Red Iberoamericana de

Estudio de las Sectas

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Nº 225

9 de Ene. 2012

 

1. Los testigos de Jehová, contra la Navidad.

2. Ofertas de religiosidad alternativa y mágica en el año nuevo.

3. Avanza en Madrid una demanda contra los testigos de Jehová por publicar una fotografía de forma ilícita.

4. El año 2012 y la histeria esotérica por el fin del mundo.

5. El caso del gurú granadino de Casa Yoga, en los juzgados.

6. Un adepto de la Verdad Suprema se entrega a la policía japonesa.

7. La santería es incompatible con la santidad de la fe cristiana.

8. Adeptos de los cultos sincretistas afrobrasileños denuncian intolerancia.

9. El auge del satanismo en Colombia.

10. El vínculo que hay entre brujería y delincuencia en Colombia, al descubierto.

 

 

1. Los testigos de Jehová, contra la Navidad.

FUENTE: En Acción Digital

 

 

Con motivo de la reciente celebración de la Navidad, Luis Santamaría del Río, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), ha publicado una serie de artículos sobre esta fiesta cristiana y el rechazo que hacen de ella los testigos de Jehová. Reproducimos a continuación los tres artículos, que han sido publicados en la revista religiosa electrónica En Acción Digital.

Una mirada a “su” Biblia

“Jehová santificará su gran nombre en Armagedón”. Éste era el título de la conferencia que se pronunció en la asamblea de circuito de los testigos de Jehová que tuvo lugar en Jaén… ¡el pasado 25 de diciembre! Desde luego, no es lo más navideño. Los miembros de este movimiento destacan –entre otras muchas cosas de las que presumen– por no celebrar el nacimiento de Cristo. Ni en esta fecha ni en ninguna.

Como escribía el ex-adepto Antonio Carrera en uno de sus variados libros sobre la secta, “en su propósito de aparentar ser puros y no contaminarse con nada de origen pagano, alegan que siendo Navidad una fiesta que no está señalada en la Biblia, no debe celebrarse”. En el número de la revista ¡Despertad! correspondiente a este mes de diciembre de 2011 han publicado un artículo sobre la tradición del árbol de Navidad, que achacan al paganismo. Pero será bueno que nos acerquemos a lo que han publicado en estos últimos años sobre las fiestas navideñas para descubrir la razón de su rechazo y de su militancia.

En sus revistas suelen iniciar el tratamiento de este tema con una constatación de las degeneraciones a las que está llevando la celebración de la Navidad, vaciándose de su contenido originalmente religioso. No les falta razón en sus críticas aunque, como siempre, sólo ven el lado negativo del asunto para, como dice la expresión castellana, ir llevando el agua a su molino, y lograr así el asentimiento del lector. “¿Espera usted con ilusión la Navidad, o se inquieta cuando se va acercando?”, comienza preguntándose uno de estos artículos demoledores con el “espíritu navideño”, que destaca los aspectos comerciales de estas celebraciones.

El grueso de su discurso lo integran los relatos de los evangelios de la infancia de Jesús (“el apóstol Mateo” y “el discípulo Lucas”). Hasta aquí, todo bien. O eso parece. Porque se trata de su propia traducción, la llamada Versión del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras, cuyas muchas manipulaciones y falsificaciones han sido expuestas por los expertos. Para un católico que lea los textos citados por los testigos de Jehová en torno al nacimiento de Cristo llama la atención, por ejemplo, la expresión “hemos venido a rendirle homenaje” en labios de los magos de Oriente al llegar a Jerusalén (Mt 2, 2). Si uno va a los textos originales, se encuentra con la forma verbal “proskynesai”. Expresión que se repite en el versículo 11 (“prosekynesan”, adoraron), y cuya frase omite, curiosamente, el repaso bíblico que hace la revista ¡Despertad! en su número de diciembre de 2010.

Si bien es verdad que es un término empleado en muchos textos de la Antigüedad para referirse al trato al soberano, también es cierto que a aquellos reyes se los adoraba como dioses o semidioses. No es casualidad que la Vulgata traduzca al latín la frase evangélica así: “venimus adorare eum”, con un sentido claro de adoración. Sentido que la secta quiere dejar lo más lejos posible, dado su rechazo radical de la divinidad de Cristo. Un verbo, “proskyneo”, que aparece 54 veces en el Nuevo Testamento, y que si bien puede entenderse como un simple “rendir homenaje”, en el contexto bíblico se utiliza con un claro sentido de adoración, algo subrayado por el hecho de que casi la mitad de las referencias sean del libro del Apocalipsis, dirigidas tanto a Dios como al Cordero (y a los ídolos). En el cristianismo oriental, sin ir más lejos, el término “proskynesis” se refiere a la veneración debida a los iconos, superior a la simple veneración, aunque sin llegar a la verdadera adoración (“latreia”) que sólo puede tributarse a Dios.

La cuestión del posible origen pagano

Hecho este excursus sobre un término ciertamente importante, continuemos con nuestra revisión de la deconstrucción jehovista de la celebración de la Navidad. El asunto más importante para la teología del grupo es la fecha, centro de sus obsesiones. “¿Nació Jesús realmente un 25 de diciembre?” es la cuestión que se repite en torno a este tema crucial. Y la respuesta es: “podemos estar seguros de que no nació un 25 de diciembre”. Hasta aquí, nada que sea un problema para la fe cristiana, a la que poco importa la fecha del nacimiento del Salvador. En Oriente se celebra el 6 de enero y no pasa nada. Sin embargo, el razonamiento seguido es el típico de una crítica poco documentada y escasamente puesta al día. Parten del razonamiento ampliamente aceptado de que en diciembre los pastores no podrían haber estado con los rebaños al aire libre, pero enseguida lo mezclan con la tesis del origen pagano de la fecha establecida para la Navidad.

Este tema precisaría de mucho espacio, del que aquí no dispongo, así que lo resumiré en lo posible. De todos es sabido que el 25 de diciembre coincide con el final de la celebración pagana, ampliamente difundida en la antigua Roma, de las fiestas del solsticio de invierno, las denominadas Saturnales, según el calendario juliano, anterior al nuestro (gregoriano). Es la época en la que terminan esos días tan cortos y se pasaba a saludar a un sol renacido y más potente, que el día 25 se veía personificado en el dios oriental Mitra, asumido en el panteón imperial y de culto muy difundido. Según esta tesis, la Navidad no sería más que una cristianización de esta importante conmemoración romana, aprovechando además la calificación de Jesús como el Sol invicto y el Sol de justicia. Ya que no pudieron acabar con la “fiesta enemiga”, los cristianos, en un momento de progresivo ascenso social, la habrían asumido y transformado.

Me he referido a todo esto como una “tesis” porque muchos estudiosos han puesto en duda este origen pagano reconvertido que tendría la Navidad (o al menos como único motivo), sobre todo en torno a varias teorías que se basan en tradiciones muy antiguas del cristianismo. La primera la podemos ver ejemplificada por Joseph Ratzinger, quien como teólogo explicó en El espíritu de la liturgia la elección de determinadas conmemoraciones judías y cristianas por su conexión con momentos cósmicos importantes.

Según decía en su libro, los judíos consideraban que Dios hizo la creación del mundo un 25 de marzo (equinoccio de primavera), y los cristianos también comenzaron a celebrar ese día el nacimiento de Cristo. Pero en el siglo III la Iglesia decidió conmemorar ese día mejor la anunciación a María. Un simple cálculo matemático del embarazo colocaría el alumbramiento el 25 de diciembre. Por esto, afirmaba Ratzinger, no se sostiene la tesis de la reconversión de una fiesta pagana.

Una segunda teoría que ha cobrado fuerza es la que se basa en una antiquísima tradición que afirmaba que Jesús habría muerto el mismo día del año en el que fue concebido: el 25 de marzo. Sumándole 9 meses de gestación, llegamos de nuevo al 25 de diciembre. Apoyando esta teoría, los autores observan cómo en Oriente, tomando pie en otro calendario diferente, que situaba la pasión de Cristo el 6 de abril y la identificaba también con la fecha de la encarnación en el seno de María, la Navidad se traslada al 6 de enero.

Para no dejarnos ninguna de estas teorías tan interesantes, la última importante que señalan los historiadores es la que se basa en la espiritualidad judía y que ha recordado recientemente Luis Antequera: Cristo habría nacido el mismo día que Adán. Según explica este autor, citando a un importante rabino de la Antigüedad, el primer hombre habría sido creado el 25 del duodécimo mes del año hebreo. Algo que casaría con el paralelismo que se estableció desde un principio en la teología cristiana entre ambas figuras, y que resume muy bien Pablo al llamar a Cristo el “nuevo Adán”.

