Nuevo ensayo de González de Cardedal

"La Iglesia ha sido y seguirá siendo patria de la belleza"

Publicado por la Fundación de las Edades del Hombre

Redacción, 30 de junio de 2011 a las 17:09

 

"El rostro de Cristo" es el título del último ensayo de Olegario González de Cardedal, que acaba de publicar la Fundación Las Edades del Hombre y ha hecho público hoy para saludar la entrega a este sacerdote abulense, esta mañana en Roma, del I Premio Ratzinger, instituido por la Fundación Vaticana Benedicto XVI.

Parte de las reflexiones contenidas en el libro -que ha dedicado al arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez- han sido inspiradas en el contexto de las sucesivas exposiciones de Las Edades del Hombre, promovidas desde 1988 por la Diócesis de Castilla y León, y que ha definido como una "gesta de fe y esperanza".

"El arte es un reto a la muerte, a la desesperación y una victoria contra todas las formas negadoras del hombre y de su futuro", porque la belleza "suscita esperanza de eternidad", sostiene este teólogo nacido en 1934 dentro del pequeño caserío de Cardedal (Ávila), que ha añadido a su primer apellido.

Los pintores, imagineros, orfebres y artesanos que consagraron su talento al arte sacro "crearon a partir de una fe y de una maestría: desde una inmersión hacia dentro en la experiencia cristiana y desde una cualificación técnica", ha mantenido.

Para González de Cardedal, testigo directo del Concilio Vaticano II, la Iglesia "ha sido y seguirá siendo patria de la belleza y familia espiritual donde los creadores encuentren apoyo y alma".

En "El rostro de Cristo", el teólogo analiza desde el punto de vista histórico y artístico la mirada de los pintores y escultores ante el Hijo de Dios, y se detiene en tres ejemplos concretos como son los cuadros del "Expolio" (El Greco), "Cristo en la cruz" (Velázquez) y "Crucifixión" (Grünewald).

Ordenado en 1959, doctor en Teología por la Universidad de Munich y catedrático de la Universidad Pontificia de Salamanca hasta su jubilación, en 2004, González de Cardedal reflexiona además sobre la dimensión dramática del pensamiento bíblico.

"La Biblia no es un libro de ciencia, ni de moral, ni de antropología. Es el sedimento literario de la vida religiosa de un pueblo (Israel y la Iglesia) suscitado pro Dios, que a lo largo de los siglos ha ido gestando escritos como espejos de su conciencia", ha dejado escrito.

Este ensayo, junto al recientemente aparecido "Memorias de la Cena de Jesús. Aportaciones al estudio de la Eucaristía en el Arte Español", de Mariano Casas, forma parte de una nueva etapa editorial de la Fundación Las Edades del Hombre, que el pasado estrenó la exposición "Passio" en dos iglesias de Medina del Campo y Medina de Rioseco (Valladolid).

(Rd/Efe)