11.12.11

Las verdades del barquero según Federico Jiménez Losantos

A las 7:42 AM, por Tomás de la Torre Lendínez
Categorías : General
 

Una madre deja salir a su hijo una noche de un fin de semana. Le promete el chico a la progenitora que no tomará alcohol. Ella espabilada en la cama conyugal va contando las horas de la noche. De repente se abre la puerta de la vivienda, entra una sombra tambaleante, se agarra a la percha para colgar el abrigo y vomita, consigue entrar en el aseo y vomita, se mete en la cama vestido y deja la última huella de su borrachera en el suelo.

La madre no se mueve del lecho, lo oye todo, musita algunas interjecciones, y deja amanecer. Se levanta y se planta a no limpiar las pruebas de una melopea de primera categoría. Hacia las dos de la tarde, el hijo sale de su dormitorio quejándose de un dolor fuerte en la cabeza y de un mal olor imposible de aguantar.

La madre le dice que ahí tiene las pruebas de su falsa promesa de no beber para volver beodo a la casa. El chico protesta, chilla, golpea y obedeciendo a la madre tiene que limpiar las señales de sus vomiteras sembradas en la casa.

Las pruebas fehacientes
Acabo de leer el libro El linchamiento, escrito por Federico Jiménez Losantos. He tardado una semana a caso hecho. He leído algunas partes dos y tres veces. He subrayado bastantes párrafos.

Encuentro que el libro es una cascada de pruebas fehacientes de las vomiteras que desde la mitad de la década pasada fueron echando algunos bastantes sobre la vida y el trabajo del locutor estrella, de aquellos años, ubicado en la cadena Cope.

Desde el Rey hasta equis curas, pasando por algún excura, siguiendo por políticos de la derecha y de la izquierda, continuando por periodistas de ambas orillas, acabando en determinados obispos y cardenales, muchos escupieron, mintieron, jalearon, minaron, traicionaron y creyeron que todo se lo iba a llevar el servicio municipal de limpieza de la localidad. Ni mucho menos.

Las pruebas quedaron vivas y ahora han pasado a un grueso libro de más de seiscientas páginas, donde Federico, haciendo de orfebre literario ha engarzado consiguiendo un libro fedatario del linchamiento al que lo sometieron durante años.

La historia de aquellos años ha quedado en letra de molde para siempre. Eso es el pago que da un empleado que sabe escribir bien ante los tapados que lo lincharon y los descubiertos que palmearon tamaña ejecución.

Contenido del libro
Es un relato cercano a unas memorias propias, donde con fechas, nombres, números y textos se demuestra el lento linchamiento sometido en la persona de Federico Jiménez Losantos, por desear defender la libertad de expresión y de opinión en el más amplio sentido de la palabra.

Asuntos sin resolver como la tragedia y comedia del 11 de marzo; cuestiones como la política contraria a la Iglesia orquestada desde el Gobierno socialista; casos de zancadillas entre el gran imperio de Prisa y el resto de medios de comunicación social, donde por primea vez entran los blogs, como herramienta documental probatoria de alto valor testimonial, dejando en claro que hasta los comentarios escritos por los lectores se convierten en formas de contender en el palenque de la opinión y el linchamiento; las zancadillas y las traiciones dentro de la misma empresa, donde nadie podía fiarse del otro más cercano sin llenarse de detritus expulsados por la boca.

Aparecen las intrigas soterradas o directas y reales entre los diversos grupos cristianos dispuestos a dominar una empresa como la Cope, tratando de imponerse a los contrarios buscando una parcela del micrófono, amparándose en la línea de pureza de raza y respeto al Ideario de una empresa propiedad en mayoría de la Conferencia Episcopal Española.

Están los buitres parcelados en sus laderas inventando, mintiendo, dando codazos para salir en el primer plano del linchamiento y tirarse sobre la presa a comerse los despojos.

No faltan los tontos útiles, que ahora están en el ostracismo radiofónico, quienes pusieron su cara y sus manos para escribir sandeces indigestas con prosa rebuscada y frutos tan absurdos que solamente contentan el infantilismo que sufren del que nunca han salido aunque rayen los cincuenta años o más.

Constan los pasos dados en la creación de esRadio, donde ahora viven y reinan, Federico y César, que fueron los linchados por servir la libertad y la verdad.

Se encuentran las pequeñas colaboraciones positivas dadas sin interés alguno en mitad de la tormenta del linchamiento, y aparece un cardenal arrepentido del papel que tomó en plena acción ofensiva.

Conclusiones
1.- Los que vomitaron contra Federico no pueden borrar las pruebas de sus borracheras de aquellos días de vino y rosas. Por eso hablan, ahora, que quien vomita es el linchado.

2.- El libro es un gran alegato defensivo contra los linchadores. La venganza se sirve siempre en un plato frío sacado de la nevera literaria y documental.

4.- A lo largo del libro he notado un miedo a la libertad colocado en las posaderas de los linchadores. Son liberticidas en toda regla contra todo lo que no sea el pensamiento único y el mismo carril para todos, quien ose salirse ya sabe lo que le espera.

5.- Los miembros de la Iglesia, desde cardenales para abajo, retratados en el libro deben mirar con atención sus intrigas palaciegas más propias de los siglos medievales que del inicio de este tercer milenio del cristianismo.

6.- La empresa Cope debe examinarse ante su audiencia y su conciencia. El citado Ideario es un papelucho sin ningún valor.

7.- Para quien firma este artículo, como nunca he cambiado de posición en este proceso, me ratifico en todo lo que ya he publicado en este Blog sobre el asunto, y, ahora, con el libro en la mano, felicito a su autor que ahora vive y reina en su emisora desde donde reparte estopa como es habitual en él con total libertad y buscando siempre la verdad y la defensa de los más olvidados como las victimas del terrorismo etarra o del producido por el teatro del 11 de marzo de 2004.

Tomás de la Torre Lendínez