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ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 26 de junio de 2011

Santa Sede

Benedicto XVI: “la Eucaristía, antídoto contra el individualismo”

El Papa se congratula por los nuevos beatos alemanes

El Papa vivirá días intensos en la JMJ de Madrid

Portavoz vaticano: La Eucaristía hace presente el Amor en la globalización

Mundo

Beatificados ayer tres de los cuatro mártires de Lübeck

Proclamados hoy tres nuevos beatos milaneses

Costa Rica: la Iglesia católica advierte contra la FIV

Análisis

Concebir hijos después de la muerte

Foro

Sorpresa en los museos vaticanos; Iglesia de la Eucaristía

Angelus

Benedicto XVI: “la Eucaristía da vida a la Iglesia”

Informe Especial

El día más feliz de Joseph Ratzinger

Documentación

Oración del Papa por su 60 aniversario como sacerdote


Santa Sede


Benedicto XVI: “la Eucaristía, antídoto contra el individualismo”
Es la Eucaristía la que constituye la Iglesia
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 26 de junio de 2011 (ZENIT.org).- Sin la Eucaristía, la Iglesia no existiría, subrayó hoy el Papa Benedicto XVI al introducir el rezo del Ángelus con los peregrinos que cada domingo acuden a la Plaza de San Pedro para rezar con él.

El Papa recordó que, aunque el Vaticano celebró el Corpus Christi el pasado jueves, manteniendo la tradición secular, esta fiesta se celebra hoy en muchos países, por motivos pastorales, y entre ellos la propia Italia.

Por ello, quiso volver sobre el significado de esta “fiesta de la Eucaristía”, la cual “constituye el tesoro más precioso de la Iglesia”.

“La Eucaristía es como el corazón latiente que da vida a todo el cuerpo místico de la Iglesia: un organismo social basado totalmente en el vínculo espiritual pero concreto con Cristo”, afirmó, insistiendo en que “sin la Eucaristía, la Iglesia sencillamente no existiría”.

“La Eucaristía es, de hecho, la que hace de una comunidad humana un misterio de comunión, capaz de llevar a Dios al mundo y el mundo a Dios”.

“El Espíritu Santo, que transforma el pan y el vino en el Cuerpo y Sangre de Cristo, transforma también a cuantos lo reciben con fe en miembros del cuerpo de Cristo, para que la Iglesia sea realmente sacramento de unidad de los hombres con Dios y entre ellos”, añadió.

El Papa afirmó a los presentes que la Eucaristía, “en una cultura cada vez más individualista, como lo es aquella en la que estamos inmersos en las sociedades occidentales, y que tiende a difundirse en todo el mundo”, constituye una especie de “antídoto".

El vacío producido por la falsa libertad puede ser “muy peligroso”, y ante eso, “la comunión con el Cuerpo de Cristo es fármaco de la inteligencia y de la voluntad, para volver a encontrar el gusto de la verdad y del bien común”.

La Eucaristía “actúa en las mentes y en los corazones de los creyentes y que siembra continuamente en ellos la lógica de la comunión, del servicio, del compartir, en resumen, la lógica del Evangelio”.

El “nuevo estilo de vida” que ya mostraban las primeras comunidades, viviendo “en fraternidad" y poniendo "en común sus bienes, para que ninguno fuese indigente”, brotaba “de la Eucaristía, es decir, de Cristo resucitado, realmente presente en medio de sus discípulos y operante con la fuerza del Espíritu Santo”.

“También las generaciones siguientes, a través de los siglos, la Iglesia, a pesar de sus límites y los errores humanos, ha seguido siendo en el mundo una fuerza de comunión”, añadió.

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El Papa se congratula por los nuevos beatos alemanes
Recuerda a tres sacerdotes mártires del nazismo en Lübeck
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 26 de junio de 2011 (ZENIT.org).- Desde su estudio del Palacio Apostólico, asomado sobre la Plaza de San Pedro, el Papa Benedicto XVI quiso unirse hoy a la reciente beatificación de tres sacerdotes alemanes decapitados en 1943 por el régimen nazi.

Se trata de Johannes Prassek, Eduard Müller y Hermann Lange (ver www.zenit.org/article-39722?l=spanish), sacerdotes católicos alemanes que fueron ejecutados por su oposición al nazismo, junto al pastor protestante Karl Friedrich Stellbrink en Lübeck (Alemania).

El Papa quiso mostrar su alegría por estas nuevas beatificaciones y por las de otros tres santos milaneses, al concluir el rezo del Ángelus: “¡Alabemos al Señor por estos testigos luminosos del Evangelio!”, exclamó.

Después, al dirigirse a los peregrinos de lengua alemana presentes en la Plaza de San Pedro, el Papa quiso saludar especialmente a los fieles de la archidiócesis de Hamburgo, recordándoles la trascendencia de este martirio.

El sufrimiento compartido por los tres sacerdotes católicos y el pastor protestante Stellbrink en la cárcel, hasta su ejecución, supone “un gran testimonio ecuménico de humanidad y esperanza”, subrayó el pontífice.

Especialmente, quiso recordar una cita de uno de ellos, Johannes Prassek, escrita en su celda: “Dios es tan bueno que me quita todo miedo y me da la alegría y el anhelo". Es “increíble”, subrayó el Papa, cómo “desde su celda muestra el cielo”, e invitó a los presentes a “dejarse contagiar” de esta alegría.

La ceremonia de beatificación tuvo lugar ayer en Lübeck (ciudad hanseática cercana a Hamburgo), presidida por el cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, y cuya homilía fue pronunciada por el cardenal Walter Kasper, según informa Radio Vaticano.

El cardenal Kasper, que fue hasta hace poco presidente del Consejo Pontificio para la promoción de la Unidad de los Cristianos, destacó especialmente en los nuevos beatos que durante su ejecución “no faltó nada, excepto el miedo de los que iban a morir”.

Con palabras conmovedoras, el purpurado quiso mostrar los últimos momentos de aquellos cuatro hombres, y especialmente sus últimas frases antes de morir, entre ellas la del luterano Stellbrink a su esposa: “Verdaderamente, no es difícil morir y confiarse a las manos de Dios”.

“Estos cuatro hombres – afirmó el cardenal Kasper – nos dicen qué significa ser un cristiano: estar donde está Jesús, vivir y morir con él”.

Los mártires de Lübeck, añadió, “nos demuestran que en ese momento [el régimen nazi, n.d.r] no estaban sólo los que seguían porque estaban cegados o los que participaban porque eran malvados; había también otra Alemania. Había cristianos valientes que no inclinaron la cabeza y que no se dejaron doblegar”.

También hoy, subrayó, “necesitamos hombres y mujeres de este calibre, porque los cristianos son hoy el grupo más perseguido en todo el mundo”.

