14.12.12

 

Malo que las cosas de todos dé la impresión de que son sólo de algunos. Y esa es la impresión que desde el principio tenemos muchos sacerdotes y laicos de Madrid de la fiesta de las familias.

A uno le resulta extraño que una fiesta de la familia cristiana, que quiere ser punto de encuentro para todas las familias, una fiesta abierta a todos, de iglesia de Madrid y universal, acabe apareciendo como la fiesta de un movimiento o un tipo de familias a la que también podemos asistir los demás, pero ya de espectadores. Y no es algo de ahora, es que viene pasando desde la primera vez que se organizó.

Recuerdo incluso cómo se organizó el primer año, el 2007, donde tras la conexión con Roma intervinieron Andrea Ricardi (Comunidad de San Egidio); Julián Carrón (Comunión y Liberación); Kiko Argüello (Camino Neocatecumenal); Chiara Lubich (que envió mensaje escrito); Manuel Cariacedo (Renovación Carismática) y Acción Católica (presidente diocesano), y las moniciones a las lecturas las hicieron el presidente de la CONCAPA y el presidente de la ACdP. Ni un párroco. Ni un movimiento familiar católico. Nada. Movimientos y asociaciones.

Seguimos no igual, sino peor. Cada vez más el encuentro de todas las familias se viene convirtiendo en la práctica en un encuentro de familias del camino neocatecumenal. Basta ver hasta la estética de los carteles que lo anuncian. Hoy veo en Infomadrid el programa de la de este año:

- De 10,30 a 12,00 horas:
Proclamación del Kerigma por Kiko Argüello .
• Intervención de Mons. Vicenzo Paglia, Presidente del Pontificio Consejo de la Familia.

- De 12,00 a 14,00 horas:
• Conexión con Roma para escuchar el Mensaje del Santo Padre.
• SantaMisa presidida por el Cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio Mª Rouco Varela, y concelebrada por los obispos de la Provincia Eclesiástica de Madrid, obispos españoles, y de otros países.

Me pregunto si en la Iglesia de Madrid nadie más puede “animar” este encuentro. Pienso en el Movimiento Familiar Cristiano, en el prelado del Opus Dei, en D. Julián Carrón, en el consejo de laicos, en el consejo diocesano de pastoral, en parroquias y vicarías. ¿Sólo el camino neocatecumenal y Kiko Argüello? Mal andamos si no hay alternativa.

Si queremos una fiesta de todos, pienso que hay que organizarla entre todos. Madrid tiene una vicaría para actos públicos y una delegación de pastoral familiar, que creo debieran ser los que llevaran la voz cantante en evidente coordinación con el señor cardenal y sus obispos auxiliares.

Es mi reflexión sin más. Se ha organizado así y sus razones habrá. Pero yo, y mucha gente conmigo, nos sentimos como gallinas en corral ajeno. Mucho me temo que derive definitivamente en un encuentro de familias del camino neocatecumenal, que no está mal, pero no creo que sea el objetivo.