Este excursus ha sido mucho más largo que el primero. Pero creo que ha valido la pena. ¿Para qué ha servido? Fundamentalmente, para poner en duda la tan extendida tesis de la cristianización de la fiesta pagana que supondría, en un ejercicio de hábil sincretismo eclesial, la Navidad. Una tesis asumida acríticamente por unos testigos de Jehová empeñados en rechazar la celebración cristiana del nacimiento de Cristo. Como no hemos hecho más que empezar, continuaré en un artículo posterior.

Los magos de Oriente

Después de haber comentado en el artículo anterior dos cuestiones concretas sobre la deconstrucción jehovista de la celebración del nacimiento de Cristo (a saber: la minimización del verbo empleado en el evangelio de Mateo para la adoración de los magos y la acrítica aceptación de la tesis que explica la Navidad como la cristianización de una fiesta pagana), continuamos con la revisión de esa manía tan profunda que le tienen los testigos de Jehová a esta fiesta.

Otro tema que abordan en sus publicaciones es el de los “reyes magos”. Dice la literatura jehovista –con razón– que en la Biblia no se encuentra el número de tres, que no eran reyes y que posiblemente “visitaran” a Jesús para “rendirle homenaje” (recordemos que de adoración, según éstos, nada de nada) ya no en el establo, sino en casa, un tiempo después de su nacimiento. A estas alturas de la vida, cualquier cristiano mínimamente formado sabe distinguir en este asunto concreto lo que aparece en el relato evangélico y lo que son añadidos posteriores de las tradiciones piadosas, que se basan muchas veces en los escritos apócrifos, y que tienen un cierto valor, aunque no pertenezcan al depósito de la Revelación. Pocos problemas tendrán para que les escandalicen estas afirmaciones de los testigos de Jehová, cuando en muchas parroquias católicas se canta en torno a la solemnidad de la Epifanía: “no sé si eran reyes, no sé si eran tres, lo más importante es que fueron a Belén”.

Como acentúan que se trata de “astrólogos paganos”, destacan la condena que hace el Antiguo Testamento de sus prácticas. Y, frente a toda la tradición cristiana, que ha visto en la estrella un signo de guía divina, explican que el astro extraordinario que guió a esta mala gente oriental “fue una artimaña siniestra de Satanás, que es capaz de tales manifestaciones”. ¿Cómo han llegado a esta conclusión? Precisamente por la anormalidad de la aparición de la estrella y por guiar primero a los magos hasta el rey Herodes, y no hasta Jesús.

Y añaden a su razonamiento: “resulta paradójico que en la punta de los árboles de Navidad se coloque un adorno llamado la estrella de Belén”. Eso es lo que llamamos matar dos pájaros de un tiro. O tres. Los astrólogos, malvados paganos dados a la magia –seguro que negra, con perdón de Baltasar–; la estrella, un invento del diablo; el árbol de Navidad, algo que no nos puede traer nada bueno. Cuando cualquier exégesis seria ve en el relato de Mateo el cumplimiento de las profecías que hacen confluir a todos los pueblos paganos en la adoración al Dios verdadero…

Otros elementos de la Navidad

¿A que el lector adivina el tema que viene después? Nada difícil al ver el hilo del discurso, y más aún tratándose de una secta fundada en los Estados Unidos de América: Papá Noel o Santa Claus. Después de explicar bien el origen de este personaje en San Nicolás de Mira, arzobispo en Asia Menor, los testigos de Jehová se despachan con una afirmación como ésta: “tanto desde el punto de vista histórico como bíblico, Santa Claus no tiene nada en común con Jesucristo”. Claro, sólo puede entenderse desde su perspectiva de que ellos son los únicos seguidores verdaderos de Jesús. San Nicolás, un pobre hombre errado en su vivencia de la fe.

Paso siguiente: los regalos. ¿Cómo los ve Jehová Dios? Pues fatal, obviamente. Y la literatura de la secta cuestiona la práctica directamente: “¿No le parece irónico que se engañe a los niños en una ocasión supuestamente dedicada a honrar a Jesús?”. Y vuelven al tema de las Saturnales, las fiestas romanas cuyo contenido de intercambio de regalos, “banquetes, borracheras y juergas desenfrenadas”, habría heredado la Navidad. Como la Sagrada Escritura exhorta a la generosidad, y Cristo afirmó que hay más alegría en dar que en recibir, y como el hecho de regalar en Navidad se vive a veces como una obligación y una carga, es malo hacer regalos en estas fechas. O al menos va contra la Biblia. Curioso razonamiento de aplicación de la Palabra de Dios.

¿Conclusión de todo esto? Es clara: “Cuando se examinan a la luz de las Escrituras, prácticamente todos los aspectos de la Navidad son de origen pagano o fruto de la distorsión de los relatos bíblicos”. No son más que enseñanzas de falsos maestros, hombres sin escrúpulos que “estaban más interesados en hacer agradable el cristianismo a las masas paganas que en enseñar la verdad”. Sinceramente, creo que no puede exagerarse más. No voy a ser yo quien defienda una Navidad vaciada de su contenido religioso, que se zambulle sobremanera en las aguas del neopaganismo ambiental, y sobre lo que ya he escrito en otro artículo. Pero pasar al extremo contrario de tachar toda costumbre navideña –y en el fondo la Navidad en su totalidad– es una verdadera exageración.

Un rechazo que va en aumento

Aprovechando la ocasión, no está de más una culpabilización de la Iglesia y, por extensión, del cristianismo en cualquiera de sus manifestaciones confesionales (falso para ellos). ¿Quiénes han sido esos falsos maestros, esos sinvergüenzas que han engañado a la pobre gente? A estas alturas del discurso ya ni hace falta que estas revistas difundidas por millones lo expliciten. Pero, por si no había quedado claro, lo dejan por escrito: las autoridades eclesiásticas, a las que “con el paso del tiempo llegó a interesarles más llenar los bancos de las iglesias que enseñar la verdad. Así que empezaron a hacer la vista gorda ante las prácticas paganas. Finalmente las adoptaron”.

Así comprobamos cómo la lectura fundamentalista de la Escritura –de una Escritura en gran medida tergiversada– les lleva a tachar de supersticiones y costumbres paganas todo lo que se separe lo más mínimo del texto bíblico, mezclando indiscriminadamente lo que fue adoptado tempranamente por la Tradición y las tradiciones de la Iglesia con lo que son indudablemente elementos ajenos al cristianismo. El catálogo de lo rechazado es amplio, y abarca todas las culturas y modalidades de celebración, ya sean las Posadas iberoamericanas, el roscón de Reyes, el Nacimiento, las cabalgatas, el turrón o las señaladas con anterioridad.

En La Atalaya del 15 de diciembre de 2000 el Cuerpo Gobernante de los testigos de Jehová no sólo alude a las Saturnales como origen de la Navidad, sino que afirman que “muchas personas que desean regirse por la Biblia han descubierto que ciertas tradiciones latinoamericanas no son más que ritos aztecas”, y para fundamentar este hallazgo revelador citan… ¡un periódico mexicano! No encontrarían ningún historiador de guardia, suponemos.

Con el árbol de Navidad pasa otro tanto. Aunque en algunas de sus publicaciones, junto al ya cansino estribillo del origen pagano, reconocen el hondo sentido religioso que se le ha dado en la tradición católica, al final vuelven a condenarlo por su trasfondo extraño al cristianismo y por la supuesta adoración a la naturaleza que trae consigo. Todo esto, acompañado de una fotografía del árbol colocado cada año en la Plaza de San Pedro del Vaticano, apunta en la misma dirección que el resto de sus discursos antieclesiales en los que se presentan como los verdaderos guardianes del cristianismo bíblico.

Como constato que el tema no está agotado, y el planteamiento teórico –y la vivencia práctica– de la Navidad por parte de los testigos de Jehová es más importante en el fondo de lo que puede parecer a primera vista, y traspasa las fronteras de lo anecdótico, continuaré en un artículo posterior.

Los testigos de Jehová sí celebraban la Navidad

Después de haber repasado con cierto detenimiento el proceso de acoso y derribo que los testigos de Jehová ejercen contra la celebración del Nacimiento de Cristo, va llegando el momento de dar por terminada una serie que podría alargarse más allá de lo necesario si se entra en cada detalle. Quiero plantear dos cuestiones importantes y que pueden servirnos como conclusiones. La primera se refiere a la historia de la secta y la continuidad o no de sus razonamientos doctrinales y prácticos. La segunda consiste en preguntarnos por las verdaderas motivaciones que llevan al jehovismo a esta deconstrucción de la Navidad.

Empezando por la primera cuestión, podríamos formularla así: ¿los testigos de Jehová han rechazado siempre las celebraciones navideñas? La respuesta no sorprenderá a los conocedores de las interioridades del movimiento y a sus críticos, pero puede que sí a los adeptos. Porque la respuesta es: “no”. Como tantas otras cosas controvertidas de la secta, cuyas posturas han variado radicalmente a lo largo de los años. Intentan explicar lo inexplicable desde una tesis que podríamos llamar de “revelación abierta o inconclusa”, y que ellos denominan “iluminación espiritual”, mediante la cual se sienten en la misma posición que los primeros cristianos, ya que “el espíritu de Dios descansa sobre su organización”. De esta manera pueden desdecirse de fechas puestas para la segunda venida de Cristo y plantear otras, prohibir prácticas y levantar prohibiciones con la misma facilidad con la que retuercen la interpretación de la Biblia o manipulan groseramente su traducción.

