Benedicto XVI pide a los jóvenes que “en la escuela de María aprendan a amar y a esperar”


 

Las etapas de la Revelación, que se nos muestran en las Escrituras y que tienen su culmen en el adviento de Nuestro Señor según la carne, fue el tema que propuso esta mañana el Santo Padre en su catequesis de la audiencia general del miércoles 12 de diciembre. Ante la presencia de varios miles de fieles y peregrinos procedentes de numerosos países, el Obispo de Roma recordó que la Palabra de Dios nos invita a hacer memoria de los hechos narrados en ella, a verlos como “historia de la salvación”.

Como es costumbre, Su Santidad dirigió un pensamiento especial a los jóvenes, enfermos y recién casados presentes en el Aula Pablo VI del Vaticano. Y recordó que hoy celebramos la memoria litúrgica de la Virgen de Guadalupe, Patrona de las Américas y Estrella de la nueva evangelización. En esta ocasión el Papa pidió a los jóvenes que “en la escuela de María aprendan a amar y a esperar”. A los queridos enfermos les deseó que la Santísima Virgen los acompañe y consuele en sus sufrimientos; mientras a los recién casados les recomendó que encomienden a la Madre de Jesús su camino conyugal.

En nuestro idioma, Benedicto XVI saludó asimismo a los participantes en el Congreso Internacional promovido por la Pontificia Comisión para América Latina, así como a las autoridades civiles y eclesiásticas, y a los numerosos fieles del Estado mexicano de Michoacán, que le han regalado un Belén artesanal. Por esta razón, el Papa deseó que Nuestra Señora de Guadalupe “vele por la noble Nación mexicana y le conceda unidad, justicia, concordia y paz”.

Queridos hermanos y hermanas:

Hoy quiero meditar sobre las etapas de la Revelación, que se nos muestran en las Escrituras y que tienen su culmen en el adviento de Nuestro Señor según la carne. El Evangelio que hemos escuchado nos lo recuerda: «Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios». Desde Cristo, la historia se ilumina, mostrándonos una presencia que le da significado y la abre a la esperanza. La Palabra de Dios nos invita a hacer memoria de los hechos narrados en ella, a verlos como «historia de la salvación». Son hechos que han trasformado Israel, lo han llamado a servir a Dios y a testimoniarlo en medio a los otros pueblos. Al celebrarlos, el pueblo los actualiza y los hace presentes. En el Catecismo de la Iglesia católica, podemos releer sintéticamente estas etapas, para profundizar en el proyecto de salvación que Dios dirige a todos.

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los participantes en el Congreso Internacional promovido por la Pontificia Comisión para América Latina, así como a las autoridades civiles y eclesiásticas, y a los numerosos fieles del Estado de Michoacán, México, que desde esa amada tierra han querido ofrecerme este hermoso Belén artesanal. Que Nuestra Señora de Guadalupe vele por la noble Nación mexicana y le conceda unidad, justicia, concordia y paz. Dirijo también un afectuoso saludo a los demás grupos provenientes de España y otros países latinoamericanos. Exhorto a todos, en este tiempo de Adviento, a dedicarse a la lectura de la Biblia, para recordar la obra de Dios en medio de su pueblo y testimoniar su presencia viva en el mundo. Muchas gracias.

(María Fernanda Bernasconi – RV).