden que siga guiando a la Iglesia

Por Salvatore Cernuzio

CIUDAD DEL VATICANO, 18 de febrero de 2013 (Zenit.org) - “Gracias Santidad”. Este era el escrito que se leía en las pancartas y carteles que se levantaban ayer entre la multitud presente en el penúltimo Ángelus de Benedicto XVI en la plaza de San Pedro.

Una semana después del anuncio de la renuncia al ministerio petrino, jóvenes, adultos, familias, grupos parroquiales y movimientos procedentes de las diócesis de todo el mundo se reunieron a mediodía, en El Vaticano, para mostrar el afecto y la cercanía al santo padre.

Los fieles llenaron toda la plaza, llegando hasta la vía de la Conciliación. En particular, llamaba la atención ver a los que pasaban por allí y turistas que sólo iban a visitar la Basílica, pararse y dirigir la mirada hacia la ventana del Palacio Apostólico para escuchar las palabras del pontífice.

Quizá está esto también detrás de la decisión del papa: cumplir un gesto solemne, "drástico" en algún aspecto, para llamar la atención de un mundo a menudo distraído y anestesiado hacia muchas palabras.

A pesar del gran número de personas presentes, reinaba el silencio durante la catequesis del santo padre. Un silencio recubierto por un velo de conmoción, porque es inútil mentir, en el corazón de todos estaba el pensamiento de que dentro de once días no escucharemos más la voz de este papa.

Toda la "tensión" alcanzó su culmen cuando Benedicto XVI, durante los saludos, dando gracias por "¡haber venido así de numerosos!", dijo: "También esto es un signo de afecto y cercanía espiritual que me estáis manifestando en estos días".

Movimientos

En ese momentos, aplausos, coros y cantos se mezclaron en un única voz: "Santo padre le queremos". Algunas comunidades del Camino Neocatecumenal de Roma y de España iniciaron su característica danza, acompañada de cantos con panderetas y guitarras. Los Papa Boys estallaron en saltos de alegría y representantes de Comunión y Liberación agitaban la gran pancarta que llevaba escrita la frase de Julián Carrón: "La increíble libertad de un hombre agarrado a Cristo".

Algunos carteles en particular llamaron la atención de ZENIT. Entre estos, el que llevaba escrita la frase "¡Santo Padre quédese con nosotros!". Armando, representante del grupo, explicó el sentido de esta frase: "Estamos aquí para apoyar al papa, para pedirle que se quede porque le necesitamos a él, a su figura de pontífice y de hombre sabio que nos conforta. Es nuestro padre y queremos que se quede mucho tiempo en ese balcón para sonreírnos". "Sabemos que la decisión está tomada --añadió- y que nuestro Señor es el verdadero guía, pero todavía tenemos la pequeña esperanza de que Benedicto XVI vuelva sobre sus pasos".

El mismo llamamiento también por parte de los miembros del Movimiento Político Católico Militia Christi, que declararon a ZENIT que hab´`ian venido a la plaza porque "como hijos de la Iglesia queremos gritar en alta voz al papa que cambie de idea. Nuestro manifiesto es explicativo '¡Tú eres Pedro. Quédate!' Esperamos que hasta las 20.00 del 28 de febrero el papa se lo piense y continúe a guiar a la Iglesia".

En el caso de que el santo padre confirme esta elección --explicaron- "aún sabiendo que el papado no está unido a un hombre, echaremos mucho de menos a la persona de Joseph Ratzinger. En ese caso, estaremos preparados para acoger al nuevo pontífice, esperando que continúe sobre el camino de su predecesor".

Daniele, "jefe" de los Papa Boys de la cercana parroquia de Santa María de las Gracias en Fornaci, declaró a nuestra agencia: "Estamos felices porque hay una gran alegría por estar todavía aquí, este domingo, en un clima de alegría y santidad con el pontífice".

Después contó la iniciativa que los Papa Boys lanzan desde hoy hasta el final del mes "Oración ininterrumpida por el espíritu del papa". Es decir: "300 horas de oración continua dedicada al santo padre y por sus intenciones porque --explicó- queremos sentirnos cerca de Benedicto XVI, disfrutarlo, escucharlo hasta el último segundo en el que permanecerá en la sede de Pedro".

Y mientras la gente exultaba, había también quien miraba todavía hacia la ventana del Palacio Apostólico con los ojos lúcidos por la conmoción. Estaban Flavia y Francesca, dos hermanas de Rieti, que dijeron a ZENIT: "Estamos muy conmovidas porque esta es para nosotras, a causa de los compromisos, la última vez que vemos y escuchamos al papa. Estamos conmovidas también porque hemos visto una persona cansada, pero todavía capaz de dar mucha fe y esperanza".

Abrir las puertas a a razón

"Echaremos de menos sobre todo su persona --añadieron- a pesar de que muchos lo han descrito siempre como un papa 'frío'. Nosotras sin embargo hemos percibido siempre un corazón grandísimo". El pensamiento se trasladó a la JMJ de 2005 en Colonia, cuando --recordó Flavia- "en su primera Jornada Mundial de la Juventud, nos supo enseguida mimar y acoger. Aún si el mundo lloraba por Juan Pablo II, yo me sentó consolada en este fuerte abrazo del nuevo pontífice".

Según los jóvenes del Camino Neocatecumental de la parroquia de la Natividad, era "importante estar presentes físicamente en San Pedro". "Se notaba, de hecho, la alegría del santo padre al ver a toda esta gente junto a él", afirmaron, reiterando su "cercanía en la oración" y el "apoyo por su decisión". De acuerdo también los jóvenes de Comunión y Liberación, venidos desde la región de Abruzzo para decir al papa que, a pesar de que su decisión les afectó, "es y permanece como un padre para todos". En particular, subrayó Valentina, "echaremos de menos su incansable llamada a abrir las puertas de la razón".

Traducido del italiano por Rocío Lancho García

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El hombre sereno
Antes de la cruz existió Gethsemaní

Por Emiliano Hernández

MADRID, 18 de febrero de 2013 (Zenit.org) - Ante la renuncia de Benedicto XVI a la tiara pontificia todos los católicos, si somos sinceros con nosotros mismos, hemos sufrido una mayor o menor consternación por la noticia. Partiendo de la premisa de la imposibilidad de asomarse plenamente en el alma de cada uno, que sólo es potestad de Dios, si que podemos aproximarnos de alguna manera a la persona sufriente, en este caso la cabeza de la Iglesia, para así encajar con menos tribulación esta difícil decisión e incluso, en algunos casos, entrever la heroicidad de la misma.

La manera más pedagógica y sencilla de explicármelo me ha venido a la mente al recordar la espléndida película El hombre tranquilo de John Ford (me permitirán esta licencia, pues salvando las abismales distancias de personajes y situaciones dicho ejemplo nos refleja la esencia de un hombre ante un sufrimiento sobrevenido). En dicha obra maestra del séptimo arte vemos las consecuencias y el sufrimiento que revierten en la vida de Sean Thornton (John Wayne) después de haber tomado una importante decisión en conciencia que marcará el desenlace de tensos acontecimientos en posteriores años de su vida; en concreto en las relaciones con su prometida Kate Danaher (Maureen O´Hara). Esta decisión llevará a Thorton a tener problemas con toda la comunidad, al no cumplir con las expectativas esperadas no sólo por su futura mujer y su hermano, sino también con las de toda la comunidad de ese pueblo del Norte de Irlanda donde se desarrolla la trama de la película. Todo ello a pesar de que las peticiones y anhelos que la comunidad le exige son en principio loables y están enmarcados dentro de una sana tradición. Sin embargo, las circunstancias interiores del protagonista hacen discurrir su existencia por un camino de espinas y de incomprensiones. Thorton renuncia a un sufrimiento físico y acepta a cambio el padecimiento espiritual de verse como una persona incapaz de cumplir sus deberes matrimoniales debido a que su conciencia le dicta aspirar a un bien superior y  no a subvertir los valores.

Alguno de los que hasta ahora han seguido estas líneas ya habrán intuido por dónde “asoman los tiros” (locución obligada al mentar a John Wayne).

La decisión que ha tomado el papa Benedicto XVI de ninguna manera implica bajarse de la cruz, al revés, pienso que quizás haya podido cargar con una cruz aún, si cabe, más pesada que la de su antecesor. “Una entrega de la Iglesia al mundo que supusiera alejarla de la cruz no conduciría a su renovación, sino a su fin”, decía el cardenal Ratzinger

Recordemos que Nuestro Señor como hombre que era, sufrió tanto físicamente como espiritualmente. Pero quizás sufriese más en el Huerto de Gethsemaní que en su flagelación, coronación de espinas y crucifixión posterior, ya que en todos esos momentos no salió una queja de su boca; pero sí lo hizo en Gethsemaní, pidiéndole al Padre que apartase de Él ese cáliz, sudando sangre.

