Están previstas cuatro audiencias más

El juicio a Paolo Gabriele puede cerrarse en una semana

 

Según informa Andrés Beltramo para Notimex, el presidente del colegio de jueces, Giuseppe Dalla Torre, que procesa desde ayer al ex mayordomo papal Paolo Gabriele, estimó que el juicio durará cuatro audiencias más y concluirá en una semana. En un ambiente relajado y cordial se desarrolló esta mañana, en el aula principal de los tribunales vaticanos, ubicada justo detrás de la Basílica de San Pedro, la primera vista del proceso que duró en su totalidad dos horas y 15 minutos.

30/09/12 7:32 PM


(Notimex) La audiencia inició a las 09:30 horas locales (07:30 GMT) con el ingreso en la sala de los tres magistrados del colegio de jueces, encabezado por Dalla Torre y formado también por Paolo Papanti-Pelletier y Venerando Marano.

Desde unos minutos antes, Gabriele había llegado al lugar, vestido con un traje gris y camisa blanca. Mantuvo una actitud impasible y serena durante casi todo el tiempo, salvo algunos momentos en los cuales dialogó con su abogada Cristiana Arrú.

El salón, de no más de 150 metros cuadrados, acogió a los jueces vestidos con togas negras como los abogados defensores y el promotor de justicia (fiscal), Nicola Piccardi.

En esta primera audiencia debieron comparecer ante el tribunal dos imputados: Gabriele, acusado del delito de «robo agravado», y Claudio Sciarpelletti, ex empleado de la Secretaría de Estado vaticana, por «favorecimiento».

Pero solo se presentó el ex mayordomo, ya que Sciarpelletti estuvo ausente porque se sintió mal de manera imprevista, según refirió su abogado Gianluca Benedetti, quien participó en el debate y pidió perdón por el episodio.

Tras la apertura formal del proceso por el robo de documentos confidenciales del Papa Benedicto XVI y algunas precisiones iniciales, se pasó a la lectura de la lista de los testigos.

Para el juicio a Sciarpelletti fueron convocados cinco, mientras para el de Gabriele un total de ocho; algunos estaban presentes y otros no.

Entre quienes ofrecerán sus testimonios figuran Georg Gaenswein, secretario personal del Papa y de cuyo escritorio Gabriele tomó cientos de documentos reservados que fotocopió, no sólo para filtrarlos a la prensa sino también para conservarlos en su casa.

Además Domenico Giani, jefe de la Gendarmería Vaticana; Carlo Maria Polvani, un monseñor de la Secretaría de Estado; Cristina Cernetti, una consagrada que presta servicio en el apartamento pontificio, y varios gendarmes.

La abogada Arrú presentó mociones de diversos tipos, una que puso en duda la competencia del tribunal, una que pidió la nulidad del envío a juicio del imputado y otras que cuestionaron algunas actividades de investigación.

Asimismo pidió a los jueces no admitir en el debate algunos documentos y las grabaciones de una cámara de seguridad, instalada después del 6 de junio pasado en el ingreso de la casa del ex mayordomo.

En ese momento se confirmó que el material secuestrado en la habitación del ex mayordomo durante el cateo del 23 de mayo pasado, antes de su arresto, era una cantidad ingente que fue contenida en 82 cajas de cartón.

Es decir, durante casi todo su servicio al pontífice (que duró unos seis años), Gabriele duplicó diariamente cientos y cientos de documentos confidenciales que luego archivó en su departamento, ubicado dentro del territorio vaticano.

Después de las mociones de Arrú el abogado de Sciarpelleti, Gianluca Benedetti, presentó sus instancias. Expresamente pidió que el proceso de su defendido se desligue de aquel del ex mayordomo.

Tras una deliberación de unos 80 minutos, en una sala contigua, los jueces comunicaron a las partes su decisión respecto a las mociones.

En primera instancia determinaron conceder la solicitud de dividir los juicios, estableciendo que seguirá adelante –por ahora- el proceso a Gabriele.

Prácticamente todas las solicitudes de la defensa del ex mayordomo fueron rechazadas por el tribunal, incluida una pericia de las huellas digitales sobre una pepita (supuestamente de oro) y la solicitud de incluir en las actas un plano de la oficina del secretario privado del pontífice.

Empero los jueces sí concedieron la «expulsión» del proceso de varios documentos, entre otros las transcripciones de unas conversaciones entre el jefe de la Gendarmería Vaticana, Domenico Giani, y Gabriele en la cárcel, en las cuales no estuvieron presentes los abogados defensores.

Finalmente y antes de cerrar la sesión, en torno a las 11:45 horas locales (09:45 GMT), el juez Dalla Torre convocó la próxima audiencia para el martes y estará dedicada solo al juicio del mayordomo, mientras el de Sciarpelleti aún carece de fecha.