6.10.12

 

Rescatada porque mamá no podía más y decidió abortar a esa niña que empezaba a vivir en su seno. Todo decidido y hora pedida para la intervención.

Cuando se aproximaba a la entrada de la clínica se le apareció un ángel guardián en forma de voluntario. ¿Por qué vas a abortar? ¿Lo has pensado bien? Mira que podemos ayudarte a tener a tu niño, mira que es tu hijo… ¿Estás segura?

Cosas de Dios. Y se echó atrás.

Llegó a la parroquia al proyecto de apoyo a mujeres embarazadas en situación de riesgo. Con muchas dudas ellas. Nosotros con demasiados miedos. Cada vez que faltaba y no respondía al teléfono era aumentar la angustia. ¿Y si al final ha decidido abortar?

Pero no. Con dificultades, con miedos, pero con esperanza y el apoyo de un magnífico grupo de voluntarios, la niña fue creciendo. Meses de espera, de observar una tripita que se acomoda para acoger la vida que se está haciendo y la alegría de saber que un nuevo niño viene al mundo.

Con las chicas embarazadas, rescatadas en su día de la clínica abortista, hablamos de muchas cosas. También, como no podía ser menos, de Dios. Y algunas, con una fe muy rudimentaria, y en algunos casos inexistente, dicen que si la iglesia es ese grupo que las acogió en el momento más crítico de su vida y ha estado a su lado apostando por sus hijos, que ellas quieren ser de esa Iglesia y que sus hijos crezcan en ella.

Ya hemos bautizado a varios niños rescatados. Ayer otra niña. Y alguna mamá preparándose para bautizarse ella también.

¿Sabéis el gozo que es ver esa criatura, que estuvo a punto de ser destrozada en el vientre de mamá, contemplar su sonrisa, y ofrecérsela a Dios convertida en hija por el bautismo? ¿Sabéis lo que supone encontrarte con tantas chicas mamás que pasaron por algo parecido y que hoy viven gozosas el bautismo de la peque?

Tantas cosas hay que hacen tan gozoso lo de ser cura… Soy un privilegiado. Ayer un bautizo ¡y qué bautizo! Pensar que la pobre María estaba destinada a la muerte antes de nacer… Hoy ves a mamá con la niña y te emocionas al contemplarlas tan juntas y descubrir cómo mamá llena de besitos a su hija. Esta vez ganó la vida.

Mañana domingo marcha por la vida. Porque queremos que todas las Marías puedan nacer y ver la luz del cielo. Porque queremos que tantas mamás puedan llenar de besitos a sus niñas.