Si olvidamos Gethsemaní, la cruz espiritual, corremos el peligro de que esta decisión del papa nos haga tambalear y en algún caso incluso nos provoque escándalo. Esa incomprensión y escándalo es precisamente la causa a su vez del germen del sufrimiento del papa. La fidelidad a la misión encomendada conlleva en ocasiones la incomprensión y el sufrimiento injusto. Ese sufrimiento injusto que cae sobre el que sigue la voluntad de Dios es la cruz que cada cristiano debe cargar en el camino de la santidad; desde Thorton, hasta el último hombre que busque la verdad con honestidad. Y qué mejor tiempo para ilustrar y dar ejemplo que en Cuaresma.

“El hombre sereno", Benedicto XVI, ha culminado su papado con el mejor de los regalos para toda la Iglesia, la fidelidad a la Cruz; pues como Vicario de Cristo es el primero en saber que sin cruz no existe salvación; y él, aceptando la de Gethsemaní, la ha ofrecido por nosotros durante estos días. Sólo así se puede alcanzar la serenidad del alma. Solo nos queda agradecimiento a Dios por este acontecimiento. 

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Santa Sede


El papel de Benedicto XVI será como el de Moisés en el monte intercediendo con su oración
Lo indicó el predicador, cardenal Ravasi, en los ejercicios espirituales del papa

Por H. Sergio Mora

CIUDAD DEL VATICANO, 18 de febrero de 2013 (Zenit.org) - Benedicto XVI cumple hoy el segundo día de los ejercicios espirituales que iniciaron ayer con motivo de la cuaresma, los que realiza junto a la Curia Romana. Las tres meditaciones diarias están siendo predicadas por el cardenal Gianfranco Ravasi, presidente del Pontificio Consejo de la Cultura.

Los mismos se realizan, como todos los años, en el Vaticano, en la Capilla Redemptoris Mater, situada en el Palacio Apostólico. El tema de estos ejercicios es “Ars orandi, ars credendi. El rostro de Dios, y el rostro del hombre en la oración de los salmos”. Y las meditaciones se podrán descargar todos los días, desde Radio Vaticano.

Ayer, pocas horas antes de entrar en el retiro espiritual, durante el ángelus, Benedicto XVI arremetió nuevamente contra la tentación de instrumentalizar a Dios para los propios intereses, buscando el éxito con el pretexto de hacer el bien. El papa retomó así la catequesis del miércoles pasado, que profundiza en las tentaciones del diablo a Jesús.

Y siempre ayer, el santo padre envió un tuit invitando a los miles de seguidores: “La cuaresma es un tiempo favorable para descubrir la fe en Dios como base de nuestra vida y de la vida de la Iglesia”.

Los ejercicios, que se prolongarán hasta el sábado 23, iniciaron con la exposición del Santísimo Sacramento, seguida por las segundas vísperas del primer domingo de cuaresma.

En la primera meditación, el cardenal Ravasi propuso una imagen bíblica para representar el rol futuro del papa en la Iglesia: Moisés que sube en el monte para rezar por el pueblo de Israel, que en el valle combate contra Amalec.

“Esta imagen --dijo el cardenal Ravasi en declaraciones a la Radio Vaticano- representa la función principal del papa por la Iglesia, o sea la intercesión, interceder, nosotros nos quedaremos en el 'valle', donde está Amalec, el polvo, el miedo, los terrores y también las pesadillas, pero también las esperanzas, donde usted estuvo durante estos ocho años con nosotros. De ahora en adelante sabremos que en lo alto del monte está su intercesión por nosotros”.

Los ejercicios además, indicó Ravasi, deben “librar nuestra alma del polvo de las cosas, y del lodo del pecado, de la arena de la banalidad, de las ortigas de los cotilleos, que sobretodo en estos días llenan sin interrupción nuestros oídos”.

En la meditación de esta mañana en cambio, el purpurado propuso cuatro ideas: Rezar es respirar, porque la oración es como el aire para nuestra vida. Rezar es pensar y conocer a Dios, como lo hacía María que custodiaba los eventos en su corazón.

Rezar es también luchar con Dios, especialmente cuando uno está en la aridez, en la oscuridad de la vida, cuando elevamos hacia lo alto nuestro grito desesperado, que puede parecer incluso blasfemo. Rezar para poder abrazar a Dios.

El salmo 119 inspiró también la reflexión del predicador, que recordó cómo la Palabra guía en el interior de las tinieblas, en particular en la cultura de hoy en la que el horizonte es fluido e incierto, en donde se celebra la amoralidad, la absoluta indiferencia por la cual “no hay ya distinción entre dulce y amargo”, todo genéricamente gris. La Palabra que indica la verdadera escala de valores, “muchas veces calibrada solamente por dos cosas: el dinero y el poder”.

En sus meditaciones, el purpurado añadió: “La ausencia de estupor en el hombre contemporáneo es signo de superficialidad. Y apoyado sólo en las obras de sus manos, es incapaz de levantar los ojos hacia el cielo y de admirar en profundidad los dos extremos del universo y del microcosmo”.

Y ejemplificó: “El hombre sin contemplación arruina la tierra usándola solamente de manera instrumental” porque “perdió el sentido de la tierra como hermana”.

Parte de la meditación se centró además en el diálogo entre la fe y la ciencia. “La fe responde a los por qué y la ciencia a los cómo”.

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Hasta el 28 de febrero la Capilla Sixtina permanecerá abierta al público
Durante el cónclave se podrá pasar a pocos metros de la misma, indicó el director de los Museos Vaticanos

Por H. Sergio Mora

CIUDAD DEL VATICANO, 18 de febrero de 2013 (Zenit.org) - La Capilla Sixtina, meta de peregrinos y turistas que llegan a Roma desde todo el mundo permanecerá abierta, seguramente hasta el 28 de febrero y cerrará al público desde inicios de marzo hasta el final del cónclave. Lo indicó hoy el director de los Museos Vaticanos, Antonio Paolucci en declaraciones publicadas por el servicio portugués de la Radio Vaticano. Precisó que no puede dar informaciones sobre la fecha hasta la cual quedará cerrada al público pues permanecerá a disposición de los cardenales que la utilizan durante el cónclave para elegir al futuro papa.

“Apenas se fije la fecha del cónclave, el área de la Capilla Sixtina va a ser cerrada al público”, aseveró el director. Y añadió: “Los visitantes deberán pasar por la parte opuesta. No es posible pensar que transiten por la parte en la que se realizará el Cónclave. Aunque la idea de circular a pocas decenas de metros de donde se decide el destino de la Iglesia va a atraer a muchos turistas”, dijo.

Los cardenales se alojarán en la Residencia Domus Sanctae Marthae, dentro de las murallas del Vaticano y todas las mañanas serán llevados en pequeños autobuses o irán a pie a la Capilla Sixtina, situada a unos 500 metros del alojamiento. Por supuesto deben por obediencia mantener silencio sobre todo lo que sucede en el cónclave, y no pueden usar medios para comunicar con el exterior.

El nombre 'cónclave' proviene del latín 'cum clave', o sea con llave o bajo llave, pues los cardenales quedaban encerrados en la Capilla Sixtina, desde el exterior, hasta que se eligiera un nuevo papa. El único sistema para transmitir al exterior era con el humo de la chimenea en la que se queman los votos. El humo blanco significa, aún hoy, que ha sido elegido un nuevo pontífice. Juan Pablo II en 1996 con la constitución Universi Dominici Gregi, permitió que los cardenales se alojaran en Santa Marta y no dentro de la Capilla Sixtina.

Se calcula que este cónclave será más largo que otros, entre otros motivos porque Benedicto XVI con el motu proprio del 11 de junio de 2007, De Aliquibus Mutationibus, determinó que el pontífice tiene que ser elegido con el voto de dos tercios de los electores. A la Capilla Sixtina entrarán 118 cardenales y saldrán 117, más el futuro papa.

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Siria: El cardenal Sarah comprobará la situación de los refugiados en Jordania
Cien mil muertos, un millón de refugiados y 2,5 millones de desalojados, el triste balance

Por Redacción

ROMA, 18 de febrero de 2013 (Zenit.org) - Del martes 19 al jueves 21 de febrero, el presidente del Pontificio Consejo Cor Unum, cardenal Robert Sarah, con el secretario del dicasterio, monseñor Giampietro Dal Toso, viajarán a Jordania, donde han sido invitados a intervenir con motivo del foro regional de las Caritas de Medio Oriente, Norte de África y Cuerno de África.

El encuentro --informa este dicasterio- será también una importante ocasión para evaluar las ayudas humanitarias llevadas por los organismos caritativos católicos, en particular Caritas, a los prófugos y a las víctimas del violento conflicto en Siria. Estarán presentes los representantes de todas las Caritas de la región, además de representantes de las Iglesias locales.

