CARTA DEL OBISPO

JORNADA MUNDIAL DEL ENFERMO

(11 de febrero de 2013)

"Anda y haz tu lo mismo" (Lc 10, 37)

 

 

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SANTANDER | 09.02.2013


            Queridos diocesanos:

            El 11 de febrero, memoria litúrgica de la Bienaventurada Virgen María de Lourdes, cuyo santuario es lugar y símbolo de esperanza y gracia para los enfermos, celebramos la Jornada Mundial del Enfermo, instituida por el Beato Papa Juan Pablo II el año 1992. Quería que fuera “un momento fuerte de oración, participación y ofrecimiento del sufrimiento para el bien de la Iglesia, así como de invitación a todos para que reconozcan en el rostro del hermano enfermo el santo rostro de Cristo que, sufriendo, muriendo y resucitando, realizó la salvación de la humanidad”.

            Los objetivos de esta Jornada, que se prolonga hasta el VI domingo de Pascua, 5 de mayo, son:

            . Sensibilizar al pueblo de Dios y, por tanto, a las varias instituciones sanitarias católicas y a la misma sociedad civil, ante la necesidad de asegurar la mejor asistencia a los enfermos.

            . Ayudar al enfermo a valorar, en el plano humano y sobre todo en el sobrenatural, el sufrimiento.

            .  Hacer que se comprometan en la pastoral de la salud de manera especial la diócesis, las comunidades cristianas y las familias religiosas.

            . Favorecer el compromiso cada vez más valioso del voluntariado. Recordar la formación espiritual y moral de los agentes sanitarios.

            . Hacer que los sacerdotes diocesanos y religiosos, así como cuantos viven y trabajan junto a los que sufren, comprendan mejor la importancia de la asistencia religiosa a los enfermos.

            El Mensaje del Santo Padre el Papa Benedicto XVI para este Año de la fe es el lema: “Anda, haz tú lo mismo” (Lc 10, 37), tomado de las palabras finales de la parábola del Buen Samaritano. El Señor nos señala cuál es la actitud que todo discípulo suyo ha de tener hacia los demás, especialmente hacia los que están necesitados de atención. Se trata de extraer del amor infinito de Dios, a través de una intensa relación con Él en la oración, la fuerza para vivir cada día como el Buen Samaritano, con una atención concreta hacia quien está herido en el cuerpo y en el espíritu, hacia quien pide ayuda, aunque sea un desconocido y no tenga recursos.

            Con esta carta pastoral exhorto a sacerdotes, diáconos, personas consagradas y fieles laicos, especialmente a los agentes de pastoral de la salud, a poner en marcha toda la programación del Secretariado Diocesano de Pastoral de la Salud, a cuyo Director y todo el equipo felicito por su entrega generosa a esta importante parcela de la vida diocesana.

            Que la Virgen Nuestra Señora de Lourdes, “salud de los enfermos”, consuele a los que sufren y ofrezca a los enfermos la salud y salvación, que ofrece su Hijo Jesucristo.

+ Vicente Jiménez Zamora
Obispo de Santander