2.08.11

¿Que hay qué entre la jerarquía y sus bases?

A las 12:44 AM, por Eleuterio
Categorías : General, Sujetos activos contra la fe
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Los hermanos de Religión Digital han publicado una entrevista hecha al teólogo Hans Küng

Hasta aquí todo normal porque suele ser habitual que el susodicho pensador, digamos, católico, tenga a bien salir en determinadas páginas para despotricar contra la Iglesia católica. Al fin y al cabo son, en general y salvo honradas excepciones, tal para cual.

De mucho de lo que dice ni siquiera voy a hacer referencia en este artículo. Sabemos, más que de sobra, cual es el argumentario de Küng y tampoco es caso de volver a repetir lo mismo de siempre. Y, sin embargo, hay algo que no puedo evitar referir.

De todos es conocido que, por arte de determinados casos relacionados con el propio teólogo alemán y determinados órganos de la Iglesia católica (por ejemplo la Congregación para la Doctrina de la Fe quien, desde hace décadas, no ve con buenos ojos la labor hecha por Küng) no tiene, el mismo, una visión demasiado optimista de lo que suele llamar, de forma despectiva, la “jerarquía” católica que no son más que las personas que ocupan los cargos, digamos, superiores, en la Iglesia fundada por Cristo.

Y, claro, como es de esperar, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid o el Tíber por Roma, a la más mínima, venga o no a cuento o, simplemente, porque así le parece, le endiña un mandoble a la jerarquía con ánimo de causar algún daño olvidando aquello de que no ofende quien quiere sino quien puede o, esto otro, que es poco pollo para tanto arroz.

El titular de la noticia, refiriéndose a Hans Küng dice que “Hay un cisma en la Iglesia entre la cúpula jerárquica y las bases”. En realidad esto es una simple y vulgar manipulación de lo dicho porque ha sido lo siguiente: “De hecho, se ha producido un cisma dentro de la Iglesia entre los que, ahí arriba, piensan que pueden seguir actuando con el estilo de siempre y el pueblo y una buena parte del clero liberal”. Es decir que lo de las “bases” lo han colocado nuestros hermanos de Religión Digital para que se sepa, con claridad, a qué tipo de Iglesia desnortada se refieren.

Pero, al fin y al cabo, lo que se quiere decir por parte de Hans Küng y de sus aplaudidores oficiales es que lo que dice la jerarquía eclesiástica y lo que cree en pueblo de Dios es, esencialmente, distinto y que, si entendemos por cisma lo que quiere decir, la relación entre una y otro se ha roto.

Sin embargo, el que esto escribe, lo mire por donde lo mire no ve el tal cisma por ninguna parte sino, al contrario, todo lo contrario.

Por ejemplo, si nos referimos al tema del aborto, no existe diferencia alguna entre lo que dice la jerarquía y lo que cree la base, pueblo de Dios porque no nos gusta que se mate a un ser humano por egoísmo.

Por ejemplo, si nos referimos al tema del divorcio, no existe diferencia entre lo que dice la jerarquía y lo que cree la base, resto del pueblo de Dios porque no es de nuestro agrado que se fomente, tanto, la división en la familia sin poner más remedio que el “ahí te quedas que para luego es tarde”.

Por ejemplo, si nos referimos al tema de la manipulación de células madre embrionarias, no existe diferencia entre lo que dice la jerarquía y lo que cree la base, resto del pueblo de Dios, porque no es de querer que se haga lo que se quiera con un semejante nuestro con cualquier excusa mundana.

Por ejemplo, si nos referimos al tema de la libertad religiosa, no existe diferencia entre lo que dice la jerarquía y lo que cree la base, resto del pueblo de Dios, porque no es pensamiento nuestro tener como bueno la manipulación de la religión a gusto del poder mundano establecido.

Y así podríamos seguir un rato largo porque, en realidad, la tal separación existe, sólo, en la mente de los separados.

¿Existe, pues, división, separación, escisión, discordia y desavenencia entre la jerarquía y el pueblo de Dios? ¿No será que lo que existe es un alejamiento de determinadas personas, véase Hans Küng y sus palmeros, de lo que cree el pueblo de Dios?

Y, sin embargo, en cierto sentido entendible, lógico y necesario, sí que existe separación entre la jerarquía y el pueblo, el resto, de Dios que no es otra que la que reclama exista la realidad de las cosas y lo mandado por Jesucristo. ¿No dio, acaso, el Mesías, las llaves de su Iglesia a Pedro o hizo copias y las repartió a mansalva para que todos fueran lo mismo? Es más, ¿Cree Hans Küng que la Iglesia católica ha de ser una democracia igualitaria donde lo mismo dé lo que diga una persona no formada que un cardenal o el Papa? ¿Es que era lo mismo lo que dijera Cristo que lo que pensara alguno de aquellos apóstoles más preocupados de lo mundano que de lo divino?

Ciertamente, no todo puede ser igual ni puede dar lo mismo. Lo que pasa es que, sencillamente, Hans Küng, otrora gran amigo de Benedicto XVI, se ha visto atropellado por la misma historia de la Iglesia católica y no ha sabido subirse al tren del devenir diario y ha preferido hacer de don Tancredo (personaje del mundo el toro cuyo supuesto valor se deduce de recibir al toro subido en un pedestal sin moverse), inmóvil en ideas pero mirando de reojo por si el toro lo engancha. Y lo enganchó, vaya si lo enganchó y lo dejó para el arrastre.

Vamos, para nada bueno.

Eleuterio Fernández Guzmán