La situación a nivel humanitario en aquél país y en toda la región es ya insostenible. Algunas estimaciones llegan a hablar de un millón de refugiados, más de 2,5 millones de desalojados, casi cien mil muertos directamente imputables a las violencias y otros innumerables cuyo número no es ni siquiera cuantificable, indirectamente causados por el empobrecimiento general de la población, inducido principalmente por la misma guerra. El rígido invierno está ulteriormente contribuyendo mucho a este triste balance de los sufrimientos de pueblo, agotado sobre todo en sus capas sociales más débiles y vulnerables.

Durante tal viaje, el cardenal y el secretario visitarán también localidades en las que están acogidas personas, en fuga de los combates en Siria. La visita a los refugiados será organizada con Caritas Jordania y con otras entidades caritativas católicas activas en la aistencia y en las intervenciones humanitarias.

Además, durante la visita, está previsto un encuentro con el rey de Jordania Abd Allāh II ibn al-Husayn.

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Mirada al mundo


Obispo cubano aclara dudas sobre la renuncia del papa
Monseñor Emilio Aranguren responde a preguntas en la emisora de radio provincial

Por Araceli Cantero Guibert

HOLGUíN, 18 de febrero de 2013 (Zenit.org) - En Holguín, Cuba, al conocerse la noticia de la renuncia del papa Benedicto XVI, varios periodistas católicos salieron a la calle a recabar comentarios de la población y con ellas crearon un programa de radio en el que el obispo de la Diócesis, monseñor Emilio Aranguren Echeverría respondía a las preguntas e inquietudes expresadas por la gente en la calle.

El programa fue emitido el domingo 17 de febrero por dos emisoras provinciales: Radio Victoria en Las Tunas y Radio Angulo de Holguín, con la novedad de que no fue la usual alocución del obispo sino un programa de 26 minutos elaborado por la Oficina de Medios de la Diócesis que incluía intervenciones tomadas en la calle y preguntas al obispo en el estudio.

Desde la visita de Juan Pablo II a Cuba en 1998, los medios estatales han permitido a los obispos que lo han solicitado, dirigirse a la población a través de breves mensajes pregrabados en fechas señaladas, como la Navidad o la Fiesta de la Virgen de la Caridad. También se han emitido por la televisión nacional programas religiosos sobre las Misas en Santiago de Cuba y en La Habana con motivo de la visita de Juan Pablo II y recientemente en marzo del año pasado, la de Benedicto XVI.

Con motivo del Año Jubilar Mariano en 2012, la población pudo seguir por la televisión las Misas en el Santuario de El Cobre y en algunas provincias momentos del recorrido de la imagen de la Virgen por toda la Isla, emisiones, todas ellas producidas por las emisoras estatales o provinciales.

En el caso de la renuncia de Benedicto XVI, el pasado 11 de febrero, y ante las muchas preguntas y la confusión que mostraba la gente al acudir a los sacerdotes y religiosas, monseñor Aranguren pensó que era apropiado solicitar un espacio radial en la emisora provincial. Mientras llegaban los permisos encargó al equipo de Comunicaciones de la Diócesis que preparara un programa. Los jóvenes comunicadores recorrieron las calles con grabadora en mano para captar el sentir de la gente de a pie. El programa, que se emitió una vez recibidos los permisos de las autoridades, se inicia con unas notas de piano que dan paso a los comentarios y preguntas recogidos de la población.

Algunas personas decían que el papa estaba cansado y enfermo y que tenía el derecho a renunciar, otras se preguntaban si era algo que un papa podía hacer, y hasta se preguntaban si había dejado el sacerdocio o si había muerto. Aunque algunos no comprendían el término "ministerio petrino", la mayoría de los entrevistados defendían que era un decisión correcta, pero querían saber si el papa podría aconsejar a su sucesor y si le seguirían llamando Benedicto XVI. Otros se preguntaban si era el único papa que lo había hecho en la historia y si era verdad que un papa está obligado a viajar.

El joven Manuel Alejandro Rodríguez Yong, que moderaba el programa, leyó un segmento de las palabras del papa al presentar su renuncia y dio paso a las preguntas de sus colegas Arlene Gómez Palacios y Juan Pablo Aguilera Torralba, referidas a los comentarios recogidos en la calle..

El obispo de Holguín ofreció respuestas breves y concisas a cada una de las inquietudes, habló de la salud del papa y de los pasos que se darán a partir del 28 de febrero en que se hace efectiva la renuncia papal. Monseñor Aranguren compartió también su reacción al enterarse de la noticia. "Si hace casi ocho años les dijo a sus hermanos cardenales con humildad, 'sí puedo', ahora, con la misma honestidad, lealtad y humildad les dijo a esos mismos hermanos 'ya no puedo'. Es un gesto muy humano y un gesto que denota la humildad, la lealtad del papa.

Pensando en lo que pudiera suceder durante el Cónclave que elegirá al nuevo papa, y mas allá de los cálculos humanos, monseñor Aranguren aseguró que está garantizada la acción del Espíritu Santo para determinar quien será elegido, "por eso, dijo, cuando se abra el balcón de la puerta principal de la Basílica de San Pedro y salga el nuevo papa, uno pudiera decir, ¡ay! yo pensé que iba a ser otro, pero ese es el elegido, el que Dios quería para sucesor de Benedicto XVI".

Antes de finalizar el programa el obispo anunció la celebración de dos Misas en gratitud por el ministerio papal de Benedicto XVI, una en la iglesia catedral de San Isidoro en Holguín el 26 de febrero, a las 20 horas y otra al día siguiente a la misma hora en la parroquial mayor de Las Tunas.

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Luto en el episcopado chino
Obispo emérito de Yinchuan, monseñor Giovanni Battista Liu Jingshan tenía casi cien años

Por Redacción

ROMA, 18 de febrero de 2013 (Zenit.org) - El pasado 4 de febrero falleció monseñor Giovanni Battista Liu Jingshan, obispo emérito de la diócesis de Yinchuan, Ningsia, en la Región Autónoma de Ningxia, China continental.

Según informa la agencia vaticana Fides, el obispo fallecido nació el 24 de octubre de 1913 en una familia católica, en la actual diócesis de Bameng, en la Mongolia interna. A los 16 años comenzó su recorrido vocacional en el seminario menor, continuando con la formación filosófica y teológica en el seminario mayor de 1935 al 1942, durante la ocupación japonesa. Ordenado sacerdote en el 1942, trabajó primero como párroco y luego en el seminario menor.

En 1951 fue encarcelado y enviado a un campo de trabajo, donde permaneció, cuidando cerdos, durante casi veinte años. Liberado en 1970, durante varios años se mantuvo trabajando en su casa de campo. En 1979 retoma el trabajo pastoral y la enseñanza. Considerado un "criminal político", en 1983, con 70 años, es enviado a ocuparse de la diócesis de Yinchuan, donde a menudo decía: "Debo hacer algo todavía por el Señor: encontrar el camino para construir la Iglesia".

En tres años finalizó la construcción de la catedral. El 1 de agosto de 1993 fue ordenado obispo. El 21 de diciembre de 2007 participó en la ordenación de su coadjutor, monseñor Li Jing. Monseñor Liu, verdadero padre de la Iglesia en la Región Autónoma de Ningxia, es recordado por la obra tenaz de reconstrucción de la Iglesia después de los duros años de la Revolución Cultural, en una vasta región y de amplia presencia musulmana, con un clima duro.

El anciano obispo decía a menudo a sus interlocutores: "A pesar de que he pasado 19 años encarcelado, amo mi patria. Y no sólo la patria: yo amo también a mi Iglesia". Gastándose según se le permitía, también viajando muchos kilómetros en bicicleta para servir a los fieles y recoger los pocos recursos, monseñor Liu logró el renacimiento espiritual y material de la Iglesia, en una región en la que el catolicismo había sido casi destruido por completo.

A su llegada, la diócesis de Yinchuan contaba solo con dos sacerdotes y un pequeña parcela de tierra edificable: hoy tiene 15.000 católicos, asistidos por 12 sacerdotes en 14 iglesias y por unas veinte hermanas de dos congregaciones religiosas.

Los funerales se celebraron el 8 de febrero en la catedral de Yinchuan, y el cuerpo fue enterrado en la iglesia de Xuhezhuang, Helan. Monseñor Liu, uno de los últimos sacerdotes ordenados antes de la llegada del comunismo en China, permanece como testimonio ejemplar no sólo de una época en la que los católicos podían profesar libremente su lealtad al santo padre, sino también de los momentos de la dura prueba.

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Economía


España: Más de nueve millones de españoles dieron su impuesto a la Iglesia
La Iglesia católica recibe por esta asignación tributaria más de 247 millones de euros

Por Redacción

MADRID, 18 de febrero de 2013 (Zenit.org) - En la última declaración de la Renta, correspondiente al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) 2011 (Campaña 2012) un total de 7.357.037 declaraciones fueron a favor de la Iglesia católica, lo que supone que la cantidad total recaudada por Asignación Tributaria es de 247,1 millones de euros. Teniendo en cuenta que el 23,24% de las declaraciones son conjuntas, se puede estimar que en torno a 9,1 millones de declarantes asignaron a favor de la Iglesia, un millón más de los que asignaban en el año 2007.