En lugares como Occidente, “la persecución consiste como mucho en soportar que alguno tuerza la nariz, o que a veces se haga ironía y sarcasmo de los cristianos y de la Iglesia”. Sin embargo, concluyó, siguen haciendo falta “hombres y mujeres honrados, que no se acomoden, que en la libertad cristiana sean coherentes con su fe, que piensen, hablen y vivan de forma distinta”.

Las cartas de despedida de los mártires de Lübeck a sus familias, que nunca llegaron a sus destinatarios porque fueron confiscadas por el tribunal nazi que les condenó, pues las consideraban “peligrosas” por la confesión de fe y la alegría ante la muerte que contenían, se dieron por perdidas durante muchos años. Reaparecieron al abrirse los archivos de la RDA tras la reunificación de Alemania.

Pueden leerse (traducidas al español) en: www.luebeckermaertyrer.de/es/geschichte/abschiedsbriefe/index.html

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El Papa vivirá días intensos en la JMJ de Madrid
Publicado el programa del encuentro mundial de jóvenes de agosto
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 26 de junio de 2011 (ZENIT.org).- A Benedicto XVI le esperan días intensos en su viaje a Madrid (España) con ocasión de la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

El acontecimiento tendrá lugar del 16 al 21 de agosto, y el Papa estará presente desde el día 18 hasta el final del gran encuentro de jóvenes.

La Santa Sede publicó el sábado el programa del viaje, según el cual el Papa partirá a las 9,30 del jueves 18 de agosto del aeropuerto de Roma Ciampino para dirigirse a Madrid.

El avión papal llegará a las 12,00 al aeropuerto internacional de Barajas, donde tendrá lugar la ceremonia de bienvenida y el Papa pronunciará un discurso.

A las 19,15 atravesará con algunos jóvenes la Puerta de Alcalá en la Plaza de la Independencia de Madrid, y a continuación tendrá lugar la fiesta de acogida de los jóvenes en la Plaza de Cibeles, con un discurso del Papa.

El viernes 19 de agosto, tras haber celebrado la Misa en la Nunciatura Apostólica de Madrid, el Pontífice realizará una visita de cortesía a la Familia Real de España en el Palacio de la Zarzuela de Madrid.

Después se dirigirá a San Lorenzo de El Escorial, donde se encontrará a las 11.30 con las jóvenes religiosas en el Patio de los Reyes de El Escorial, a quienes saludará, y a las 12,00 con los jóvenes profesores universitarios, en la Basílica de San Lorenzo, pronunciando un discurso.

Después volverá a Madrid y almorzará con un grupo de jóvenes en el Salón de los Embajadores de la Nunciatura Apostólica. En este mismo lugar, a las 17,00 recibirá al Presidente del Gobierno en un encuentro oficial.

A las 19,30 tendrá lugar un Via Crucis con los jóvenes en Plaza de Cibeles, y el Papa pronunciará un discurso.

El sábado 20 de agosto, a las 9,00 tendrá lugar la confesión de algunos jóvenes participantes en la XXVI JMJ en los Jardines del Buen Retiro de Madrid, y a las 10,00 Benedicto XVI celebrará la Santa Misa con los seminaristas en la catedral madrileña de Santa María la Real de la Almudena, pronunciando la homilía.

Tras almorzar con los cardenales españoles, los obispos de la provincia de Madrid, los obispos auxiliares de Madrid y el séquito papal en la residencia del cardenal Antonio M. Rouco, arzobispo de Madrid, el Papa se encontrará con los Comités organizadores de la XXVI JMJ en la Nunciatura.

A las 19,40 visitará la Fundación Instituto S. José di Madrid, pronunciando un discurso, y a las 20,30 presidirá la vigilia de oración con los jóvenes en el Aeródromo Cuatro Vientos de Madrid. También en este caso el Papa pronunciará un discurso.

El domingo 21 de agosto, a las 9,30, el Papa presidirá la Santa Misa de la XXVI JMJ en el Aeródromo de Cuatro Vientos, pronunciando la homilía y recitando a continuación la oración mariana del Ángelus.

Tras almorzar con los cardenales españoles y con el séquito papal en la Nunciatura, a las 17,00 el Papa se despedirá de la Nunciatura apostólica.

A las 17,30 se encontrará con los voluntarios de la JMJ en el Pabellón 9 de la nueva Feria de Madrid-IFEMA, y pronunciará un discurso. Una hora después tendrá lugar la ceremonia de despedida en el aeropuerto internacional de Madrid Barajas, y el Papa pronunciará su último discurso.

A las 19,00 partirá hacia Italia, a cuyo aeropuerto de Roma-Ciampino llegará a las 21,30 h.

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Portavoz vaticano: La Eucaristía hace presente el Amor en la globalización
Reflexión del padre Federico Lombardi S.I.
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 26 de junio de 2011 (ZENIT.org).- La Eucaristía, como presencia del amor de Dios y canal de difusión del amor para los cristianos, humaniza la globalización ayudando a edificar una sociedad “solidaria, justa y fraterna”, considera el portavoz vaticano.

El padre Federico Lombardi S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, ha presentado esta reflexión al comentar las palabras que Benedicto XV dirigió el jueves del Corpus Christi, antes de presidir la procesión de Jesús Eucaristía por las calles de Roma.

De la Eucaristía, según el papa, procede “esedinamismo que transforma la realidad en sus dimensiones cósmicas, humanas e históricas”, ha recordado el portavoz vaticano en el editorial del último número de “Octava Dies”, semanario del Centro Televisivo Vaticano.

“Un dinamismo de amor que tiene origen en la vida trinitaria de Dios, que llega a nosotros a través del corazón de Cristo. Y es tan fuerte, que puede superar las divisiones, que nos atrae a la unión de la vida de Dios, que abre y libera nuestra individualidad de su egocentrismo”, añade el padre Lombardi sintetizando el pensamiento del Santo Padre.

“La Eucaristía es el camino concreto mediante la cual este amor se difunde en la Iglesia y en el mundo; la fuente continua que alimenta la presencia social de la Iglesia; el compromiso responsable de los cristianos en la construcción de una sociedad solidaria, justa y fraterna, en particular, en el tiempo de la globalización”, indica.

Y es que, según Lombardi, “es necesario hacer presente el verdadero amor en el tiempo de la creciente globalización de la humanidad, para que ésta no se pierda en la confusión, en el individualismo, y en el atropello de todos contra todos”.

El pontífice dijo: “Sin ilusiones, sin utopías ideológicas, nosotros caminamos por las calles del mundo, llevando dentro de nosotros el Cuerpo del Señor, vislumbrando el mundo nuevo, en el que reinan la paz y la justicia, que es nuestra verdadera patria”.

