9.12.12

La dulcería de las Hermanas de Iesu Communio en Carrefour

A las 8:35 AM, por Tomás de la Torre Lendínez
Categorías : General

Días pasados el conductor de un programa de radio, conocido por su agnosticismo militante, habló unos minutos del maravilloso acontecimiento de las monjas de Iesu Communio. En la opinión de este locutor, la fundadora Sor Verónica Berzosa, goza de las grandes dotes de las mejores fundadoras y reformadoras de la historia de la vida religiosa en España y el mundo.

No es posible, decía, que un grupo de chicas jóvenes con carreras terminadas, con tesis defendidas en sus estudios, dejen todo y se marchen a Lerma o La Aguilera a contemplar a Dios y a trabajar en la dulcería mojil, que ahora se vende en la cadena de supermercados Carrefour.

Aunque las monjas no dejan de vender en su Pequeña Repostería on line en la siguiente dirección

http://www.pequeñareposteria.es/

Este gran paso ha sido posible gracias a la colaboración de Milford y supondrá una gran ayuda económica para este instituto, que, pese a que tiene aun pocos años de vida, desde 2010, no para de acoger jóvenes y nuevas vocaciones.

Una joven abogada escribe a este Blog desde hace unos meses buscando consejo espiritual y vocacional. Cuando ella vea clara la llamada del Señor es posible que camine hacia las Hermanas de Iesu Communio. Dios dirá.

Por otra parte, también tienen disponibles los productos típicos y cestas de navidad. Las ganancias obtenidas de estas ventas estarán destinadas al mantenimiento de los conventos y miembros de Iesu Communio, instituto religioso femenino de derecho pontificio fundado por Verónica Berzosa, aprobado el 8 de diciembre, justamente ayer hizo dos años, de 2010 por la Santa Sede Apostólica.

Algunos descreídos que pululan por la Red tomaron a guasa esta fundación, se mofaron de la tela con la que se hicieron los hábitos, e, incluso, motejó a estas hermanas religiosas contemplativas con un remoquete que no ha tenido ningún éxito. Lo mismo que le ocurre con todas sus genialidades en su refrito medio de comunicación.

Confieso, a nivel personal, que estas monjas me tienen ganado el corazón por muchos motivos. El esencial es porque veo la mano de Dios en esa obra de la Iglesia del Señor en los años del comienzo de este siglo XXI. Esta observación me asegura que todas las vocaciones que allí están son felices alabando a Dios y deleitando el paladar de todos los que les compramos sus productos tan dulces y divinos como sus manos monjiles.

Para saber hagan clic aquí.

Tomás de la Torre Lendínez