17.02.13

Yo también sé poner fotos

A las 8:13 AM, por Jorge
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Esta mañana me ha llegado esta foto por correo. Con un texto que más o menos viene a decir que el día que dimitan todos los de arriba no volveremos a ver más fotos como la de abajo.

Yo también sé poner fotos. Por ejemplo esta:

O esta:

O quizá esta:

Seamos serios. Toda la vida nos han venido contando la milonga de que la culpa de la pobreza del mundo la tenían el imperialismo yanki, la trilateral y los grandes caciques internacionales. Pues no. Ya ven qué bien se resume la situación económica mundial: la culpa de la pobreza la tiene la iglesia católica, y si se vendieran los tesoros del Vaticano este mundo encontraría por fin la justicia y la libertad. Pero a ver, ¿todavía hay alguien que se crea esa sarta de sandeces?

Las grandes cuestiones de macroeconomía se suelen comprender bien cuando se llevan al terreno de lo más cotidiano.

Por ejemplo, la situación española actual. Endeudados hasta las pestañas, con menos crédito que una fábrica de helados en el polo y según se nos dice con recortes hasta en los recortes ya recortados. Pues nada, no hay problema. Ni corrupción, ni derroche de fondos públicos. Se pone la foto de los obispos y los pobres niños hambrientos y ya se ha resuelto la crisis de hoy y las venideras, que vendrán. No faltará quien se crea que la crisis económica en España está causada por la exención de IBI de la catedral de Burgos, el despilfarro en roquetes del obispo de Asidonia, el convento de clausura de las madres gundisalvas y el colegio concertado de los padres veremundos.

Mi pueblo, como todos los pueblos de este pais llamado España, está endeudado. ¿De quién es la culpa? ¿Del párroco? ¿De las monjas que llevan un colegio concertado desde hace cuarenta años? ¿De las dos comunidades religiosas que mantienen sendas casas de espiritualidad? ¿De las que atendieron durante años la residencia de ancianos?

Pues esto es lo que nos venden. Que la culpa de todo es de la iglesia que no piensa en los pobres negritos hambrientos. Así que demos fotos de obispos y niños hambrientos, curas malos, abajo el Vaticano, que mientras la gente piensa en los curas, no piensa en las mariscadas, los relojes o los cruceros de los políticos.

Pues ya ven. Hay gente que todavía se lo cree.