26.09.12

Colombia: los riesgos del proceso de paz

A las 2:15 PM, por Andrés Beltramo
Categorías : Iglesia en América

Los obispos de Colombia reconocen los riesgos de las anunciadas negociaciones de paz entre el gobierno y la guerrilla de su país. Pero han decidido, al menos públicamente, mantener en bloque una actitud positiva ante una iniciativa que podría ser histórica. Aunque, en lo particular, entre los mismos pastores existan opiniones divergentes sobre el rol que debería jugar la Iglesia y la Conferencia Episcopal en todo el proceso.

Es natural. El acercamiento con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), dado a conocer el 4 de septiembre por el presidente Juan Manuel Santos, abrió un inevitable debate público. Entre los mismos católicos existen múltiples y legítimas interrogantes. ¿Cómo debe ser tratado un grupo que, durante más de 40 años, ha secuestrado, asesinado y usado el terror contra civiles?, ¿no es posible que sentarlos en una mesa en Oslo les otorgue una legitimidad que no merecen?, ¿en qué condiciones se negociará la paz?, ¿a qué precio?, ¿es lícito creer todo lo que sostienen los guerrilleros, como por ejemplo que ya no cuentan con plagiados?, ¿debe la Iglesia tomar partido por una u otra de las partes?, ¿debería estar por encima de las partes?, ¿mantener prudencia?, ¿insistir en el perdón y la reconciliación verdadera?

Como se ve el asunto es delicado; debe ser debatido públicamente, sin prejuicios. Especialmente por los colombianos, los principales involucrados. Por lo pronto ya se dieron las primeras reacciones a lo publicado aquí y en el Vatican Insider. A continuación reproducimos la carta enviada por el sacerdote José Elver Rojas, director del Departamento de Comunicación Social de la Conferencia Episcopal de Colombia a propósito de nuestro último artículo sobre el tema. Ella reporta la versión oficial de la cúpula de los obispos.

Señor periodista
Andrés Beltramo Álvarez
VATICAN INSIDER

Atentamente hice lectura de su artículo publicado en la página de Vatican Insider, titulado “La Iglesia y la paz en Colombia: campo minado” con el sumario o entradilla al artículo “Algunas divergencias entre los obispos del país sobre la iniciativa del diálogo con la guerrilla y la prudente postura diplomática del Vaticano”.

Sorprende enormemente la manera como Usted señor Andrés afirma que existan divergencias entre los obispos del país luego de las declaraciones dadas por monseñor Rubén Salazar en la rueda de prensa del 5 de septiembre con ocasión del proceso de paz anunciado por el presidente Juan Manuel Santos.

A la fecha, en el monitoreo diario que realiza la oficina de prensa de la Conferencia Episcopal de Colombia – CEC a los medios de comunicación social a nivel nacional e internacional, excepto su artículo, ninguno habla de divergencia entre los señores obispos.

Que la Iglesia en esta ocasión no haya sido llamada a la mesa de negociaciones no impide que públicamente manifieste la alegría y la esperanza en un proceso de paz donde, como lo expresó Monseñor Rubén Salazar, “los colombianos no pueden dejarse vencer por la desesperanza y el escepticismo”.

No es secreto para nadie que el proceso de paz suscite también en los señores obispos, como en cualquier sector de la población colombiana, diversos puntos de vista. Sin embargo, lo admirable es que la unidad y la comunión del episcopado colombiano se ve reflejado hasta en el manejo que públicamente le dan a temas tan complejos y controvertidos del país.

Que los obispos anhelen la paz no significa que desconozcan los riesgos que implica este proceso, por el contrario, así como la Santa Sede actúa prudentemente a nivel internacional, la Conferencia Episcopal de Colombia hace lo suyo en su contexto nacional.

Atentamente,

P. José Elver Rojas H.
Director Departamento de comunicación social de la CEC