8.04.11

Dresde bombardado por los aliados

 

Ya no figuran como contribuyentes católicos 180.000 alemanes. En Alemania es obligatorio declarar la religión, que será destinataria de parte de los impuestos.

Son datos de 24 de las 27 diócesis alemanas, según ofrece el suplemento religioso del Die Zeit. Suponen 50 mil más que en 2009, y por primera vez son mayores las defecciones entre los católicos que entre los protestantes, al menos desde la II Guerra Mundial. Lógicamente ese incremento del 40% puede ponerse en relación con la afloración de los casos de pederastia cometidos por sacerdotes y religiosos. Al menos así lo ha hecho la prensa especializada. Yo no tengo acceso a los datos en bruto, pero el mayor volumen corresponde a las diócesis más salpicadas por los casos.

Es humano, supone una pérdida de confianza y un reto pastoral enorme, porque ha situado a mucha gente en las puertas de una pérdida mayor: de Fe y de Esperanza.

Aún así he leído dos líneas argumentales que no me parecen correctas:

La primera la de los que opinan que esa gente en realidad no era más que «católica cultural» y que cayéndose el asidero humano se cae todo. Me parece un análisis parcial e injusto, porque supone minusvalorar la gravedad del «pecado de escándalo», y convertir a las personas en espíritus puros.

Es cierto que con una mejor formación este efecto sería menor, pero no deja de ser doloroso el daño causado. Todas las medidas que se tomen para la limpieza y reparación serán pocas. Y tampoco olvidar que es un 40% más, pero que anualmente son miles las personas que se alejan por otros muchos motivos

Tengo mucha esperanza en los frutos del Viaje apostólico de Benedicto XVI a su patria en septiembre. Y me da un no-se-qué de que habrá algún acto rompedor con el que el Santo Padre mostrará el cariño y cercanía como Pastor Universal, acompañado de la fortaleza de llamarle a las cosas por su nombre. No deja de ser una intuición. En su día volveremos sobre el asunto.

La segunda, y peor aún, es la de los de siempre, los de «Somos Iglesia» y los «300 teólogos» que aprovechando la ocasión van a su tema: celibato opcional, sacerdocio femenino, democratización. A mi me asombra que estos tipos sigan queriendo ser católicos. Todo eso que reclaman lo pueden encontrar entre los protestantes, que habitualmente tienen más «salidas» Fuera de la prensa afecta, ¿todavía hay quien les hace caso?

En cualquier caso es un acicate para rezar más, para reparar más, para hacer más apostolado, para evangelizar más, ¿no os parece? Seguro que todavía hay católicos que creen que esto no va con ellos, que es cosa de curas para lo bueno o para lo malo.