En estas cifras –informa la Conferencia Episcopal Española- no se incluyen aquellos contribuyentes que, obteniendo rentas sujetas a IRPF, no están obligados a hacer declaración y que según los últimos datos de Hacienda publicados, ascienden a 6,7 millones de contribuyentes.

Leve descenso

El actual sistema de asignación tributaria entró en vigor el 1 de enero de 2007. Se incrementó el coeficiente al 0,7% y la Iglesia renunció a la exención del IVA vigente en algunas operaciones, lo que significaba desde esa fecha para las instituciones de la Iglesia un gasto añadido de unos 30 millones de euros (este gasto se ha incrementado en un 31% con la subida del tipo general de IVA del 16% al 21%). Además, con el nuevo sistema, el Estado no garantiza ya ningún mínimo para el sostenimiento básico de la Iglesia. Ha dejado de existir el llamado “complemento presupuestario”, de modo que la Iglesia, para su sostenimiento, sólo recibe lo que resulta de la asignación voluntaria de los contribuyentes, y nada de los Presupuestos Generales del Estado.

Un millón de declarantes más

Si comparamos los datos de la última Declaración de la Renta con los de la campaña inmediatamente anterior, el número total de declaraciones a favor de la Iglesia ha disminuido en 97.786, aunque se mantiene por encima del año 2009 en casi 100.000. La cantidad total asignada baja 1,2 millones de euros (0,49%), cifra que, teniendo en cuenta la coyuntura económica, puede juzgarse satisfactoria. Por su parte, el porcentaje de declaraciones queda en el 34, 83%, inferior al obtenido en 2010 (35,71%), aunque superior al obtenido en 2009 y años anteriores del nuevo sistema.

Para analizar estos datos, hay que tener en cuenta que el año anterior se había producido el mayor incremento de asignantes en 10 años. El leve descenso supone ahora exactamente la mitad del crecimiento del año anterior.

Desde 2007, se ha producido un aumento de casi 900.000 declaraciones a favor de la Iglesia católica, exactamente de 873.857. No obstante, ya desde el año pasado, a pesar de aumentar el número de declarantes, ha descendido la cantidad total recaudada, como consecuencia de la situación de crisis.

Un buen dato en crisis

En general, la valoración sobre los datos de la asignación tributaria de 2011 a favor de la Iglesia es moderamente positiva, pues, aún con el lógico descenso de la cantidad global, puede considerarse un buen dato en estos momentos de grave crisis económica.

La Conferencia Episcopal Española (CEE) tiene la intención de seguir trabajando para informar acerca de la labor de la Iglesia y para animar a que cada vez sean más los que marquen la X en su Declaración a favor de la Iglesia. Marcar la casilla no cuesta nada y, sin embargo, rinde mucho.

Agradecimiento XTANTOS

Un año más, la CEE agradece la colaboración de todos los contribuyentes que han marcado la casilla de la Iglesia católica en su Declaración de la Renta y recuerda que las otras formas de colaboración al sostenimiento de la Iglesia, como son por ejemplo las colectas o las suscripciones, continúan siendo absolutamente indispensables. Asimismo, mantiene el compromiso de garantizar y mantener el sostenimiento de las actividades básicas de la Iglesia en niveles de eficacia y austeridad semejantes a los que han venido siendo habituales hasta ahora.

La decisión personal de los contribuyentes a la hora de marcar la casilla seguirá siendo fundamental. Pueden hacerlo o bien sólo para la Iglesia católica, o bien conjuntamente para la Iglesia Católica y para los llamados “Otros fines sociales”. Ninguna de las dos opciones significa que el contribuyente vaya a tener que pagar más ni que le vayan a devolver menos.

“La labor religiosa y espiritual de la Iglesia –concluye el comunicado de la Conferencia Episcopal--, ya de por sí de gran significado social, lleva además consigo otras funciones sociales: la enseñanza; la atención integral a los niños, los ancianos, los discapacitados; la acogida de los inmigrantes; la ayuda personal e inmediata a quienes la crisis económica pone en dificultades; los misioneros en los lugares más pobres de la tierra. Todo ello surge de las vidas entregadas y de la generosidad suscitada en quienes han encontrado su esperanza en la misión de la Iglesia. Con poco dinero, y gracias a la generosidad de millones de personas en todo el mundo, la Iglesia sigue haciendo mucho por tantos que todavía necesitan tanto”.

Más en información en: www.conferenciaepiscopal.es; www.portantos.es.

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Derechos Humanos


Recortes vergonzosos a la solidaridad
Manos Unidas denuncia la falta de ayuda oficial con la excusa de la crisis

Por Redacción

MADRID, 18 de febrero de 2013 (Zenit.org) - “Es importante para nosotros transmitir el mensaje de que nuestra crisis no puede esconder otras crisis que tienen mucho que ver con la extrema pobreza", la presidenta de Manos Unidas apelaba a la generosidad de los españoles en la presentación de la campaña "No hay justicia sin igualdad".

Manos Unidas presentó este 5 de febrero, en su sede central, la campaña anual que, este año, lleva por lema “No hay justicia sin igualdad”. Una denuncia, la de Manos Unidas, que ha quedado en segundo plano por las noticias que llegan de El Vaticano. Pero la fuerza del trabajo serio y comprometido de esta organización fundada por las mujeres de Acción Católica española y galardonada con el premio Príncipe de Asturias no pierde fuerza.

La campaña, que está basada en el tercero de los Objetivos de Desarrollo del Milenio: “Promover la igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer”, apela a colaboración en la defensa efectiva del desarrollo integral de todas las personas.

En el encuentro con los medios de comunicación, Soledad Suárez, presidenta de Manos Unidas, se refirió a los recortes en la Ayuda Oficial al Desarrollo (ADO) que, con la excusa de la crisis se están llevando a cabo en los últimos años, como algo “sinceramente vergonzoso”.

“Señores políticos, las necesidades más allá de nuestras fronteras no solamente existen en periodos de bonanza y lo que aquí es necesidad, en mucho países puede significar supervivencia”, explicó tras dar conocer los resultados económicos provisionales de 2012.

La presidenta de Manos Unidas apeló a la solidaridad de los españoles: “Es importante para nosotros transmitir el mensaje de que nuestra crisis no puede esconder otras crisis que tienen mucho que ver con la extrema pobreza, que la gente no deje de colaborar con una organización para dárselo a otra”.

Círculo infernal

En cuanto a la campaña “No hay Justicia sin Igualdad”, Suárez explicó que este año Manos Unidas dedicará su trabajo a dar a conocer las circunstancias que afrontan millones de mujeres y niñas en el mundo y a denunciar “el círculo infernal” en el que se encuentran esas mujeres incapaces de modificar las estructuras injustas “que aúnan tradición, cultura y falta de acción de gobiernos e instituciones, y someten a las mujeres y a las niñas a privaciones de todo tipo”.

“Pero también vamos a hablar de soluciones y de esperanza, de esa fe ciega que tenemos en Manos Unidas en que el cambio que buscamos va a poco a poco produciéndose”, dijo refiriéndose a los proyectos de desarrollo que dan a la mujer un papel fundamental.

“De proyectos que son soluciones de vida para quienes se benefician de ellos. Y para sus familias y comunidades, porque bien es sabido que, lo que una mujer recibe, se reparte e incluso se multiplica en el seno de su familia”.

Feminicidios en El Salvador

Intervino después Isabel López de Guevara, directora ejecutiva del Movimiento Salvadoreño de Mujeres (MSM), quien hizo referencia a las muchas desigualdades a las que se debe enfrentar la mujer de El Salvador.

Las mujeres salvadoreñas van “poco a poco encontrando su espacio en una sociedad machista” en la que impera la violencia.

“La violencia de género está ligada a la falta de igualdad entre los sexos, lo que se traduce en una relación desigual de poder donde el hombre domina o controla y la mujer está subordinada o depende del control masculino”, señala la presidenta del MSM, que desde 2005, es parte de la campaña de prevención de la violencia de género. Una violencia que ha alcanzado cifras abrumadoras en un país en el que los feminicidios se cuentan por centenares cada año.

López de Guevara se refirió a las muchas acciones que lleva a cabo el MSM para terminar con esta violencia y con las desigualdades y las injusticias “de todo tipo” que sufren las salvadoreñas.

Venta de niñas

“África camina con los pies de sus mujeres”, es el título de la intervención con la que la religiosa española Nuria Juvanteny aportó su “mirada sobre la mujer africana”.

La religiosa española agradeció los “gestos de generosidad y de solidaridad” que permiten cuidar la vida de los niños/as de la calle, víctimas de los malos tratos y de la esclavitud en los centros Arc-en-ciel y Espoir, de Libreville, Gabón, y en el centro Kekeli, de Lomé, Togo, que gestionan las Carmelitas de la Caridad.