El padre Lombardi concluye explicando que “verdaderamente, en la fe, la dimensión humana, histórica y cósmica se entrelazan y se funden. La comunión eucarística es para el bien de todos, para el bien del mundo, y para que todo encuentre, al final, su sentido y su salvación”.

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Mundo


Beatificados ayer tres de los cuatro mártires de Lübeck
Se trata de los sacerdotes Johannes Prassek, Hermann Lange y Eduard Müller
LÜBECK, domingo 26 de junio de 2011 (ZENIT.org).- Tres sacerdotes que conformaron un grupo de resistencia al Tercer Reich (el cuarto miembro es el pastor protestante, Karl Friedrich Stellbrink), fueron beatificados ayer en la ciudad de Lübeck en Alemania.

La ceremonia ha sido presidida por el cardenal Angelo Amato SDB en representación del Papa Benedicto XVI.

Los tres fueron juzgados por el “Tribunal del Pueblo” (Volksgerichtshof) y condenados a muerte el 10 de Noviembre de 1943 en la guillotina.

ZENIT habló con el postulador de esta causa, el abogado Andrea Ambrosi quien contó sobre la vida y virtudes de cada uno de ellos:

Johannes Prassek: prisionero por decir la verdad

El día que fue ordenado sacerdote, se definió como “la persona más feliz”. El padre Prassek nació hace 100 años en Hamburgo. Estudió en la universidad de los Jesuitas St. Georgen en Frankfurt. En 1935 entró al seminario mayor de Osnabrück y dos años más tarde recibió el sacramento del orden.

Su primera misión fue la de vicario de Wittenburg en Meclenburgo y en 1939 pasó a ser vicario de la comunidad de Herz-Jesu en Lübeck y luego fue nombrado capellán.

Pronto se ganó el cariño de sus fieles: “Prassek atraía hacia él a las personas difíciles y extrañas, desfavorecidas y oprimidas”, dice abogado Ambrosi.

“Su pastoral lo comprometía hasta el límite de su capacidad física y psíquica”, comenta.

Rápidamente fue conocido por su fama de predicador: “Sus impresionantes homilías dominicales no sólo atraían a numerosos fieles, sino también a los espías de la Gestapo”, reconoce el postulador.

“Algunos amigos le hablaban sobre las críticas que hacía, le advertían que quizás podrían ser demasiado imprudentes contra la ideología nacional socialista pero Prassek no se dejó influenciar y pensaba debía decir la verdad”, dice.

El padre Prassek, además de sus críticas se dedicó a estudiar polaco para ayudar a los que estaban forzados a ir a Lübeck.

En 1941 conoció un joven pastor protestante con quien tuvo gran afinidad y quien le mostró su anhelo de conocer la fe católica. Sin embargo este hombre resultó siendo un espía de la Gestapo y la información que consiguió fue clave para que el padre Johhanes fuese arrestado el 18 de mayo de 1942.

Así, fue llevado al edificio de Burgkloster (hoy museo que lleva el mismo nombre). Esperó más de un año para ser procesado en condiciones infrahumanas de hambre y frío, que lo afectaron gravemente, pues tenía una enfermedad estomacal. Durante ese tiempo escribió numerosas cartas.

“A pesar del duro período de prisión y de la perspectiva de la propia ejecución, Prassek no perdió su conciencia de fe, su cordialidad volcada a consolar a los compañeros de prisión”, dice el abogado Ambrosi.

El día de su ejecución le permitieron escribir una carta de despedida a sus familiares, la cual fue destruida después por las duras palabras contra el régimen nacional – socialista. “La guillotina puso fin a la agonía soportada con valentía y fe”, dice el postulador.

Hermann Lange, gran intelectual y mártir

El abogado Ambrosí lo define como un “sacerdote muy erudito e intelectual no sólo en cuestiones teológicas”.

Nació en 1912 en Frisia oriental. Formó parte de una asociación católica estudiantil denominada Nueva Alemania.

Era un fiel seguidor del escritor Romano Guardini, cuya obra lo influenció notablemente. Estudió en 1931 en la facultad de teología en la universidad de Münster. Luego entró al seminario mayor de Osnabrück.

Se ordenó sacerdote en 1938. En Junio 1939 comenzó su labor pastoral en la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús de Lübeck.

El abogado Ambrosi destaca, “sus homilías preparadas en modo absolutamente preciso”.

“Además el sacerdote era decidido, gentil y de sentimientos nobles, desde el punto de vista humano. Era perfectamente íntegro”.

Sobresalía por su gran sensibilidad, humanidad y preparación teológica. Era un gran opositor del nacional – socialismo.

En ese entonces tuvo un diálogo con un joven soldado que servía a este régimen. Lange le dijo claramente que un cristiano no podía estar con los alemanes en la guerra.

Difundía sin miedo sus escritos en contra del Régimen hasta que en 1942 Lübek sufrió los primeros bombardeos y él sin importar el riesgo que corría su vida, se percató de que sus feligreses estuvieran a salvo.

Fue arrestado el 16 de junio de 1942 por la Gestapo. "El segundo senado del tribunal popular lo condenó a muerte junto con otros sacerdotes por disgregación del potencial militar, por apoyo al enemigo con traición a la patria y por delitos radiofónicos”, explica Ambrosi, pues en un programa de radio difundían las ideas contra el régimen.

El postulador destacó así la “compostura admirable” que tuvo el padre Lange en prisión. Compartió la celda con el pastor protestante Schwentner, a quien, según varios testigos trató “como a un hermano”.

Sus cartas testimonian una admirable sumisión a lo que Dios permitiera y una profundidad religiosa: “Cuando recibáis esta carta ya no estaré más en el mundo de los vivos”, escribió a sus padres el día de su condena.

"Hoy será el gran retorno al Reino del Padre, y luego veré a todos aquellos que estuvieron cerca a mí en la tierra”, expresó.

Sobre esta carta el escritor alemán Thomas Mann (1875 - 1955), premio nobel de literatura en 1929, dijo que se trata de: “El testimonio más bello por el don de la fe cristiano – católica”.

Eduard Müller y la santidad en las cosas sencillas

Del grupo de los cuarto mártires, éste fue quien tuvo una juventud más difícil. Nació en agosto de 1911 en el seno de una familia humilde. Estudió en la escuela católica de Neumünster. Era el menor de siete hijos y su padre abandonó su familia.  Fue monaguillo y después carpintero. Desde pequeño mostró su deseo de ser sacerdote.

Gracias al apoyo de unos bienhechores de la parroquia pudo concluir sus estudios secundarios y luego estudió teología católica en Münster.

En 1940 fue ordenado sacerdote en Osnabrück. Trabajó en la parroquia del Sagrado Corazón de Lübeck.

