Benedicto XVI recuerda las prioridades de la Iglesia

María Jesús Figa, nueva embajadora de España ante la Santa Sede, presenta sus cartas credenciales

 

Con motivo de la presentación de sus cartas credenciales, la nueva embajadora de España ante la Santa Sede, María Jesús Figa, manifestó hoy que «buena parte de la identidad» de España «responde a sus raíces cristianas». El Papa Benedicto XVI ha abogado por fomentar el «mutuo respeto y colaboración» en lo que ayude al «bien de las personas y el desarrollo auténtico de sus derechos y libertades, que incluye la expresión de su fe»

16/04/11 10:00 PM


 

(Agencias/InfoCatólica) La embajadora María Jesús Figa, nacida en Barcelona en 1951 y primera mujer española en ocupar el cargo, felicitó al Papa por su 84 cumpleaños en nombre de los Reyes, del presidente del Gobierno y de «millones de españoles que le aprecian», e incluyó en su discurso una felicitación en castellano, catalán, gallego, vasco y latín. El texto entregado a Benedicto XVI recuerda las «raíces cristianas» de España así como el principio de «laicidad positiva».

La diplomática recordó al papa que la Constitución española garantiza "la libertad religiosa como un derecho fundamental y el pluralismo como elemento esencial de nuestra sociedad". Asimismo, dijo que establece tanto la aconfesionalidad del Estado como el principio de colaboración con todas las confesiones, de modo singular con la Iglesia católica.

"Es la base de la laicidad positiva, que por un lado permite a ciudadanos de diferentes creencias y convicciones regirse de acuerdo con los valores constitucionales compartidos y, por otro, promueve la cooperación de los poderes públicos con la Iglesia Católica en todos los ámbitos", agregó.

Figa aseguró al Pontífice que el Gobierno de España "mantendrá su actitud de colaboración con la Iglesia Católica en todos los terrenos que redunden en el beneficio de todos los ciudadanos y que estará siempre abierto a un diálogo positivo ante los problemas que puedan surgir ante los cambios de la sociedad".

La embajadora recordó la vista del papa a Valencia en 2006, su reciente peregrinación a Santiago de Compostela, con motivo del Año Jubilar Compostelano, y su participación en la dedicación del Templo de la Sagrada Familia de Barcelona que, como catalana, apreció especialmente. Se refirió también al próximo viaje del Pontífice a Madrid, en agosto, para participar en la XXVI Jornada Mundial de la Juventud, que constituirá "un nuevo encuentro de hondo significado para España y para la Iglesia católica".

Libertad religiosa, derecho a la vida, matrimonio, familia y educación

En su discurso, el Papa se refirió a la línea que “tiende a considerar la religión como un factor socialmente insignificante, e incluso molesto”. El Santo Padre citó un párrafo de su Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2011 en el que denunciaba formas sofisticadas de hostilidad contra la fe que “se expresan a veces renegando de la historia y de los símbolos religiosos, en los que se refleja la identidad y la cultura de la mayoría de los ciudadanos”.

Benedicto XVI agradeció la actitud positiva del Gobierno ante la próxima Jornada Mundial de la Juventud, elogiando “la disponibilidad, cooperación y ayuda generosa que tanto el Gobierno de la Nación como las autoridades autonómicas y locales están dispensando para el mejor éxito de una iniciativa que atraerá la atención de todo el mundo y mostrara una vez más la grandeza de corazón y de espíritu de los españoles”.

El Papa ha abogado por “unas relaciones diplomáticas entre España y la Santa Sede que procuren fomentar siempre, con mutuo respeto y colaboración, dentro de la autonomía legítima de sus respectivos campos, todo aquello que suscite el bien de las personas y el desarrollo auténtico de sus derechos y libertades, que incluye la expresión de su fe y de su conciencia, tanto en la esfera pública como en la privada”.

El texto entregado por Benedicto XVI a la nueva embajadora incluye, además de los extensos párrafos dedicados al respeto de la libertad religiosa, una lista de otros cuatro “derechos fundamentales”. Se trata del “derecho a la vida desde su comienzo a su término natural”, la “protección y ayuda a la familia”, las “medidas económicas, sociales y jurídicas para que el hombre y la mujer que contraen matrimonio y formen una familia tengan el apoyo necesario”, y “una educación que integre los valores morales y religiosos según las convicciones de los padres”, que incluye “la enseñanza de la religión en todos los centros para quienes la elijan, como esta preceptuado en el propio ordenamiento jurídico”.