21.04.11

Juan Pablo II, México y la memoria corta

A las 12:24 PM, por Andrés Beltramo
Categorías : Iglesia en América
 

En México algunos políticos tienen la memoria corta. En los últimos días líderes del izquierdista Partido de la Revolución Democrática se lanzaron con todo contra el presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, porque anunció que asistirá al Vaticano el próximo 1 de mayo para participar en la beatificación de Juan Pablo II. Olvidan (porque les conviene) que hace algunos ayeres justamente uno de los fundadores del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas Solorzano, concedió las llaves de la Ciudad de México al mismo Papa polaco.

Corría el año 1999, del 22 al 26 de enero Karol Wojtyla cumplió su cuarta visita apostólica a México. Cárdenas era entonces jefe de gobierno de la capital mexicana. Desde ese puesto no quiso perder la oportunidad de estar junto a un gigante del siglo XX. Se le olvidó que él mismo había declarado públicamente que Juan Pablo II era una “persona non grata” en su país durante la visita apostólica anterior, en 1993.

Un año después de aquel tercer viaje, en 1994, la República Mexicana y El Vaticano establecieron relaciones diplomáticas. Por ello la gira pastoral de 1999 pudo presentarse como una visita de Estado y el Papa fue recibido en el aeropuerto por el presidente Ernesto Zedillo Ponce de León. En ese contexto un ícono del PRD, Cárdenas, no sólo se conformó con encontrar al pontífice sino que decidió reconocerle con las llaves de la ciudad.

¿No significó eso que, para la capital y para todo el país, la figura de Juan Pablo II era destacada pero también era considerada como “de la casa” por su cercanía? ¿Haber dado semejante premio no afectó el carácter laico del Estado mexicano? ¿No se trató entonces de un reconocimiento a un personaje religioso?

Los detractores del presidente Felipe Calderón le han reprochado que no todos los mexicanos son católicos, “sólo” el 80 por ciento y, por ende, “no puede ofender” al otro 20 por ciento asistiendo a un evento religioso en El Vaticano. Un argumento respetable pero ridículo. Es como pretender que el mandatario no viaje a Estados Unidos porque del otro lado de la frontera “sólo” viven “algunos” millones de migrantes mientras de este lado de la frontera muchos más odian al vecino del norte.

La argumentación no sólo es ridícula, se trata de un verdadero insulto al 80 por ciento de los mexicanos católicos. Es negar la historia y pisotear la herencia que un gran personaje como Juan Pablo II legó a México. Es reducir un evento de escala mundial a las aldeanas disputas locales de poder.

Es verdad que la situación en tierras mexicanas no es halagüeña, que bien haría el presidente en tener como prioridad número uno la seguridad pública en todos los Estados de la República. Pero eso no tiene relación alguna con la oportunidad que México esté dignamente representado en un acontecimiento histórico, como el previsto en la Plaza de San Pedro el próximo 1 de mayo. No por nada millones de personas se cansaron de cantar “¡Juan Pablo, hermano, ya eres mexicano!”.

Serafines susurran.- Que continúa el recambio de obispos en México, ayer tocó la salida de un histórico prelado: Mario De Gasperín Gasperín, quien dejó el gobierno pastoral de la diócesis de Querétaro (centro del país) tras el nombramiento de su sucesor, Faustino Armendáriz Jiménez, quien se desempeñaba como obispo de Matamoros.

De Gasperín había presentado su renuncia tras haber sobrepasado el límite de edad jubilatorio de los obispos, establecido en 75 años por el Código de Derecho Canónico. Armendáriz, de 55 años, es uno de los clérigos mexicanos con mayor crecimiento en los últimos años. Con 49 años (en 2005) se hizo cargo de Matamoros luego de haber tenido una intensa carrera eclesiástica en la arquidiócesis de Hermosillo (Sonora), donde fue ordenado sacerdote en 1982.

Estudió en Hermosillo, Guadalajara, Roma y Jerusalén. Fue formador de seminario por más de 20 años, coordinador de varios movimientos y grupos, párroco y vicario general antes de convertirse en obispo.

Querubines replican.- Que el mundo de los blogs católicos se encuentra en gran fermento por la reunión mundial de blogueros que convocó El Vaticano para el próximo 2 de mayo. Tras lanzar públicamente la convocatoria algunos días atrás los pontificios consejos de la Cultura y de las Comunicaciones Sociales recibieron unas 750 solicitudes de inscripción.

Los organizadores habían previsto originalmente la participación sólo de 150 personas, por eso tuvieron que realizar una ardua tarea de selección que incluyó un balance entre criterios geográficos, idiomáticos y de azar. Sí, porque a un cierto punto algunos de los participantes debieron ser sorteados, único método posible para descartar. Esto, como era de esperar, provocó la frustración de algunos y la alegría de otros.

El objetivo del encuentro es abrir un espacio de intercambio de ideas, un nuevo foro de debate. Iniciativa loable que inevitablemente será el primer paso de un camino a largo plazo. Sacro&Profano estará presente luego de tener el honor de formar parte de la lista de 150 seleccionados (número 9 del elenco alfabético), entre los cuales destacan personalidades célebres y no tan célebres. Todos con algo que decir, será interesante. Estaremos reportando.