Tras ello, la hermana Juvanteny habló de la trata de niñas, de la esclavitud, de la prostitución… que, por sus muchos años en el continente africano, conoce y trata de combatir. “La venta de niñas sigue existiendo y eso es algo que hay que denunciar”, informó mientras aportaba datos y describía el trabajo de las mafias en Gabón.

Y se refirió también a la guerra en el Este de la República Democrática del Congo. “La violencia sexual que se practica en el Congo no tiene comparación con ningún otro conflicto en el mundo. Su uso como arma de guerra se basa en la limpieza étnica”, concluyó.

Recortes en la Ayuda Oficial

La presidenta de Manos Unidas hizo públicos los datos económicos provisionales de la organización, de 2012, que reflejan un descenso de la recaudación del 7,2%, respecto a 2011, debido, principalmente, a los recortes en la AOD (Ayuda Oficial al Desarrollo)".

Los ingresos totales alcanzaron los 48,1 millones de euros, lo que significa una disminución del 7,2% respecto a 2011. Este descenso puede atribuirse, principalmente, al recorte del 20,1% de los fondos provenientes del sector público, que se situaron en 7,4 millones de euros.

Los recortes en la AOD (Ayuda Oficial al Desarrollo) se deben a la cancelación de los “Convenios”, por parte de la Agencia Española Cooperación Internacional al Desarrollo, y a la disminución de las convocatorias para la cooperación en la mayoría de las administraciones públicas, tanto autonómicas como municipales.

Los que menos fallan sin embargo son los ciudadanos. A pesar de la crisis, gracias al esfuerzo de la gente que confía en Manos Unidas, unos incrementando su donativo y otros dándose de alta como socios, la recaudación correspondiente al sector privado solo sufrió un ligero descenso del 3,1%, hasta los 39,5 millones de euros. Esta disminución podría explicarse, sobre todo, por el descenso de los donativos para emergencias, al no haberse abierto ninguna cuenta destinada específicamente a estos fines durante 2012.

Además, los ingresos financieros y otros ingresos se situaron en 1,2 millones de euros. La presidenta aprovechó la ocasión para agradecer todos y cada uno de los gestos de solidaridad que permitieron financiar 550 proyectos en 2012.

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Bioética


Benedicto, fortaleza amable
Agradecimiento de los médicos católicos

Por José María Simón Castellví

ROMA, 18 de febrero de 2013 (Zenit.org) - Ofrecemos este artículo sobre el papa, escrito por el doctor José María Simón Castellví, presidente de la Federación Internacional de Médicos Católicos (FIAMC).

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Los médicos católicos debemos mucho a Joseph Ratzinger, tanto cuando era Prefecto de la Fe como cuando ha ejercido como Vicario de Cristo. Su Fe es fuerte como la roca y su manera de actuar es siempre amable. Hemos aprendido de él que la Fe es razonable. Ello no anula el misterio que siempre se percibe en las cosas de Dios. Sin embargo, la Fe, que al final no deja de ser un don de Dios, es explicable. Los dogmas son transmisibles y pueden pasar por el cedazo de la razón. Los milagros refuerzan la Fe y se ven como la suspensión de las leyes naturales por acción de un Ser superior. Acción que también es una prueba se su poder y de su “caritas”.

Benedicto siempre ha recibido con atención a los médicos católicos y nos ha dedicado estupendas homilías. Lo recuerdo en el reciente Sínodo de los Obispos para la Nueva Evangelización para la Transmisión de la Fe. Se le veía frágil pero lúcido. Probablemente ya había tomado la decisión de su resignatio.

Cuando la FIAMC publicó su primer documento sobre la Humanae Vitae, le envié un ejemplar en alemán. En una audiencia me dijo que lo recordaba bien; en otra que se trataba de un tema importante; y en una tercera, nos dio las gracias por tratar un tema tan importante para padres, madres y niños.

Vaya, en estas cortas líneas, el tributo de la Federación Internacional de Asociaciones Médicas Católicas a un ser humano excepcional y a un Papa que pasará a la historia como obediente a Dios, humilde, sincero y sabio.

http://internationalfiamc.blogspot.com.es/2012/11/pictures-synod.html.

http://www.fiamc.org/bioethics/humanae-vitae/.

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SANTOS Y BEATOS: EPOPEYAS DE AMOR. EJEMPLO DEL DÍA


Santa Gertrudis (Caterina) Comensoli
«Pasión por la Eucaristía»

Por Isabel Orellana Vilches

MADRID, 18 de febrero de 2013 (Zenit.org) - Cuando el amor a Dios se enciende de veras, no hay quien lo apague. En esta santa bullía tanta ternura por el Santísimo Sacramento que lo convirtió en el eje vertebral de su vida, dedicada también a difundir su adoración. De ella irradiaba su caridad y radical entrega caracterizada por un afán indesmayable de donación, ofrecida con presteza y disposición a apurar el cáliz que demandaba, ebría de pasión por Dios. Eso se aprecia enseguida en las insistentes súplicas que elevaba asegurándose con su fidelidad la gracia de no apartarse jamás de Él.

Nació en Bienno, Val Camónica (Brescia, Italia) el 18 de enero de 1847. Era la quinta de diez hermanos. La divina providencia fue marcando los pasos de esta fundadora que quiso cumplir la voluntad de Dios ante todo. Seguramente los cimientos de su fe, fraguados dentro de su ejemplar familia, introdujeron en su infancia la tendencia a la oración. Sin atisbo de puerilidad, y en su inocencia, cuando la veían en estado meditativo y preguntaban qué hacía, respondía: «Pienso». Pero sus reflexiones calaron en ella de tal modo que antes de cumplir 7 años se las arregló para tomar por su cuenta el Cuerpo de Cristo, ataviada con un chal de su madre y amparada por la balaustrada del altar, oportuno parapeto que le permitió alcanzar su sueño. Se entiende que después escribiera: «No permitas, Jesús, jamás, que yo viva ni un solo instante sin amarte, sin corresponder a tu amor…». La formación catequética y la luz que le dieron sus confesores inflamó su espíritu despertando en él una ardiente devoción por el Santísimo Sacramento. «¡Jesús, amarte y hacer que te amen!», fue el lema que brotó de su interior en la infancia. Enardecida de amor, todo le parecía poco para Él: «Estoy dispuesta a sufrir todo aquello que tu bondad me hará padecer en expiación de mis grandes pecados y por la salvación de las almas». «Señor, si te parece bien, dame todas las enfermedades que quieras. Hazme morir, aniquílame para que yo pueda amarte y hacerte amar». No cabía otra cosa en su corazón que este ferviente anhelo: «Mi amor Sacramentado, ¡Tú sabes  que no tengo otra consolación que verte solemnemente expuesto sobre tu trono de amor!». Son sentimientos que solamente comprenden espíritus sensibles, abiertos a la gracia divina y dispuestos a alcanzar la perfección sin poner cota a cualquier sacrificio.

Buscando la vía para su consagración, ingresó en el Instituto de Hijas de la Caridad, de Lovere (Brescia). Pero la enfermedad la apartó de este camino. El revés económico de su familia la empujó a servir como empleada doméstica para el párroco de Chiari, Giovanni Baptista Rota, y cuando éste fue designado obispo de Lodi, trabajó para la condesa Fè-Vitali, asistiéndola en el cuidado de su hijo recién nacido. Permaneció a su lado en San Gervasio (Bérgamo) doce años. En ese periodo, su inteligencia y tesón hicieron de ella una persona madura humana, cultural y espiritualmente. En 1878 efectuó consagración perpetua de su virginidad de forma privada y con permiso de su confesor. Su inclinación a la enseñanza de las jóvenes y de los enfermos en San Gervasio, que simultaneó con su trabajo, la incitaba a crear una fundación dedicada a ellos. Confió este anhelo al obispo de Bérgamo, huésped de la condesa, y el prelado la animó. León XIII le sugirió que vinculara adoración, su idea inicial, a la educación de las jóvenes obreras. El hecho se materializó al encontrarse con el P. Francisco Spinelli, que actuó como catalizador del proyecto en una época en la que era vedada a las mujeres la administración y gestión, por considerar que no estaban capacitadas para ello.

