Arzobispo chileno pide que "se haga la luz"

Ezzati sobre los abusos sexuales en la Iglesia católica chilena: "La verdad nos hará libres"

"Hacer verdad puede ser doloroso, pero es un dolor que libera"

Redacción, 11 de abril de 2011 a las 16:55

 

El arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati, volvió a referirse este lunes a los casos de presuntos abusos sexuales perpetrados por religiosos y que actualmente afectan a la Iglesia Católica, institución que el viernes pasado realizó un histórico mea culpa por la forma en que la institución acogió estas denuncias.

En conversación con Radio Cooperativa, Ezzati recalcó que si bien este tipo de situaciones son muy dolorosas para la Iglesia, a la vez resultan "purificadoras", pues es un dolor que acerca a la verdad y es esa verdad la que finalmente, a su juicio, liberará a la sociedad.

"Yo he dicho que la verdad nos hará libre y ciertamente nosotros, yo personalmente, estamos para que se haga luz, hacer luz implica que pasemos por momentos difíciles como es el momento del parto de una madre (...) hacer verdad puede ser doloroso, pero es un dolor que libera, que nos purifica, que nos hace bien a todos, a la Iglesia y a la sociedad", sostuvo.

El clérigo hizo una distinción, ante la radioemisora, respecto a los casos que vinculan al sacerdote Fernando Karadima y el de sor Paula Lagos, del convento Las Ursulinas. Frente al primero sostuvo que hay un fallo adverso y un pronunciamiento por parte de la Congregación para la Doctrina de la Fe, pero recordó que la situación de la religiosa es distinta.

"La situación de la hermana Paula es completamente diferente, en primer lugar porque no hay ninguna acusación oficial de delitos en contra de menores fuera del caso testimoniado en la televisión y que deberá presentar su denuncia apropiada, y habrá que dilucidarse si es así el caso", indicó.

Asimismo la autoridad eclesiástica se refirió a que las denuncias están relacionadas con personas que dicen haber sido violentadas cuando eran menores.

Al respecto, Ezzati dijo que eso era una de las cosas más terribles, el que se involucra a jóvenes y niños porque "el delito de abuso, además de ser un abuso contra el derecho fundamental de una persona, para quienes somos cristianos es también un grave pecado, todavía cuando se trata de un sacerdote que tiene como misión hacer el bien". (RD/Agencias)