En algunos departamento alcanza el 100%

El 30 por ciento de los ginecólogos uruguayos se acogen a la objeción de conciencia contra el aborto

 

El 30% de los ginecólogos uruguayos ha manifestado su intención de no practicar abortos. Ante esa realidad, el subsecretario del Ministerio de Salud Pública de Uruguay dijo que «no se descarta» modificar la reglamentación de la ley del aborto, en tanto existe «una gran confusión respecto a lo que significa la objeción de conciencia, los alcances, las limitaciones y cuando el profesional tiene el derecho a adscribirse a ella», según declaraciones que publica el diario El Observador.

12/02/13 9:53 AM


(LaRed21/InfoCatólica) Leonel Briozzo explicó que habrá una jornada de trabajo a nivel de «taller académico» en el ámbito de la Universidad de la República, donde el Colegio Médico, la Facultad de Derecho y la Facultad de Medicina de dicha universidad convergerán para detallar los aspectos donde hay controversia sobre la objeción de conciencia.

Según el viceministro, habrá una reunión preparatoria el 19 de febrero y el encuentro tendrá lugar el 15 de marzo.

Una nueva reglamentación para ser objetor

Las reuniones permitirán establecer un acuerdo general sobre los conceptos de objeción de conciencia, para después plantear una nueva reglamentación o mantener la línea pero con modificaciones.

Lo que se determine en el taller donde participarán los protagonistas principales del tema será contundente para definir el futuro en la materia: a nivel oficial se aspira que los objetores tengan un «nivel de justificación», o cuando menos que tengan argumentos que avalen su negativa a las prácticas abortivas. Pero ni la ley ni su reglamento señalan cuáles deben ser los motivos –si religiosos y/o filosóficos- para negarse a practicar abortos.

Más compleja resulta la situación en algunos departamentos del interior, donde todos los médicos se declararon «objetores de conciencia». Allí el MSP está convencido que hay «intereses de conveniencia» que han llevado a la decisión colectiva.

Briozzo, reconoce que la normativa no habla de razones filosófico-religiosas, pero «dice algo muy importante y es que la justificación debe poder darse ante terceros, es decir: se tiene que poder explicar el por qué», enfatizó.