13.02.13

La conversión en Lágrimas en la lluvia y mi presencia en el coloquio

A las 7:59 AM, por Tomás de la Torre Lendínez
Categorías : General

Miércoles de Ceniza, puerta de la Cuaresma, tiempo de conversión, con oración, ayuno y limosna. Tiempo de preparación para vivir el Misterio Pascual de Cristo.

El proceso de la conversión se ha llevado al cine en varias películas. Ante la petición de los espectadores, el director de Lágrimas en la lluvia, Juan Manuel de Prada, ha optado por tratar este tema tan antiguo y tan nuevo como es la conversión de un hombre desde el mal hasta el bien, desde las tinieblas hasta la luz.

El domingo próximo a las 4 de la tarde llegará la película El Judas en Intereconomía TV. Tras su pase, los convocados al diálogo entramos en el asunto: la conversión.

¿Qué pistas doy para que los lectores se motiven a ver Lágrimas en la lluvia?

La primera, se asienta en la propia película que es una desconocida obra de arte del cine español. El Judas es el título. Su autor Ignacio F. Iquino. El protagonista esencial es Antonio Vilar. Fechada en el año 1952.

La segunda, se razona en el recorrido de los que formaremos parte del coloquio, donde estamos tres sacerdotes, entre ellos un jesuita. El cuarteto lo remata una escritora de gran actualidad y de un valioso compromiso con su fe en Dios dentro de la Iglesia Católica.

La tercera, está en el propio programa de Lágrimas en la lluvia, el único programa de la parrilla televisiva española donde se habla con libertad, sin cortapisas, donde se hace una televisión del autor Juan Manuel de Prada, quien busca una complicidad con el espectador para demostrarle que se puede hacer un programa de formación, de altura intelectual y de reencuentro con las bases cristianas de cada espectador.

La cuarta, consiste en que Lágrimas en la lluvia fuera del canal de Intereconomía TV no es posible realizarlo, porque en ninguna otra empresa dejan la libertad de creación, acción y opinión que se encuentra uno cuando participa en un programa como éste.

La quinta, justifica la antitelevisión que Juan Manuel de Prada se propone hacer desde su primer programa y ya ha alcanzado el 103 número de edición casi a lo largo de más de dos largos años.

Es un producto de antitelevisión para que los espectadores comprueben que el resto de canales ofrecen vaciedad de vaciedades y solamente vaciedad, llena de incultura e inmoralidad abiertamente en contra de los principios básicos de la fe católica.

Este es el secreto de la selectiva, pero masiva audiencia, de Lágrimas en la lluvia, a donde acuden todas las personas preocupadas por encontrar una televisión educativa, formativa, creadora de opinión y cátedra del buen gusto y de la inteligencia sensata.

Pongan, amigos lectores, Lágrimas en la lluvia el próximo domingo. Les aseguro un programa hecho con parquedad económica pero como mucho amor a un medio dispuesto a educar en el buen gusto y en la nobleza de la caridad cristiana, extrayendo la gran conclusión: la conversión es posible, porque la Gracia de Dios sigue inundando a las personas para dejar el pecado y vivir en la luz del seguimiento de Cristo.

Tomás de la Torre Lendínez