El Instituto se fundó el 15 de diciembre de 1882 en Bérgamo. Pero un problema económico separó a Gertrudis del P. Spinelli, y la fundación se bifurcó en dos. El 18 de enero de 1889 anotó sus sentimientos: «Este es el día de la terrible catástrofe mi Jesús, de aquí a pocos minutos estarán aquí, vienen a clausurar todo... sustentadme en la dura prueba, ayudadme por caridad. Los hombres clausuran nuestras cosas. Vos sellad mi corazón dentro de vuestro dulce y amable corazón, ya no me sacaréis… siempre tenedme con vos, mi querido Jesús, hágase tu voluntad. Amén». Y el Instituto se revitalizó, renaciendo a fuerza de oración y fe, de mucho sufrimiento aceptado humildemente que hizo que Gertrudis y las monjas trabajasen denodadamente para mantenerlo en pie. El obispo de Lodi, en cuya familia había prestado servicios domésticos la santa, les ayudó. ¡Designios de la providencia! Además, la recomendación de tutela de esta fundación por parte del obispo de Bérgamo a Mons. Rota fue definitiva para el reconocimiento de la misma que se produjo en 1891. En marzo de 1892 todas regresaron a esta ciudad. Y la fundadora aún dispuso de unos años para seguir alentando a sus hijas a la vivencia de la oración, la humildad, la obediencia y disponibilidad, virtudes que signaron también su quehacer, además de impulsar nuevas casas. Más de una veintena estaban en marcha cuando murió el 18 de febrero de 1903. Juan Pablo II la beatificó el 1 de octubre de 1989, y fue canonizada el 26 de abril de 2009 por Benedicto XVI.

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Beato José Allamano
«Urgencia en el seguimiento: fuente de inagotables bendiciones»

Por Isabel Orellana Vilches

MADRID, 18 de febrero de 2013 (Zenit.org) - Esta biografía se debería haber publicado este sábado, 16 de febrero. Por error se quedó fuera de la edición y hoy la ofrecemos a los lectores.

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«Primero santos, después misioneros», era una de las hondas persuasiones de este fundador. Sabía que si el eje que vertebra cualquier acción es la santidad, la gracia se derrocha a raudales. Nació en Castelnuovo d’Asti el 21 de enero de 1851. Sus padres eran campesinos y tuvieron cinco hijos. José fue el cuarto. A los 3 años perdió a su progenitor, y a partir de entonces su madre, su maestra Benedetta Savio, su tío san José Cafasso y san Juan Bosco se ocuparían de formarle en las distintas etapas de su vida. Su encuentro con éste último se produjo en 1862. José era uno de los moradores del Oratorio de Valdocco y tuvo la gracia de tenerle como confesor. Los cuatro años que pasó junto a Don Bosco, como le sucedió a otros muchachos, dejaron una profunda huella en su vida. De hecho, el afecto por este gran maestro perduró siempre en su corazón. No en vano había descubierto su vocación junto a él. De Valdocco partió a Turín. No había quien lo detuviese. Por eso, cuando sus hermanos mostraron frontal oposición a su decisión de convertirse en sacerdote, se posicionó advirtiendo con firmeza: «El Señor me llama hoy … no sé si me llamará aún dentro de dos o tres años». Así es. El «tren de las 5», dicho en términos metafóricos, pasa a esa hora exacta y no a otra, y José lo tomó. Son radicales decisiones que cambian la vida, cascada inextinguible de bendiciones.

Su salud era lamentable. En más de una ocasión estuvo a punto de morir. La debilidad que fue compañera de su vida se hizo patente el primer año de su permanencia en el seminario. Pero como Dios dilata las fuerzas humanas hasta límites insospechados, atravesó ese itinerario llenándolo con sus virtudes que edificaron al resto de sus compañeros, y fue ordenado en 1873. Poseía excelentes cualidades para la formación. Por eso, y aunque le hubiera agradado especialmente la labor pastoral ejercida en una parroquia, pasó siete intensos años dedicados a los seminaristas en calidad de asistente y director espiritual del seminario mayor por expresa designación del arzobispo, Mons. Gastaldi. Mientras, seguía completando sus estudios. Obtuvo la licenciatura en teología y la acreditación para impartir clases en la universidad entre los años 1876 y 1877. Además de enseñar derecho canónico y civil, se convirtió en el decano de estas facultades. En 1880 le designaron rector del santuario de la Consolata, patrona de Turín. Inicialmente temió a su juventud y la inexperiencia de sus 29 años. El bondadoso arzobispo, que ya le había animado cuando le encomendó el seminario, le escuchó paternalmente y acogió benévolo su inquietud: «Pero monseñor, soy muy joven», había dicho José. Y el prelado nuevamente le alentó: «Verás que te amarán. Es mejor ser joven, así, si cometieras errores, tendrás tiempo para corregirlos». Inspirado consejo. Ese fue el destino de José hasta el final.

Tomó como estrecho colaborador a su amigo y dilecto compañero, el P. Santiago Camisassa. Y juntos sellaron una bellísima historia de amistad que duró más de cuatro décadas, compartiendo colegialmente, con caridad y respeto, proyectos diversos que pusieron en marcha. Entre los dos convirtieron el santuario en un templo ricamente restaurado y espiritualmente renovado haciendo de él un importante núcleo mariano. José era un gran confesor. Fue rector del santuario de san Ignacio, un lugar en el que había resonado también la voz de su tío, san José Cafasso, que incendió su corazón con un amor singular por los seminaristas y sacerdotes. Allamano convirtió el lugar en un centro de espiritualidad genuino que estaba a rebosar; tal era su influjo sobre las gentes. Se había propuesto «hacer bien el bien y sin hacer ruido». Tenía un espíritu misionero ejemplar acrecentado al tratar con uno de ellos que estaba destinado en Etiopía, Guillermo de Massia, y el celo apostólico que le caracterizaba lo inculcó a los sacerdotes. Lo tenía claro: él no había podido ir a misiones, pero otros podrían hacerlo. Y llevó a su oración este anhelo.

En 1900 se libró milagrosamente de una grave enfermedad por las fervientes oraciones dirigidas a la Virgen de la Consolata y la ayuda del cardenal Richelmy. Un año después recibió la autorización para dar inicio a su fundación. Primeramente surgieron los misioneros. En 1909 mantuvo una audiencia con Pío X, quien alentándole en otro nuevo paso, le dijo: «...si no tienes vocación para fundar religiosas, te la doy yo». Y el 29 de enero de 1910 puso en marcha la fundación de las misioneras de la Consolata. Tres años más tarde partían para las misiones. Este incansable apóstol y gran formador de jóvenes y sacerdotes, devoto de María e impulsor de una revista mariana, estuvo implicado en numerosas acciones, incluidas las que llevó a cabo durante la Primera Guerra Mundial. Murió en Turín el 16 de febrero de 1926. En su testamento hizo notar: «Por ustedes he vivido tantos años, y por ustedes he consumido bienes, salud y vida. Espero que, al morir, pueda convertirme en su protector desde el cielo». Fue beatificado el 7 de octubre de 1990 por Juan Pablo II.

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Misión


¡No tengan miedo!
Una sencilla reflexión ante la renuncia de Benedicto XVI

Por Redacción

MADRID, 18 de febrero de 2013 (Zenit.org) - La madre Adela Galindo, fundadora de las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María, escribía este 13 de febrero una reflexión para los miembros de su congregación, y laicos que siguen esta espiritualidad, de la que extraemos gran parte.

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Nos ha costado asimilar este anuncio, y por ello, creo que la actitud mas responsable y mas mariana, era la de orar y guardar silencio para "guardar, atesorar y ponderar" las palabras y la opción que Nuestro Santo Padre ha tomado, y de percibir en el silencio de la oración, el significado mas profundo de este momento y este evento. Desde el momento del anuncio esparcido por todo el mundo, muchos me han preguntado que tengo que decir sobre ello. Y a todos respondí, antes que decir algo, necesitamos guardar silencio y escuchar. El Santo Padre ha hablado, escuchemos sus palabras, su decisión y sus razones…

Al escucharle, no hay mucho mas que decir. El Santo Padre ha dicho todo lo que debíamos saber para entender que su decisión ha sido un proceso largo y doloroso hasta llegar a la certeza que ya no podía ejercer su misión con la capacidad necesaria para llevarla a cabo con lo que él ha discernido es necesario, urgentemente necesario para la Iglesia de hoy. De lo que él ya nos dijo, no tenemos mas que decir… analizar su decisión es innecesario, comparar su decisión a otros, es también innecesario pues a cada Sumo Pontífice le corresponde discernir según los retos de su momento histórico. Esta decisión del Santo Padre es histórica, como son nuestros tiempos… Mi reflexión mas que de sus palabras, ha estado centrada en lo que Jesús, Sumo Pastor de la Iglesia, quisiera enseñarnos… quisiera El decirnos ante la dimisión del Santo Padre. Para mi corazón, hay tres dimensiones, o tres enseñanzas, que pudiesen ser un fruto permanente de este momento singular, delicado y a la vez, necesario en el plan de Dios… aquel que hace que todo trabaje para el bien.

