La Iglesia pide el no

El domingo los irlandeses decidirán si dan al Estado más poder sobre los padres en la educación de los hijos

 

En las televisiones, las calles y hasta los postes de las carreteras de Irlanda aparecen reclamos publicitarios gubernamentales para que los ciudadanos voten el domingo a favor de una enmienda a la Constitución en beneficio de los niños, según afirma esta publicidad. El Gobierno democristiano de Enda Kenny propone que se introduzca en la Constitución una enmienda que asegura al Estado, como «guardián del bien común», la potestad para retirar la custodia y la tutela de los hijos a sus padres.

10/11/12 3:36 AM


(Pedro Fernández/InfoCatólica) La enmienda propuesta, que reformaría un artículo que ya concede protección a los niños, supone otorgar al Estado las potestades para decidir por medio de los llamados trabajadores sociales si los padres «fallan en sus obligaciones para con los niños» de modo que el bienestar o la salud de éstos pueda quedar dañado. En esa situación, el Estado podrá tomar el lugar de los padres y hacer que los niños sean incluso adoptados por otras familias.

El Estado también garantizará que los niños y adolescentes puedan formarse su propia conciencia sin interferencias de los padres y que sus decisiones al respecto sean respetadas.

La implicación del Gobierno democristiano (partido Fine Gael) para la aprobación de la reforma ha sido tan intensa que el Tribunal Supremo sentenció que la publicidad gubernamental al respecto era partidista y sesgada pese a lo cual Kenny y sus ministros se han negado a posponer el referéndum.

La Iglesia Católica pide el no al referéndum a través de sus periódicos y de avisos en las parroquias. Los reparos de los católicos, así como los de otros ciudadanos irlandés, se centran en que los trabajadores sociales dispondrán de armas legales para inmiscuirse en la vida de las familias y arrebatar los hijos a los padres.

Como la anunciada Agencia de Apoyo al Niño y la Familia carece por ahora de presupuesto, se teme que los trabajadores sociales recurran a la retirada de la tutela y la entrega de los niños en adopción como medios más fáciles y baratos.

De manera paradójica, el mismo Estado y los mismos políticos que han causado la crisis financiera que sufre Irlanda (con casi un 15% de paro y la destrucción de urbanizaciones vacías) pretenden ser capaces de asegurar el bienestar moral y físico de los niños y adolescentes irlandeses mejor que sus padres.