Votan a favor 81 de 87 diputados

El Legislativo de Uruguay da vía libre al matrimonio homosexual

 

Tras un intenso debate de siete horas que comenzó el martes por la tarde y terminó después de la medianoche, 81 de los 87 diputados presentes en el Legislativo apoyaron el proyecto del oficialista Frente Amplio a favor de legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo. El proyecto, llamado Ley de Matrimonio Igualitario, ha sido respaldado además por varios legisladores de los opositores Partido Nacional y Partido Colorado. La iniciativa será enviada ahora al Senado y, de progresar también allí, donde el FA también tiene mayoría, deberá ser promulgada por el presidente José Mujica para convertirse en ley.

12/12/12 11:16 AM


(Efe) Durante la gestión de Mujica (2010-2015), que lidera el segundo gobierno del FA de la historia del país, tras el de Tabaré Vázquez (2005-2010), se ha despenalizado el aborto y se debate otra propuesta para legalizar la marihuana.

La Ley de Matrimonio Igualitario consta de 29 artículos y señala expresamente que el Código Civil considerará como matrimonio «la unión permanente entre dos personas de igual o distinto sexo».

El diputado del Frente Amplio Julio Bango fue el encargado de presentarla y justificó la propuesta porque la Constitución uruguaya «no admite ninguna discriminación entre personas».

«Esta ley logra una verdadera igualdad de todos los ciudadanos ante la ley. Y afirma esa igualdad, ya que todos somos diversos y todos somos iguales ante ella», indicó el legislador.

Además, apuntó que la medida no pretende «ir contra nadie» y que simplemente apuesta por «dar un mayor grado de libertad» a los ciudadanos.

«El amor no es 'homo', ni 'hétero' ni 'bi'. Es amor y nadie le puede poner límites», dijo por su lado el diputado del Partido Nacional Jorge Gandini.

En el otro extremo, su correligionario Gerardo Amarilla consideró que la norma «apunta a la desnaturalización de la familia».

La Iglesia, a favor del verdadero matrimonio

Entre los detractores de la iniciativa está la Iglesia Católica, según la cual el matrimonio solo puede referirse a la «unión estable de varón y mujer, capaces de acto conyugal con trasmisión de la vida, basado en el contrato de mutua pertenencia».

Alberto Sanguinetti, obispo de Canelones, departamento vecino de Montevideo, afirmó en un reciente comunicado difundido por internet que «hablar de matrimonio igualitario -aplicado a algún tipo de unión o pacto de varón con varón o mujer con mujer- es una mentira, y una imposibilidad real».

El debate parlamentario fue seguido con intensidad desde los palcos del Congreso y a través de las redes sociales por miembros de la comunidad homosexual local, que lo calificaron de «momento histórico» y de fin de «una etapa de conquistas».

Según dijo a Efe Diego Sempol, uno de los portavoces del colectivo Ovejas Negras, la votación «es un primer paso significativo para lograr la igualdad jurídica» de las personas con una orientación sexual diferente.

Entre los asistentes a la sesión legislativa estuvo la pareja de homosexuales uruguayos formada por Federico Maserattin y Omar Salsamendi, que recientemente se casaron en Buenos Aires con el objetivo de que la justicia de Uruguay reconociese esa boda al regresar a su país.

La pareja intentaba emular lo sucedido con otro matrimonio celebrado en 2010 en España entre un uruguayo y un español que fue validado a mediados de este año por la Justicia uruguaya aunque luego la fiscalía apeló el fallo.

Uno de los aspectos más llamativos de la norma aprobada este miércoles será la reglamentación sobre el orden de los apellidos que deberán llevar los hijos y que afectará también a las parejas heterosexuales.

También generó controversia el derecho de los hijos a reconocer a su padre biológico en el caso de que la madre, casada con otra mujer, lo tenga en un embarazo por la relación con otro hombre, no así en el caso de se use el método de fecundación in vitro, por la reserva de la identidad que se concede a los donantes de esperma.

En la actualidad el matrimonio homosexual es legal en España, Argentina, Holanda, Bélgica, Canadá, Sudáfrica, Noruega, Suecia, Portugal, Islandia y Dinamarca, así como en seis estados de EE.UU, la capital de México, el estado mexicano de Quintana Roo y en el estado brasileño de Alagoas.