La gratitud a la persona de SS Benedicto XVI: Hace 8 años, con 78 años de edad, el Santo Padre tomó en sus manos la ardua tarea de ser el pastor universal de la Iglesia. Tomar en sus manos, una Iglesia que era fruto de 27 años de Pontificado de su amado predecesor. Decir "si" a ese llamado de Cristo, en ese momento cuando el Cardenal Ratzinger, quien ya era mayor, posiblemente esperaba dedicarse a la oración, al recogimiento y a escribir… tuvo que haber sido difícil… pero su amor a la Iglesia y su fidelidad al B. Juan Pablo II, fueron la fuerza para tomar la silla de Pedro, que estaba vacante ante la muerte de su amado predecesor. Su ¨si" fue un acto supremo de amor a Cristo, a la Iglesia y a Juan Pablo. El estaba consciente, como nos dijo en su homilía el 20 de Abril del 2005, que la Iglesia que Juan Pablo II dejaba, “una Iglesia más valiente, más libre, más joven"…

Con ese espíritu de altísima humildad, serena confianza, profunda mansedumbre y gran pobreza de espíritu, este luminoso Papa emprendió el camino de llevar sobre sus hombros la grey en un período de gran crisis de fe, en la que su aguda inteligencia debía plasmar en el corazón de todos, la identidad mas hermosa de Dios, Dios es amor; dirigir nuestra mirada a la verdadera esperanza; enseñarnos a vivir la verdad, sin renunciarla jamás y a hacerla brillar por el potente esplendor del amor. (...)

Que el corto pero luminoso pontificado de Nuestro Santo Padre Benedicto XVI ilumine el sendero de la Iglesia por los desiertos del mundo llevándonos con la certeza de la fe hacia la realización de los designios de Dios en nuestro momento histórico. Que cooperemos en la edificación de la Iglesia y con su misión, siendo testigos ardientes del Esplendor de la Fe. Es hora de amar a la Iglesia… de amarla con abnegación, generosidad, con humildad y con firmeza.

La gratitud y responsabilidad ante el don de su Pontificado: El Pontificado de SS Benedicto XVI ha sido corto, pero sumamente fecundo. Pienso en su retiro… pienso en que en unas cortas semanas ya no leeremos sus palabras, ni escucharemos sus luminosas, tan luminosas audiencias, homilías y mensajes… Pienso que quizás no lleguemos a leer su tan esperada encíclica sobre la Fe… y mi corazón se llena de lágrimas. Cuanta luz en su Magisterio… y nos queda poco tiempo para seguir sentados en la escuela de su corazón petrino. ¡Cuánto debemos valorar los dones cuando los tenemos! Creo que el Señor nos dice ante la realidad del momento que vivimos, que hay que ser serios y responsables ante los dones que El nos da… la luz y sencillez del Magisterio de Benedicto XVI que quizás muchos no leyeron, no tomaron el tiempo para ponderar, escudriñar… Cuantas oraciones y sacrificios que no se han hecho para sostenerlo con la heroica fuerza que él necesitaba para llevar la barca de Pedro en momentos tan duros… cuanto… cuánto… cuánto… ante la renuncia de nuestro Papa, solo deseo preguntarme y preguntarnos, en qué forma todos sus hijos espirituales podríamos haberle ayudado, apoyado, sostenido… Cuántas batallas ha librado en sus 8 años de Pontificado… cuántos esfuerzos, cuántos sacrificios…. Y quizás, es un momento que nosotros los católicos, tomemos conciencia de nuestra responsabilidad ante el don del Papado, de un hombre sucesor de Pedro que lleva sobre sus hombros el peso de toda la Iglesia… que sufre en carne propia los pecados, las faltas, incoherencias, indiferencias de los miembros de la Iglesia, y que también, lleva en su corazón y su cuerpo todo lo que azota, golpea, debilita, ensucia, hiere el rostro de la Iglesia. Hoy el Señor, nos ha querido llamar la atención, a que el Papa, el sucesor de Pedro, necesita de sus hijos… de nuestras oraciones, de nuestra fidelidad, de nuestra santidad… de nuestra auténtica vida de fe y coherente vida cristiana y católica. Sus cortos 8 años en el Pontificado han sido tan fecundos y debemos de dar gracias, gracias, por todo….

La contemplación de su heroica humildad y su abnegación: La opción que SS Benedicto XVI ha hecho es una lección para todo pastor y líder en cualquier nivel de la vida de la Iglesia, su liderazgo está al servicio de la Iglesia… por su bien… y en conciencia él discernió que el mayor bien de la Iglesia era ceder su espacio, ceder la sede de Pedro a otro que pudiese sostenerla, defenderla, cuidarla y guiarla con mas fuerza en estos momentos de gran necesidad de la Nueva Evangelización y de grandes amenazas para la fe… SS Benedicto consideró en oración y en "realismo cristiano" (un tema característico de él) que en la necesidad actual de la Iglesia, ceder su lugar es la forma mas concreta y mas visible de amar a la Iglesia; disminuir para que otro con mas fuerza, mas vigor, pueda llevar la barca de Pedro a través de estos nuevos océanos y areópagos que hay que conquistar, y a la vez, que con mas fuerza la proteja de los embates de las olas… es un gran signo de amor. El verdadero pastor da la vida por las ovejas, el verdadero pastor sabe reconocer lo que las ovejas necesitan en el momento actual y se niegan a si mismos, para el bien de ellas. ¡Que misterio es el amor! Su amor a la Iglesia de hoy… con las batallas de hoy, con las amenazas de hoy… fueron guía para la certeza de su conciencia al hacer esta decisión. El llegar a la conclusión: "en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de san Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado."… es signo de un proceso serio y amoroso de "reconocimiento" de que además de su sufrimiento y oración, su enseñanza y su presencia, la Iglesia hoy necesita algo que él ya no tenía las fuerzas para hacer…. Algo que ya debe hacer otro, mas fuerte que él, que lo pueda llevar a cabo…. Aquí no puedo dejar de pensar en la disposición de corazón de San Juan Bautista… vendrá otro…(Mc 1,7)….. O quizás, las palabras de Jesús…. "Os conviene que yo me vaya" (Jn 16,7) … todo es un misterio al que debemos simplemente inclinar la cabeza y el corazón con gran humildad y discernimiento espiritual. El anuncio de la renuncia de SS Benedicto XVI al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, nos llega uno días antes del inicio de la Cuaresma dentro del marco del año de la Fe… que misterio que en este año de la Fe, la Cuaresma esté llena de un sentido de tristeza por la dimisión del actual sucesor de Pedro… y la elección de nuestro próximo Santo Padre, el próximo sucesor de Pedro que deberá llevar a la Iglesia por los caminos del redescubrimiento de la Fe…. Y guiarla a través de los fuertes vientos que la amenazan… Que misterio que la Cuaresma del Año de la Fe está tan radicalmente unida al carisma petrino… "Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré Mi Iglesia"(Mt 16, 18)….…. Sobre la piedra de Pedro…. Se confirma la fe de la Iglesia.

Que la luz de la FE brille en el horizonte de nuestro mundo contemporáneo, que haya un potente y cierto triunfo de la Fe en muchos corazones. Oremos y ayunemos, ofrezcamos Horas Santas, en esta Cuaresma, las mas posibles, para que la luz del Espíritu ilumine al Colegio Cardenalicio y que puedan distinguir con claridad quién "es ese" corazón de Pastor, que con vigor y con fidelidad a Cristo y a la Iglesia, debe ocupar la sede que el Papa Benedicto XVI dejará vacante para que él pueda ocuparla. (...)

«¿Quién es este que ordena incluso al viento y a las olas, y le obedecen?». De este Evangelio fluyó toda una gracia que conmovió profundamente nuestros corazones. Jesús Eucarístico se levantaba en medio de esta multitud, cada uno experimentando sus barcas azotadas por tantos y fuertes vientos, y El mismo nos decía: No tengan miedo... Soy yo... tengan fe... al momento preciso me levanto y ordeno a los vientos y a las olas que se calmen. Jesús no está dormido... no está atrasado ante nuestras dificultades... Jesús no es indiferente ante las situaciones que parecen hundirnos.... Jesús se levanta en su presencia real en la Eucaristía y nos dice: ¡No tengan miedo! 

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Documentación


Cuaresma 2013: ''Solidaridad en la Fe y en la Caridad''
Carta del patriarca greco-melquita católico de Antioquía y de todo el Oriente, de Alejandría y de Jerusalén

Por Gregorio III

ROMA, 18 de febrero de 2013 (Zenit.org) - Haciendo suyas las palabras del oficio del martes de Carnaval --"Los que hacen misericordia a los pobres, le hacen un préstamo al Salvador con una inteligencia despierta, como está escrito. Qué alegría indescriptible. Porque Dios les concede abundantemente la recompensa de sus limosnas para la eternidad"- Gregorio III, patriarca de Antioquía y de todo el Oriente, de Alejandría y de Jerusalén, lanza en su carta para la cuaresma 2013 una llamada a una "solidaridad en la Fe y la Caridad".

*****

Hoy, frente a los sufrimientos y las calamidades que sufren nuestros países árabes, primero necesitamos vivir esta solidaridad cristiana que san Pablo nos describe en su carta a los corintios: "si un miembro sufre, todos los demás miembros sufren también. Y si un miembro se regocija, todos los demás miembros se regocijan" (1 Cor. 12, 25-26). Cómo hacer frente a la situación en Siria que sobrepasa y con mucho nuestras capacidades bien limitadas en materia de ayuda humanitaria tanto a medio como a largo plazo.

