Pide que sean reconocidos como ciudadanos, no extranjeros

El Papa conforta a los católicos de Oriente Medio

 

En su discurso a los miembros de la Reunión de las Obras de Ayuda a las Iglesias Orientales, Benedicto XVI les ha pedido que no olviden la dimensión eucarística de su objetivo, la caridad eclesial dirigida a Oriente Medio en su conjunto y en especial a Tierra Santa. El Santo Padre ha manifestado su cercanía a quienes están sufriendo y con los que intentan escapar y ha pedido el urgente envío de asistencia humanitaria.

24/06/11 5:11 PM


 

(RV) En su discurso a la Asamblea de la Reunión de las Obras de Ayuda a las Iglesias Orientales (ROACO), el Papa ha dado las gracias a todos los benefactores por la generosa cooperación y, recordando la solemnidad ayer del Corpus, ha dicho que la procesión eucarística, que el mismo presidió desde la basílica de san Juan de Letrán a la Basílica de Santa María la Mayor,

“siempre trae consigo un llamamiento a Roma y a toda la comunidad católica, para que caminen por los caminos no fáciles de la historia, entre las grandes pobrezas espirituales y materiales del mundo, para ofrecer la caridad de Cristo y de la Iglesia, que emana del Misterio Pascual, misterio de amor, de entrega total que genera vida”.  

 “El amor no pasa nunca" (1 Cor 13:8), dice el apóstol Pablo, y es capaz de cambiar los corazones y el mundo con el poder de Dios, sembrando y despertando por doquier la solidaridad, la comunión y la paz. Son regalos confiados a nuestras manos frágiles, pero su desarrollo es seguro, porque la fuerza de Dios actúa en la debilidad, si sabemos abrimos a su acción, si somos verdaderos discípulos que tratan de serle fieles (cf. 2 Cor 12,10).

El Santo Padre ha pedido a los amigos de la ROACO, que no olviden jamás la dimensión eucarística de su objetivo para mantenerse constantemente en el movimiento de la caridad eclesial, dirigido especialmente a Tierra Santa, y también a Oriente Medio en su conjunto, para sostener la presencia cristiana. Y les ha pedido que hagan todo lo posible para que en Oriente, donde han nacido los pastores y los fieles de Cristo, puedan permanecer no como "extranjeros”, sino como ciudadanos.

“Oriente es justamente su patria terrena. Allí están llamados también hoy a promover, sin distinción, el bien de todos, por su fe. Una igual dignidad y una real libertad deben ser reconocidas a todas las personas que profesan esta fe, permitiendo así una cooperación ecuménica e interreligiosa más fructífera”. 

Informaciones sobre la situación en el norte de África y Oriente Medio

El Papa se ha referido asimismo a la situación actual en los países del norte de África y de Oriente Medio y ha hecho un llamamiento para que se exploren todas las formas de mediación y cese la violencia, se restablezca la armonía y la convivencia pacífica, respetando los derechos humanos y las comunidades. El Santo Padre ha manifestado su cercanía a quienes están sufriendo y con los que intentan escapar y ha pedido el urgente envío de asistencia humanitaria. 

Benedicto XVI ha agradecido también sus reflexiones sobre los cambios que están teniendo lugar en los países del norte de África y Oriente Medio, fuente de preocupación en el mundo. De hecho gracias a las informaciones procedentes del Patriarcado copto y el maronita, la representación pontificia en Jerusalén y la Custodia Franciscana en Tierra Santa se ha podido evaluar la situación sobre el terreno de la Iglesia y de los pueblos de la región, “un importante aspecto para la paz y la estabilidad mundial”. 

“Bajo la guía de sus pastores, –ha terminado su discurso Benedicto XVI– las Iglesias orientales católicas sabrán siempre confirmar la comunión con la Sede Apostólica, celosamente custodiada durante siglos, y dar una contribución original a la nueva evangelización.