Yendo a lo que nos interesa: gracias a ese gran archivo de información que trae consigo Internet, cualquiera puede echar una ojeada a varios documentos muy interesantes sobre los orígenes de los testigos de Jehová. Unos documentos muy valiosos, escritos y fotográficos, que nos revelan que los dirigentes del grupo celebraron la Navidad y alentaron la celebración. Así, podemos ver tarjetas de saludo navideño y felicitación con el membrete de la Watchtower Society (por cierto, una cruz coronada y laureada, esa cruz que también ahora rechazan como algo puramente pagano), y firmadas por su fundador, Charles T. Russell; fotografías de los integrantes de la sede central de la secta en torno a la mesa en la mañana de Navidad; anuncios escritos y artículos de sus revistas, etc.

Entre otras cosas, hacían ofertas especiales de los libros de la organización para regalar en Navidad, cuando ya hemos visto qué piensan tanto de la celebración como de los regalos. Por sorprendente que parezca, no he podido encontrar en las publicaciones actuales de los testigos de Jehová ninguna explicación de esta contradicción, ningún pronunciamiento oficial que desmienta estas pruebas como falsas o que justifique o disimule de algún modo el malvado paganismo que profesaron los primeros miembros del movimiento.

Una motivación profunda: su cristología

La segunda cuestión que pretendo aclarar en este artículo es la motivación profunda para este rechazo de la Navidad, dado que tantas energías les supone volver una y otra vez a insistir en él cada año en las revistas y caminar a contracorriente del cristianismo, puesto que ellos se consideran erróneamente cristianos. Y estoy convencido de que son dos las razones de fondo: una dogmática y una práctica. La primera razón, la dogmática, no es más que la heterodoxia bien conocida de los testigos de Jehová.

No desprecian la Navidad simplemente porque lo hagan con todos los cumpleaños. El ensañamiento no es mayor simplemente porque sea el aniversario más celebrado por la humanidad. Aún siendo ciertas estas motivaciones, la principal es su consideración neo-arriana de Jesús de Nazaret, al que despojan de la divinidad y “expulsan” del Dios trinitario revelado por Él (una Trinidad que, otra vez, para ellos no es más que un invento pagano extraño a la Escritura).

Para decirlo más claramente: los testigos de Jehová rechazan la Navidad porque es una celebración que, se mire por donde se mire, y a pesar de los extremos de vulgarización a los que se ha llegado en nuestro mundo contemporáneo, señala a la divinidad de Cristo. Ya sea en la posible cristianización de una fiesta romana (por la que asume el papel que tenía en la celebración pagana el dios solar, o un dios persa que moría y resucitaba), en la adoración de los magos, en el sentido cosmológico del árbol de una creación entera señalando al Mesías, en la práctica de los regalos debida al gran regalo que ha hecho Dios, y que no es otro que Él mismo viniendo a acampar entre nosotros; o, en el fondo, en la denominación de la criatura nacida en Belén como “el Niño Dios”, algo verdaderamente chirriante para los oídos de cualquier miembro de la confesión jehovista. Celebrar la Navidad es celebrar la Encarnación del Verbo de Dios (Emmanuel: Dios con nosotros; Jesús: Dios salva), y eso lo han entendido muy bien los dirigentes de la secta, que siguen buscando por doquier que sus adeptos no participen de esta fiesta, ni siquiera en sus aspectos más externos.

La otra causa: su segregación

La segunda razón de fondo, nada teológica como sí lo era la anterior, es práctica: se trata de uno de los elementos de control social de la organización Watchtower, que rige los destinos de los testigos de Jehová. Un elemento que se une a otras prohibiciones internas que, bajo la capa de un cumplimiento estricto de los preceptos bíblicos, oculta un gran interés en separar rigurosamente a los adeptos del resto de la sociedad para un mayor control por parte del llamado Cuerpo Gobernante. Identifican las normas de la secta con la voluntad directa de Jehová Dios, al que ponen en contra del servicio militar y cualquier otra práctica que honre a la nación o a las instituciones (bandera, himno, etc.), de cualquier aniversario (aunque sea el del matrimonio celebrado bajo sus directrices, o del propio cumpleaños en familia), de las fiestas sociales, de las competiciones deportivas, de las transfusiones de sangre, de las imágenes religiosas, etc.

Y al señalar esta segunda razón, me viene a la memoria que todo este tratamiento de los testigos de Jehová y la Navidad venía a cuento de un artículo que publicó en estos días pasados el diario El Mundo. En él se presenta el testimonio de una familia jehovista, que explica por qué no celebra el nacimiento de Cristo. Con el mismo argumento –tal cual– que emplea la literatura del movimiento. Y cuentan que no han tenido problema alguno con los profesores de sus hijos, que han integrado perfectamente en el ritmo del colegio la presencia de unos niños que no conmemoran la Navidad.

Por los mismos días, una maestra me contaba cómo un alumno –testigo de Jehová– de tan sólo 4 años se tapa los oídos cada vez que sus compañeros cantan el “Cumpleaños feliz” con ocasión del aniversario de algún chaval. Igual que con la Navidad, separar para controlar, haciendo las cábalas más extrañas para fundamentarlo todo en la Biblia. Como ocurre siempre en los testigos de Jehová, una teología deficiente para una ética totalmente irregular.

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2. Ofertas de religiosidad alternativa y mágica en el año nuevo.

FUENTE: En Acción Digital

 

 

Ofrecemos otro artículo de la serie desarrollada por Luis Santamaría, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), que en este año nuevo de 2012 nos trae alguna de las manifestaciones mágicas y esotéricas ocurridas y celebradas en distintos lugares del mundo para afrontar este nuevo periodo de tiempo. Lo hace dentro de su serie “Fragmentos de apocalipsis”, publicada en la revista religiosa En Acción Digital.

En mi búsqueda de referencias apocalípticas y milenaristas, sean mayas o no, sobre el año 2012 que hoy comenzamos, me he topado estos días con una serie de grupos y personas de la órbita de la nueva religiosidad y del esoterismo que hacen afirmaciones muy peculiares en torno al cambio anual de calendario, o al menos al que acaba de suceder. Y con unas consecuencias rituales de lo más extraño, a pesar de que a estas alturas, en medio de tanta liturgia popular, se complica cada vez más la celebración de la Nochevieja entre uvas, cava, prenda usada y nueva, ropa de tal color, algo de oro en la copa y la mezcla de cotillones y pirotecnia.

La agencia France Press proporcionaba la siguiente información en vísperas del cambio de año: “en Brasil se espera que dos millones de personas vestidas de blanco lleguen a la playa de Copacabana, en Río de Janeiro, para recibir el 2012 con un gigantesco espectáculo de 24 toneladas de fuegos artificiales lanzados desde el mar, que este año buscan promover la preservación del medio ambiente”. Hasta aquí, parece que todo es normal: al tratarse de otra cultura, pensamos que ésas serán sus costumbres. Pero seguimos leyendo y encontramos la clave de esta celebración: “tradicionalmente, los cariocas vestidos de blanco hacen sus ofrendas a Yemanjá, diosa del mar del culto afro-brasileño candomblé, y lanzan al mar gladiolos blancos en pedido de paz, rojos para tener amor y pasión, o amarillos para atraer el dinero”.

Si la cifra aportada se aproxima a la realidad, estamos ante una práctica bastante difundida. Seguramente no todos los que han participado anoche en este rito sean practicantes asiduos del candomblé, pero esto nos da una idea de la popularización de una costumbre ligada a un culto sincretista afroamericano bien concreto. Muchos de los que han celebrado esta fiesta serán católicos, por ejemplo, y no verán problema ninguno en honrar a una diosa pagana con sus ofrendas. Triste espectáculo que contrasta con las impresionantes actas de mártires que conservamos en la Iglesia como testimonio de antepasados nuestros que se dejaron matar antes que quemar un puñado de incienso delante de un ídolo. En la Biblia, antes de Cristo, encontramos ya el testimonio dramático de los siete hermanos que, junto con su madre, afrontaron el martirio firmes en su fidelidad a Dios y sin abandonar las tradiciones de sus padres (2 Mac 7). Pero ésta es otra historia, y parece que poco tiene que ver con lo que vivimos hoy.