En la dispersión de Homs, de Lataquié, Safita y Marmarita (el Valle de los Cristianos con 143 pueblos), de Alepo, de Horan y de Damasco la situación de los habitantes en general y de nuestros fieles en particular es catastrófico. Una veintena de iglesias han sido destruidas, dañadas, devastadas, abandonadas. La Divina Liturgia no se ha podido ya celebrar allí. Los fieles y los sacerdotes se han ido. Se calcula que más de dos millones de personas han sido desplazadas.

Las regiones y las localidades donde nuestras iglesias e instituciones ha sido particularmente tocadas son:

En la dispersión de Homs: el obispado, la mayoría de las iglesias y de las instituciones eclesiásticas de la ciudad de Homs, Kousair, Dmeineh Charquieh, Rableh, santuario St. Elie, Jousi, Yabroud, Krak de los Caballeros, el Valle de los Cristianos.

En la dispersión de Alepo: el obispado, iglesias, instituciones, el barrio Salibi (cristiano).

Damasco y sus alrededores: Zabadani, Harasta, Daraya (mi ciudad natal), la Duma, el Ain Terma, el Kassaa...

Varios de nuestros fieles han sido secuestrados y los que han sido devueltos a sus familias lo han sido con el pago de un rescate.

Sin contar a los heridos, se estima que más de mil cristianos habrían sido muertos de los cuales un centenar serían greco-melquitas católicos.

La situación de los refugiados del interior es trágica. Los alquileres en las zonas de refugio son exorbitantes. Estos refugiados después de haber perdido su casa, su trabajo y a menudo su herramientas de trabajo, raramente encuentran trabajo. La mayoría no tiene recursos. Sin olvidar a los que todavía tienen la posibilidad de permanecer en su pueblo, en su casa, pero que son también nuevos pobres. Pobres de la crisis económica que golpea todo el país: alza de precios y baja de las reaperturas.

Y hay refugiados que se fueron a los países vecinos como Líbano, Europa o a otros lugares.

Por todas partes encontramos las mismas tragedias y la misma desesperanza con dolor por la pérdida de seres queridos, un esposo, un hijo, un hermano... Muerto, raptado o desaparecido. Por todas partes la duda, el miedo y la sospecha...

Pero todo esto es sólo una imagen muy pálida de la triste realidad diaria de nuestros fieles en Siria. Una imagen a la cual deberíamos añadir que la mayoría de nuestras instituciones --las que aún no han sido destruidas o son impedidas de trabajar con normalidad- han debido aprender a adaptarse a la situación. Este ha sido por ejemplo el caso de nuestras escuelas. Muchas han sido cerradas o los alumnos desplazados hacia locales más seguros pero a menudo inadecuados para la enseñanza como los 2.200 alumnos de nuestra nueva escuela de Mleiha (Damasco, camino del aeropuerto) que encontraron los antiguos locales del colegio patriarcal en el patio de la catedral.

Todas las Iglesias de Siria se unieron para aportar ayuda y socorro a todos ellos, cristianos y musulmanes, que siguen pidiéndolas cada día. Pero llamamos a todas las puertas. En Siria, en Líbano, en nuestra eparquías de la diáspora, así como organizaciones e instituciones internacionales... Agradecemos y expresamos toda nuestra gratitud hacia todos aquellos que nos ayudaron, que respondieron a nuestras llamadas... ¿cómo haríamos sin ellos para continuar haciendo frente a las necesidades urgentes en alimento, medicinas, viviendas y medios de calefacción?

En Navidad ya lanzábamos una llamada a todos por una solidaridad activa. (…) La solidaridad es un acto de Fe. Saca su fuerza en la fuente de la Fe porque somos Una Iglesia, Un solo cuerpo, Una familia cristiana, Una sola patria. La Fe se expresa por las buenas obras, muy particularmente por la caridad efectiva hacia los que están necesitados. Y los que están necesitados son los hijos de nuestra Iglesia.

Su santidad Benedicto XVI en su carta para esta Cuaresma 2013 tan justamente titulada "Creer en la caridad suscita la caridad", nos dice: "una fe sin obras es como un árbol sin fruto: estas dos virtudes se implican recíprocamente. La Cuaresma precisamente nos invita, con las indicaciones tradicionales para la vida cristiana, a alimentar la fe a través de una escucha más atenta y prolongada de la Palabra de Dios y la participación a los Sacramentos, y, al mismo tiempo, a crecer en la caridad, en el amor a Dios y hacia el prójimo, también a través de las indicaciones concretas del ayuno, de la penitencia y de la limosna".

La cuestión a la cual debemos responder, nosotros aquí en Oriente, es existencial: ¡Ser o No Ser! El futuro de los cristianos en Oriente está en juego.

Para sostener y organizar esta solidaridad pedimos a todos los que están en la diáspora formar comités de solidaridad. Para unirnos y hacer frente a los desafíos y preservar la presencia de los cristianos en Oriente. ¡Y queremos ser optimistas!

Nuestra solidaridad es siempre el verdadero remedio contra el pesimismo, el miedo, el desaliento, la frustración, la desesperación, la duda… La solidaridad es la prueba verdadera para demostrar que somos verdaderamente una Iglesia, "fuerte y coherente", solidaria, capaz de hacer frente a las dificultades por muy grandes sean. Porque nuestra solidaridad es una solidaridad en la Fe y la Caridad, confiada en la providencia divina que afirma que ni: "un cabello caerá de su cabeza sin el permiso de su Padre que está en los cielos" (Lc 21, 18-19).

Nosotros hacemos una llamada a través de esta carta a la solidaridad de todos, y a hacer más esfuerzos aún para encontrar juntos los medios para hacer frente a los desafíos.

Llamamos a nuestros hermanos musulmanes a apoyar nuestros esfuerzos y preservar la presencia cristiana con ellos y por ellos. Saben muy bien que esta presencia cristiana fue y es siempre muy importante --y eficaz- en la historia del mundo árabe en todos los planos. Saben cuánto nuestras instituciones educativas, culturales, sanitarias, religiosas y sociales e intelectuales están al servicio de todos los ciudadanos sin distinción. Todo esto, todo, está amenazado de desaparecer si la presencia cristiana desapareciera.

También la solidaridad cristiana debe ser una solidaridad islamocristiana, porque el fin es servir a nuestra sociedad, nuestras patrias árabes sin distinción, como ha sido a lo largo de la historia a través de la historia. Debemos ser solidarios, cristianos y musulmanes, para un futuro mejor para nuestras generaciones futuras.

Se ha dicho de los primeros cristianos de Antioquía donde, por primera vez, fueron llamados cristianos: "¡ Mirad! Cuánto se aman". Somos fuertes hoy por este testimonio. Esta caridad es en efecto la tabla de la salvación para la Iglesia en el Medio Oriente para ser "comunión y testimonio". Este es el objeto de la exhortación apostólica y la síntesis del Sínodo sobre Oriente Medio que tuvimos en Roma en octubre de 2010, en vísperas de la erupción de las crisis en Oriente Medio.

¡Queridos amigos! Os recuerdo mi divisa patriarcal y sacerdotal: "Velad y caminad en la Caridad". Hoy estamos todos llamados a hacer de esta divisa patriarcal, la divisa de la Iglesia grecomelquita Católica. Es mi llamada al comienzo de esta gran Cuaresma bendita, sobre nuestro arduo camino, el camino de la cruz de nuestro país Siria, de nuestros países árabes, de la cruz de nuestros fieles, hacia las alegrías y esperanzas de la primavera de la Resurrección.

Antes de concluir, llamamos al conjunto de nuestros fieles a respetar la práctica del ayuno, de la abstinencia y de las mortificaciones, las oraciones propias de la Cuaresma, sin olvidar jamás la virtud, la misericordia, el perdón y la caridad.

Varias veces nuestro nuestro Santo sínodo estudió la cuestión del ayuno y de la abstinencia, especialmente del 1949 al 1954. Después del Concilio Vaticano II, se dió una orientación general, confiando a cada eoarca el cuidado de establecer la disciplina del ayuno y de la abstinencia adecuado a su eparquía. A pesar de las diversas dispensas concedidas según las situaciones de vida, la disciplina del ayuno de la antigua tradición oriental permanece vigente y, gracias a Dios, es bien seguida y es practicada en numerosas instituciones religiosas, monásticas y otras, así como por el clero y los fieles.

Hermanos y hermanas, "comencemos esta Cuaresma en la alegría, radiante de los preceptos de Cristo nuestro Dios, en la luz de la caridad y el resplandor de la oración, en la pureza de corazón y la energía de los fuertes, con el fin de apresurarnos noblemente, el tercer día, hacia la Santa Resurrección, que difunde por el universo su inmortal claridad".

Traducido del francés por Raquel Anillo

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