“Su modo de ser calmado, gentil y no autoritario fue muy estimado por los testigos de aquella época”, dice el abogado Ambrosi.

“Particularmente célebre se convirtió su capacidad de identificación con la vida de los trabajadores, artesanos, de hecho no era difícil para él identificarse porque provenía de este ambiente al cual estuvo siempre unido”, afirma.

De los cuatro mártires en Lubek era el menos político. Aún así fue arrestado en julio de 1942.

Después de ser condenado a muerte escribió: “Tengo la esperanza de que no seré nunca defraudado, más bien, con toda franqueza como siempre, también ahora Cristo será glorificado con mi amor, tanto en la vida como en la muerte”.

Estos tres mártires fueron asesinados con un intervalo de sólo tres minutos. Supieron derramar su sangre dando sus vidas como sacrificio supremo del amor de Cristo.

Por Carmen Elena Villa

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Proclamados hoy tres nuevos beatos milaneses
El Papa quiso recordarlos durante el Ángelus
MILÁN, domingo 26 de junio de 2011 (ZENIT.org).- Un párroco, un misionero en Birmania y una monja que visitaba a presos en la cárcel, son los tres nuevos beatos por cuya elevación a los altares quiso el Papa Benedicto XVI mostrar su alegría hoy, al concluir el rezo del Ángelus.

Los tres nuevos beatos proceden de la archidiócesis de Milán (Italia). Se trata del sacerdote Serafino Morazzone, del misionario del PIME Clemente Vismara y de la religiosa sor Enrica Alfieri.

El rito de beatificación fue presidido por el cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, quien volvía de Lübeck (Alemania), donde ayer beatificó a otros tres sacerdotes, esta vez mártires del nazismo.

La celebración tuvo lugar en la plaza del Duomo de Milán, contemporáneamente a la Solemnidad del Corpus Christi, y la homilía fue pronunciada por el arzobispo de Milán, cardenal Dionigi Tettamanzi.

Estos tres nuevos beatos, afirmó el purpurado italiano, enseñan a “crecer en la grandeza de la pequeñez evangélica”.

“El Amén que Serafino Morazzone, sor Enrichetta Alfieri y Clemente Vismara pronunciaron coincide con la ofrenda – sin reservas – de su vida, puesta a total disposición de los demás en la variedad y en la diversidad de las vocaciones y de las responsabilidades recibidas del único Espíritu”.

Destacó la figura de Morazzone, cuyas virtudes fueron tales que las recogió el gran escritor italiano Alessandro Manzoni en su primera redacción de su obra maestra “Los novios”.

Sor Enrica Alfieri sirvió en las cárceles entre 1923 y 1950, periodo que coincide con el régimen fascista y la dominación alemana. De esos años, el purpurado destacó su apoyo a los prisioneros “políticos”, lo que le valió la cárcel a ella misma.

Por su parte, el misionero Clemente Vismara vivió en Birmania entre 1923 y 1988, ganándose el título de “patriarca” de ese país.

Estos tres perfiles de santidad, que han sido beatificados precisamente en el año en que la archidiócesis de Milán celebra el cuarto centenario de la muerte de su patrón, san Carlos Borromeo, son, afirmó el cardenal Tettamanzi, “ejemplos de una santidad construida en la cotidianeidad”.

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Costa Rica: la Iglesia católica advierte contra la FIV
Pone en marcha una campaña de oposición a través de los medios
SAN JOSÉ, domingo 26 de junio de 2011 (ZENIT.org - El Observador).- Este fin de semana, la Iglesia católica de Costa Rica intensificó una campaña para denunciar y oponerse a la fecundación in vitro que está pugnando por hacerse legal en ese país centroamericano.

A través de diversos medios como la radio y los periódicos propiedad de la Iglesia, se ha estado insistiendo en que la fecundación in vitro representa un homicidio y que debe seguir siendo prohibida en Costa Rica. 

También en pláticas dadas por especialistas a maestros y alumnos de escuelas se insiste --por parte de la Iglesia-- que la reproducción asistida es un método que elimina y decide sobre la vida de otros seres humanos que o son destruidos o son congelados durante el proceso de fecundación.

Un anuncio en la radio de Costa Rica, patrocinado por la Iglesia, hace decir a una voz de niña: "Hola, soy Sofi, la tercera de tres hermanitos, y aunque mis papitos me amen con todo su corazón, sé que para venir al mundo mis otros siete hermanitos murieron en un laboratorio".

Luego, la voz de un locutor concluye: "¿Quién tiene decho a decidir sobre la vida de los otros? La fecundación in vitro atenta contra la vida".

Jason Granados, director de Radio Fides, una de las radios que desde hace un par de semanas se escuchan en todo el territorio de Costa Rica, explicó que los anuncios fueron producidos por esa estación y avalados por la arquidiócesis de San José.

Granados comentó que la campaña fue planteada a “a raíz del proyecto de ley sobre fecundación in vitro que hay en la Asamblea Legislativa, y por la presión que está haciendo la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que se apruebe”.

Ésta última ha dado de plazo hasta el 31 de julio próximo para que la iniciativa sea aprobada en el Congreso costarricense

El tema ya fue motivo de controversia en el Congreso, donde el 15 de junio un proyecto para regular la fecundación in vitro fue rechazado por mínimo margen (26 votos en contra, 25 a favor).

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Análisis


Concebir hijos después de la muerte
Se extiende la práctica de congelar el esperma para concebir tras la muerte
Por el padre John Flynn, L. C.

ROMA, domingo 26 de junio de 2011 (ZENIT.org). – Una serie de casos recientes, en los que se ha utilizado esperma congelado para concebir hijos después de la muerte del padre, ha atraído la atención sobre esta práctica cada vez más extendida.

Uno de los casos ha sido el de Jocelyn y Mark Edwards, de Nueva Gales del Sur, Australia. Tenían que firmar los documentos de consentimiento para comenzar el tratamiento de fecundación in Vitro, pero el marido falleció en un accidente el día antes de la firma, informaba el 24 de mayo el Sydney Morning Herald.

Su mujer obtuvo una orden judicial para conservar el esperma de su marido y ahora ha ganado el juicio que le permitirá disponer del mismo. Las leyes estatales prohíben esto a no ser que haya dado un consentimiento expreso para utilizar el esperma tras la muerte, pero el Tribunal Supremo de Nueva Gales del Sur ha aceptado el testimonio presentado por la mujer de que su marido declaró, hace un par de años, de que, si algo le ocurriera, siguiera adelante y tuviera al niño.

Un artículo, publicado el 3 de junio en la página web de la revista Time, comentaba que no es raro que los soldados desplegados en misiones de combate congelen su esperma para que si mueren sus mujeres puedan aún tener hijos.

