El PSOE se une a las críticas a Mons. Blázquez por unas declaraciones que el arzobispo no hizo

El portavoz del PSOE en la Comisión Constitucional, Ramón Jáuregui, recordó ayer al arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, que las reglas de convivencia democrática y de moral cívica sociedad, como el matrimonio, corresponden «única y exclusivamente a la soberanía popular». Al comienzo de su intervención en la Comisión Constitucional, en la que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha desgranado los objetivos de su departamento, Jáuregui ha querido trasladar su solidaridad y su «simpatía personal» a la portavoz del Ejecutivo por los comentarios de Blázquez.

25/01/12 7:41 AM

(Agencias/InfoCatólica) El portavoz socialista se refirió así a los comentarios realizados el día anterior por el arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, sobre la elección de Sáenz de Santamaría para pronunciar el pregón de Semana Santa en esa ciudad, tras conocer su condición de casada por lo civil. Según la archidiócesis de Valladolid, dichos comentarios fueron objeto de manipulación por un periodista de la agencia Efe.

Jáuregui ha querido dejar claro que a la Iglesia católica, al arzobispo de Valladolid o al de Tarragona hay que decirles "día sí y otro también" que las cuestiones sobre el matrimonio, la familia o el papel de la mujer no son de su competencia, sino que corresponden a la soberanía popular.

Según Jáuregui, es muy oportuno e importante hacer esa precisión y que también lo haga el Gobierno, porque la Iglesia "acostumbra a no entender este principio elemental de la Constitución".

Además, ha sugerido al Ejecutivo e incluso al Ayuntamiento de Valladolid que recuerden al Arzobispado el artículo 16.3 de la Carta Magna, que establece que ninguna confesión religiosa tendrá carácter estatal, así como la amplia jurisprudencia que aclara que no puede haber ningún tipo de confusión entre funciones religiosas y estatales.

Por eso, ha hecho hincapié en que si el pregón de Semana Santa es un acto civil y cultural del Ayuntamiento vallisoletano, "nada tiene que decir la Iglesia": y si se trata de un acto religioso, nada tienen que decir las instituciones públicas.