Siguiendo con los cultos afroamericanos, y sin salir del despacho publicado por France Press, “los habitantes de Cuba arrojan baldes de agua para purificar su hogar”. A primera vista, igual que antes, parece una simple costumbre supersticiosa, pero la misma agencia informativa nos aclara que se trata de “una costumbre inspirada en las religiones africanas”. Volvemos, pues, al sincretismo popularizado entre la gente. Leemos también que en Nicaragua se bañan al aire libre para recibir el nuevo año purificados mirando al sol, y en Colombia colocan espigas sobre la mesa donde cenan para invocar a la abundancia, además de poner “tres patatas bajo la cama: una pelada, una a medio pelar y otra sin pelar. A medianoche, se elige una sin mirar: la pelada representa un mal augurio, la medio pelada ni el bien ni el mal y la sin pelar depara gran bonanza”. Aunque desconozco el origen de estas prácticas, nos movemos en el mismo ámbito de ritualización más o menos esotérica de un momento que se vive especialmente como cambio de ciclo.

Según los expertos en sociología de la religión, después de sus investigaciones sobre el terreno, los adeptos de estos cultos afroamericanos –sobre todo umbanda y candomblé– crecen numéricamente en Brasil, y sólo en Río de Janeiro habría más de 250.000. Esto produce unos efectos sociales que van más allá del rito puntual de fin de año en las playas cariocas, pasando a otras esferas más institucionales. En estos días, por ejemplo, el alcalde de Río, Eduardo Paes, ha emitido un decreto que declara el culto a esa divinidad marina, Yemanjá, “patrimonio cultural carioca”. Como afirma acertadamente una noticia de la agencia Efe, esta ofrenda multitudinaria “es una tradición que ha trascendido a la propia religión y que ahora la practica gran parte de la población” de esta ciudad brasileña.

Viajamos hacia el norte y cambiamos de culto, aunque continuamos en el mismo continente y en los parámetros del sincretismo religioso contemporáneo. Algunos medios de comunicación han destacado estos días cómo viven el cambio de año los fieles de la Santa Muerte, algo que ha cobrado una creciente popularidad en México en estos últimos años. Como es natural, sus adeptos encomiendan el año 2012 a la protección de esa figura lúgubre personificada y divinizada. Un redactor de la revista mexicana Sexenio explica que “existen personas que le encargan su seguridad, porvenir económico y salud a la Santa Muerte”, y añade que a pesar del rechazo de la Iglesia católica a esta desviación espiritual, “cada vez más católicos creen en ella y en los milagros que concede, los cuales cobra a alto costo, si no se cumplen los acuerdos que le fueron ofrecidos”.

Podríamos seguir con muchos más ejemplos de todo esto. No pueden faltar los adivinos, cartomantes y magos que siempre aparecen con sus predicciones para el año nuevo. Uno muy popular en Iberoamérica, Walter Mercado (que dio un salto directamente del cine al ocultismo, y que ahora se hace llamar Shanti Ananda), nos puede servir como ejemplo. En su “Panorama astrológico” para 2012 habla de planetas y signos zodiacales, y desde ahí vaticina lo que va a ocurrir. Por un lado, todos los efectos interiores de las personas –cuyo cumplimiento será difícil de comprobar a final de año–, tales como “enfrentar nuestro lado oscuro del corazón y batallar contra nuestros demonios internos”, añadiendo que “sólo con honestidad y fe llegaremos a realizar el Reino de Dios en nuestro interior”.

Por otro lado, lo más interesante y mediático, que son las predicciones que afectan al mundo exterior. Así, leemos afirmaciones demasiado genéricas, como que “los sistemas legales alrededor del mundo tendrán que corregir errores que afectaban a ciertos grupos un tanto marginados y destruir los abusos de poder, tanto gubernamentales como corporativos”. O que “se cuestionarán la llamada sabiduría o los dogmas absolutos de algunas religiones organizadas”. Y están los típicos avances de la política mundial, como éste: “Plutón irá tumbando y destruyendo gobiernos dictatoriales donde no existen libertades”, en referencia a los países árabes que han vivido las recientes revoluciones. Y lo más curioso de todo es que en 2012 “se intensificará el descubrimiento de seres de otros planetas o de planetas paralelos”. Y, para dejar buen sabor de boca, una recomendación práctica: “la sanación global estará en la unión de todos con amor, fraternidad, compasión, comprensión y fe”.

Para terminar, recojo la referencia de algunos medios de comunicación que proponen a sus lectores algunas pistas de acción para el cambio de año. En un periódico ecuatoriano leo los consejos de un “terapeuta holístico” que también es maestro de reiki, y que llamaba a “armonizarse” con vistas al año nuevo. En un lenguaje espiritual típico de la Nueva Era, recomienda la oración –que es “muy poderosa”– con una vela encendida alrededor del aura propia de la persona. A esta oración, explica, “se le pone un propósito deseando que esa vela consuma todo lo negativo de la mente y del corazón. Ese es el fuego transmutador que todo lo quema y lo renueva y mientras más fe le pongas, mejor”. Junto a esto, la meditación: “enciérrate a solas en una habitación y visualiza que del cielo desciende una cascada de luz que viene desde la mano de Dios”. No sabemos de qué Dios habla, claro. Y a esto se une una serie de indicaciones prácticas sobre la limpieza energética con el baño en aguas amargas, la quema de monigotes o la purificación del hogar con incienso.

Ciertamente el cambio de año se vive como un momento especial por parte de las personas, un momento que va más allá del simple gesto de cambiar el calendario y de repartir buenos deseos entre los demás. Los momentos de paso en la vida sirven para mirar atrás y recapitular, y para plantear la vida con sentido hacia el futuro. Cuando no se encuentra este sentido, hay que buscarlo en algún lugar, y por las rendijas del puro positivismo vital se cuelan todas estas ofertas alternativas que habría que situar más en el espacio de la magia que en el de la religión. Se intentan disipar los miedos y asegurar las certezas, dejando muy poco espacio para la esperanza y para la fe, y poniendo todo en las manos de divinidades y fuerzas más o menos conocidas a las que habrá que tener contentas. Pura magia.

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3. Avanza en Madrid una demanda contra los testigos de Jehová por publicar una fotografía de forma ilícita.

FUENTE: Efe

 

 

Octavi Centelles, hijo del fotoperiodista Agustí Centelles, confía en que los Testigos de Jehová quieran llegar a un acuerdo extrajudicial previo a la sentencia por la demanda contra esa confesión religiosa, acusada de haber usado de forma ilícita una fotografía de su padre, según explica la agencia Efe. Durante la vista celebrada el pasado 22 de diciembre en el Juzgado Mercantil Número 3 de Madrid, Centelles ha sentido "buenas vibraciones, aun con todas las mentiras e inexactitudes que se han dicho" y espera, según ha declarado a Efe, que "el juez entienda la justa reclamación, y actúe en justicia".

Así, con las pruebas presentadas y a tenor del desarrollo de la vista, el heredero del fotoperiodista está convencido de que la sentencia, que se dará a conocer en el primer semestre de 2012, le será "favorable", y, por ello, cree que los Testigos de Jehová tratarán de llegar a un "buen acuerdo", antes de que se conozca dicha sentencia.

En concreto, los hijos de Agustí Centelles exigen más de 90.000 euros a esta confesión religiosa por la publicación, en 1994, de la fotografía de la Guerra Civil "Mater dolorosa" en un número de la revista La Atalaya, editada por los Testigos de Jehová, de la que se distribuyeron 16 millones de ejemplares en todo el mundo.

Según el peritaje de la entidad española encargada de gestionar los derechos de propiedad intelectual de los autores de creaciones visuales, VEGAP, los derechos de autor que ese culto debería pagar por la difusión de la foto ascienden a 90.000 euros. Centelles no piensa aceptar "ningún acuerdo que esté por debajo de lo reclamado" y considera que "con todo lo que los Testigos de Jehová han gastado en abogados, que iguala o supera a la cantidad que se les reclama, podían haber acabado con este problema hace bastante tiempo".

"Es la primera vez que un juez acepta en España una vista contra los Testigos de Jehová", ha destacado el hijo menor del fotógrafo, que lamenta el comportamiento de los representantes del culto. "Antes de la vista han ofrecido una cantidad simbólica por el retiro de la demanda, que era 20 veces menor de lo que han gastado en abogados a día de hoy", ha comentado Centelles.

"Todo esto les coincide en el peor momento posible, y es que los Testigos de Jehová en España están gestionando la venta de su gran complejo de Ajalvir (Madrid), a espaldas de todo el culto, en una operación de muchos millones de euros", ha señalado Centelles. Asimismo, el hijo del célebre fotógrafo ha revelado que "un importantísimo bufete de Estados Unidos ha ofrecido llevar el caso para preparar una demanda a nivel mundial", aunque confía en que el problema se solucione "pronto".

Centelles ha explicado que "ellos sabían que estaban incurriendo en un delito y les dio igual" y sabe que su padre "jamás hubiera prestado ninguna foto a ningún culto, y menos aún hubiera permitido que la fragmentasen y la descontextualizaran". "Pocos valoran el esfuerzo que se está haciendo por reivindicar los derechos morales", ha señalado el heredero del fotoperiodista, que agradece "la ayuda prestada por muchos miembros y ex-miembros del culto aportando pruebas, y es que hay mucha gente solidaria".