Puesto que las circunstancias pueden variar, surgen varias cuestiones sobre si esta práctica se debería permitir. El artículo hacía referencia a un caso de Israel en el que los padres de un hijo que murió el año pasado querían tener un nieto utilizando el esperma de este hijo.

El hijo, Ohad Ben-Yaakov, no estaba casado ni tenía ninguna relación, pero los padres querían utilizar una madre de alquiler.

Gemelos

De Rusia venían noticias de un caso similar. El hijo de Lamara Kelesheva murió de cáncer, pero con el esperma conservado antes de comenzar la quimioterapia su madre ha utilizado una madre de alquiler para concebir dos pares de gemelos, informaba el 7 de junio Russia Today.

Según un reportaje del 10 de junio en el periódico Pravda, en los dos años posteriores a la muerte del hijo, cinco intentos de concebir fallaron. Kelesheva siguió adelante con un último esfuerzo y se utilizaron dos madres de alquiler de forma simultánea. Ambas se quedaron embarazadas y dieron a luz a sus nietos los días 6 y 8 de enero.

La polémica creada como consecuencia de esto condujo a la ruptura de su matrimonio, y Kelesheva está ahora empeñada en una batalla legal para lograr que se reconozca que ella es la madres de estos niños y su hijo fallecido, el padre.

La oficina del registro civil de Moscú ha rechazado registrar a los recién nacidos, y ahora ella ha apelado al Tribunal Municipal de Moscú. La ley rusa limita el recurso a madres de alquiler a parejas de marido y mujer.

“Todos estos ejercicios de biomecánica llevan, en última instancia, a esta situación tan ambigua en la que se puede hablar de la diferencia entre un hijo y un nieto”, afirmaba a Russia Today el activista pro vida Andrey Khyesyuk.

La situación adquirió un giro diferente en el caso de un hombre de 57 años, que por razones legales no puede ser identificado, que había guardado su esperma en 1999, debido al miedo de que los tratamientos médicos le volvieran infértil.

Tras la ruptura de su matrimonio, su ex mujer utilizó el dinero del acuerdo de divorcio para concebir dos hijos utilizando el esperma del hombre, informaba el 29 de mayo el periódico Telegraph. La mujer falsificó su firma en los formularios de autorización y el hombre se enteró tres años después. Nacieron una niña y un niño en el 2001 y en el 2003 respectivamente.

Desde el descubrimiento ha gastado una gran suma de dinero en demandas judiciales contra su ex mujer y tiene un acceso limitado a sus hijos.

Anonimato

Aunque los hijos de padres fallecidos crecerán sabiendo quién fue su padre, hay muchos niños concebidos por fecundación in Vitro que no tendrán esta información.

Newsweek analizaba la situación en un artículo el 25 de febrero. En Estados Unidos, en general, los niños concebidos gracias a esperma de donantes no tienen información sobre quién es su padre y, en muchos casos, se destruyen los registros de donantes.

Un creciente número de estos niños, tras alcanza la madurez, están presionando para que cambie la situación. El artículo narraba los esfuerzos de uno de ellos, con el nombre de Alana S., que ha creado la organización AnonymousUs.org para niños, familias y donantes.

Algunos países han creado leyes para exigir que sea accesible la información sobre los donantes de esperma y óvulos, pero la industria de la fecundación in Vitro de Estados Unidos sigue estando muy poco regulada.

Alana S., que hoy tiene 24 años, decía que muchos niños concebidos por donantes se consideran como una especie de “monstruos de la naturaleza”.

Incluso en aquellos países en los que sí existe legislación la situación está lejos de ser perfecta. Esto resultaba evidente por un informe publicado el 10 de febrero por un comité del Senado australiano titulado: “Prácticas en la Concepción a través de Donantes en Australia”.

El informe señalaba la inconsistencia de las posturas de los estados y territorios en cuanto a la información a la que pueden tener acceso las personas concebidas gracias a un donante.

Otra preocupación tiene que ver con el riesgo de que las personas concebidas gracias a un donante formen relaciones consanguíneas sin saberlo debido a la falta de acceso a la información de los donantes. No es sólo que esto aumente el riesgo de graves enfermedades genéticas sino que dado el estigma social que va unido a estas relaciones podría tener notables consecuencias sociales, advertía el informe.

El comité recibió varias comunicaciones sobre el tema de limitar el número de familias a las que pueda ayudar un único donante. Según la información del Victorian Infertility Counsellors Group no es raro que personas concebidas gracias a un donante descubran que tienen hasta veinte hermanos genéticos.

Incoherencia

En otras comunicaciones se comentaba las posturas incoherentes entre los estados y territorios respecto al registro de donantes. Esto significa que no hay manera de saber o controlar con exactitud el número de familias a las que ayuda un donante en particular.

Otra cuestión hacía referencia a la falta de control de los datos lo que hace que sea difícil asegurar que las clínicas están cumpliendo con los límites en las donaciones. Un ejemplo presentado en el informe tenía que ver con una clínica que importaba esperma desde Estados Unidos que se aseguraba que sería únicamente para el uso de esa clínica. Más tarde se descubrió que esperma del mismo donante había sido importado por otra clínica en Nueva Gales del Sur y utilizado por algunas familias de dicho estado.

A pesar los últimos cambios para hacer más fáciles a los hijos obtener información sobre sus padres donantes, muchos de los que alcanzan la edad adulta no tienen acceso a los registros debido a las estipulaciones previas con los donantes para mantener su anonimato.

El informe citaba el testimonio de Miss Narelle Grech, que explicó cómo le afectó esto personalmente.

“No puedo empezar a describir hasta que punto se me hace deshumanizante e impotente que el nombre y los detalles de mi padre biológico y de toda mi familia paterna estén almacenados en un armario… sin posibilidad de acceder a él”, afirmaba. “Se me dice que no tengo derecho a saber la información sobre mi propia familia, mis raíces, mi identidad”, añadía.

En Canadá, estas situaciones eran descritas como discriminatorias e inconstitucionales por la juez del Tribunal Supremo de la Columbia Británica, Elaine Adair.

La juez falló a favor de una demanda presentada por Olivia Pratten, que pedía tener los mismos derechos que los hijos adoptados, informaba el 19 de mayo el Vancouver Sun.

El hijo no es un derecho sino un don, señala el Catecismo de la Iglesia Católica en el no. 2378. No puede ser considerado como un objeto de propiedad, algo “a lo que conduciría el reconocimiento de un pretendido ‘derecho al hijo’”, apuntaba.

Entre las muchas y graves objeciones morales a la fecundación in Vitro está la de haber llevado a que los niños sean tratados como mercancías, sin importar lo bien intencionado que pueda ser el deseo original de tener un hijo. Las consecuencias de todo esto se pueden ver en tribunales y familias.

