9.08.11

¡Qué hermano en la fe tan raro nos ha salido!

A las 12:32 AM, por Eleuterio
Categorías : General, Benedicto XVI
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Se puede esperar, eso siempre es posible, que haya críticas furibundas de parte de aquellas personas que no creen en Dios y les trae al fresco lo que la Iglesia católica pueda hacer. Eso es comprensible y, aunque no quiere decir tal cosa que no se vaya a criticar tal opción, no es recomendable pensar que no existen tal tipo de críticas y dejarlas pasar como si nada.

Sin embargo, hay personas que se empeñan, por activa y por pasiva, en darle mandobles a la Jornada Mundial de la Juventud porque saben que, así, se los dan al propio Santo Padre, ahora Benedicto XVI.

Lo más triste de esto es que se eche en cara de los organizadores de la JMJ que se facilite la estancia y otros menesteres de los miles de jóvenes que van a acudir a Madrid (antes a otros muchos sitios de España conforme van llegando de los lugares de donde vienen) como si fuera algo malo que los católicos se preocupen de los católicos y que hagan todo lo posible para que vengan a una tierra y sepan que los recibimos con los corazones abiertos. Y eso es triste de verdad.

De entre los criticadores oficiales de la JMJ, Jesús Bastante, uno de los mandamases de Religión Digital, es uno de los que destaca por la necedad de lo que escribe, por la falta de sentido católico y, sobre todo, por su ánimo de sembrar de cizaña y confundir.

En un artículo publicado en “Público” titulado “Las prebendas del peregrino” da cuenta de sus fobias particulares y lo deja muy mal, por ser él católico, frente a las críticas que los paganos puedan hacer sobre la JMJ.

Se resume en esto: todo le parece mal y es criticable al respecto de la acogida al peregrino. Es displicente el tono de lo que escribe porque se nota que todo le resbala pero que, en el fondo, quiere causar malestar.

El eje de su crítica radica en lo siguiente (titulares del contenido del artículo)

El coste de la JMJ oscilará entre los 55 y 62 millones de euros”.

Es, ya, aburrido, este tema. La verdad es que las personas mundanas sólo se preocupan de tal tema. Y puestos a decir la verdad de las cosas las cuentas salen bastante bien: si hay, redondeando seguramente a la baja, 400.000 inscripciones a razón de 175€ salen unos 70.000.000 € lo que es suficiente como para cubrir los gastos. Aquí se debería acabar la discusión sobre tal tema porque seguramente serán muchos más las personas inscritas y, entonces, el dinero no iba, no va, a ser un problema. Y si hay empresas privadas que han querido entrar a echar una mano… ¡Allá ellas con su dinero!

Los peregrinos tendrán todo tipo de facilidades durante la ‘fiesta de la fe’. Transporte y museos”.

Este apartado de la crítica de Jesús Bastante lo deja, más o menos, a la altura del betún. No le parece nada bien, eso se deduce de lo que escribe, que a los peregrinos se les vaya a facilitar, por decirlo así, su visita a museos o que en el transporte público no les vaya a costar nada. A esto le llama “prebendas” porque debe pensar que son algún tipo de beneficio que no merecen los peregrinos aunque, con franqueza, no puedo encontrar, lo mire por donde lo mire, que el caso en cuestión tenga que ver con el significado de la palabra “prebenda”, a saber: “Renta aneja a un canonicato u otro oficio eclesiástico.-Cualesquiera de los antiguos beneficios eclesiásticos superiores de las iglesias catedrales y colegiatas; como la dignidad, el canonicato, la ración, etc…- Dote que piadosamente se daba por una fundación a una mujer para tomar estado de religiosa o casada, o a un estudiante para seguir los estudios..- Oficio, empleo o ministerio lucrativo y poco trabajoso”.

En realidad no se trata de nada de eso sino, en todo caso, de una mínima atención que se tiene con quien viene a España, muchas veces desde muy lejos, porque le atrae su fe a estar en presencia del Vicario de Cristo y, aunque eso pueda molestar a personas como Jesús Bastante, lo bien cierto es que es algo gozoso y que sólo puede molestar a los discípulos del Mal, pues del Bien se trata.

¡Tío rácano para con los demás hermanos en la fe!

Más de 10.000 agentes se ocuparán de la seguridad del evento”.

Pues a mí me parecen muy pocos agentes porque el otro día había más de doscientos miembros de la Policía (al parecer el doble) para contener a 200 “indignados” en la Puerta del Sol de Madrid. Y, si hacemos números harían falta no 10.000 agentes sino más de 1.000.000, lo cual no es caso, de seguir una cuenta proporcional, para atender a los peregrinos. Pero, a lo mejor, es que los peregrinos no van a ser tan asilvestrados como los perroflautas (a este respecto hay un comentario muy gracioso, y cierto, en el artículo de “Público” de Jesús Bastante cuando un comentarista ha escrito que podían aprender los “indignados” de los peregrinos porque, al menos, los últimos conocen la ducha) y, por eso mismo, con unos cuantos miles de agentes de seguridad será más que suficiente.

Pero es que, para acabarlo de arreglar termina trayendo a su cauce lo dicho por Jorge Fernández, que es el portavoz de la Comunidad Evangélica en España, y que no es otra cosa que como se trata de algo católico no quieren, los protestantes, que se pague “con los impuestos de muchos ciudadanos que no son de confesión católica”. Pues no se deberían preocupar, ni Bastante ni don Jorge porque los católicos somos más que suficientes como para pagar (caso de necesidad, que no es el caso) con nuestros impuestos la venida de Benedicto XVI y de quien le suceda pero como ha quedado claro que todo está más que pagado por parte de la propia organización… deberían dejar el argumento del dinero público para otro mejor momento porque no el caso porque les deja al aire todas las vergüenzas intelectuales.

Ahora bien, a lo mejor tiene como disculpa Jesús Bastante que el artículo aquí citado lo escribió, como he dicho arriba, para el diario socialista y antirreligioso “Público” y que quien paga manda.

Pero cristiana y católicamente hablando no tiene disculpa alguna salvo que, a lo mejor, tenga poco de una cosa y de la otra.

Así, sí se entiende, claro.

Eleuterio Fernández Guzmán