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4. El año 2012 y la histeria esotérica por el fin del mundo.

FUENTE: El Mundo

 

 

Llega el 2012 y con el nuevo año se renuevan todas las profecías que agoreros y apocalípticos neomayas vaticinan para esta nueva era. Todo a raíz de una interpretación del calendario Maya que dice que el 21 de diciembre de 2012 comienza una nueva etapa. Así comienza el artículo titulado “Las profecías mayas despiertan la histeria entre los esotéricos del mundo", firmado por el corresponsal en México del diario español El MundoJacobo G. García.

Así que sectas de todo tipo se han forrado durante todo el año con la idea de que un meteorito impactará contra la Tierra. Otros apuestan por la inversión de los polos geomagnéticos y la mayoría por una emisión de energía solar tan poderosa que afectaría todo el planeta. Llegados a este punto hay dos corrientes, unos vaticinan una tormenta solar por la colisión del un cuerpo celeste contra la tierra o la llegada de un Anticristo incitados de una guerra nuclear. Las opiniones varían.

Entre los optimistas también hay diferencias. Para estos el comienzo de la nueva era supondrá un despertar de la conciencia humana gracias a la alineación del planeta con el centro de la galaxia, o directamente por el regreso de personajes míticos. Los mayas fueron grandes astrónomos, capaces de predecir eclipses, o los ciclos de Venus y Marte, que actúan de forma decisiva, según ellos, en el comportamiento bueno o malo de la naturaleza y las personas.

El caso es que el fenómeno ha dado pie a innumerables películas, series de televisión, documentales, libros y artículos. Y, aunque el epicentro de la predicción está en el mundo maya de México, místicos de todo el mundo se han movilizado para librarse del cataclismo.

“En España, por ejemplo gana fuerza el grupo GSE 2012 (Grupo de Supervivencia de España 2012) formado por familias y amigos preocupados por un cataclismo. Trabajan en la construcción de una comunidad refugio en zonas de montaña para sobrevivir a los posible efectos de tormentas solares, terremotos, tsunamis y ataque nucleares”, explica Laura Castellanos, autora del libro2012, las profecías del fin del mundo (Grijalbo). “El grupo GSE 2012 exige al Estado que construya estructuras reforzadas para la población común pues considera que de otra forma sólo se salvaría la gente poderosa”, tal y como sucede en la película de Hollywood 2012, que popularizó las profecías mayas.

En Venezuela los arquitectos Bruno Bellomo y Ellian Rubina buscan financiación para su proyecto Oziré, un búnker acuático inspirado en el erizo. En Ecuador se planea hacer un refugio subterráneo para medio centenar de personas. En Rusia el científico Yevgueni Ubiyko construyó una bóveda para 40 personas a 70.000 euros la plaza. Y en el corazón de Yucatán, en la remota comunidad de XUL, un grupo de italianos ha construido la Ciudad del fin del mundo, una urbanización preparada para resistir las altas temperaturas y la falta de comida.

Precisamente cerca de Yucatán, en Tabasco, está celosamente guardada la madre del cordero; la lápida maya en la que está grabada la fatídica fecha en la que terminará nuestra era: “21 de diciembre de 2012″. Antropólogos e historiadores insisten en que hace 5.000 años, los mayas dijeron que terminaba un ciclo, sí, pero para que comenzara uno nuevo, de acuerdo a su concepción cíclica del tiempo. La cosmovisión maya de la vida es un círculo, de modo que el pasado está delante y el futuro ya ocurrió.

Según este calendario, el 21 de diciembre de 2012 la cuenta larga volverá al cero y comenzará un nuevo ciclo de 5.125 ó 13 baktunes (unidad de medida), que comenzó el 11 de agosto del año 3.114 a.C. Después del 13 baktún (el que termina este año) seguirá el 14 y así sucesivamente, hasta el 20. Entonces se completará un piktún (otra unidad de medida) e iniciará otra serie de 20 baktunes.

Todo esto apareció grabado en el llamado monumento 6 o la piedra del Apocalipsis, encontrada en un cerro y que hoy está celosamente guardada en el museo Carlos Pellicer de Tabasco. Una lápida que tiempo atrás decoró las paredes de algún centro ceremonial pero a la que hoy le faltan dos trozos; uno que está en el museo Metropolitano de Nueva York y otro en una colección privada de Estados Unidos.

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5. El caso del gurú granadino de Casa Yoga, en los juzgados.

FUENTE: Granada Hoy

 

 

El 5 de enero de 2011, la Fiscalía Provincial de Granada registraba en el decanato de los juzgados de la capital una denuncia por posibles delitos de asociación ilícita y contra la integridad moral contra el granadino Antonio Javier Ruiz Plazas, el gurú que lidera la asociación religiosa Vaidika Pratisthana Sangha, una comunidad hinduista de la rama védica de España, que imparte clases de yoga en la Calle Recogidas y que tiene su templo en la Casa Yoga de Armilla de esta localidad, según relata Granada Hoy.

El caso aterrizó en manos del juez de Instrucción 7 de la capital, que ya cuenta con una decena de testimonios de supuestas víctimas y que, a mediados de noviembre, interrogó a dos de los últimos testigos: dos alumnos del gurú (un médico y una joven de la capital) propuestos por la defensa que negaron haber presenciado vejaciones, que se les obligase a hacer donaciones y a seguir una dieta lactovegetariana, o que se "comiera el coco" a las personas que acudían a los centros de la comunidad.

Por contra, en los relatos que los distintos ex adeptos realizaron a finales de septiembre como testigos describen situaciones que causan cierto estupor, si bien esta comunidad religiosa siempre ha negado categóricamente ser una secta y afirma que todos sus miembros lo son libremente y por voluntad propia. De hecho, nada más salir el caso a la luz pública, sus miembros comparecieron ante los medios para defender a su líder espiritual -que se considera como un 'papa' dentro del hinduismo- y el buen nombre de la comunidad.

Algunos de los ex adeptos hablan en sus declaraciones de "sumisión", de "manipulación", del deseo "de dinero y poder" del imputado, de haber realizado donaciones, de pocas horas de sueño, pero al mismo tiempo la mayoría niega haber recibido malos tratos y reconoce que pudo abandonar la organización sin impedimento alguno. En total, nueve supuestas víctimas han prestado ya declaración judicial. Este año que entra, previsiblemente, el juez habrá de decidir si archiva la investigación o finalmente sienta en el banquillo al gurú.

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6. Un adepto de la Verdad Suprema se entrega a la policía japonesa.

FUENTE: Varios medios

 

 

Según informa la agencia Notimex, el japonés Makato Hirata, miembro de la secta Aum Shinrikyo (La Verdad Suprema), responsable del ataque con gas sarín en el metro de Tokio de 1995, se entregó sorpresivamente a la policía, después de 16 años de permanecer fugitivo, informaron el 1 de enero fuentes oficiales.

Hirata, de 46 años y presunto responsable de varios crímenes, llegó a la estación de policía de Marunouchi en el centro de Tokio 10 minutos antes de iniciar el Año Nuevo para entregarse y responder ante las autoridades por sus malos actos. La policía informó de que Hirata fue detenido en el acto y que tras una identificación y la verificación de huella digital se confirmó que era uno de los fugitivos más buscados por la justicia japonesa, según un despacho de la agencia informativa Kyodo.

De acuerdo con el reporte policiaco, Hirata, uno de los miembros y fundadores de la secta Aum Shinrikyho, conspiró en el secuestro del notario Kiyoshi Kariya, pariente de un seguidor que intentaba abandonar el grupo. Además de ser uno de los autores intelectuales del ataque con gas sarín contra el metro de Tokio en 1995, que dejó 13 muertos y más de seis mil heridos, el ataque terrorista más mortífero realizado hasta ahora en Japón.

Cerca de 200 miembros de la secta Aum Shinrikyo han sido condenados por el ataque con gas sarín de marzo de 1995, entre ellos el jefe y fundador de la secta, el gurú Shoko Asahara, sentenciado a la pena de muerte. La policía dijo que al momento de su llegada a la estación de Marunouchi, Hirata dijo que se entregaba él mismo porque consideraba que había llegado el tiempo de ser encerrado, después de varios años de estar huyendo de la policía.

“Llevaba una mochila y tenía decenas de miles de yenes”, destacó el informe oficial, sin precisar la cantidad de dinero. Hirata se encontraba en la lista de los fugitivos más buscados de Japón desde mayo de 1995, por su presunta participación en la conspiración en el secuestro de Kariya en febrero de ese año y su muerte un mes después por la inyección de un potente químico. El ahora detenido no reveló donde se había estado ocultando durante su cautiverio, ni sobre su relación con el fundador de la secta, a la que se unió en 1987.

Según explica la BBC, casi 200 miembros de la secta fueron sentenciados por el ataque y otros crímenes. Dos de ellos continúan fugitivos.

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7. La santería es incompatible con la santidad de la fe cristiana.