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Foro


Sorpresa en los museos vaticanos; Iglesia de la Eucaristía
La colección de Matisse rinde tributo a la verdad
ROMA, domingo 26 de junio de 2011 (ZENIT.org).- Cuando uno piensa en los Museos Vaticanos, las piezas de arte del Renacimiento le vienen a uno a la cabeza. Es muy sorprendente para los visitantes cuando descubren que el mismo mueso, que alberga el arte de Rafael o Miguel Ángel, también tiene estrellas modernas en su firmamento.

El miércoles 22 de junio, el Vaticano llamó la atención internacional sobre su colección de arte del siglo XX, presentando otro tesoro sorprendente, el arte de Henri Matisse.

La galería de arte moderno religioso, localizada en las profundidades de los Museos Vaticanos, en los apartamentos del Papa Alejandro VI Borgia y sótano de la Capilla Sixtina, contiene joyas muy poco conocidas.

Una pequeña pero conmovedora Piedad de Vincent van Gogh, pintada poco antes de su muerte en 1890, un puñado de pinturas religiosas de Chagall y entonces, en el centro de la colección, los bocetos de la famosa capilla del Rosario de Vence, Francia.

Matisse no fue el más cristiano de los artistas. Se definía como agnóstico, pero se pronunciaba abierto a la fuente de la belleza. Por esto, la Providencia le llevó, al final de sus días, a trabajar para la Iglesia.

Nació en 1869, Matisse ya había empezado la carrera de leyes cuando decidió dedicarse a la pintura. Se convirtió en alumno de Gustave Moreau y poco después, en 1905, se convirtió en una de los co-fundadores del Fauvismo. Reflejando el espíritu de la época, el Fauvismo fue un movimiento de paganización, que glorificaba la sensación intensa a través del arte. Después de la I Guerra Mundial, Matisse rechazó todo tipo de sufrimiento en sus trabajos, y consiguió grandes éxitos con sus colores alegres y diseños llamativos, creando esculturas, pinturas y hasta vestuario para el teatro. Finalmente se mudó al sur de Francia, atraído por los colores llamativos del Mediteráneo.

En 1941, después de una difícil y dolorosa operación de cáncer, Matisse quedó postrado en cama con un constante dolor. Su brillante mundo chocó con la realidad del sufrimiento. En este difícil tiempo, Monique Bourgouis lo cuidó, y su caridad y bondad afectaron profundamente al artista. En 1946, Monique decidió convertirse en religiosa y se unió al convento dominico de Vence, tomando el nombre de hermana Jacques Marie.

Así comenzó la idea de construir una nueva capilla para el convento de Vence, dedicado al Rosario. Matisse, la hermana Jacques Marie, la hermana Agnes de Jesús, superiora del convento, un hermano dominico, Rayssiguier, y el padre dominico Marie-Alain Couturier, comenzaron a trabajar para transformar el sueño en una capilla. Completamente comprometido con el proyecto, Matisse vendió sus propias litografías para conseguir dinero para el proyecto. Su viejo amigo Picasso estaba horrorizado, “¡Una Iglesia!”, exclamó. “¿Por qué no un mercado? Así al menos podrías pintar frutas y verduras”.

Matisse preparó cientos de bocetos del trabajo, pintando las paredes desde su silla de ruedas con un pincel enganchado a una vara extensible. Diseñó cada aspecto de la capilla; las vidrieras de colores, las vestimentas y hasta un crucifijo de bronce para el altar. El artista siempre planeó donar los bocetos a un museo diciendo “sería una locura que estos esbozos y las ventanas permaneciesen en el mismo lugar”.

Los bocetos de las vidrieras se donaron al Vaticano hace 30 años por el hijo del artista, Pierre, de acuerdo con sus hermanos Margarita y Jean, y en 1980 llegó a la colección del Vaticano. Este regalo siguió a la donación de la correspondencia entre Matisse y la hermana Agnes de Jesús siguiendo el desarrollo de la capilla. Estas cartas dan testimonio del crecimiento del primer proyecto religioso de Matisse.

El gran boceto de la Virgen con el Niño realizado para la decoración en cerámica fue expuesto en la Galería de Arte Religioso Moderno, pero la exposición nunca hizo justicia del trabajo ni representó la importancia de la donación. Las cartas se quedaron sin publicar.

Matisse dio a conocer la capilla el junio de 1951, y exactamente 70 años después, los Museos Vaticanos abrieron la nueva sala de Matisse. La financiación y la idea del proyecto vinieron de los patrocinadores de los Museos Vaticanos, en concreto del capítulo de Montecarlo, a pocas millas de Vence. La señora Liana Marabini, presidenta del capítulo de Montecarlo, proveyó de lo necesario para preparar la sala de exposición con equipos de conservación para papel y tejidos, permitiendo así a los Museos Vaticanos, ilustrar la conversión artística de este artista estelar.

Los bocetos de las vidrieras están distribuidos brillantemente, pero la sala está dominada por el gran boceto de la Virgen y del niño. El padre Marie-Alain Couturier, consejero teológico de Matisse, interpretó las líneas emborronadas como “cartas escritas apresuradamente, bajo el impacto de una gran emoción”. Hay también una copia del crucifijo de bronce de la capilla. Un breve vídeo narra los sucesos que llevaron a Matisse hasta el arte religioso, y las cartas estarán en rotación en el mismo espacio para ser alcanzadas después por algunas casullas diseñadas por el artista.

Michol Forti, el conservador del departamento de arte religiosos moderno de los Museos Vaticanos, publicará la colección de las cartas de Matisse en diciembre en un volumen titulado “Como una flor: Matisse y la Capilla del Rosario de Vence”.

Matisse consideró la capilla su “obra maestra”, a pesar de sus imperfecciones – una reflexión iluminadora de un hombre cuya carrera de 50 años de duración se había dedicado enteramente a lo secular. La Sala Matisse del Vaticano es la expresión perfecta de la misión del Museo: preservar y honrar un gran ejemplo del genio creativo del hombre, pero también proclamar que la Verdad inspira tanto a la belleza como a la bondad.

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Poesía, pintura y procesiones

El pasado jueves Roma celebró la fiesta del Corpus Christi con las procesiones eucarísticas que atraviesan la ciudad, siendo la más importante de ellas la procesión papal que va desde San Juan de Letrán hasta Santa María la Mayor, esa tarde. En este glorioso día, los cantos llenan el aire y flotan estandartes en las calles, pero estas visiones efímeras pronto se desvanecen. En los Museos Vaticanos, sin embargo, la obra recientemente restaurada “Misa en Bolsena”, de Rafael Sanzio, ha inmortalizado este milagro en piedras de colores.

El Milagro de Bolsena, a menudo considerado el catalizador de la fiesta del Corpus Christi, recuerda un suceso ocurrido en la Umbría, Italia, en 1263. Un sacerdote llamado Pedro, de la ciudad de Praga, tenía muchas dudas sobre la transustanciación de la Hostia durante la Misa, y durante su peregrinación a Roma rezó para que se le resolviesen estas dudas. Mientras decía las palabras de consagración en la Iglesia de Santa Cristina de Bolsena, la Hostia comenzó a gotear sangre en sus manos y en la tela que tenía debajo.

Un año más tarde, el Papa Urbano IV instituyó la fiesta del Corpus Domini con la bula Transiturus de hoc mundo, y encargó a Tomás de Aquino escribir la liturgia de la fiesta. El Doctor Angélico escribió, así, dos de sus mejores himnos, Pange Lingua y Tantum Ergo.

El corporal de Bolsena se conserva todavía en la catedral de Orvieto, construida específicamente para albergar esta preciosa reliquia.

Rafael hizo su propia contribución inmortalizando este milagro cuando pintó en 1512, El Milagro de Bolsena en los apartamentos del Papa Julio II. La pintura, restaurada esta primavera trae el milagro de la vida en colores vívidos.

El sacerdote se arrodilla ante el altar, mirando la Eucaristía, que tiene una cruz hecha con sangre en la Hostia y en el corporal. Sus labios demuestran sorpresa pero la figura mantiene la dignidad que se espera de un celebrante. Las reacciones dramáticas se reservan para la multitud reunida detrás, quienes levantan la cabeza para contemplar el milagro, o se giran para contárselo a quien tiene al lado. El altar está enmarcado por arquitectura monumental absorbida por Rafael a través de su pariente, el arquitecto papal, Donato Bramante. Robustas columnas dóricas alcanzan el cielo y la parte superior dela pintura está abierta a un cielo atravesado por la luz.

Al otro lado de Pedro de Praga hay un dato anacrónico, el Papa Julio II se arrodilla con la cabeza descubierta, y cuatro de sus cardenales y un pequeño contingente de Guardia Suiza.

Dos elementos se destacan en el trabajo. El primero es la solemnidad del clero en la oración. Comparada con otros trabajos de la sala – la fuga dramática de Pedro de la prisión de Herodes, la persecución y captura de Heliodoro y la Expulsión de Atila el huno – el ojo encuentra descanso cuando centra su atención en la contemplación del milagro.

El otro, revelado con la restauración, es el color. Rafael había estado en contacto con los pintores venecianos en ese periodo y el nuevo uso del color destaca en medio del dramático claroscuro de la Liberación de San Pedro y el brillantes colores metálicos de la Expulsión de Heliodoro. Los colores de Rafael parecen tangibles -rico y pesado carmesí que parece ondular a través de la luneta. El rojo de la sangre se combina con el blanco crujiente del lino o la seda.

Las cualidades sensoriales de la superficie de la obra ponen de relieve la realidad de la escena: la sangre que gotea de las manos del sacerdote, el paño empapado con la sangre de Cristo, nos hacen presente la realidad de la Presencia en la Eucaristía, uno de los principales temas de los siglos XIII y XIV.

Santo Tomás con la poesía, Roma en procesión, y Rafael con su obra, todos nos recuerdan el mismo tema que el Beato Juan Pablo II destacó en 2004: La Iglesia Católica es la Iglesia de la Eucaristía.

* * *

Elizabeth Lev enseña Arte y arquitectura cristianos en el campus italiano de la Universidad de Duquesne y en el programa de estudios católicos de la Universidad de St. Thomas. Se le puede contactar en: lizlev@zenit.org

[Traducción del inglés por Carmen Álvarez]

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Angelus


Benedicto XVI: “la Eucaristía da vida a la Iglesia”
Hoy durante el rezo del Ángelus
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 26 de junio de 2011 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación las palabras que el Papa Benedicto XVI pronunció hoy al introducir la oración mariana del Ángelus, desde la ventana de su estudio.

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¡Queridos hermanos y hermanas!

Hoy, en Italia y en otros países, se celebra el Corpus Domini, la fiesta de la Eucaristía, el Sacramento del Cuerpo y la Sangre del Señor, que Él instituyó en la Última Cena y que constituye el tesoro más precioso de la Iglesia. La Eucaristía es como el corazón latiente que da vida a todo el cuerpo místico de la Iglesia: un organismo social basado totalmente en el vínculo espiritual pero concreto con Cristo. Como afirma el apóstol Pablo: "Ya que hay un solo pan, todos nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo Cuerpo, porque participamos de ese único pan" (1Cor 10,17). Sin la Eucaristía, la Iglesia sencillamente no existiría. La Eucaristía es, de hecho, la que hace de una comunidad humana un misterio de comunión, capaz de llevar a Dios al mundo y el mundo a Dios. El Espíritu Santo, que transforma el pan y el vino en el Cuerpo y Sangre de Cristo, transforma también a cuantos lo reciben con fe en miembros del cuerpo de Cristo, para que la Iglesia sea realmente sacramento de unidad de los hombres con Dios y entre ellos.

En una cultura cada vez más individualista, como lo es aquella en la que estamos inmersos en las sociedades occidentales, y que tiende a difundirse en todo el mundo, la Eucaristía constituye una especie de “antídoto", que actúa en las mentes y en los corazones de los creyentes y que siembra continuamente en ellos la lógica de la comunión, del servicio, del compartir, en resumen, la lógica del Evangelio. Los primeros cristianos, en Jerusalén, eran un signo evidente de este nuevo estilo de vida, porque vivían en fraternidad y ponían en común sus bienes, para que ninguno fuese indigente (cfr Hch 2,42-47). ¿De qué derivaba todo esto? De la Eucaristía, es decir, de Cristo resucitado, realmente presente en medio de sus discípulos y operante con la fuerza del Espíritu Santo. Y también las generaciones siguientes, a través de los siglos, la Iglesia, a pesard e sus límites y los errores humanos, ha seguido siendo en el mundo una fuerza de comunión. Pensemos especialmente en los periodos más difíciles, de prueba: ¡qué significó, por ejemplo, para los países sometidos a regímenes totalitarios, la posibilidad de encontrarse en la Misa Dominical! Como decían los antiguos mártires de Abitene: "Sine Dominico non possumus" – sin el “Dominicum", es decir, sin la Eucaristía dominical, no podemos vivir. Pero el vacío producido por la falsa libertad puede ser también muy peligroso, y entonces la comunión con el Cuerpo de Cristo es fármaco de la inteligencia y de la voluntad, para volver a encontrar el gusto de la verdad y del bien común.