FUENTE: Voces Católicas

 

 

A continuación reproducimos un artículo de Guillermo Gazanini Espinoza publicado recientemente en Voces Católicas con el título “Santería y santidad”, y en el que aborda este tema de la religiosidad alternativa.

“A esta altura de nuestros conocimientos, debemos ser conscientes de que somos un alma que contiene un cuerpo y de que a igual que los demás, vivimos en contacto inmaterial con otros seres de otros planos, de otras dimensiones, con otras vibraciones, es decir, con entes que voluntariamente o no, son enviados por otras mentes físicas o astrales, y que al traspasar nuestro ser, nos crean otra receptividad digna de analizar”.

El texto anterior es una cita del sitio www.santeriamilagrosa.com/santeria.php, en el que se promueven las práctica de un culto proveniente de las islas del Caribe y las Antillas. Hablamos de la santería, misma que ha causado curiosidad, extrañeza y fascinación al conocer que ahí se usan imágenes de santos y vírgenes a quienes se atribuyen poderes sobrenaturales, divinidades para lograr las causas imposibles, el éxito en los negocios, la adivinación del futuro, la solución de problemas amorosos o bien la curación de enfermedades imposibles para la medicina.

Debido a la situación crítica que México padece, los santeros parecen tener un éxito considerable al recibir a personas necesitadas de sus servicios. Promocionan sus poderes y supuestos milagros en periódicos, sitios web y redes sociales y garantizan el trabajo mientras el cliente, desde luego, muestre los billetes y, al final, la fe requerida para conseguir lo imposible. Algunos afirman contar con estudios especializados en el manejo de objetos santeros y mágicos útiles para su labor; como “expertos” destacan la profesionalidad de su trabajo y un alto índice de probabilidades de que sus clientes obtengan los favores solicitados.

La santería: definición, historia y doctrina

¿Qué es la santería? A manera de síntesis, muy apretada, este culto pudo haber tenido su origen en reinos de norte de África durante los siglos XVII y XVIII. Desde 1810, las crisis de los reinos yorubas africanos fueron aprovechadas por las potencias imperialistas facilitando la esclavitud que llegó a los territorios ultramarinos de América. Entre 1800 y 1840, miles de yorubas fueron enviados a países urgidos de mano de obra esclava: Brasil y Cuba. En las tierras del nuevo mundo, la religión de los sometidos tuvo personas que se encargaron de las ocupaciones principales, como fueron los babalawos consagrados a Orumila, deidad de la adivinación. Otros se dedicaban a la música y los cantos, esenciales en los rituales yorubas para rendir culto a su multitud de divinidades menores.

Al pasar el tiempo, y la cristianización de los esclavos, fue dándose una especie de sincretismo que conjugó el pantheon yoruba con los santos católicos. Mientras se dedicaba un altar a santa Bárbara, vestida con un manto rojo, espada en mano y un rayo, los esclavos africanos la asociaban a una deidad de sus ancestros, Changó, rey guerrero cuyo color era el rojo y tenía como arma el rayo para castigar a los hombres.

Este ejemplo, como otros, advierte la facilidad con la que los rituales africanos estructuraron la nueva cultura que se adoptó a las circunstancias del cautiverio. La difusión de los cultos yorubas santeros se dio después de la revolución hacia 1959 cuando la emigración de cubanos practicantes de la santería esparció este culto y ritos por países americanos como República Dominicana, México, Estados Unidos y Venezuela.

La santería cree en un ser supremo, Olorun, creador del universo. Tiene por atributos el de ser omnisciente y justo, pero en su poder no puede entrar en contacto con los seres humanos por ser totalmente distinto y apartado; se requieren deidades intermedias que conceden los favores solicitados por lo que los santeros, quienes tienen que ser iniciados especialmente, se relacionan con los orishas o santos, emanaciones de Olurum. Los orishas son intérpretes del destino y necesitan ser honrados y complacidos con rituales, oraciones y sacrificios; velas, comida o elementos naturales en su honor.

A ellos se les dedica una especie de altar, cuya imagen se asocia con la de los santos y vírgenes católicos como Obatalá, la virgen de la Merced; Yemayá, la virgen de la Regla; Orúnla, san Francisco de Asís; Changó, santa Bárbara; Eleguá, san Antonio de Padua; Oyá, la virgen de la Candelaria; Obá, santa Catalina; Oshún, la virgen de la Caridad del Cobre; Babalú Ayé, san Lázaro; Ogún, san Pedro; Ochosi, san Norberto; Osaín, san José y san Silvestre; Orisha Oko, san Isidro Labrador; Jimaguas, santos Cosme y Damián.

Discernimiento católico

Independientemente de los orígenes de la santería como un “sistema religioso”, se ha de advertir el manejo, en muchas ocasiones, fraudulento que los santeros han hecho al promocionar sus servicios. Por otro lado, el pueblo católico, en su mayoría, ha sido formado con creencias erróneas sobre el poder de los santos, en una idolatría que no es propia de la fe cristiana. Como se ha advertido, las necesidades personales empujan a solicitar los favores de cualquier divinidad, no importa la forma que sea. En resumidas cuentas, es la desafortunada confusión de que la religión sea vista como un sistema mágico negando la realidad de Dios trascedente y personal.

El monoteísmo cristiano, en sus orígenes, tuvo el gran mérito y novedad de negar la existencia de divinidades servidores o subordinadas a Dios. La lucha del paganismo y el cristianismo hizo que ésta última triunfara por ser una religión trascedente con implicaciones en la historia humana donde Dios se muestra como el Ser en quien se mantienen todas las cosas. El concepto de santidad, desde el judaísmo y que impacta a las escrituras cristianas, fue fundamental para la expansión de una fe contraria al paganismo idolátrico.

Todos los elegidos y consagrados por el bautismo tienen esa calidad, llamados a la perfección porque Dios es Santo; posteriormente, el santo fue reconocido como la persona que se encuentra en el cielo por los méritos propios y virtudes heroicas que hicieron de su vida un testimonio auténtico y fiel del seguimiento de las enseñanzas de Cristo, hasta llegar a la creencia de que la Iglesia en la tierra goza de su intercesión para conseguir la gracia de Dios.

Desafortunadamente no asimilamos el hecho de que la santidad no implica, en forma alguna, hechos mágicos a través de la relación con seres poderosos que elevamos en los nichos de nuestras iglesias. Santería y santidad son incompatibles desde la fe en el Dios único, ningún santo tiene poder por sí mismo, ninguno tiene las facultades para garantizar el futuro y ni siquiera ellos son capaces de realizar los milagros de los cuales la Iglesia se vale para las eventuales canonizaciones. Los cristianos entendemos y creemos que Dios es el único con el poder para intervenir en la historia humana y sostener todo por su providencia y los santos, por su intercesión, manifiestan la realidad de Dios quien crea, redime y santifica.

La urgencia es cambiar esta mentalidad, dejar a un lado al católico santero para engendrar cristianos católicos conscientes de pertenecer a una nación santa, pueblo de la propiedad de Dios y con consecuencias concretas en la vida ordinaria, como advirtió el papa Benedicto XVI en la audiencia general del 13 de abril de 2011: La santidad “no consiste en realizar acciones extraordinarias, sino en unirse a Cristo, en vivir sus misterios, en hacer propias sus actitudes, sus pensamientos y sus comportamientos. Una vida santa no es fruto de un esfuerzo personal, sino también de la acción del Espíritu del Señor Resucitado, que desde el interior comunica y transforma. La raíz última de la vida cristiana está en la gracia bautismal, con la cual se comunica la vida del Resucitado. No es otra cosa que la caridad vivida plenamente. Pero para que esa caridad crezca en el alma, y fructifique en cada fiel, se debe escuchar con gusto la Palabra de Dios, y con la ayuda de su Gracia, cumplir su Voluntad, participar con frecuencia de los sacramentos, apoyándose en la oración, en el servicio abnegado a los hermanos, y en la práctica de cada una de las virtudes. Todos estamos llamados a la santidad, ésa es la medida misma de la vida cristiana”.

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8. Adeptos de los cultos sincretistas afrobrasileños denuncian intolerancia.

FUENTE: AP

 

 

Rosa Cardoso tiene 89 años y ha practicado la religión afro-brasileña umbanda casi toda su vida, pero sigue haciéndolo a escondidas. La casa de Cardoso en una transitada calle comercial de Río no muestra signo alguno de ser un templo y desde afuera parece casi abandonada. Lo cuenta en una noticia la agencia Associated Press.

Adentro, el altar principal tiene una imagen de Jesús de tamaño real, flanqueada por otras de Santa Bárbara y la Virgen María. Debajo del altar, fuera de la vista, hay símbolos y artefactos que representan la imagen católica de los orixas -dioses de ascendencia africana-, que se pueden ver cuando se abren unas puertas de madera con listones. La tradición comenzó cuando los esclavos decidieron incorporar imágenes del catolicismo para hacerles creer a sus amos que se habían convertido a esa religión.