Queridos amigos, invoquemos a la Virgen María, a quien mi Predecesor, el beato Juan Pablo II, definió "Mujer eucarística" (Ecclesia de Eucharistia, 53-58). Que en su escuela, también nuestra vida llegue a ser plenamente "eucarística", abierta a Dios y a los demás, capaz de transformar el mal en bien con la fuerza del amor, dirigida a favorecer la unidad, la comunión, la fraternidad.

[Después del Ángelus]

Queridos hermanos y hermanas, también hoy tengo la alegría de anunciar la proclamación de algunos nuevos Beatos. Ayer, en Hamburgo, donde fueron muertos por los nazis en 1943, fueron beatificados Johannes Prassek, Eduard Müller y Hermann Lange. Hoy, en Milán, es el turno de Serafino Morazzone, párroco ejemplar en la zona de Lecco entre los siglos XVIII y XIX; del padre Clemente Vismara, heroico misionero del PIME en Birmania; y de Enrichetta Alfieri, Hermana de la Caridad, llamada “ángel” de la cárcel milanesa de San Vittore. ¡Alabemos al Señor por estos luminosos testigos del Evangelio!

En este domingo que precede a la solemnidad de los Santos Pedro y Pablo se celebra en Italia la Jornada por la caridad del Papa. Deseo agradecer vivamente a todos aquellos que, con la oración y con las limosnas, dan su apoyo a mi ministerio apostólico y de caridad. ¡Gracias! ¡Que el Señor os recompense!

[En español dijo]

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española que participan en esta oración mariana, en particular a los miembros de la Asociación de la Medalla Milagrosa, así como a los directivos de la Radiotelevisión "El sembrador por la nueva evangelización". En la solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, la Iglesia hace memoria agradecida del don de la Eucaristía y la adora con devoción. Que nuestros corazones se abran con humildad ante Jesús Sacramentado, para que, transformados por su gracia, seamos testigos valientes de su amor por todos los hombres. Que Dios os bendiga.

[Traducción del italiano por Inma Álvarez

©Libreria Editrice Vaticana]

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Informe Especial


El día más feliz de Joseph Ratzinger
60 años de ordenación, redescubrimiento de la belleza del sacerdocio
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 26 de junio de 2011 (ZENIT.org).- El próximo 29 de junio Benedicto XVI recodará los sesenta años del “momento más importante de mi vida”, su ordenación sacerdotal, recibida en la catedral de Freising, cerca de Munich.

Recibió el sacramento, junto a su hermano mayor, Georg, de manos del cardenal Michael von Faulhaber, conocido como gran opositor al nazismo. “Adsum”,Aquí estoy”, fueron las palabras que pronunció en latín, ante Dios y ante el pueblo el joven Joseph Ratzinger, a sus 24 años.

El próximo miércoles la Iglesia universal revivirá ese día, pero el papa no quiere que sea un momento de exaltación de su persona, mas bien espera que sirva para promover entre la Iglesia el agradecimiento a Dios por el don del sacerdocio y pedirle que suscite nuevas vocaciones.

De aquel espléndido día de verano, Joseph Ratzinger recuerda un detalle que para otros pasó desapercibido y que comparte en su libro “Mi vida” (Ed. Encuentro, 1997).

“No se debe ser supersticioso --escribe en esas memorias--, pero en el momento que el anciano arzobispo impuso sus manos sobre las mías, un pajarillo --tal vez una alondra-- se elevó del altar mayor de la catedral y entonó un breve canto gozoso; para mí fue como si una voz de lo alto me dijese: va bien así, estás en el camino justo”.

Fue en esos días cuando Joseph Ratzinger descubrió lo que significa el sacerdote para la gente.

“El día de la primera Misa, fuimos acogidos en todas partes --también entre personas completamente desconocidas-- con una cordialidad que hasta aquel momento no me podría haber imaginado”, prosigue el papa en sus memorias.

“Experimenté así, muy directamente, cuán grandes esperanzas ponían los hombres en sus relaciones con el sacerdote, cuánto esperaban su bendición, que viene de la fuerza del Sacramento. No se trataba de mi persona ni la de mi hermano: ¿qué podrían significar, por sí mismos, dos hermanos como nosotros, para tanta gente que encontrábamos? Veían en nosotros a unas personas a las que Cristo había confiado una tarea para llevar su presencia entre los hombres; así, justamente porque no éramos nosotros quienes estábamos en el centro, nacían tan rápidamente relaciones de amistad”.

(Re)descubrimiento del sacerdocio

Este mismo (re)descubrimiento del sacerdocio, a nivel universal es el objetivo que se plantea Benedicto XVI al celebrar su aniversario del sacerdocio.

En este contexto, el prefecto de la Congregación vaticana para el Clero, el cardenal Mauro Piacenza, ha enviado una carta a los obispos del mundo para promover 60 horas de adoración eucarística por la santificación de los sacerdotes, por las nuevas vocaciones y por Benedicto XVI.


En el texto, firmado también por el secretario de la Congregación para el Clero, el arzobispo Celso Morga Iruzubieta, se explica que las horas de adoración eucarística dedicadas a esta intención pueden ser continuas o pueden distribuirse durante el mes de junio, y debe comprometer “de manera particular, a los sacerdotes”.


“El culmen de este recorrido de oración podría coincidir con la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús --Jornada de santificación sacerdotal--, el próximo viernes 1 de julio”, añade la carta.

Con esta iniciativa, la Iglesia pretende homenajear “al pontífice con una extraordinaria corona de oraciones y de unidad sobrenatural, capaz de mostrar el centro real de nuestra vida, de la que surge todo esfuerzo misionero y pastoral, así como el auténtico rostro de la Iglesia y sus sacerdotes”.


Por Jesús Colina

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Documentación


Oración del Papa por su 60 aniversario como sacerdote
 
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 26 de junio de 2011 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación el texto de la oración que el Papa Benedicto XVI ha compuesto para el 60 aniversario de su ordenación como sacerdote, que se cumple el próximo miércoles 29 de junio, y que ha sido hecha pública por la Santa Sede.

* * * * *

Señor,
te damos gracias 
porque has abierto tu corazón para nosotros;
porque en tu muerte y en tu resurrección
te has convertido en fuente de vida.
Haz que seamos personas vivientes,
vivientes de tu fuente,
y dónanos el poder ser nosotros también fuentes,
capaces de donar a este nuestro tiempo
agua de vida.
Te damos gracias
por la gracia del ministerio sacerdotal.
Señor, bendícenos
y bendice a todos los hombres de este tiempo
que están sedientos y en la búsqueda

Amén.

[©Copyright 2011 – Libreria Editrice Vaticana]

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