Si bien se calcula que hay por lo menos 400.000 brasileños que practican la religión, siguen enfrentando prejuicios que contradicen la imagen de tolerancia racial y religiosa que tiene Brasil. La intolerancia e incluso hostilidad hacia la umbanda y otras creencias de origen africano como el candomblé estuvieron en el candelero recientemente como consecuencia del clamor de personas que denunciaron la demolición de una casa que se supone es el sitio donde nació la umbanda.

Paralelamente, el dueño de otro templo umbanda en la misma ciudad, Sao Goncalo, del otro lado de la bahía de Río de Janeiro, trata de evitar que su terreno sea convertido en un centro deportivo. Cardoso dijo que nunca baja la guardia para protegerse de posibles actos de intolerancia en este país de 190 millones de personas, predominantemente católico y en el que crece a paso acelerado la presencia de los pentecostales.

Muchos en Río conocen los nombres de algunos orixas y miles de creyentes van a las playas el día de Año Nuevo vestidos de blanco para hacer ofrendas a la diosa de los océanos, Iemanja. No obstante, abundan quienes creen que umbanda y candomblé son formas de brujería y a los fieles les cuesta admitir públicamente que son creyentes. En partes del país la umbanda estuvo prohibida hasta la década de 1950 y en las tres décadas siguientes los fieles tenían que registrarse con la policía.

Una tarde reciente, en la casa de Cardoso, una mujer joven con un largo vestido blanco se paró en una estrella de seis puntas en el centro de una habitación, serena a pesar del ruido de tamboriles, los cánticos y un intenso humo de incienso. De repente, se desplomó. Se volvió a levantar, ahora con aspecto de mujer anciana con la espalda arqueada; sus dedos estaban retorcidos, como si tuviese artritis, y su rostro parecía demacrado, con la boca fruncida y los ojos torcidos. La voz se le quebraba a medida que se desplazaba por la sala, arrastrando los pies y bendiciendo a los participantes en la ceremonia.

Comenzó así la noche de los "pretos velhos", o los negros viejos, en un templo umbanda de Río de Janeiro. Pronto, los "hijos" e "hijas" del templo estaban incorporando, según su creencia, los espíritus de antepasados negros sabios. Estos espíritus son una deidad entre muchas en esta religión típicamente brasileña, que sobrevive pese a haber sido proscrita hasta la década de 1950 por las autoridades católicas. La constitución aprobada en 1989, tras una dictadura militar, garantiza la libertad de credo, pero los fieles de esta religión dicen que aún hoy se sienten desdeñados y son blanco de un intenso prejuicio que pone sus vidas y sus templos en peligro.

Informes policiales indican que los devotos a religiones afro-brasileñas denuncian un promedio de 100 incidentes de abuso físico o verbal al año debido a su fe tan solo en el estado de Río de Janeiro. Otro informe de una organización brasileña que lucha por la libertad de credo -que fue enviado al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas- detalla 39 casos de discriminación en todo el país en el 2009. Los casos abarcan desde la negativa de un banco del estado de Minas Gerais a abrir una cuenta para una agrupación religiosa afro-brasileña hasta la destrucción parcial de un templo candomblé en el estado de Bahía. Los dos episodios, ocurridos en el 2008, siguen siendo investigados.

En octubre, la vivienda donde se realizaron los primeros rituales umbanda en 1908 fue destruida. Se encontraba en una propiedad privada, pero la alcaldesa no hizo nada por protegerla por su valor histórico cuando activistas que promueven la tolerancia religiosa le informaron de su importancia. Rechazó incluso pedidos de esas organizaciones para reunirse con ella. La alcaldesa Aparecida Panisset autorizó la demolición de otro sitio de reunión umbanda en la misma ciudad de Sao Goncalo para construir un centro deportivo pese a que la municipalidad no tiene los permisos correspondientes. El caso está en los tribunales.

La funcionaria no respondió a varias llamadas y correos electrónicos de la Associated Press en busca de comentarios. Los documentos presentados por la municipalidad en los tribunales no mencionan un templo ni el nombre del dueño del edificio. Solo dicen que se trata de una construcción "en mal estado de preservación" y que la zona tiene poco valor inmobiliario. El dueño del edificio, por su parte, afirma que ningún funcionario municipal inspeccionó la propiedad.

Un informe municipal del 2011 indicó que en la ciudad de Río de Janeiro solamente hay 847 templos umbanda, aunque no es fácil distinguirlos. Si bien la religión tiene poco más de un siglo, incorpora viejas tradiciones del catolicismo, las creencias que trajeron los esclavos procedentes de Nigeria, la espiritualidad de los indígenas nativos y las enseñanzas del espiritualista francés del siglo XIX Allan Kardec. El candomblé, otra religión afro-brasileña muy popular, inspirada mayormente en las creencias de Africa occidental, padece prejuicios similares.

"Umbanda es hostigada por otras religiones, por el estado y por la policía", comentó Fernando Altemeyer, profesor de teología de la Universidad Católica de Sao Paulo. "Tiene estos elementos del catolicismo, pero no es católica; del espiritualismo, sin seguir exactamente las creencias de Kardec. Nadie se siente identificado con ella". Los brasileños a menudo se enorgullecen de su diversidad racial, cultural y religiosa, y en Río abundan las referencias a los orixas, los dioses africanos de las creencias umbanda y candomblé.

En tiempos recientes, no obstante, el país comenzó a reconocer las fisuras que hay en esa reputación y aumentaron las denuncias de persecución de los practicantes de umbanda y candomblé, paralelamente con la presencia y la fuerza de las religiones pentecostales en Brasil, según Altemeyer. "Siempre se habla de 'librarlos de las garras del diablo', de convertirlos", expresó Altemeyer. "Las acciones evangélicas en este terreno son muy importantes".

"Desde la esclavitud, estamos acostumbrados a ser maltratados y a mantener la boca cerrada para sobrevivir", declaró Cristiano Ramos, el líder del templo umbanda de Sao Gonzalo en peligro. "Pero eso no quiere decir que no vayamos a resistir. Llevamos aquí muchos siglos, y vamos a seguir aquí". La casa la heredó de su padre, otro sacerdote umbanda que en 1947 adoptó el espíritu de una deidad indígena, el indio con una Pluma Dorada, que da su nombre al templo, el cual funciona desde hace 40 años.

La Comisión Contra la Intolerancia Religiosa, una organización de Río sin fines de lucro, trata de construir un museo umbanda en el que sitio que ocupó el primer templo de esa religión, también en Sao Goncalo. Su propietario demolió el edificio para construir un depósito. La alcaldesa no se reunió con los miembros de la comisión que querían que al sitio se lo catalogase de monumento histórico. Tampoco respondió a su pedido de construir un museo en el lugar, según Ramos.

Ramos dice que quiere que se construya un museo y que la religión umbanda sea considerada una fe contemporánea, que se practica en casas como la suya. "No estoy preparado para poner mi casa en exhibición", señaló. "Mi casa es una vivienda activa. Estamos allí, expresando nuestra fe con nuestros orixas, respetando a los demás. Queremos que nos den el mismo respeto".

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9. El auge del satanismo en Colombia.

FUENTE: El Meridiano de Córdoba

 

 

El diario colombiano El Meridiano de Córdoba ha publicado el pasado 7 de enero un artículo de su columnista José Arturo Ealo Gaviria titulado “En tiempos de satanismo". Lo reproducimos a continuación.

En la actualidad Colombia es el país con más auge de satanismo en América Latina, entre otras manifestaciones, hostigado por el clima de violencia que vive la nación, y el narcotráfico está correlacionado estrechamente con grupos satánicos; se efectúan ritos diabólicos en los que usualmente se sacrifica una víctima para asegurar el arribo de la droga a su destino final. Se cree que el diablo -como contraprestación a las víctimas inmoladas en su honor- garantiza que la droga no sea incautada por las autoridades de vigilancia y control; es así como se justifica que los mercados de consumo en el mundo permanezcan todo el tiempo surtidos de alcaloides.

La historia del crimen organizado en Colombia da fe de cómo el narcotráfico ha prosperado al calor de estas prácticas. En sus comienzos Pablo Escobar Gaviria profanaba las sepulturas de cementerios, se daba la mano con los muertos y pisaba los umbrales de ultratumba, para obtener ayuda del más allá y asegurar el éxito de sus negocios; fue así como se convirtió en el más temible y poderoso barón del narcotráfico en Colombia. Lo mismo ocurrió con José Rodrigo González Gacha, “el Mexicano": cuando se disponía a enviar droga al exterior, ordenaba al encargado de la operación el sacrificio de una persona cuya edad debía coincidir con el monto total de toneladas de cocaína embarcada. Si enviaba dos toneladas de droga, la persona sacrificada debía tener dos años de edad; esta suerte corrían quienes debían ser los chivos expiatorios de este terrible pacto con Satanás.

Igual suerte corrió Elizabeth de Sarria, “la Monita Retrechera", quien fue testigo clave sobre los narco dineros infiltrados en la campaña presidencial de Ernesto Samper Pizano y que fue asesinada en febrero de 1996. Ella era adepta de la santería cubana; justamente fue asesinada cuando se disponía a visitar a un mago santero, lo que prueba que muchos miembros del narcotráfico mezclan sus actividades ilícitas con prácticas siniestras.

El máximo capo del narcotráfico en el mundo es el demonio y su infinito poder ya está consolidado. El poder del satanismo ha permeado la ciencia, la religión y la política, y su hostigamiento perenne tiene al mundo en el colapso y la hecatombe. La maldad de este gran vampiro del universo se traduce en violencia, hambre, corrupción, peste, odio, miseria, terrorismo, aborto, concupiscencia, embriaguez, mentira y drogadicción. Toda esta prostitución de valores hace parte de los macabros designios de Lucifer.

El renacer del satanismo y su indudable consolidación en estos tiempos es un fenómeno de alienación en la sociedad capitalista. Nuestra cultura postmodernista está aireada por los sugestivos efluvios del más allá. El hombre por más que trate de romper esas ataduras no lo conseguirá. La lucha es entre legiones y potestades, los escabrosos carteles del satanismo cuentan con el aval de un director invisible empleando los instrumentos de tortura y de muerte que los humanos inventan y producen por él. El infierno es la sociedad, el mundo, la humanidad que configuramos.

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10. El vínculo que hay entre brujería y delincuencia en Colombia, al descubierto.

FUENTE: Colprensa

 

 

El soldado Marín pertenecía al batallón contraguerrilla No. 24, también llamado Héroes de Pisba. Una noche decidieron acampar en zona rural de Panamá de Arauca (Colombia). Poco antes de la medianoche empezó a lanzar gemidos delirantes que despertaron al resto de la tropa. Se revolcaba en la hamaca, nadie lo podía despertar. Estaba privado, inconsciente, pese a los alaridos que profería. Lo cuenta Juan Pablo Gómez Orozco en Colprensa.

La escena se extendió por cerca de 40 minutos. El resto de los soldados, en medio de la oscuridad, estaban aterrados pero a la vez alerta porque esa zona ha sido un corredor de la guerrilla del Eln. Cuando todo volvió a la normalidad en la manigua, el resto de las unidades, como pudo, volvió a conciliar el sueño.

Al día siguiente, Marín tenía varios moretones en su cuello, pecho y piernas. “No fue el único caso - dice un uniformado que estaba en esa tropa y a quien le omitimos su nombre para reservar la identidad - con el que fuerzas sobrenaturales atacaron la tropa. Habían pelados que terminaban con el cuerpo paralizado o con enfermedades raras de las que ningún médico supo qué eran”. En otras palabras, era un enemigo silencioso que había diezmado a esa unidad que en la jerga militar se describe como 1-4-36. Esto es: un oficial, cuatro suboficiales y 36 soldados. Pero después del ataque paranormal terminaron 1-2-20.

Nadie entendía qué estaba pasando hasta que uno de los soldados que hacía parte de la unidad dijo que eso era obra de las brujas de la región y que se podía dar por dos situaciones en particular. La primera, por mujeres lugareñas que se enamoraban de los uniformados y para ‘atarlos’ les daban bebedizos escondidos en los jugos que les ofrecían en esas veredas. “La otra era para neutralizarlos. Hubo un caso de un compañero que se levantó, fusil en mano, y amenazó con dispararnos”, explicó la misma fuente quien dijo que esa es una de las estrategias de la guerrilla para disminuir la operación del batallón.

Pero el tema no solo es para mermar la acción de la fuerza pública. La mayoría de guerrilleros, inclusive los cabecillas, acuden a este tipo de prácticas para evadir la acción de las autoridades. Así lo hacía Jorge Neftalí Umenza, alias "Mincho". Este hombre, abatido en octubre de este año, tenía entre su prontuario el secuestro de los diputados del Valle; el atentado en cerro Tokio, donde murieron 18 infantes de la Marina; en el secuestro de 120 trabajadores de una hidroeléctrica del Valle y también es responsable de la explosión de un carrobomba en Buenaventura.

Era, además, según dijo en su momento el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, el contacto directo de las Farc con los carteles mexicanos. Pero no solo por eso se caracterizaba "Mincho", cuyo servicio a esta guerrilla ya cumplía cerca de cuatro décadas. Los campamentos en los que pernoctaba o pasaba varios días los hacía rezar por chamanes o brujos, ya que, sostiene la creencia popular, el poder de un hombre en la magia negra es más poderoso que el de una mujer.

En algunos de sus cambuches las autoridades hallaron muñecos o representaciones de la muerte como las utilizadas en México durante los rituales para protección propia o para causarles daño a otros. Muy similar al accionar de ‘Mincho’ era el que hacía alias ‘El negro Acacio’, Tomás Medina, abatido en septiembre de 2007. Era un mito entre las Fuerzas Militares la ayuda de extrañas fuerzas que usaba este guerrillero caucano que ingresó a las filas de las Farc a sus 22 años.

Se decía que siempre cargaba los cascabeles de las culebras que eran rezados por curanderos de la zona del Guainía. Cada vez que se acercaba un operativo de las autoridades que estuviera cerca de su área de influencia delictiva los cascabeles sonaban. Se decía que era un mito hasta el día en el que fue dado de baja cuando en uno de sus bolsillos fueron hallados los famosos cascabeles.

Pero no solo los cabecillas acuden a este tipo de prácticas. Los guerrilleros rasos, quizá por su origen campesino, también suelen ser ‘rezados’ por brujos (o brujas) del pueblo por el que delinquen. Un desmovilizado le confesó a un alto oficial del Ejército que una de los más comunes hechizos a los que recurren hace confundir a la tropa.

Se trata de una oración que se hace de rodillas y que al leerla produce un efecto como de camuflaje. Según el desmovilizado, con el hechizo “no es que uno se vuelva invisible, sino que hace que los soldados vean otras cosas”. De allí que una de las cosas más frecuentes que se encuentren en los campamentos desmantelados por diversas razones sean hojas de papel en las que aparecen las diferentes oraciones proporcionadas por los expertos en magia negra.

Pero si por el lado de la guerrilla la santería y los ritos hacen parte de la insurgencia, los capos del narcotráfico también acuden a ella para rezar cargamentos, protegerse de los enemigos y no caer en manos de la justicia. A las pitonisas les llegan grandes cantidades de dinero por cuenta de estos barones de la droga con el fin de que los protejan en esos aspectos. Uno de los más recientes casos es el de Maximiliano Bonilla, alias "Valenciano", capturado en Venezuela el pasado 28 de noviembre y deportado posteriormente a Estados Unidos.

Informes de inteligencia de la Policía dan cuenta de que Bonilla acudía a los servicios de una especie de vidente que le informaba sobre las épocas propicias para enviar cargamentos. En febrero de 2010, hubo una conversación entre el narco y la bruja en la que la mujer le advertía sobre premoniciones. Como conclusión de esa llamada, el hombre decidió moverse del lugar en el que estaba y al que llegó la Policía minutos después.

No fue la única vez que la vidente ayudó al considerado hombre de confianza de Diego Murillo, alias "Berna". En noviembre de este año, y ya estando en Venezuela, su captura fue frustrada nuevamente gracias a los consejos de la mujer de la que según se conoció vive en Medellín. Fue la última vez que tuvo contacto con ella, ya que a los pocos días fue detenido. No era época de invierno en Arauca. El río debía tener unos tres metros de ancho, era pasable ya que su profundidad no superaba los 50 centímetros y, además, era un buen lugar para pasar la noche antes de continuar el patrullaje.

Al día siguiente, al amanecer, la creciente era una de las más salvajes que la tropa hubiera visto. “Yo comandaba esa tropa y les dije a los soldados que se habían quedado en la otra orilla que no cruzaran hasta que el cauce bajara”, recordó el oficial. La creciente súbita del río era un misterio toda vez que la víspera no había llovido y eso no dejaba de darle vueltas en la cabeza a este integrante del Ejército. Incluso hoy, después de varios años, no se explica el suceso que estuvo a punto de terminar mal.

“Empecé a escuchar gritos que se confundían con el rugir de las aguas y me asomé a ver qué era lo que pasaba y vi a un cabo y los soldados que intentaban cruzar. Una especie de fuerza jaló a tres hombres hacia el fondo”, evocó el militar. A los que lograron cruzar les preguntó que por qué habían atravesado el caudal casi desobedeciendo su orden. El cabo le respondió que habían escuchado la voz del oficial diciéndoles que pasaran el río porque debían partir cuanto antes.

Por fortuna, los soldados que cayeron al fondo del río sobrevivieron y el suceso, que sigue siendo un misterio, no pasó más allá de un susto pero sí una confirmación: no hay que creer en brujas, pero de que existen, existen.

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